SERMONES
La naturaleza de la iglesia y nuestra relación con la iglesia local
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Efesios 2:19 "Ya no sois extranjeros ni advenedizos." Esa palabra advenedizos quiere decir como un allegado, una persona que es un apéndice llegado a última hora, como no genuinamente miembros de la comunidad de fe del pueblo de Dios.
“Ya no sois extranjeros ni advenedizos sino más bien conciudadanos" – es decir, todos somos ciudadanos, somos legítimos, tenemos pertenencia legítima en Reino de Dios – "de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los Apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo en quien todo el edificio, bien coordinado va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu.”
El Apóstol Pablo está meditando acerca del hecho de que nosotros hemos sido con injertados en este cuerpo que está fundamentado en la palabra á fundamentado en la palabra de Dios y de los profetas y Apóstoles que Dios usó para darnos su palabra a través de los siglos. Y Dios nos está llevando hacia un propósito como miembros de ese cuerpo que es la iglesia de Jesucristo.
Y el segundo pasaje es en Primera de Pedro, capítulo 2, versículo 9 y dice: “Más vosotros sois linaje escogido – dígale a su hermano, yo no soy cualquier cosa – real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no eras pueblo pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
Eso es lo que nosotros somos. El Apóstol Pablo y Pedro en este pasaje están hablando de este maravilloso cuerpo al cual nosotros pertenecemos, del cual Dios nos ha hecho parte y que pertenecemos a una casta, una categoría extraordinaria, exaltada, reyes, sacerdotes de ese cuerpo de Jesucristo y hemos alcanzado extremada misericordia.
Yo quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre la naturaleza de la iglesia y nuestra relación con la iglesia local, en este caso con nuestra iglesia Congregación León de Judá. Quiero continuar reflexionando sobre lo que queremos y debemos ser como una comunidad espiritual. Cuáles son algunos de los distintivos y cuáles son algunas de las cosas, elementos por los cuales queremos esforzarnos para ser una comunidad espiritual, la comunidad de la iglesia aquí en Boston.
Un punto para iniciar nuestra reflexión, la Iglesia de Jesucristo es la encarnación del Reino de Dios en el mundo, es la forma en que el Reino de Dios que es algo eterno, invisible, espiritual, se hace visible en el tiempo y el espacio. Es una institución establecida por Jesucristo, instalada en el mundo para llevar a cabo los propósitos del Reino de Dios, para negociar con el reino de la tierra, el Reino de Dios. Está llamada a predicar el Evangelio, está llamada a encarnar la autoridad de Cristo en el mundo y también para traer a otros al conocimiento salvador de Cristo Jesús y para ser discípulos de las personas que traemos al Evangelio, para que sean creyentes sólidos en el camino de la fe.
El Señor constituyó a su iglesia y dijo, “Yo he establecido mi iglesia en el mundo y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” Amén. Qué maravillosa declaración. La iglesia de Cristo va a estar aquí hasta que Cristo mismo venga. No se asuste por lo que usted vea alrededor y por las predicciones de que la iglesia va a dejar de ser relevante. La iglesia de Cristo va a estar aquí aunque el diablo menee la cola de molestia. La iglesia de Cristo nunca será vencida por la cultura, ni los cambios, ni nada. Los reinos vienen y van, las culturas cambian pero la iglesia de Cristo permanece para siempre.
El Señor la estableció como su representante aquí en la tierra. Y ella siempre saldrá victoriosa de cualquier situación incluyendo este tiempo en que se encuentra. Entonces la iglesia es la manifestación de Cristo en la tierra. Y esa Iglesia se manifiesta en comunidades locales como la nuestra, la I se convierte en una i donde los individuos que pertenecen a esas comunidades como la nuestra, aprenden a convivir, a vivir juntos y a desarrollar los principios del Evangelio en convivencia, y a llevar a cabo la obra del reino en los lugares donde se encuentren. Todas las cosas que nosotros hacemos, misiones sociales, misiones internacionales, evangelismo, enseñanza de los niños, discipulamiento de los adultos, todo eso es parte de la obra de la iglesia, negociar.
El Señor dijo a los discípulos “Negociad entre tanto que yo vengo,” en una parábola y eso es lo que nosotros tenemos que hacer. Siempre estamos negociando a favor del reino como la iglesia local, haciendo nuestro parte para llevar a cabo los propósitos de Dios en nuestra ciudad y en el mundo.
Yo creo, hermanos, y estoy entrando en uno de los principios primeros que quiero dejar con ustedes. Yo creo que no es posible ser un cristiano genuino y no tratar de vivir la fe cristiana en comunidad con otros creyentes. Ahora si usted vive en una colonia en Marte o en Plutón o en la luna y no hay más nadie allá, usted está solo porque lo dejaron cuando la nave se volvió a la tierra, no tiene oportunidad de tener comunidad, está bien, viva su cristianismo solo. Pero si usted está en la tierra, en una sociedad, en una ciudad, en un pueblo, usted debe ser parte de una comunidad.
Yo no creo en eso de estarse comiendo el cereal a las 9 de la mañana frente a un televisor y adorar con un tele evangelista y mandar de vez en cuando un chequecito a un ministerio que usted ni siquiera participa en él. Uno tiene que ser parte de una comunidad. Si usted se va a la China asegúrese de que encuentre una iglesia desde que usted llegue. Quítese los motetes y vaya de una vez y comience a buscar, dónde está la iglesia local aquí. Si hablan español mejor todavía pero sino hable en lengua china o lo que sea, pero busque una comunidad. Busque una iglesia, sea parte de una comunidad porque no se puede ser cristiano, no se puede crecer espiritualmente si uno no pertenece que un grupo de otros creyentes que están juntos buscando el propósito de Dios para su vida.
La vida cristiana se vive con otros peregrinos en algún tipo de convivencia. Hay que considerarse una parte de la iglesia de Jesucristo. Vemos en todo el Nuevo Testamento esta idea, el gran valor que la Biblia le da a la convivencia, la vivencia de la vida cristiana en comunidad. Todas las cartas del Apóstol Pablo, por ejemplo, son escritas a una comunidad específica, a los cristianos que están en Éfeso, a la iglesia de Jesucristo que está en Filipos, a la iglesia que está en la ciudad de Corinto, a la casa de Lidia, siempre es escrito a una comunidad asumiendo que ahí es donde se da la vida cristiana, en comunidad, en familia.
Y así nosotros debemos también darle mucha importancia a la iglesia de Cristo. Entonces el principio número 1 es eso, que uno debe vivir y desarrollar la vida cristiana en comunidad, en una familia. La Biblia habla también de que no dejemos de congregarnos. ¿Cuántos recuerdan ese buen versículo pentecostal? No dejando de congregarnos. Congréguense como dicen los pentecostales. Una buena palabra.
¿Dónde tu te congregas? Una buena palabra, en vez de decir, ¿dónde tu vas? ¿Dónde se congrega? La iglesia, hermanos, es la plataforma de Dios para la elaboración y el desarrollo de los principios del Evangelio. Muchos de los principios de la escritura son de naturaleza relacional, tienen que ver con la relación entre individuos.
Y estos principios requieren y presuponen que haya una relación con otras personas y que esos principios se apliquen en comunidad. Por ejemplo, principios tales como el amor, el perdón, la paciencia, la bondad, la mansedumbre, son imposibles de desarrollarse si no es con otras personas. El amor, por ejemplo, a menos que usted no se ame a sí mismo en una forma pecaminosa digamos, necesita otros seres humanos, ¿verdad? Dice la Biblia, el amor es sufrido, es benigno, ¿qué usted va a sufrir si no tiene a nadie que le haga sufrir? Usted necesita gente.
Entonces estos principios… cómo usted va a ejercer paciencia si no hay nadie con quien ejercer paciencia. Los principios de la escritura para usted desarrollarlos, para vivirlos, para encarnarlos requieren otras personas, ¿verdad que sí? Por eso es que la iglesia es importante. Ese es el origen de las familias. ¿Por qué hay familia? Dios ideó la familia porque para ser verdaderamente humano usted tiene que tener una comunidad. Usted necesita un esposo que le pise los cayos de vez en cuando para decir, Señor, ten misericordia, lo perdono, y aprender lo que es el amor de Dios verdaderamente.
Unos hijos molestosos para aprender a ser pacientes y a creer que a largo plazo pueden cambiar. En otras palabras, estos principios de la escritura solo se pueden desarrollar en el contexto de las relaciones humanas y de una comunidad donde se pueden observar, donde se les puede poner en práctica, donde se pueden incorporar en nuestra vida y nuestra personalidad.
Yo creo que los muchachos, idealmente, ahora si es un niño que es único hijo, amén, está muy bien y muchas cosas buenas pueden salir de eso, pero yo creo que los muchachos aprenden muchas veces mejor cuando están en grupo, jalándose los moños, peleando con los otros, negociando acerca de ya yo jugué con el juguete, ahora juega tu un poquito y todo eso. Ahí es que los niños aprenden a socializar y a desarrollar carácter y destrezas sociales.
Y asimismo es en la iglesia. La iglesia requiere esa convivencia en comunidad para que usted pueda llegar a ser como Cristo verdaderamente. Lo que estoy diciendo es que como cristianos debemos permanecer y militar en una comunidad cristiana, si realmente queremos ser creyentes sanos que estén trabajando y obrando su salvación en una manera legítima, ocupados en vuestra salvación.
Yo creo que ocuparnos de nuestra salvación requiere ese tira y jala de la vida cristiana vivida en comunidad. Así que primer principio, no dejes de congregarte. Tu necesitas una iglesia y una iglesia local, una familia cristiana para poder verdaderamente llegar a ser un cristiano genuino, fidedigno, saludable, rollizo.
En segundo lugar, en todo lo posible uno debe mantenerse a largo plazo. Digan largo plazo conmigo. A largo plazo en una comunidad cristiana en particular. No es solamente pertenecer a una iglesia sino mantenerte en esa iglesia en todo lo posible. Antes de uno entrar de lleno en una iglesia, en una comunidad, uno debe explorarla, uno debe visitarla, uno debe patear las gomas para asegurarse que están bien y observar el liderazgo, observar su vida común, observar su gobierno, la predicación de la palabra, la salud del pueblo en general al cual usted va a pertenecer. Y cuando usted ha observado como en un matrimonio a la persona con cual usted se va a casar, cuando usted ha observado la comunidad y está seguro de que el Señor le está llamando, entonces usted se une a esa comunidad y se mantiene fiel a ella.
La iglesia debe ser un lugar donde se predica y enseña fielmente la palabra de Dios, donde hay un liderazgo piadoso, donde hay sanos principios de gobierno, y donde hay rendición de cuentas, donde hay salud emocional entre los creyentes, incluso dentro de un nivel de imperfección porque ninguna iglesia es perfecta.
Pero cuando usted ha encontrado esas cosas manténgase allí, milite, continúe contra viento y marea, manténgase en todo lo posible, aunque la iglesia no sea perfecta, porque si usted está en ella ya eso garantiza que no va a ser perfecta. Alguien ha dicho, ‘si encontraste la iglesia perfecta no te unas a ella porque la vas a dañar.’
Las iglesias no son perfectas pero cuando usted encontró una iglesia sólida, saludable, fuerte, atesórela, quédese en ella. No tiene que ser perfecta, al contrario, yo creo que se requiere cierto grado de imperfección para que usted pueda crecer en las virtudes del Evangelio, porque ahí usted aprende a perdonar, a tolerar, a amar a pesar de, a olvidar ofensas, a amar al que no te cae bien, al que desafina cuando tu estás cantando, al que no se viste como tu quieres, pero tu aprendes a mantenerte allí. Eso es lo que hace un cristiano fuerte que tenga el carácter de Cristo en él.
Así que personalmente yo creo que Dios ha incluido la imperfección como un elemento esencial de la vida de la iglesia para que podamos ser verdaderamente sólidos como cristianos. Pero sí vamos a encontrar una iglesia básicamente buena, sólida, saludable, sana, mantengámonos en ella una vez que la hemos encontrado. Debemos hacer todo lo posible para mantenernos el tiempo suficiente en ella para que esa comunidad pueda desarrollar su influencia formativa en nosotros. Porque si usted echa un pie desde que la iglesia se puso un poquito desagradable perdió la oportunidad.
Las iglesias tienen sus altibajos como todas las cosas, y si usted se sale antes de tiempo puede que pierda la oportunidad que Dios tiene para formarlo. Es como una inversión. Cuando usted invierte en el mercado o en la bolsa del mercado, dicen los inversionistas usted tiene que invertir a largo plazo. Si desde que su inversión bajó un poquito usted saca el dinero de una vez, olvídese. Las inversiones son a 10 y 20 años que rinden su beneficio.
Y muchas veces el propósito de Dios a través de su iglesia se va a tomar tiempo y si usted está como el mono, de palo en palo todo el tiempo, saltando de una iglesia a otra, usted nunca va a aprender las características de un creyente maduro, sólido, estable. Y por eso es tan importante que dejemos que la iglesia suelte toda su esencia a través del tiempo. No se debe saltar de una iglesia a otra.
A veces yo veo los indicios de lo que yo llamo una mentalidad de consumo en este tiempo, que ve a la iglesia como una mercancía más, como un servicio más, como un supermercado, o una tienda de ropas. Si tienen el producto que yo quiero y me lo venden a buen precio yo voy si no, me busco otra. La iglesia no es así, hermanos. La iglesia tiene que ser algo como un matrimonio, hay que primero explorar su potencial, asegurarnos de que sí es algo bueno para nosotros y entonces hay que hacer un compromiso a largo plazo y persistir en ese compromiso aunque vengan los momentos difíciles.
Por qué dicen en el matrimonio en las buena y en las malas, en adversidad y en prosperidad, en enfermedad y en salud. Las iglesias pasan por sus tiempos, las iglesias son organismos vivos y como un organismo vivo hay momentos en que las cosas no van a ir bien, puede que haya un poco de proceso, de problema, dificultades, puede hasta haber crisis pero eso es parte del diseño de Dios. ¿Y sabe quién salva a las iglesias en sus vaivenes? La gente firme, la que se queda allí, como un sustrato sólido, cuando hay esos momentos de amenaza y de dificultad.
Yo le doy gracias al Señor por ese pueblo fiel que se mantiene aunque el pastor haga una decisión que a veces uno no entiende bien y las cosas no sean exactamente… yo les agradezco a ustedes que han sido gentiles en darnos oportunidad para proseguir con lo que hemos hecho de las 9 y las 12. Agradezco eso, hermanos, usted no se imagina lo serio que para nosotros es hacer algo así y lo mucho que yo siento el corazón de ustedes y lo mucho que valoro su comodidad. Y también lo que lamento que a veces algunos de ustedes han sido incomodados en ese esfuerzo de lo que estamos haciendo. Pero eso es posible solamente cuando se tiene un pueblo que está comprometido a largo plazo y que dice, ‘sabes qué? Vamos a darle al pastor un poquito de espacio a ver qué pasa con él y después lo fusilamos pero ahora vamos a darle un tiempecito para ver cómo va.’
Eso es importante. Hay que hacer un compromiso a largo plazo. En 30 y pico de años que yo tengo pastoreando esta congregación, 34 con ella desde que comenzó, yo la he visto pasar por diferentes momentos y agradezco a aquellos hermanos que han sido generosos y se han quedado allí. Y yo creo que han sido prosperados y bendecidos como resultado. Y mi corazón agradece eso.
Ahora, hay momentos en que usted va a tener que mudarse, por ejemplo la hermana Marisol ha estado muchos años con nosotros y se fue a la Florida pero viene a visitar a Boston y ahí está como una fiel guerrera entre nosotros. A veces usted tiene que mudarse, a veces Dios lo llama a otra congregación por alguna razón para servir en una posición o algo así, hay razones y yo creo que también puede haber momentos de separación de una iglesia y deben hacerse en oración, con mucha meditación, en una forma deliberada y amén, ser enviados con la gracia y la paz del Señor. Pero no huya de su iglesia con asuntos no resueltos porque eso le va a perseguir a usted toda la vida. No la estoy amenazando, entiéndalo.
Yo creo que es importante en el Reino de Dios hay que ser ordenado, hay que ser deliberado, hay que hacer las cosas bien y aún a veces esperar con quietud y esperar a que el Señor aclare las cosas. Eso tiene un provecho grandioso y Dios nos bendice como resultado de ello.
Pero hay momentos en que sí vamos a tener que salir pero que sea con peso, no porque simplemente tuve 2 días en el hospital y no me llamaron o porque di una fiesta y 3 de los que esperaba no llegaron o lo que sea, que el muchachito aquel le jaló la oreja a mi hijo en la clase de niños y eso no me gustó y me voy de la iglesia, o que no había papel en los baños, lo que sea. A veces la gente se va de las iglesias por cosas tan tontas. Peleó con alguien en la iglesia y entonces ya se enemistó con la iglesia, como si la iglesia hubiera sido la que lo ofendió. Fue fulanito, siéntese en el otro extremo del edificio. Lo ideal es que se reconcilie pero no se vaya de la iglesia porque hay algún problemita, dele tiempo al Señor para que trabaje las cosas y considere eso una oportunidad para crecer en la fe y para ejercer los valores y las virtudes de un cristiano maduro y que tenga el carácter de Jesucristo.
Tiene que haber razones de peso y como digo, al nosotros mantenernos un tiempo largo en una congregación entonces la iglesia puede ejercer su influencia formativa, moldearnos hasta que la imagen de Cristo sea formada en nosotros. La iglesia requiere tiempo para eso. Principios tales como el amor, la paciencia, la visión a largo plazo, el perdón, requieren esos contextos de imperfección y que nos mantengamos allí. Muchas veces la incomodidad produce algo extraordinario.
Todos hemos oído la ilustración de una perla. Sabe que la perla es – hay otros materiales preciosos que son forjados en el crisol de la incomodidad. Saben que la perla es el producto de una ostra que se le mete un granito de arena adentro. La ostra es un ser vivo y ese granito de arena irrita la piel, irrita la contextura de esa ostra y entonces la ostra para protegerse comienza a echar una sustancia que cubre el granito de arena y lo va haciendo poco a poco y esa sustancia que se va acumulando es una perla. Qué bien quedó eso! la perla es el producto de una irritación original.
Y qué pasa con un diamante? ¿Qué es un diamante? Un diamante es carbón en lo profundo de la tierra en la cual la gran presión de la masa que está sobre él y alrededor de él va comprimiéndolo, comprimiéndolo, hasta que produce ese objeto maravilloso que es un diamante. Imagínense eso. De un pedazo de carbón a un diamante por presión.
Y yo creo eso, que la mayoría de las virtudes cristianas se producen en esa irritación unos a otros. Y yo sé que algunos tienen más capacidad para irritarnos que otros, pero es la idea de que esa irritación colectiva, ese roce del hermano con su hermano produce… y se toma tiempo, poco a poco a través de los años de usted superar diferentes cosas, usted va creciendo en la fe. Pero si se sale, se quitea como dicen los puertorriqueños, antes de tiempo, perdió la oportunidad de ser formado por la influencia a largo plazo de la iglesia de Jesucristo. Entonces se requiere compromiso, se requiere asistir, se requiere permanecer.
Y en tercer lugar yo quiero ofrecerles la idea de que las iglesias más y más son como un refugio, las iglesias saludables deben convertirse en un refugio, en una sociedad sustituto donde los creyentes sean capaces de encontrar la mayoría de los nutrientes que requieren para una vida social y espiritual satisfactoria. Yo sé que los perdí hace como 3 minutos pero les voy a explicar lo que quiere decir esto.
Cada día yo veo más y más que una iglesia en un mundo tan terrible como en el cual vivimos, donde cada día este mundo se pone más hostil a los valores del Evangelio o más hostil a lo que son los elementos que se requiere para una vida buena y noble, donde el mundo se va corrompiendo cada día más y más. Y yo creo que entonces las iglesias deben convertirse como un sustituto del mundo donde usted venga, como un supermercado que tiene farmacia, comida, todos los nutrientes que se necesitan y usted compra todo. La iglesia debe ser un Bj’s espiritual, donde usted compra de todo.
Una iglesia debe ser un lugar donde hay adoración, donde hay enseñanza cristiana, donde hay oportunidad para hacer amigos, donde hay oportunidad para asistir a un buen evento y divertirse sanamente, donde hay oportunidades inclusive para conseguir trabajo, prepararse académicamente. Las iglesias deben proveer todo lo que se necesita para una vida completa. Y yo creo que eso es parte de lo que nosotros tenemos que hacer cada día más y más, proveer para todas las necesidades del pueblo de Dios. Y es un refugio donde usted se refugia y sus hijos reciben palabra para poder contrarrestar lo que van a encontrar en el mundo cuando entran a la escuela o van a la universidad, donde su matrimonio puede recibir fortaleza para poder resistir los embates de la sociedad moderna que milita contra la permanencia de los matrimonio, donde usted puede conseguir amigos sinceros y buenos y nobles que están buscando de Dios y pueden comer juntos y salir juntos, y tener una sociedad diferente a la del mundo, sin separarnos completamente del mundo, porque nunca podremos ni debemos hacerlo porque tenemos que ser sal y la sal tiene que estar mezclada.
Estamos en el mundo pero no somos del mundo. Trabajamos, comerciamos, hacemos todo lo que hace una persona normal pero en la iglesia nos nutrimos y nos fortalecemos para permanecer diferentes. Hay una tensión y eso es lo que tenemos que aprender. Y yo le pido al Señor, “Señor, haz de nuestra iglesia un lugar donde nuestros hermanos no tengan que salir a la calle para nada prácticamente, donde puedan encontrar todo lo que necesitan para una vida feliz y fructífera.”
Deben ser comunidades en el sentido más amplio de la palabra mientras vivimos en este mundo también, no amando el mundo. Sabe que en este tiempo creo que hay toda una doctrina que se ha desarrollado en la iglesia, en nuestro deseo de servir al mundo, afirmar la cultura, no vernos como gente farisaica que se considera mejor que los demás, hemos ido al otro extremo y hemos querido mezclar la iglesia con el mundo y que la iglesia pierda su distinción con el mundo. Queremos como que la gente piense, no este tipo es igual que yo, qué bueno, ven acá, vamos a gozar de la vida, tu eres cristiano, yo también. No. la iglesia tiene que ser diferente.
Como cristianos somos separados, somos peregrinos, somos extranjeros del mundo y lo amamos y daríamos nuestra vida por el mundo y los que están en el mundo como Cristo dio su vida por la humanidad, pero también sabemos que hay una generación maligna y perversa, dice la Biblia, sin sentirnos superiores a nadie, amando a todo el mundo y sabiendo que nosotros también somos por la gracia de Dios solamente miembros de esta comunidad cristiana. Siempre va a haber tensión en el llamado a estar separados del mundo y encontrar lo que se necesita para ser un ser humano feliz y estar en el mundo y servir al mundo también sin compenetrarnos con sus valores.
Es importante que entendamos esto, que la iglesia en ese sentido de castillo, de refugio, de sociedad sustituta, la iglesia es un lugar no donde asistimos de vez en cuando, esporádicamente, venimos y salimos como se mete uno en un supermercado, o en un sitio de entretenimiento. No, la iglesia debe ser nuestra habitación, debe ser nuestro lugar de morada, debe ser nuestro refugio espiritual, donde venimos a quedarnos, a prosperar, a crecer, a trabajar, a aprender, a ser formados, a ser discipulados.
Yo quiero que adoptemos ese sentido de que yo pertenezco a una comunidad, yo soy miembro de ella y esa iglesia me está formando, yo estoy trabando relación con ella, ella está trabajando en mí a través de Cristo Jesús, yo la estoy sirviendo, estoy bendiciéndola con mi pertenencia y juntos estamos creciendo en una dirección hacia donde Dios nos quiere llevar.
Un cuarto punto, si las iglesias van a tratar de proveer esos servicios que se necesitan para una vida completa, normal, entonces nosotros tenemos que convertirnos en siervos activos participantes y recursos para esos esfuerzos que la iglesia está tratando de proveer. Lo que quiero decir con eso es que si la iglesia va a desempeñar su labor de proveer recursos para la gente, entonces la gente debe consumir esos recursos.
Por ejemplo, este evento del 12 de octubre en Northfield yo creo que Dios lo va a usar en una manera muy bendecido y estoy trabajando para que sea algo que bendiga no solamente nuestra iglesia sino la región entera, con otros pastores, otros creyentes. Pero ahora uno espera que una vez que sea preparada la comida que la gente venga y se siente a la mesa.
Si su iglesia hace talleres para matrimonios, si hace retiros para mujeres, si hace retiros para jóvenes, si tiene clases de discipulado, si hay esfuerzos evangelístico y de oración y usted no llega entonces usted descorazona a los que están tratando de proveerle los nutrientes para una vida normal.
Si se ofrece un evento y la iglesia se prepara y se esfuerza y la gente no llega, entonces no puede haber… ¿Entiende lo que quiero decir? una iglesia que provea recursos y que sea una sociedad sustituta requiere gente que participen esa sociedad. Y eso quiere decir que cuando su iglesia hace estos esfuerzos usted debe tratar en todo lo posible por corresponder y ser parte de ese esfuerzo.
La iglesia es un lugar en el que se participa activamente. Hay que hacer todo lo posible para apoyar y participar en las cosas que ofrece. Claro, con la sabiduría necesaria, porque una iglesia como la nuestra produce una cantidad de actividades continuamente, hay retiros, I wanna, retiros de hombres, de mujeres, reuniones de esto, reuniones de lo otro, y si usted trata de hacerlo todo va a tener que ser un cristiano profesional 24 horas al día, 7 días a la semana. No se trata de eso, pero que usted escoja ciertas cosas y que usted haga un esfuerzo.
Hay muchos de nosotros, hermanos, que ni siquiera una cosa asistimos y no quiero hacerlo sentirse culpable, o quizás sí quiero hacerlo sentirse culpable. Pero la iglesia no es solamente para venir el domingo y mire si es el único día que usted puede venir, gloria a Dios, amén, pero en todo lo posible yo quiero que salgamos de esa idea de cristianos de domingo.
No, nuestra identidad es una identidad 24 horas al día. Somos miembros del Reino de Dios, somos una estirpe redimida por la sangre de Cristo Jesús, vivimos para la eternidad, estamos en el mundo de paso, no amamos el mundo, amamos los asuntos del Reino de Dios, somos instrumentos para el avance del Reino de Dios, mi vida vale en la medida en que es usada por Dios para avanzar los intereses del Reino de Dios. Y cada día nosotros tenemos que adquirir más y más esa idea de ciudadanos activos, participantes activos en los asuntos del Reino de Dios y de nuestra congregación, porque esta es la encarnación del Reino de Dios, en su vida y en esta ciudad y en su familia.
Entonces, hay que participar en todo lo posible. Hay veces que usted no va a querer venir a una actividad pero lo va a hacer porque dice, hey, si yo no estoy allí mi presencia va a faltar. Y usted no tiene que venir a las cosas simplemente porque quiere, muchas veces va a venir por compromiso, por deber. Hay veces que ni yo quiero venir a la iglesia, les digo la verdad, hermanos, pero vengo y cuando llego me siento contento de haber venido. Hay que hacerlo.
Si usted viene a la iglesia solamente cuando todo está bien, cuando todas las condiciones están perfectas, y algunas gentes tienen una lista de 50 cosas que tienen que estar bien antes de venir a la iglesia un miércoles en la noche, un viernes, o una actividad fuera de domingo. No es así. Uno viene a la iglesia no solamente por deseo sino también por compromiso, por deber, por respaldar a su iglesia, a sus pastores, a sus líderes, y eso lo que constituye una iglesia saludable, hermanos.
Si fuera así todas nuestras actividades legítimas tendrían mucho respaldo, porque un día vendría un grupo para esto, otro grupo para lo otro, otro grupo para lo otro, nadie tendría que sobrecargarse, sino que las actividades de la iglesia provistas para la bendición y el respaldo y el alimento de los hermanos siempre tendrían consumidores, siempre tendrían una buena clientela, por así decirlo.
Entonces, recuerde que si usted es miembro de una iglesia usted tiene que participar en apoyar, respaldar, hacer acto de presencia en sus actividades para que esa iglesia pueda sentirse que, guau, qué bueno, estamos proveyendo servicios y la gente los está consumiendo.
Que no sea como la parábola que Cristo hizo donde dijo que un hombre hizo un gran banquete, lo preparó todo y ya entonces llamó a los invitados y no se apareció nadie porque todo el mundo tenía una excusa. Y eso pasa muchas veces, la iglesia ofrece una cantidad de cosas y si los creyentes no estamos preparados y simplemente creemos, no, yo voy el domingo y eso es todo. Echo una peseta en el cesto de las ofrendas y ya cumplí y hasta el domingo que viene no me molesten. Es más que eso. Usted es un siervo, un hijo de Dios 24 horas al día. Todo su ser está compenetrado con esa identidad cristiana.
Entonces, hay que respaldar, hay que apoyar aún con equilibrio y balance, porque tenemos que cuidar nuestra vida familiar, nuestra vida matrimonial, nuestros hijos, no es que tampoco usted se desgaste pero aún así de un extremo al otro hay a veces mucho trecho allí y lo que estamos pidiendo es una vida balanceada de compromiso con las cosas del Evangelio. Hay que asegurarse de que cada uno de nosotros esté haciendo su parte para respaldar y acuerpar lo que una iglesia saludable ofrece.
Y esto me lleva a un sexto punto. Debemos apoyar a nuestra iglesia no solo con nuestra participación personal y activa y nuestro respaldo asistiendo y acuerpando las actividades que nuestra iglesia hace, sino también financieramente. Agarre ese mientras le envío el otro, con nuestros diezmos y ofrendas.
Hay que apoyar a la iglesia. Estoy siendo bien concreto aquí. porque una iglesia es una institución como cualquier otra, tiene luces y electricidad que pagar, aire acondicionado, calefacción, pastores, asiento, limpieza, misiones, servicios sociales, diferentes tipos de servicios, mantenimiento, asuntos legales, seguro, usted no sabe, hermano, todas las cosas que demanda la biología de una iglesia. Aparte de la bella ocasión en que adoramos y el lugar se llena del incienso de la adoración del pueblo de Dios, lunes hay cuentas que pagar, hay asuntos que hacer, hay una plataforma física, material, concreta, financiera, que respalda los momentos de exaltación espiritual.
Y ahí es donde nosotros tenemos que tener consciencia, cada uno de nosotros aguanta un poquito del peso de este techo con nuestro apoyo financiero. Si cada uno de nosotros visualizara el hecho de que mi iglesia tiene ciertas necesidades muy grandes y yo soy un poquito de esa fuerza que la mantiene erguida. Porque dice la Biblia que al que se le da mucha riqueza también la consumen rápidamente, Salomón dijo eso no yo. Una iglesia con 3 edificios, con miles de personas a servimos, enterrando gente, casándolos, presentando sus hijos, aconsejándolos, ministrándoles, enseñándoles en muchas maneras, tiene una cantidad de escapes, cosas que hacemos, servicios.
Yo me he gozado en estos días que ha venido gente de México, como ustedes saben, de Argentina, de diferentes partes para decirnos, somos bendecidos. Esta hermana que vino, la Doctora Aurora Durán, que ahora mismo está camino a México se quedó una semana aquí en Boston porque quería venir a conocer congregación León de Judá personalmente, desde el 2012 está escuchando los mensajes y los ofrecimientos de León de Judá y su vida ha sido formada por los programas de internet.
La familia Cavallo que vino de Argentina, de igual manera, 5 miembros de esa familia, desde el 2011 su vida y su iglesia han sido bendecidas por León de Judá, pero eso cuesta mucho dinero, decenas de miles de dólares. Nuestro programa de radio, usted sabe cuánta gente yo conozco que me dicen, escucho su programa, no vienen a la iglesia pero son bendecidos, son fortalecidos y un día serán miembros de una comunidad cristiana. Son edificados en la mañana cuando están manejando un camión o un taxi o lavando platos en la casa. Y yo a veces me quejo, son $35.000 casi $40.000 dólares que nosotros pagamos. En total ese programa nos cuesta $40.000 casi $50.000 dólares al año y usted no me escucha pidiendo dinero de ese programa. Pero ustedes lo soportan, ustedes bendicen a una comunidad grande que escucha esos programas.
Entonces, hay muchas cosas que usted ni siquiera se imagina que la iglesia, nuestro internet cuesta $100.000 dólares por lo menos con todas las cosas, cámaras, equipo, gente participando en eso, todo eso requiere dinero. El hermano Ernst Diehl en Berlín manteniendo todo ese aparato y muchas otras cosas que se hacen, son milagros de Dios. Una iglesia mundial, una iglesia que está sirviendo al Señor a través de sus discipulados, a través de sus programas diversos, sus mensajes, quién apoya, quién respalda eso? sí, el Espíritu Santo pero ustedes, cada domingo cuando dan su dinero fielmente al Señor, ustedes mantienen la biología de León de Judá viva y hacen posible.
Yo les suplico, hermanos, que mantengan siempre esa visión. Cuando usted eche su dinero en el cesto vea misión, vea evangelismo, vea discipulamiento, vea mantener mi iglesia viva y próspera y bendecida porque esta iglesia yo creo que trata responsablemente el dinero del pueblo de Dios, hermanos. Lo digo aquí delante del Señor que nosotros tomamos muy en serio, de manera que como dice el Apóstol Pablo, no se pueda ni siquiera provocar sospecha de cómo se usa el dinero del pueblo de Dios.
Entonces, usted puede darlo con toda seguridad y con toda confianza. Hay que ver, a lo largo de la escritura vemos ese llamado… crea usted lo que usted crea acerca del diezmo, hay personas que dicen teológicamente que el diezmo no es para nuestro tiempo, lo que usted sí puede ver en la escritura es esto, que hay que dar generosamente. Yo creo que nadie puede pelear contra eso. Hay que dar generosamente. Hay que dar más allá de nuestras fuerzas, eso lo dice la Biblia también.
Dice, no dieron solamente conforme a sus fuerzas sino más allá y por eso el Apóstol Pablo los alabó. Hay que dar gozosamente, dice el Apóstol Pablo que Dios ama al dador alegre no al dador agrio como un limón dando porque el pastor le está empujando a dar. La Biblia dice que si sembramos generosamente segaremos generosamente. Habla de sembrar, habla del Dios que cuando damos esto cuenta, como decíamos el miércoles, a nuestro favor. Cuando damos estamos invirtiendo en el Reino de Dios y estamos invirtiendo en nuestra propia vida.
Eso nos vendrá regresado multiplicado, bendecido y se manifestará en nuestras vidas familiares, en nuestro gozo en el Señor, nuestro crecimiento espiritual y también nuestra prosperidad material. Hay que fortalecer su iglesia.
La Biblia dice, traed los diezmos al alfolí, es decir, al lugar de comer y que no falte alimento en mi casa. Y la Biblia dice también que los que se benefician espiritualmente en alguna manera deben bendecir materialmente a los que reciben. Y yo no me aplico eso a mí mismo aunque si usted lo quiere hacer gloria a Dios, pero la idea es a la iglesia. Si la iglesia le bendice a usted espiritualmente bendígala materialmente. Si usted crece, come, recibe, es bendecido, sus hijos son bendecidos, su vida espiritual es adelantada, usted puede participar de esa sociedad sustituta que es la iglesia, bendígala y asegúrese de que tenga todo lo que necesita, que no falte alimento en ella, que no haya zozobra por ser la iglesia.
Dios no quiere que su iglesia viva en zozobra como una casa que le falta el alimento. Dios quiere que haya bendición y tranquilidad. Y yo les digo que aquí hay suficiente para que nadie tenga que sufrir demasiado en dar si todos abrazamos este llamado de ser parte de las necesidades financieras de una congregación.
Y termino ya, dos observaciones más finales. Una penúltima observación, cuando nos comprometemos a una comunidad como la iglesia local después de haber explorado sus creencias y enseñanzas y su liderazgo con cautela, y creemos que es una iglesia sólida, de buena enseñanza, buena doctrina bíblica, debemos entonces someternos a la autoridad espiritual de esa iglesia.
Tenemos que someternos a la autoridad espiritual y eso es un reto para muchos de nosotros. Y por eso es que muchas veces mucha gente se va de una iglesia porque esa iglesia hizo una decisión que a usted no le gustó y usted en vez de someterse en fe a ella, echa un pie y se va a otra donde usted pueda estar más cómodo y no tenga que sufrir con esa decisión.
Si usted mira a través de la escritura y a través de la historia de la iglesia siglo tras siglo tras siglo, la idea de la iglesia como una entidad de autoridad espiritual se hace ineludible, donde si usted cree que sus pastores y sus líderes son gente de Dios que predican la palabra, que tienen la mejor intención en sus tratos con su vida, entonces usted debe someterse y en ese someterse usted va a crecer y va a ser bendecido espiritualmente, no va a ser rebajado.
Yo no estoy hablando de una doctrina abusiva, opresiva, explotadora y que usted se someta a ella. No, huya por su vida si es así, pero si su iglesia está compuesta de una enseñanza sólida, bíblica y usted ve integridad en sus líderes, mire, sométase a ellos. En eso hay bendición. Yo creo que parte de los problemas de esta sociedad y de esta cultura es su rebeldía. Todos los problemas que vemos hoy en día en esta nación es rebeldía contra la autoridad en una manera u otra, sea la autoridad divina o la autoridad civil o lo que sea.
Y yo he aprendido que cuando nos sujetamos entonces somos exaltados. Hay una dinámica inversa en el Reino de Dios, el que se humilla será ensalzado. Cuando entramos al Reino de Dios venimos como corceles pateando como un caballo salvaje, lleno de fuerza y vigor, y el trabajo de la iglesia es tomar ese corcel salvaje e irlos sometiendo poco a poco para que sea un caballo de trabajo, que sea útil. No es que lo estoy insultando a ustedes tampoco, pero que sea útil para los caminos del Señor.
Un caballo salvaje no puede ser útil para nadie excepto para correr en la pradera y exhibirse eso es todo. Y muchos creyentes son así, viven corriendo por la pradera de un sitio a otro y no pasan suficiente tiempo bajo el jinete divino. Qué bien salió eso! hasta que Dios los doma y los quiebra y entonces pueden servir a los demás. Sométase a la autoridad de sus líderes espirituales.
Por eso yo creo que Cristo dice que si no nos hacemos como niños no podemos heredar el reino de los cielos. En este mundo hay mucha doctrina corrupta hoy en día, mucho sacrificio de la verdad y la iglesia tiene que ser un lugar donde si hay buena enseñanza usted la recibe. Si usted es confrontado por algo, mire, salude en el nombre del Señor y sométase y deje que Dios le demuestre la veracidad y el beneficio de eso que usted está aceptando por fe. Sométase a sus autoridades, si son buenas, si son legítimas, si son íntegras delante de Dios y acepte el yugo de la verdad en su vida.
La predicación muchas veces lo va a hacer sentir incómodo, lo va a retar, lo va a confrontar, va a cuestionar sus paradigmas con lo que usted vino del mundo, pero la iglesia es esa madre espiritual que abraza su hijo y lo agarra hasta aprende y eso requiere una actitud de disposición, disponibilidad, respeto a los valores del Reino de Dios. Sin sujeción a la autoridad no hay bendición, hermanos. Donde hay rebeldía contra la verdad de Dios hay juicio también.
El último principio que quiero dejar con ustedes es la importancia – he señalado la importancia de apoyar financieramente, de apoyar con nuestra asistencia y respaldo físico personal, lo último es la importancia de servir y evangelizar. Además de asistir, estar presente, apoyar financieramente, es importante que ustedes sean siervos en su iglesia.
Una iglesia tiene tantas cosas que hace, ahora mismo nuestros niños, me dicen que hay como 200 niños, ahora con el servicio de las 12 que es más nutrido esa gente está allí con la lengua afuera corriendo detrás de todos esos muchachos y se requiere gente que ayude allá, voluntarios. Eric necesita mentores muchas veces, voluntarios para enseñar inglés o Alfa necesita ayuda en sus esfuerzos… sobrevive con los esfuerzos voluntarios.
Esta iglesia hace tantas cosas milagrosas, porque tiene un grupo de gente que da y se da y entrega… hermanos, este edificio es producto de la generosidad y del servicio. Esa alfombra la instaló un hermano gratis, el hermano Ramón, con sus destrezas, él dio sacrificialmente día y día. Yo creo que hasta llegó un momento que se arrepintió de haber ofrecido.
Muchos hermanos ofrecieron, pastor, yo voy a hacer esto, y después yo veía esa cara que se hacía más larga cada vez porque no sabían en lo que se estaban metiendo. Pero gloria a Dios, tenemos este lugar. Sabe que la gente a veces piensa que León de Judá es más rico, piensan, no, esta iglesia es rica. No, es rica en gente generosa, dadivosa, sacrificial, voluntaria, que da y hace posible tantas cosas. Sirven al Señor.
Usted entra al lobby del elevador, hay dos lindas cojines, unos asientos y eso fue un hermano que trabaja en un hotel de la ciudad y el hotel donó esas sillas para embellecimiento. La gente dice, guau, mira la iglesia, yo dando mi dinero y el pastor comprando estas cosas que no se necesitan. No. son cosas que hermanos generosos de la congregación dan, hermanos, entiendan. Esta iglesia es tacaña, ella pelea por cada centavo y el Señor nos bendice y nos prospera porque cuando un pueblo es generoso el Señor dice, voy a enviarles bendición hasta que sobreabunde.
Hay que servir, ser voluntarios. Si tu das 6 semanas de tu año para servir a esos niños Dios te va a bendecir, te va a prosperar. Mucha gente piensa, no, estoy faltando a la iglesia y yo necesito un escape y vengo a la iglesia para un escape. Escápate allá y dale al Señor allá y Dios te va a dar intravenosamente eso que está perdiendo de no venir al servicio, Dios te va a bendecir espiritualmente. Es como si recibieras un sermón para ti solo al trabajar con esos niños, porque esos niños le sacan la santidad a cualquiera. Si está ahí se la van a sacar.
Pero si no servimos, hermanos, no aprendemos. Lo que hizo el mayor siervo de todos que es Cristo Jesús que por servirnos a nosotros se despojó de su gloria. El cristiano crece sirviendo, se lo digo así mismo. Entonces tenemos que dar de nuestro tiempo, nuestra energía y en eso hay crecimiento, hay bendición, hay exaltación. Cuando tu sirves a pesar de tu deseo de nutrirte a ti mismo y atenderte a ti mismo, tu estás en completa comunión con aquel que hizo eso, se despojó de su gloria, no tomó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó forma de siervo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, porque lo cual Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre.
El que se sacrifica y sirve Dios lo bendice y lo exalta, como hizo con su Hijo. Así que hermanos, vamos a pertenecer a la iglesia, vamos a permanecer en la iglesia, vamos a servir la iglesia, vamos a apoyar financieramente nuestra iglesia, vamos a sujetarnos a su autoridad, vamos a evangelizar para que nuestra iglesia sea mayor, vamos a dar generosamente para que tenga todo lo que requiere para su salud, vamos a ser militares militantes en el Reino de Dios.
Y Dios nos prosperará y nos bendecirá y la bendición será hasta que sobreabunde. Les bendigo en el nombre del Señor. Dios está haciendo algo maravilloso en nuestro medio y nos está llevando a otros niveles, hermanos. Vamos a ser un pueblo ejemplar, un pueblo que nuestros hijos van a prosperar. Dios nos va a bendecir material y espiritualmente, vamos a ser ejemplo a las naciones, vamos a construir los muros destruidos, vamos a fortalecer las puertas de nuestra ciudad. Dios nos va a bendecir grandemente.
Invirtamos en fe para el Reino de Dios. Recibe algo de este mensaje en tu corazón ahora mismo. Ingiérelo. Hazlo tuyo. En alguna forma yo sé que algo te ha tocado. Di, Señor, yo voy de aquí en adelante ser a apoyar a mi iglesia sirviendo, como voluntario, mis finanzas, mi asistencia, me voy a levantar pensando que debo apoyar a mi iglesia hoy porque yo soy miembro del Reino de Dios constituido en esta comunidad local. Te bendigo en el nombre del Señor. Padre, ayúdanos, ayúdame a encarnar estos principios, Señor. Yo sé que te traemos deleite cuando vivimos genuina y auténticamente este Evangelio tan precioso que tu nos has dado. Guarda esta comunidad, Padre, guárdala y protégela, Señor. Protégela de todos los ataques del enemigo que odia tu vida cuando se manifiesta en el mundo, Padre. Y erige muros alrededor de nosotros de protección, de armonía, de amor, de apoyo mutuo, Señor. Guárdanos y protégenos aún de nosotros mismos, Señor, pero guarda esto que tu has construido para tu gloria.
Despedimos a tu pueblo con tu gracia total en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
La importancia de una vida totalmente rendida al Señor
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Quiero dedicar unos minutos a hablar basándome en el texto de Romanos capítulo 12 que lo hice esta mañana porque, en el proceso de este nuevo servicio de las 9 he querido añadir mis propias palabras que yo sé que ya agrego y he hecho un trabajo extraordinario de enseñar ese ministerio, pero ahora que somos más grandes y que hay otros grupos también he querido infundir en el corazón de ese servicio y como lo hago con ustedes también acerca de ciertos valores de importancia para nuestra Iglesia, valores que esperamos que nuestra Iglesia siempre tenga como primordiales en su constitución, su ADN espiritual que son las cosas que consideramos fundamentales, que yo creo que son el fundamento de una vida bendecida, una vida prosperada, una vida exitosa, una vida espiritualmente sensitiva a las cosas del Señor, una vida que sea capaz de recibir de parte de Dios y que sea capaz de moverse con poder en el mundo, y resolver los inevitables ataques que vienen a la vida de un creyente y vencer en toda situación, una vida prosperada en otras palabras que creemos que es el destino de todo creyente.
¿Cuál es el secreto de una vida próspera y bendecida, cuál es el fundamento, dónde comienza ese proceso de bendición en la vida de un creyente? y yo espero que esta meditación nos ayude a entender esto. Romanos capítulo 12 versículos 1 y 2, hace tiempo prediqué sobre este pasaje pero muy bien conviene recordarlo de nuevo: “Así que hermanos, os ruego por las misercordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios que es vuestro culto racional; no os conforméis a este siglo sino transformaos” esa palabra es bien importante “transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta” que el Señor bendiga Su santa Palabra, amén.
“Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios” así comienza Pablo en este pasaje solemne y bien importante. Lo que quiero hablarles es la importancia de una vida totalmente rendida al Señor, una vida entregada a Dios en un sentido radical, una entrega total del ser al Señor, un compromiso sin ambigüedades, sin condiciones a Dios, la entrega total de nuestro ser al Señor. Cuando usted entrega, cuando yo entrego entregamos nuestro ser a Dios, nuestro destino, todo lo que tenemos todo lo que somos al Señor y le damos a Él el señorío, el primer lugar, ahí es donde comienza el triunfo en la vida cristiana.
Una consagración total del ser que nos permite entonces recibir todos los nutrientes de la Palabra de Dios, compromiso total, entrega total, rendimiento total del ser al Señor, ese es el comienzo de la invencibilidad de un creyente. Y yo creo que el origen también de una Iglesia prosperada y bendecida, cuando una Iglesia está formada por hombres y mujeres que saben lo que es ser un discípulo de Jesucristo, saben lo que es ser un creyente, un seguidor de Jesús, un cristiano, no un grupo de personas religiosas que venimos a la Iglesia simplemente porque es domingo y porque eso es lo que hace una persona decente, sino gente convencida, gente consagrada, gente que no quisiera estar en ningún otro lugar que en la Casa de Dios, que puedan decir como dice el salmista: “Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos”.
Qué bueno es cuando hay un pueblo que ama tanto al Señor, que conoce la Palabra de Dios, que ha tenido tratos con el Espíritu Santo, que conoce Su llamado y que está tan penetrado y tan saturado de amor por Dios y de entrega total que venir a la Casa de Dios no es un compromiso sino un privilegio, una celebración: venimos a festejar, venimos a reconocer el Señorío de Dios en nuestra vida, venimos a mirarnos unos a otros y decir: wow no creo que seamos tan afortunados de ser parte de este grupo de gente que está salvado, santificado, consagrado y camino hacia la patria celestial y a la eternidad con Dios.
Cuando hay un pueblo así, un pueblo que cada uno ha tenido su momento de crisis con Dios, su momento de chocar frontalmente con la Palabra y el Espíritu de Dios tenemos que buscar eso hermanos, tenemos que buscar esa convicción. Hasta que usted no sienta ese sentido de compromiso con Dios, lo personal de su espiritualidad, lo personal, lo íntimo.
Porque cuando nosotros venimos aquí a la Casa del Señor juntos cada uno de nosotros tiene que venir, es algo individual y es algo colectivo. En lo individual es que tú estás allí recibiendo de parte del Señor, amando al Señor, amando la Palabra de Dios, recibiendo esta Palabra en lo que se aplica tu vida, trayendo tu ofrenda al Señor de toda una semana de comunión con Dios, de anhelarlo, Sus atrios, Sus principios, y entonces tú vienes cargado, tú vienes con tu batería a full, y entonces nos unimos en este hermoso organismo que es la Iglesia de Jesucristo y juntos traemos una ofrenda al Señor compuesta de nuestras ofrendas individuales ¿entiende?
Pero tiene que haber ese sentido de compromiso de cada uno de nosotros primero y me alegro para ustedes y para mi propia vida, es que León de Judá esté formado de gente que han presentado sus vidas al Señor como un sacrificio vivo como dice aquí: “Os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”. Él no lo dice como una sola vez, no es como que él dice: bueno un día yo vine aquí a la Iglesia, el Pastor hizo un llamamiento, entregué mi vida al Señor y okay, ahora ya simplemente lo pongo el carro en cruz control hasta que me muera y llegue al cielo, no, este presentar nuestros cuerpos como un sacrificio vivo es algo de cada día, es algo inclusive de muchas veces al día. Es algo de que a veces tu carne, tu biología te inclina en una dirección y como un caballo que se quiere desbocar tú sientes el impulso en una dirección y tú frenas y dices: no, mi cuerpo lo tengo que presentar como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, cuántas veces uno tiene que hacer eso.
Una oferta de una ganancia deshonesta que te promete liberarte de muchas cargas económicas pero tú dices: no, eso no es de Dios porque mi vida pertenece al Señor, un acto deshonroso al Señor y tú sientes el impulso pero dices: no, mi vida, eso es lo que se llama presentar tu cuerpo en un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.
Cuando el Apóstol Pablo habla de cuerpo, dice aquí: vuestros cuerpos, la palabra en el griego original es: somata que quiere decir: su carne, no se trata simplemente de cuerpo biológico, mas bien se trata de biología, todo lo que es humano, todo lo que pertenece al tiempo y al espacio, todo lo que es material, todo lo que es contrario al espíritu, esa dicotomía entre lo que es cuerpo y es espíritu ¿no? el Apóstol Pablo habla ahí mismo en Romanos de que nuestra carne nos dirige en cierta dirección, nuestro espíritu nos hala hacia otra dirección y nosotros tenemos que escoger bajo cuál de esos dos principios vamos a vivir nuestra vida.
No podemos eliminar totalmente el llamado del cuerpo porque habitamos un cuerpo y una biología, y ese cuerpo a veces nos puede traicionar, y no va a darse por vencido hasta que lleguemos a la Presencia de Dios un día cuando seamos liberados de él, mientras estamos aquí en la Tierra contendemos con la demanda del cuerpo pero Dios dice: Presenta tu carne, y carne puede ser no solamente digamos los apetitos sexuales, puede ser también los apetitos materiales. El amor a una profesión, el amor a una ropa bonita, el amor al afecto de la gente, a tu posición social, a tu carrera, a un hombre, una mujer con la que estás casado que adoras a veces más que a Dios, y Dios dice: Toma todo eso y sacrifícamelo, preséntamelo a Mí como un sacrificio vivo, santo, agradable.
‘Parestesai’ que es la palabra que dice: presentéis, ‘parestesai’, en el griego original quiere decir eso ¿no? presentar deliberadamente algo a una persona o a un dueño y entregárselo, y rendírselo a él, como los sacerdotes presentaban al Señor una víctima sacrificada a Dios y en el medio del santuario se lo ofrecían al Señor en holocausto, Pablo dice: mira, no les estoy pidiendo que se metan un cuchillo y se quiten la vida, y que entonces se presenten al Señor, no, les estoy pidiendo que mientras ustedes viven su vida, por eso dice un sacrificio vivo, gracias a Dios, gracias Señor que no me estás pidiendo que me quite la vida, no, un sacrificio vivo, un sacrificio vivo.
Nuestra vida como cristianos y si tú eres cristiano ese llamado es para ti y para mí, nuestra vida como cristianos debe ser cada día presentar nuestra biología, esa parte inferior de nuestro ser, la parte que nos llama a querer quedarnos aquí en el mundo y querer hacer del mundo un Dios, la parte que quiere poner esos que somos nosotros por encima de Dios y Pablo dice: te invito a tomar eso y presentárselo al Señor como un sacrificio vivo, santo, agradable al Señor, y eso como digo es algo que tenemos que hacer todos los días de nuestra vida cada día para poder verdaderamente recibir lo que Dios quiere que nosotros recibamos en nuestra vida.
Pablo hace su llamado a ese tipo de actitud a la luz de todo lo que Dios ha hecho por nosotros y todo lo que Dios ha invertido por nosotros antes de que volvamos a entrar.
Somos los mentores de nuestros hijos
Transcripción
Yo llevo casi 40 años trabajando con niños pequeños en el margen de edad de 0 a 3 años, mi especialidad es desarrollo motor más que nada y he trabajado con niños con incapacidades en su desarrollo y con niños que se están desarrollando normalmente también, y a pesar de que llevo tantos años en ese campo me apasionan los niños, pienso que los niños son los recursos más grandes que tenemos entre nosotros y debemos invertir en ellos así que yo doy gracias a Dios por recursos como ese que están dándole la capacidad a los padres, las herramientas para hacer un trabajo excelente en la crianza de sus niños específicamente en esa edad de los 0 a los 3 años, así que por favor aprovechen esos recursos ¿no? no pierdan esa oportunidad.
Y a través de mi carrera he visto cómo el factor principal para que un niño logre su mayor potencial son los padres a cargo de ese niño, no hay secretos, si un niño está progresando, aprendiendo bien es porque hay alguien que está invirtiendo sus recursos en cuidar ese niño, en darle lo que necesita para que llegue a un nuevo nivel y pueda en el futuro aceptar otras oportunidades y retos. Así que les animo a que esa sea la actitud de todos nosotros, a invertir en los niños no importa en qué sea; muchos de nosotros no tenemos niños pero tenemos sobrinos, otros en el trabajo, hagamos todo lo que podamos por invertir en la vida de esos niños.
Así que profesionalmente pues cuando yo tuve a nuestra primera hija hace 32 años yo sabía bastante acerca del desarrollo pero cuando uno tiene un hijo uno se da cuenta, aún como profesional me di cuenta que sabía muy poco y que en realidad el aprendizaje real estaba comenzando con tener a nuestra primera hija. Y bueno yo me percaté de que yo sabía muy poco y me di cuenta que ese niño tenía la capacidad de volcar nuestra vida patas arriba, un cambio dramático y todos los que han sido padres, que están empezando esa carrera saben a qué me refiero, uno cambia sus prioridades. Cosas que uno jamás pensaba que iba a hacer comienza a hacerlas, sentimientos que uno jamás había tenido florecen en el corazón, es una experiencia maravillosa.
Es una criaturita, un ser tan pequeño que te cambia la vida pero que a la misma vez tú tienes la responsabilidad de cambiar en la vida de esa persona, de ayudarlo a crecer, a desarrollarse, pero en ese proceso las personas más cambiadas y más requetecambiadas somos nosotros los padres y yo doy gracias a Dios por eso, por esa bendición de la maternidad.
Como padres se nos confía un pequeño ser que está hecho a la imagen y semejanza de Dios, es un ser que lleva nuestro ADN biológico, de sus padres pero nunca olviden que también tiene el ADN de su padre celestial, esa criaturita, y nuestra mayor encomienda en la vida como padres es nutrir a ese niño para que llegue a ser, para que se llegue a cumplir el destino y el propósito de Dios en esa vida plenamente, que no se desperdicie nada, ningún don que un niño pueda tener, porque los estamos ayudando a seguir adelante.
Como cada papá y cada mamá, yo sé que ustedes son como nosotros también, como padre y madre, desean que sus hijos tengan éxito en todos. A uno se le rompe el corazón cuando el chiquito de uno no puede lograr algo, así somos nosotros los padres, y una de las peticiones más importantes que nosotros podemos presentarle al Señor es que Él nos dé toda la sabiduría que necesitamos para guiar a nuestros hijos en todas las áreas, no solamente en lo educativo sino en lo espiritual, en lo emocional, en todas las áreas. Nosotros somos los mayordomos de los recursos que ese niño tiene y tenemos que sacarle el mayor recurso, el mayor provecho para que florezca en todo el esplendor que Dios tiene intención que ese niño crezca.
En el hogar como padres nosotros somos los primeros evangelistas de esa criaturita, el hogar es donde nuestros hijos ven a las Escrituras y los principios bíblicos hacerse una realidad, y es en el hogar donde nosotros tenemos que tener tanto cuidado de que no haya una desconexión entre lo que nosotros aparentemente creemos en lo espiritual de la Palabra de Dios y cómo vivimos nuestra vida, no debe haber desconexión, debe haber una fluidez absoluta. Ese niño debe crecer en un hogar donde a cada momento salga de la boca de sus padres principios bíblicos que lo guíen y que lo mismo sea domingo en la Iglesia que lunes o martes y que el resto de la semana, esa es nuestra encomienda, que cada niño que esté en nuestros hogares los niños crezcan amando al Señor desde pequeños.
Yo creo que es nuestra responsabilidad ser mayordomos de todos los recursos que ese niño trae consigo en todas las áreas pero especialmente en lo espiritual, nunca lo olvidemos. Cuando nosotros criamos no podemos estar improvisando estrategias según nos sintamos o según vengan las circunstancias, los criamos de esta manera si nos sentimos así o dependiendo de tal o cual circunstancia, no debe ser así, nosotros en nuestra paternidad no podemos estar improvisando.
El tiempo va a volar y se lo digo por experiencia, ya yo tengo la perspectiva de ser abuela, así que nuestro nido como dicen por ahí popularmente está vacío, no se ha vaciado, mas bien se ha llenado de más gracias a Dios pero no están con nosotros en la casa, y nuestra responsabilidad es aprovechar cada momento porque el tiempo es tan corto y vuela tan rápido, y muchas veces en nuestra cultura norteamericana ya los niños a los 18 años van a la universidad, ya no están en casa así que nosotros tenemos que aprovechar cada minuto que ese niño está bajo nuestro techo, esa niña está bajo nuestro techo para inculcarle el amor al Señor, para enseñarle en todas las áreas de la vida.
Cuando nosotros comenzamos un gran proyecto o una gran obra como es la paternidad nosotros tenemos que definir desde el principio qué queremos lograr. Cada papá, cada persona que trabaja con niños se debe preguntar ¿cuál es mi meta, cuál es mi visión del futuro de ese niño o de esa niña? esa es una pregunta que debemos estar repasando en nuestra mente y contestándola con acciones concretas no solamente con buenos deseos y sueños, sino poniendo todo de nuestra parte para que ese sueño que nosotros tenemos acerca de la vida de ese niño que debe ser el mismo sueño que Dios tiene, se haga una realidad, esa debe ser nuestra encomienda para cada niño.
Y me temo que como padres nosotros tenemos la tendencia a subestimar la capacidad de nuestros niños pequeños para entender conceptos bíblicos. Cuando es un tiempo tan fructífero, la tierra está fértil tenemos que enseñarles a nuestros niños conceptos bíblicos, guiarlos, mostrárselos, el Evangelio tiene que hacerse real en nuestro hogar, en el ámbito del hogar primero y luego en otras áreas por lo mismo.
Y un ejemplo de cómo un niño pequeño puede entender conceptos bíblicos profundos llegó por cortesía de mi yerno. Desde que nuestro nieto Caleb tenía un año de edad Miguel, así se llama su papá, comenzó a entrenarlo en los conceptos de sabiduría, prudencia y dominio propio y usted dirá: ¿qué, un niño chiquito aprendiendo acerca de sabiduría, prudencia y dominio propio? y pues así mismo es, yo misma me sorprendí de esa enseñanza que él estaba dando.
Y lo que pasaba es que cada vez que el comportamiento de Caleb era menos que deseable Miguel lo convocaba a que lo acompañara a otra habitación y cerraba la puerta ¿para qué? para darle privacidad a él, para poder corregirlo él solo con el niño para que no se avergonzara, y a cada conversación cuando Caleb violaba una regla o algo comenzaba con esta pregunta: Caleb ¿qué tú eres? esa pregunta era así a lo que Caleb invariablemente respondía: soy un niño sabio, prudente y con dominio propio, y entonces su padre fácilmente lo dirigía en una conversación apropiada para su edad y su conocimiento, claro, donde le hacía entender cuáles eran las expectativas en términos de su comportamiento, qué regla había él violado, y lo llevaba a examinarse a sí mismo para ver cuál era su responsabilidad en cuanto a eso que él había violado.
Un proceso muy interesante que todavía sigue funcionando, y claro, les aclaro, su comportamiento no es perfecto como todo niño, es un niño después de todo, sin embargo lo que yo he visto que ha quedado de ese proceso que comenzó tan temprano es que Caleb tiene una transparencia con sus padres, él va a donde ellos, cuando le preguntan algo él dice: sí yo hice eso y asume su responsabilidad, y está poniendo todo de su parte para aprender y discernir lo que es bueno y lo que es malo, lo que honra a Dios y lo que deshonra a Dios, y eso es un proceso maravilloso, y yo doy gracias a Dios porque a Miguel se le ocurrió tal estrategia que él ha sacado lo mejor que había en la mente y en el espíritu de Caleb para ponerlo por obra y es algo que todavía sigue dando fruto.
Aunque nosotros como padres muchas veces no admitimos esto porque es difícil de admitir, muchas veces nosotros actuamos como si los niños fueran una interrupción, pero los niños no son una interrupción que tenemos que resolver para entonces hacer las cosas que verdaderamente son importantes en la vida, los niños nunca son una interrupción, podemos estar ocupados o haciendo otras cosas pero los niños nunca son una interrupción y ellos son el ministerio más importante del momento.
Yo te pido que ores para que Dios te dé la sabiduría y el entendimiento para ver la sabiduría en eso, cuando lo tedioso de la vida, cuando las ocupaciones, cuando el cansancio, cuando la misma acción repetida que ya dices: pero yo ya estoy cansado, en el cuidado de tus hijos, especialmente si tienes más de uno que se hace más complicado todavía, en ese momento reconoce la belleza de ese momento y disfrútala porque muy pronto no va a estar, muy pronto vas a decir: ay ojalá fueran chiquitos otra vez, pero los niños crecen, así que pídele a Dios eso activamente, que Dios te dé los ojos para reconocer la belleza de esos momentos y sacarles el máximo provecho.
Todos sabemos que criar hijos no es fácil ¿no? requiere paciencia, requiere determinación, intencionalidad continua en medio de un mar de miles de responsabilidades porque todos tenemos muchas cosas que hacer, y en medio de eso nosotros tenemos que renovarnos en paciencia, en enfoque para seguir haciendo la tarea que Dios nos ha dado.
Yo recuerdo lo difícil que era para mí sacar tiempo para leerle a nuestras hijas, a veces ellas tenían un libro favorito y ellas en vez de leerlo una sola vez querían leerlo dos y tres veces, o sea una vez tras otra. Les confieso que eso mi enojaba y a veces me salía la tentación de demostrar mi enojo y pensar: ¡qué injusto, cómo se les ocurre después que una mujer ha trabajado todo el día, que ha hecho esto y esto, y ahora tú quieres que yo te lea ese libro otra vez! y a pesar que tenía la tentación de que me saliera el monstruito que todos llevamos adentro supe, porque sabía lo importante que era eso, podía entonces complacerlas ¿y saben lo que ha pasado? pues uno que ellas son amantes de los libros y otra, son memorias que nosotras hemos podido atesorar hasta el día de hoy así que vale la pena, porque esos momentos nos ayudan a establecer bases para muchas cosas en el futuro incluyendo el vínculo del amor que se hace más fuerte.
Nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a nuestros hijos. Si usted todavía no tiene o está esperando bebé o está pensando en encargar bebé empiece hasta a comprar libros, rompecabezas, cositas que ellos más adelante, que usted las va a tener ahí ya listas, nunca es suficientemente temprano, de hecho hay programas ahora, especialmente en los cuidados intensivos donde ya se les insta a las mamás a leerles a sus hijos desde que están adentro o en otros casos cuando han nacido prematuros, así que nunca es muy temprano para buscar los materiales apropiados y leerles a nuestros niños.
Y aquí solamente un pequeño aparte que pude expandirlo en la mañana pero no hay tiempo ahora, tengamos cuidado con los aparatitos móviles que están en donde quiera, los jueguitos, todo lo que está en esos aparatitos no es apropiado para los niños pequeños y a la larga puede hacerles daño, eso simplemente como cautela, ya hay muchos estudios acerca de eso y está comprobado que es dañino para ellos así que si usted puede ser portavoz de ese mensaje se lo agradezco infinitamente.
Como padres Dios nos ha confiado la tarea de ser los mayordomos y los promotores de todo el potencial en nuestros hijos, y como sus mentores principales nosotros tenemos que darnos a la tarea de varias cosas y la primera es conocerlos personalmente. Nuestros niños no son una extensión de nosotros, son individuos: cuando nacen ya tienen características únicas, intereses únicos, son individuos así que es bien importante que nosotros nos demos a la tarea de descubrir qué les gusta, qué les disgusta, qué intereses tienen y ayudarlos a construir sobre esos intereses que ya ellos tienen, porque nosotros que cada, si nosotros tenemos más de un hijo veremos que cada uno es diferente totalmente uno del otro, cada uno tiene sus propias cualidades y su propio temperamento y es importante que nosotros nos tomemos el tiempo de conocerlos así personalmente.
Otra tarea que nos corresponde como los mentores de nuestros hijos es ser intencionales en proporcionarles el ambiente que los atraiga a explorar y a aprender más, esa es nuestra responsabilidad, y recuerden que cada uno de ustedes es el factor más importante en ese ambiente y usted va a ser el que le va a modelar en diferentes áreas, cómo comunicarse, cómo resolver problemas, cómo correr, todo, nosotros vamos a ser los que les vamos a modelar todo eso y a que se les cree el ambiente que ellos deseen imitar lo que nosotros les estamos enseñando.
También nosotros tenemos que compartir con nuestros hijos la alegría de la exploración y el descubrimiento. Todos nosotros si estamos aprendiendo algo nuevo, explorando algo nuevo ¿verdad que no es lo mismo hacerlo solo que acompañado? cuando estamos acompañados tiene un sabor diferente, hay una alegría diferente y como padres nosotros tenemos que estar ahí, en inglés es la palabra cheerleader, animadores, el que está ahí aplaudiendo y motivando al niño, animándolo a que siga explorando más.
Una vez, un ejemplo rápido, mi hija una vez vió un pajarito en el patio que se estaba muriendo bien pequeñito que se cayó del nido y ella me buscó para que yo la ayudara a sanar el pajarito, y eso, ella aprendió tanto con ese proceso, de hecho no creo que fue por eso necesariamente pero años después escogió la enfermería así que era algo que ya estaba dentro de ella, y ella me enlistó para montar una sala de emergencias para el pajarito. El pajarito murió unas horas después pero eso nos ayudó a ella y a mí a que ella supiera que yo la apoyaba en sus intereses y tuvimos unas conversaciones maravillosas acerca de filosofía y de las cosas espirituales porque yo me tomé el tiempo de acompañarla en ese descubrimiento y en esa exploración, y esas oportunidades se dan diariamente, el asunto es no pensar que estamos tan ocupados que no podemos aprovechar esas oportunidades.
Y el último, otro recurso que nosotros debemos aprovechar de estar ahí para nuestros hijos en la mentoría para ellos es compartir el gozo de dominar una destreza, en inglés se llama mastery, compartir el gozo de dominar una destreza. Los niños pequeños cuando se les mete algo en la cabeza, por ejemplo que quiero dominar el caminar eso practican, practican, practican, qué maravilloso que nosotros estemos ahí acompañándolos en ese proceso y aplaudiéndoles también porque otra vez eso va a motivarles a ellos aún más a querer dominar cosas aún más complejas.
Así que estas cuatro áreas, primero que son las que nosotros como padres o cualquier persona que tiene niños a su cuidado, especialmente niños pequeños, son conocerlos como seres únicos, como los individuos que son, proveerles un ambiente espiritual emocional que les facilite que ellos imiten la comunicación y el modelaje que nosotros estamos ofreciéndoles, acompañarlos activamente en su gozo de explorar y descubrir y en su gozo de dominar, esas cuatro. Si nosotros hacemos esas cuatro cosas con los niños que están a nuestro alrededor vamos a producir gran fruto.
Lo primero es que esas experiencias van a ser escritas en el libro de memorias de nuestros hijos, van a estar ahí por siempre, segundo, te van a posicionar a ti como un recurso importante en la vida de ese niño y más adelante te van a volver a buscar para que tú estés acompañándolos en ese proceso, tercer fruto es que van a solidificar el lazo de amor, el amor inquebrantable, lo van a hacer todavía más real, y cuarto, cuando nosotros hacemos todas esas cosas que he dicho les vamos a proporcionar un fundamento sólido que los va a llevar a ellos a intentar cosas nuevas y a facilitarles el éxito en oportunidades y retos en el futuro. Qué maravilloso que nosotros podamos simplemente con tomar el tiempo y hacer las cosas que yo he dicho, podamos obtener ese gran fruto por nuestra inversión en la vida de nuestros hijos.
Jonathan Edwards, si pueden pasar ya los músicos, gracias, ya están aquí, Jonathan Edwards fue un famoso predicador de los 1800s y él oraba lo siguiente, escuchen esta oración, es una frase muy sencilla, dice: “Señor, estampa la eternidad en mis ojos” o sea que tú como padre, como persona que eres influencia sobre niños, niños pequeños, niños de cualquier edad, que tú veas la eternidad y el propósito que Dios ha puesto en cada niño que está a tu alrededor y que todos seamos hallados fieles de haber invertido todo lo que tenemos, poner todo lo que podemos en la vida de ese niño para que llegue a cumplirse el potencial de Dios en ese niño para la gloria de Dios, esa debe ser nuestra oración. Así que si quieren me acompañan en una oración final para darle cierre a nuestro servicio.
Gracias Padre, te doy gracias por la vida de los niños, por el tesoro que son, te doy gracias por la maternidad, te doy gracias por la oportunidad de influenciar a niños en los diferentes ambientes en los que nosotros nos movemos. Padre, así como decía Jonathan Edwards, enséñanos a nosotros a ver la eternidad en cada niño, dános la sabiduría, el entendimiento, la fuerza para ministrar a sus vidas Señor con todo el ánimo, con toda la pasión sabiendo Señor que eso no va a ser en vano, que va a haber gran fruto, que la eternidad y el propósito, el destino que Tú has puesto en cada niño bajo nuestro cuidado va a florecer, se va a cumplir Tu propósito para su vida y que todo va a ser para que Tus propósitos sean cumplidos y para que sea todo para Tu gloria Señor.
Ayúdanos Señor, enséñanos, enséñanos a ministrar a los niños en todas las áreas, Señor bendice su intelecto, bendice su conocimiento, sus emociones, su espíritu, Señor que nosotros nunca subestimemos a un niño sino que todo lo contrario Señor, invirtamos, hagamos una parte, un alto e invirtamos en la vida de ese niño Señor, ayúdanos a ministrar con poder y sabiduría en sus vidas Señor, gracias Padre en el Nombre de Jesús hemos orado Padre, amén, gracias Padre.
Somos los mentores de nuestros hijos
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Yo llevo casi 40 años trabajando con niños pequeños en el margen de edad de 0 a 3 años, mi especialidad es desarrollo motor más que nada y he trabajado con niños con incapacidades en su desarrollo y con niños que se están desarrollando normalmente también, y a pesar de que llevo tantos años en ese campo me apasionan los niños, pienso que los niños son los recursos más grandes que tenemos entre nosotros y debemos invertir en ellos así que yo doy gracias a Dios por recursos como ese que están dándole la capacidad a los padres, las herramientas para hacer un trabajo excelente en la crianza de sus niños específicamente en esa edad de los 0 a los 3 años, así que por favor aprovechen esos recursos ¿no? no pierdan esa oportunidad.
Y a través de mi carrera he visto cómo el factor principal para que un niño logre su mayor potencial son los padres a cargo de ese niño, no hay secretos, si un niño está progresando, aprendiendo bien es porque hay alguien que está invirtiendo sus recursos en cuidar ese niño, en darle lo que necesita para que llegue a un nuevo nivel y pueda en el futuro aceptar otras oportunidades y retos. Así que les animo a que esa sea la actitud de todos nosotros, a invertir en los niños no importa en qué sea; muchos de nosotros no tenemos niños pero tenemos sobrinos, otros en el trabajo, hagamos todo lo que podamos por invertir en la vida de esos niños.
Así que profesionalmente pues cuando yo tuve a nuestra primera hija hace 32 años yo sabía bastante acerca del desarrollo pero cuando uno tiene un hijo uno se da cuenta, aún como profesional me di cuenta que sabía muy poco y que en realidad el aprendizaje real estaba comenzando con tener a nuestra primera hija. Y bueno yo me percaté de que yo sabía muy poco y me di cuenta que ese niño tenía la capacidad de volcar nuestra vida patas arriba, un cambio dramático y todos los que han sido padres, que están empezando esa carrera saben a qué me refiero, uno cambia sus prioridades. Cosas que uno jamás pensaba que iba a hacer comienza a hacerlas, sentimientos que uno jamás había tenido florecen en el corazón, es una experiencia maravillosa.
Es una criaturita, un ser tan pequeño que te cambia la vida pero que a la misma vez tú tienes la responsabilidad de cambiar en la vida de esa persona, de ayudarlo a crecer, a desarrollarse, pero en ese proceso las personas más cambiadas y más requetecambiadas somos nosotros los padres y yo doy gracias a Dios por eso, por esa bendición de la maternidad.
Como padres se nos confía un pequeño ser que está hecho a la imagen y semejanza de Dios, es un ser que lleva nuestro ADN biológico, de sus padres pero nunca olviden que también tiene el ADN de su padre celestial, esa criaturita, y nuestra mayor encomienda en la vida como padres es nutrir a ese niño para que llegue a ser, para que se llegue a cumplir el destino y el propósito de Dios en esa vida plenamente, que no se desperdicie nada, ningún don que un niño pueda tener, porque los estamos ayudando a seguir adelante.
Como cada papá y cada mamá, yo sé que ustedes son como nosotros también, como padre y madre, desean que sus hijos tengan éxito en todos. A uno se le rompe el corazón cuando el chiquito de uno no puede lograr algo, así somos nosotros los padres, y una de las peticiones más importantes que nosotros podemos presentarle al Señor es que Él nos dé toda la sabiduría que necesitamos para guiar a nuestros hijos en todas las áreas, no solamente en lo educativo sino en lo espiritual, en lo emocional, en todas las áreas. Nosotros somos los mayordomos de los recursos que ese niño tiene y tenemos que sacarle el mayor recurso, el mayor provecho para que florezca en todo el esplendor que Dios tiene intención que ese niño crezca.
En el hogar como padres nosotros somos los primeros evangelistas de esa criaturita, el hogar es donde nuestros hijos ven a las Escrituras y los principios bíblicos hacerse una realidad, y es en el hogar donde nosotros tenemos que tener tanto cuidado de que no haya una desconexión entre lo que nosotros aparentemente creemos en lo espiritual de la Palabra de Dios y cómo vivimos nuestra vida, no debe haber desconexión, debe haber una fluidez absoluta. Ese niño debe crecer en un hogar donde a cada momento salga de la boca de sus padres principios bíblicos que lo guíen y que lo mismo sea domingo en la Iglesia que lunes o martes y que el resto de la semana, esa es nuestra encomienda, que cada niño que esté en nuestros hogares los niños crezcan amando al Señor desde pequeños.
Yo creo que es nuestra responsabilidad ser mayordomos de todos los recursos que ese niño trae consigo en todas las áreas pero especialmente en lo espiritual, nunca lo olvidemos. Cuando nosotros criamos no podemos estar improvisando estrategias según nos sintamos o según vengan las circunstancias, los criamos de esta manera si nos sentimos así o dependiendo de tal o cual circunstancia, no debe ser así, nosotros en nuestra paternidad no podemos estar improvisando.
El tiempo va a volar y se lo digo por experiencia, ya yo tengo la perspectiva de ser abuela, así que nuestro nido como dicen por ahí popularmente está vacío, no se ha vaciado, mas bien se ha llenado de más gracias a Dios pero no están con nosotros en la casa, y nuestra responsabilidad es aprovechar cada momento porque el tiempo es tan corto y vuela tan rápido, y muchas veces en nuestra cultura norteamericana ya los niños a los 18 años van a la universidad, ya no están en casa así que nosotros tenemos que aprovechar cada minuto que ese niño está bajo nuestro techo, esa niña está bajo nuestro techo para inculcarle el amor al Señor, para enseñarle en todas las áreas de la vida.
Cuando nosotros comenzamos un gran proyecto o una gran obra como es la paternidad nosotros tenemos que definir desde el principio qué queremos lograr. Cada papá, cada persona que trabaja con niños se debe preguntar ¿cuál es mi meta, cuál es mi visión del futuro de ese niño o de esa niña? esa es una pregunta que debemos estar repasando en nuestra mente y contestándola con acciones concretas no solamente con buenos deseos y sueños, sino poniendo todo de nuestra parte para que ese sueño que nosotros tenemos acerca de la vida de ese niño que debe ser el mismo sueño que Dios tiene, se haga una realidad, esa debe ser nuestra encomienda para cada niño.
Y me temo que como padres nosotros tenemos la tendencia a subestimar la capacidad de nuestros niños pequeños para entender conceptos bíblicos. Cuando es un tiempo tan fructífero, la tierra está fértil tenemos que enseñarles a nuestros niños conceptos bíblicos, guiarlos, mostrárselos, el Evangelio tiene que hacerse real en nuestro hogar, en el ámbito del hogar primero y luego en otras áreas por lo mismo.
Y un ejemplo de cómo un niño pequeño puede entender conceptos bíblicos profundos llegó por cortesía de mi yerno. Desde que nuestro nieto Caleb tenía un año de edad Miguel, así se llama su papá, comenzó a entrenarlo en los conceptos de sabiduría, prudencia y dominio propio y usted dirá: ¿qué, un niño chiquito aprendiendo acerca de sabiduría, prudencia y dominio propio? y pues así mismo es, yo misma me sorprendí de esa enseñanza que él estaba dando.
Y lo que pasaba es que cada vez que el comportamiento de Caleb era menos que deseable Miguel lo convocaba a que lo acompañara a otra habitación y cerraba la puerta ¿para qué? para darle privacidad a él, para poder corregirlo él solo con el niño para que no se avergonzara, y a cada conversación cuando Caleb violaba una regla o algo comenzaba con esta pregunta: Caleb ¿qué tú eres? esa pregunta era así a lo que Caleb invariablemente respondía: soy un niño sabio, prudente y con dominio propio, y entonces su padre fácilmente lo dirigía en una conversación apropiada para su edad y su conocimiento, claro, donde le hacía entender cuáles eran las expectativas en términos de su comportamiento, qué regla había él violado, y lo llevaba a examinarse a sí mismo para ver cuál era su responsabilidad en cuanto a eso que él había violado.
Un proceso muy interesante que todavía sigue funcionando, y claro, les aclaro, su comportamiento no es perfecto como todo niño, es un niño después de todo, sin embargo lo que yo he visto que ha quedado de ese proceso que comenzó tan temprano es que Caleb tiene una transparencia con sus padres, él va a donde ellos, cuando le preguntan algo él dice: sí yo hice eso y asume su responsabilidad, y está poniendo todo de su parte para aprender y discernir lo que es bueno y lo que es malo, lo que honra a Dios y lo que deshonra a Dios, y eso es un proceso maravilloso, y yo doy gracias a Dios porque a Miguel se le ocurrió tal estrategia que él ha sacado lo mejor que había en la mente y en el espíritu de Caleb para ponerlo por obra y es algo que todavía sigue dando fruto.
Aunque nosotros como padres muchas veces no admitimos esto porque es difícil de admitir, muchas veces nosotros actuamos como si los niños fueran una interrupción, pero los niños no son una interrupción que tenemos que resolver para entonces hacer las cosas que verdaderamente son importantes en la vida, los niños nunca son una interrupción, podemos estar ocupados o haciendo otras cosas pero los niños nunca son una interrupción y ellos son el ministerio más importante del momento.
Yo te pido que ores para que Dios te dé la sabiduría y el entendimiento para ver la sabiduría en eso, cuando lo tedioso de la vida, cuando las ocupaciones, cuando el cansancio, cuando la misma acción repetida que ya dices: pero yo ya estoy cansado, en el cuidado de tus hijos, especialmente si tienes más de uno que se hace más complicado todavía, en ese momento reconoce la belleza de ese momento y disfrútala porque muy pronto no va a estar, muy pronto vas a decir: ay ojalá fueran chiquitos otra vez, pero los niños crecen, así que pídele a Dios eso activamente, que Dios te dé los ojos para reconocer la belleza de esos momentos y sacarles el máximo provecho.
Todos sabemos que criar hijos no es fácil ¿no? requiere paciencia, requiere determinación, intencionalidad continua en medio de un mar de miles de responsabilidades porque todos tenemos muchas cosas que hacer, y en medio de eso nosotros tenemos que renovarnos en paciencia, en enfoque para seguir haciendo la tarea que Dios nos ha dado.
Yo recuerdo lo difícil que era para mí sacar tiempo para leerle a nuestras hijas, a veces ellas tenían un libro favorito y ellas en vez de leerlo una sola vez querían leerlo dos y tres veces, o sea una vez tras otra. Les confieso que eso mi enojaba y a veces me salía la tentación de demostrar mi enojo y pensar: ¡qué injusto, cómo se les ocurre después que una mujer ha trabajado todo el día, que ha hecho esto y esto, y ahora tú quieres que yo te lea ese libro otra vez! y a pesar que tenía la tentación de que me saliera el monstruito que todos llevamos adentro supe, porque sabía lo importante que era eso, podía entonces complacerlas ¿y saben lo que ha pasado? pues uno que ellas son amantes de los libros y otra, son memorias que nosotras hemos podido atesorar hasta el día de hoy así que vale la pena, porque esos momentos nos ayudan a establecer bases para muchas cosas en el futuro incluyendo el vínculo del amor que se hace más fuerte.
Nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a nuestros hijos. Si usted todavía no tiene o está esperando bebé o está pensando en encargar bebé empiece hasta a comprar libros, rompecabezas, cositas que ellos más adelante, que usted las va a tener ahí ya listas, nunca es suficientemente temprano, de hecho hay programas ahora, especialmente en los cuidados intensivos donde ya se les insta a las mamás a leerles a sus hijos desde que están adentro o en otros casos cuando han nacido prematuros, así que nunca es muy temprano para buscar los materiales apropiados y leerles a nuestros niños.
Y aquí solamente un pequeño aparte que pude expandirlo en la mañana pero no hay tiempo ahora, tengamos cuidado con los aparatitos móviles que están en donde quiera, los jueguitos, todo lo que está en esos aparatitos no es apropiado para los niños pequeños y a la larga puede hacerles daño, eso simplemente como cautela, ya hay muchos estudios acerca de eso y está comprobado que es dañino para ellos así que si usted puede ser portavoz de ese mensaje se lo agradezco infinitamente.
Como padres Dios nos ha confiado la tarea de ser los mayordomos y los promotores de todo el potencial en nuestros hijos, y como sus mentores principales nosotros tenemos que darnos a la tarea de varias cosas y la primera es conocerlos personalmente. Nuestros niños no son una extensión de nosotros, son individuos: cuando nacen ya tienen características únicas, intereses únicos, son individuos así que es bien importante que nosotros nos demos a la tarea de descubrir qué les gusta, qué les disgusta, qué intereses tienen y ayudarlos a construir sobre esos intereses que ya ellos tienen, porque nosotros que cada, si nosotros tenemos más de un hijo veremos que cada uno es diferente totalmente uno del otro, cada uno tiene sus propias cualidades y su propio temperamento y es importante que nosotros nos tomemos el tiempo de conocerlos así personalmente.
Otra tarea que nos corresponde como los mentores de nuestros hijos es ser intencionales en proporcionarles el ambiente que los atraiga a explorar y a aprender más, esa es nuestra responsabilidad, y recuerden que cada uno de ustedes es el factor más importante en ese ambiente y usted va a ser el que le va a modelar en diferentes áreas, cómo comunicarse, cómo resolver problemas, cómo correr, todo, nosotros vamos a ser los que les vamos a modelar todo eso y a que se les cree el ambiente que ellos deseen imitar lo que nosotros les estamos enseñando.
También nosotros tenemos que compartir con nuestros hijos la alegría de la exploración y el descubrimiento. Todos nosotros si estamos aprendiendo algo nuevo, explorando algo nuevo ¿verdad que no es lo mismo hacerlo solo que acompañado? cuando estamos acompañados tiene un sabor diferente, hay una alegría diferente y como padres nosotros tenemos que estar ahí, en inglés es la palabra cheerleader, animadores, el que está ahí aplaudiendo y motivando al niño, animándolo a que siga explorando más.
Una vez, un ejemplo rápido, mi hija una vez vió un pajarito en el patio que se estaba muriendo bien pequeñito que se cayó del nido y ella me buscó para que yo la ayudara a sanar el pajarito, y eso, ella aprendió tanto con ese proceso, de hecho no creo que fue por eso necesariamente pero años después escogió la enfermería así que era algo que ya estaba dentro de ella, y ella me enlistó para montar una sala de emergencias para el pajarito. El pajarito murió unas horas después pero eso nos ayudó a ella y a mí a que ella supiera que yo la apoyaba en sus intereses y tuvimos unas conversaciones maravillosas acerca de filosofía y de las cosas espirituales porque yo me tomé el tiempo de acompañarla en ese descubrimiento y en esa exploración, y esas oportunidades se dan diariamente, el asunto es no pensar que estamos tan ocupados que no podemos aprovechar esas oportunidades.
Y el último, otro recurso que nosotros debemos aprovechar de estar ahí para nuestros hijos en la mentoría para ellos es compartir el gozo de dominar una destreza, en inglés se llama mastery, compartir el gozo de dominar una destreza. Los niños pequeños cuando se les mete algo en la cabeza, por ejemplo que quiero dominar el caminar eso practican, practican, practican, qué maravilloso que nosotros estemos ahí acompañándolos en ese proceso y aplaudiéndoles también porque otra vez eso va a motivarles a ellos aún más a querer dominar cosas aún más complejas.
Así que estas cuatro áreas, primero que son las que nosotros como padres o cualquier persona que tiene niños a su cuidado, especialmente niños pequeños, son conocerlos como seres únicos, como los individuos que son, proveerles un ambiente espiritual emocional que les facilite que ellos imiten la comunicación y el modelaje que nosotros estamos ofreciéndoles, acompañarlos activamente en su gozo de explorar y descubrir y en su gozo de dominar, esas cuatro. Si nosotros hacemos esas cuatro cosas con los niños que están a nuestro alrededor vamos a producir gran fruto.
Lo primero es que esas experiencias van a ser escritas en el libro de memorias de nuestros hijos, van a estar ahí por siempre, segundo, te van a posicionar a ti como un recurso importante en la vida de ese niño y más adelante te van a volver a buscar para que tú estés acompañándolos en ese proceso, tercer fruto es que van a solidificar el lazo de amor, el amor inquebrantable, lo van a hacer todavía más real, y cuarto, cuando nosotros hacemos todas esas cosas que he dicho les vamos a proporcionar un fundamento sólido que los va a llevar a ellos a intentar cosas nuevas y a facilitarles el éxito en oportunidades y retos en el futuro. Qué maravilloso que nosotros podamos simplemente con tomar el tiempo y hacer las cosas que yo he dicho, podamos obtener ese gran fruto por nuestra inversión en la vida de nuestros hijos.
Jonathan Edwards, si pueden pasar ya los músicos, gracias, ya están aquí, Jonathan Edwards fue un famoso predicador de los 1800s y él oraba lo siguiente, escuchen esta oración, es una frase muy sencilla, dice: “Señor, estampa la eternidad en mis ojos” o sea que tú como padre, como persona que eres influencia sobre niños, niños pequeños, niños de cualquier edad, que tú veas la eternidad y el propósito que Dios ha puesto en cada niño que está a tu alrededor y que todos seamos hallados fieles de haber invertido todo lo que tenemos, poner todo lo que podemos en la vida de ese niño para que llegue a cumplirse el potencial de Dios en ese niño para la gloria de Dios, esa debe ser nuestra oración. Así que si quieren me acompañan en una oración final para darle cierre a nuestro servicio.
Gracias Padre, te doy gracias por la vida de los niños, por el tesoro que son, te doy gracias por la maternidad, te doy gracias por la oportunidad de influenciar a niños en los diferentes ambientes en los que nosotros nos movemos. Padre, así como decía Jonathan Edwards, enséñanos a nosotros a ver la eternidad en cada niño, dános la sabiduría, el entendimiento, la fuerza para ministrar a sus vidas Señor con todo el ánimo, con toda la pasión sabiendo Señor que eso no va a ser en vano, que va a haber gran fruto, que la eternidad y el propósito, el destino que Tú has puesto en cada niño bajo nuestro cuidado va a florecer, se va a cumplir Tu propósito para su vida y que todo va a ser para que Tus propósitos sean cumplidos y para que sea todo para Tu gloria Señor.
Ayúdanos Señor, enséñanos, enséñanos a ministrar a los niños en todas las áreas, Señor bendice su intelecto, bendice su conocimiento, sus emociones, su espíritu, Señor que nosotros nunca subestimemos a un niño sino que todo lo contrario Señor, invirtamos, hagamos una parte, un alto e invirtamos en la vida de ese niño Señor, ayúdanos a ministrar con poder y sabiduría en sus vidas Señor, gracias Padre en el Nombre de Jesús hemos orado Padre, amén, gracias Padre.
Hay que odiar lo que Dios odia
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Libro de Apocalipsis capítulo 1, vamos a leer hoy juntos la primera carta en el libro de Apocalipsis de Jesucristo directo a las iglesias locales del día de Juan, el Apóstol. El Señor habló directamente a ciertas iglesias, mensajes proféticos. Y vamos a comenzar hoy con la Primera Carta que el Señor en el libro de Apocalipsis habló a la iglesia de Éfeso.
Pero primero solo quisiera decir que el libro de Apocalipsis es algo importante para nosotros hoy en día, porque yo creo que estamos viviendo los últimos días. Yo no sé si es nuestra generación o la próxima pero como dice la palabra, el tiempo es corto. Y es importante los cristianos estar despiertos como hemos hablado antes. El libro de Apocalipsis fue escrito del Apóstol Juan cuando él estaba en exilio en una isla, la isla de Patmos.
Ahora, estar en una isla suena como una vacación para nosotros. Pero yo te aseguro no fue Punta Cana, ni Roatán ni no sé qué, ni Luquillo o Hawái. No, no, él estaba en castigo exiliado por la palabra de Dios. Imagínate, ¿has visto la película Cast Away? Ese hombre que vivía en esa isla así, más así que vacaciones. Pero ahí él estaba en el espíritu y el Señor le reveló un mensaje, pero fue más que un mensaje, fue una visión del mundo espiritual. Y él pudo ver lo que estaba detrás de la realidad física, y él pudo ver la realidad espiritual.
El Señor usó símbolos en una visión profética, se llama literatura apocalíptica porque usa muchas figuras para comunicar realidades espirituales que un ser humano muchas veces no tiene la capacidad de entender. Por eso muchos dragones y otras cosas son símbolos que representa otra cosa. Pero el Señor le habló y le reveló lo que estaba detrás y comenzó con la visión de la cosa más importante que está en el ambiente espiritual y eso es el Señor Jesucristo mismo, más importante que cualquier ángel, cualquier demonio, cualquier nación o mensaje, es la revelación de Jesucristo mismo a la iglesia. Amén.
Y comenzó con esa visión, porque Juan conocía bien a Jesús, era un Apóstol íntimo, allegado a Jesús. Pero ahora él ve que el Cristo que vive ahora es un Cristo muy diferente a lo que él conoció antes. Él conoció antes el Cristo humano, un Jesús humano como nosotros, que se cansaba, que vivía como un ser humano, divino, Dios, pero también humano, pero el Cristo que él vio ahora, antes de su revelación es el Cristo exaltado y glorificado, el Cristo que ya venció la muerte, el diablo y el pecado y está a la diestra del Padre reinando por los siglos de los siglos. Ese Cristo se reveló a Juan. Así que comenzamos con la visión que él tuvo en capítulo 1, versículo 9.
“…Yo Juan, vuestro hermano y coparticipe vuestro en la tribulación, en el reino, en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios, y el testimonio de Jesucristo, y yo estaba en el espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta que decía, ‘Yo soy el alfa y la omega, el principio y el último, escribe en un libro lo que ves, envíalo a las 7 iglesias que están en Asia a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y la Odisea.’ Y yo me volví para ver la voz que hablaba conmigo y vuelto vi 7 candeleros de oro y en medio de los 7 candeleros a uno semejante el Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro y su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego y sus pies semejantes al bronce bruñido refulgente como en un horno, y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra 7 estrellas, de su boca salía una espada aguda de dos filos y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Y cuando le vi caí como muerto a sus pies y él puso su diestra sobre mí diciéndome ‘No temas, yo soy el primero y el último y el que vivo y estuve muerto, más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y el hades, escribe las cosas que has visto y las que son y las que han de ser después de estas, el misterio de las 7 estrellas que has visto en mi diestra y de los 7 candeleros de oro. Las 7 estrellas son los ángeles de las 7 iglesias y los 7 candeleros que has visto son las 7 iglesias.”
Así que esta carta, esta revelación y esas cartas fueron escritas a ciertas iglesias locales específicas e históricas que existían en el área que se llama Asia Menor, moderna Turquía, ahí el mapa. Y si tuviéramos para verlo hay una isla al lado de Éfeso que se llama Patmos. Así que yo creo que Juan estaba mirando la costa de Turquía y él estaba pensando en estas iglesias allá, y él vio en el espíritu lo que Dios estaba haciendo y lo que él iba a hacer. Y ahí vino la revelación de los mensajes para estas iglesias.
Las iglesias son candeleros de oro. En el espíritu el Señor usaba esa imagen para comunicar lo que es una iglesia de verdad, es un candelero de oro. Si puedes poner la foto de un candelero de oro se usaban en el templo, se llama en el hebreo menora, para brillar en el templo como un símbolo de la presencia de Jehová entre su pueblo, y un símbolo de las oraciones del pueblo constante delante de Dios.
El sacerdote era muy cuidadoso de nunca dejar que la luz se apague, siempre tenía que estar brillando delante de Dios en el candelero la luz de la llama del fuego, de la adoración de su pueblo en su presencia. Así que para Cristo, para Dios, la iglesia es un candelero. Si te fijas hay ciertas ramas, son 7, simbolizan algo en la Biblia que también tiene ramas, que también ardía pero no se consumía, puedes pensar en la Biblia. Algo con ramas que quemaba sin ser quemado, la zarza ardiente, ahí Jehová, la gloria shekina de Jehová apareció a Moisés en la zarza ardiente.
Así que el candelero representa la zarza de la presencia de Dios entre su pueblo, y ahora sabemos que si el candelero es la iglesia, entonces nosotros somos la zarza. Dios es el fuego y nosotros somos la zarza que no se consume pero se quema con la gloria shekina de Jehová. La razón de existir una iglesia es llevar la llama de la presencia de Dios en el mundo y no funciona una luz moderna. ¿Cómo funciona una luz moderna? Lo tienes que enchufar a electricidad. Una luz antigua, ese candelero, solo funciona si tiene aceite, sin aceite no hay luz, sin luz el candelero es inútil. El candelero solo funciona si hay aceite. Que es el aceite para nosotros? El aceite es la presencia del Espíritu Santo entre nosotros. Una iglesia sin el espíritu no tiene luz, no tiene vida, deja de ser una iglesia. Vamos a hablar de eso más tarde. Pero gracias a Dios podemos celebrar que una iglesia genuina tiene el privilegio de ser una zarza que arde con el fuego divino, porque el aceite del Espíritu Santo nos mantiene prendidos con esta llama. Esa sí es una iglesia en el espíritu.
Y las estrellas. Jesús tenía las estrellas en la mano. Podemos ver la foto de estrellas en la mano derecha, bajo su dominio y control. Y la Biblia dice que cada estrella es un ángel de cada iglesia. Hay interpretaciones diferentes, algunos creen que cada ángel es un ángel literal, que cada iglesia en el ambiente espiritual tiene un ángel que guerrea por nosotros. Qué lindo! Yo creo que el nuestro es un ángel guerrero y medio loco y multiétnico, pero cada iglesia tiene su ángel.
Pero pienso en eso, cómo es que él escribe mensajes a ángeles para llevar el mensaje. No entiendo eso mucho. Es interesante. Pero él está en una isla y en el libro de Daniel ángeles llevan mensajes proféticos a Daniel, y puede ser algo parecido que el mensaje va a ser llevado a las iglesias en el espíritu por los ángeles.
Hay otros que creen que la palabra en griego angelos significa mensajero y que son líderes humanos, que son pastores de la iglesia, que cada estrella representa un pastor sobre la iglesia, que es un mensajero del Evangelio para su gente y que las cartas son dirigidas a estos pastores que están en la diestra de Jesús bajo su domino. Qué lindo! Esa es otra interpretación linda.
El lunes yo creía que eran ángeles literales, el martes decidí que no, son pastores. Después el miércoles decidí que son ángeles, así que yo no sé qué voy a creer mañana pero son una de estas 2 cosas, ángeles de las iglesia que están recibiendo este mensaje y así Dios está ahí enviando mensajes a las iglesias.
Y este es el mensaje a la iglesia de Éfeso. Yo tomo cada mensaje profético, no solamente para ellos sino para nosotros también. Cada carta tiene principios de cómo ser una iglesia vencedora y usa esta palabra, al que venciere le daré tal cosa. Así que cada carta, cada mensaje es que Jesús quiere que las iglesias sean iglesias vencedoras porque estamos en una lucha. Hay muchas fuerzas que quieren derrotar la iglesia y para vencer la oposición espiritual que tenemos, tenemos que tomar a pecho lo que Dios nos dice en estas cartas. Debemos leer estas cartas para nosotros.
La Biblia dice que si leemos estos mensajes y los tomamos seremos bendecidos. Así que al solo leerlo con un corazón abierto vamos a ser bendecidos. Así que vamos a leer en Apocalipsis 2, la primera carta a Éfeso y primero déjame orar.
Padre, te pido en el en el nombre de Jesús que cada palabra que leemos, Señor, lo saboreamos como una palabra directa de ti y para nosotros. Gracias Jesús que tu reinas en el ambiente espiritual, que tu andas en medio de los candeleros y que tu pones el aceite y que tu cuidas los candeleros y nos estás hablando hoy. Tu pueblo te está escuchando, en el en el nombre de Jesús.
Apocalipsis 2, “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso, el que tiene las 7 estrellas en su diestra, el que anda en medio de los 7 candeleros de oro dice esto, ‘Yo conozco tus obras y tu arduo trabajo y paciencia y que no puedes soportar a los malos y has probado a los que se dicen ser Apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos, y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre y no has desmayado, pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete y has las primeras obras pues si no vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído oiga lo que el espíritu dice a las iglesias, al que venciere le daré a comer del árbol de vida el cual está en medio del paraíso de Dios.”
Señor, que comamos como iglesia de ese árbol en el en el nombre de Jesús. El Señor está llamando y escribiendo a Éfeso como una iglesia guerrera. Tenía que ser, porque Éfeso no era una ciudad fácil, era el centro de idolatría de una diosa que se llamada Diana. Cuando Pablo predicó ahí primero había los hijos de Esgueva, había mucha lucha espiritual, gente quemaba sus rollos de los magos y todas las cosas de la magia que tenía. Y había un evento en un centro comercial grande, un auditorio grande porque había un hombre que su trabajo era hacer ídolos, él era un artesano que estaba temiendo que iba a perder dinero, porque todo el mundo enamorado de Jesús va a dejar a nuestra diosita. Así que él dijo, ‘Esto es peligroso,” y la gente se juntaba en el teatro, en un gran auditorio y todo el mundo gritando por 3 horas, ‘grande es Diana de los efesios,’ un espíritu demoníaco en esta ciudad. Y esa iglesia estaba allí en medio del malo, tenía que ser una iglesia luchadora, una iglesia guerrera, una iglesia vencedora, sabe lo que es fajarse para Cristo.
Yo escuché esta palabra con mucho cuidado, fajarse. That means work really hard. Sudar para Cristo, ser una luchadora, no venir para sentarse y estar cómodo, si no he llegado a poner manos a las obras. Yo no he venido para calentar una banca, yo le doy gracias a Dios porque León de Judá es una iglesia guerrera y yo estoy orgulloso de eso.
Ahora, puede haber personas que han llegado heridas, que necesitan tiempo de descansar en un pasto delicado y estar al lado de las aguas de reposo y sanarse. Gracias a Dios, hazlo si tienes que hacerlo, pero todos los que estamos aquí sabemos que no estamos para descansar siempre y no trabajar. Descansamos y trabajamos, las dos cosas porque Dios nos ha llamado para ser una iglesia fuerte, guerrera, que suda para la obra del Señor, una iglesia dedicada ferozmente a la verdad de la Biblia, una iglesia que no aguanta un predicador falso. Yo espero, me da un poquito de miedo si meto la pata.
Pero las iglesias de Éfeso probaban a los Apóstoles falsos que llegaban y había Apóstoles impresionantes que daban un gran show. Había algunos Apóstoles que antes eran magos, había uno que se llamaba Simón, el mago, y él vio el poder del Espíritu Santo a través de Felipe. Él dice, ‘guau, yo quiero eso, yo quiero hacer los trucos con el Espíritu Santo. Dame eso. ¿Cuánto cuesta?’ Y Pedro le dijo, ‘Mira, te puedes quedar con tu dinero, hijo del diablo, porque tu no vas a ser un mago cristiano,’ pero él puede ser que llegó a ser. Había muchos que combinaban el espiritismo con el cristianismo y hacía señales milagrosas. Era difícil discernir lo verdadero de lo falso, pero los efesios sabían que hay que probar los espíritus.
Jesús lo dice ‘guardaos de los falso profetas que vienen a vosotros vestidos de ovejas pero por dentro son lobos rapaces, por sus frutos los conoceréis.’ Mira los frutas, mira la manipulación, el control, doble vida. Hay que tener mucho cuidado porque hoy en día más que nunca en el internet cualquiera se puede presentar como el Apóstol de no sé dónde. Cuidado. Porque por internet es difícil discernir los frutos. Cuidado, hay que discernir los espíritus y buscar no una persona, un ministerio perfecto porque no lo son, no hay, no hay persona perfecta, te aseguro. Solo hay que preguntar a mi esposa y tu sabrás que no hay ningún pastor perfecto.
Pero lo que sí no hay otra opción, tiene que ser auténtico, sincero, no un engaño. El Apóstol Pablo dice así, ‘nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza ni fue por engaño, al contrario, si hablamos es porque Dios nos aprobó y nos confió el Evangelio, no procuramos agradar a los hombres sino a Dios que prueba nuestros corazones.’ Esto es lo que buscamos, autenticidad, no perfección, pero sinceridad.
Pero fíjate, alguien puede ser sincero y estar equivocado. Hay muchos líderes de sectas que enseñan falsedades sinceramente. Así que es más que buscar sinceridad sino evaluar según la palabra de Dios el contenido del mensaje. Hay muchos mensajes, hay que escuchar y estudiar y estudiar para saber si lo que estoy escuchando cuadra con lo que dice la palabra de Dios.
La iglesia de Éfeso era una iglesia vencedora porque sabía probar los espíritus y rechazaba lo falso. Eran personas esforzadas que no se cansaban, personas que sufrían por ser cristianos. Jesús nos advirtió muy fuertemente, si me odian a mí te van a odiar a ti, porque el discípulo no es mejor que su líder. Si llamaban a Jesús Belcebú ¿qué van a decir de nosotros? Si llaman a Jesús un demonio, van a decir cosas más feas de ti y de mí por ser cristianos.
Si queremos ser amados por el mundo no podemos ser una iglesia vencedora. Ahora nuestra iglesia es interesante porque los políticos nos aman, cada 5 días uno está tropezando con algún político aquí. Vienen gobernadores, él tuvo su culto aquí, ha venido la senadora Warren cuando hablábamos de la salud viene el alcalde y nuestra fe es si viene un político lo honramos y damos lugar, no decimos que vamos a votar por él o por ella, pero lo honramos como un siervo civil y le damos su lugar de cualquier partido, de cualquier lado.
Pero después muchos de esos mismos políticos que nos aman, nos respetan con muchas cosas que hacemos en la sociedad, muchos el próximo día tienen que decir que no están de acuerdo con muchas cosas que nosotros creemos, ellos tienen que decir ‘pero no aprobamos ciertas creencias que tienen.’ Menos mal, si somos una iglesia que los políticos están de acuerdo con todo lo que creemos, ¿qué creemos? No vamos a quedar bien con todo el mundo y no debemos tratar de quedar bien con todo el mundo.
Pero si nos odian, que nos odien por ser fieles y no por ser malos. Ese es el problema. Muchas veces nos odian por ser malos no por ser fieles. Pero así va a ser. Esta iglesia era una iglesia fiel, una iglesia que no había perdido el escándalo de la cruz. Si vamos a ser una iglesia vencedera tenemos siempre que ser una iglesia escandalosa en cierto sentido, que nuestra creencia ofenda porque está diciendo que el pecado es el pecado. Una iglesia vencedora, una iglesia fiel que cumplía su deber, pero una iglesia hace más que luchar.
Una iglesia vencedora no puede ser solamente una iglesia guerrera, también tiene que ser la novia de Cristo. No es solamente cumplir con nuestro deber y sudar y luchar, es también amar a Jesús sobre todas las cosas con un amor entrañable y apasionado. Jesús dijo, ‘pero tengo esto contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caída, arrepiéntete y has las primeras cosas pues si no te arrepientes pronto vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar.’
Hermanos, es posible ser fiel y desenamorarse, desencantarse, perder el amor por Jesús, ¿es posible? Hay una parábola interesante, la parábola linda del hijo pródigo. Sabemos la historia del hijo que pide todos los bienes de su papá y él sale y malgasta todo y después él vuelve y dice, ‘mira, en la casa de mi padre los siervos viven bien, yo vuelvo a la casa de mi padre y le voy a pedir que me reciba como uno de sus siervos.’¿Se acuerdan de la historia?
Él viene con su discurso todo memorizado y él llega a la casa y el padre viene corriendo y le abraza y el hijo comienza con su discurso, y él dice, ‘Papá, he pecado contra los cielos y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo, recíbeme como uno de tus…’ y el papá dice, ‘No, no, no, tu no eres un siervo, tu eres mi hijo, y vamos a poner el anillo y la túnica hermosa y vamos a matar el becerro gordo y vamos a festejar porque tu eres mi hijo y te amo.’
Pero había otro hijo, ¿te acuerdas? El hijo bueno, el hijo bien portadito, que se quedaba en la casa trabajando, fajándose. Este hijo viene a la casa y escucha el sonido de la música y dice, ¿qué está pasando? Ellos le dicen, ‘bueno, tu hijo malo regresó a la casa y a este sinvergüenza se le dio una fiesta y todo bien…’ y el hijo bueno se enoja. El padre, porque el padre es amoroso, sale de la casa y él le ruega que entre en la casa para festejar. Y el hijo bueno dice, ‘Mira, todos estos años yo he luchado, yo he trabajado y nunca he desobedecido ninguno de tus mandamientos, he cumplido con todo y nunca me has dado ni un cabrito para festejar con mis amigos.’ ¿Cómo es que él mira a su papá? Lo mira no como papi sino como un dueño de esclavos, como un jefe y no un jefe bueno, un jefe malo que obliga mucho y no le da nada. El padre le dice, ‘Mi hijito, siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo, tu no entiendes. ¿Has olvidado cuando tu fuiste un bebé y estábamos juntos y jugábamos en el campo juntos? Y tu siempre querías estar conmigo y pasar tiempo conmigo en el campo y jugar y escuchando historias al lado del fuego en la noche, y ahora solo trabajas pero no me amas.’ Eso no es cristianismo.
Una iglesia vencedora no solamente sirve a Cristo, sino ama a Cristo y disfruta a Cristo. Yo quiero, Dios quiere que seamos una iglesia enamorada de Jesús, llena de aceite, llena de fuego para él. Es posible que el candelero sea quitado de su lugar. Eso es fuerte. Una iglesia puede dejar de ser iglesia en el espíritu. Tal vez el edificio sigue, tal vez la organización sigue, tal vez hay hermanos salvas en la iglesia, pero una iglesia que ha dejado de estar enamorada de Cristo puede perder su lugar como iglesia delante del Señor en el ambiente espiritual, puede llegar a ser un candelero lindo que brilla, pero que ya no funciona, que se apaga la luz porque ya no hay aceite.
Esto pasa. De hecho, yo creo que esto le ha pasado a la mayoría de las iglesias que han existido en la historia. Casi toda iglesia cristiana comenzó en avivamiento, comenzó con personas orando y luchando y predicando y sufriendo para el Evangelio, pero después de los años llegó a ser una organización y perdió la vida y dejó de ser un organismo delante del Señor, perdió el aceite, perdió la luz y dejó de ser una iglesia funcional en la presencia del Señor.
Que esto nunca sea el caso con nosotros, que nunca perdamos el aceite del Espíritu Santo entre nosotros y el fuego del amor por él. ¿Cómo podemos asegurarnos de eso? gracias a Dios Jesús le da consejos a ellos. Él dice, ‘recuerda por tanto, de dónde has caído.’ Recuerda, recuerda los días al principio, recuerda tu primer amor, tu luna de miel con Cristo. Yo pasé un tiempo pensando en mis primeros meses como cristiano. Yo, un joven de 16 años fanático para Jesús. Mis papás estaban seguros que yo ya estaba en una secta porque yo me había vuelto loco de remate. Porque yo era en fuego para Cristo. Recuerda el asombro, el gozo de conocer a Cristo la primera vez.
Yo recuerdo salir afuera y ver los árboles y los cielos y pensar, ¿quién puso todo en HD? Los colores son más lindos, el aire es más fresco. Pero no fue el mundo que había cambiado, fui yo. La palabra… yo pude leer la palabra y ver cosas maravillosas en la palabra, la entendí y pensé guau… Y llegué a ser adicto a la palabra de Dios, lo comía como dulce, como popcorn, como cotton candy, llorando, memorizando la palabra de Dios.
Yo recuerdo caminatas largas con el Señor en la noche mirando las estrellas y hablándole día y noche. Yo hablaba en lenguas tanto que mi familia pensarme enviarme al psicólogo de niños. Mi mamá me lo dijo, literalmente, no lo digas a tu papá porque te envía al psicólogo de niños. Y no hay nada malo de hecho pero… mi hermana me preguntó un día, “Gregory, ¿qué hacía en el baño? Tu estabas en la ducha y estabas hablando esa palabrería. Todos te escuchamos.” Se me había olvidado porque era una conversación constante con Jesús.
Yo recuerdo mis amigos locos para Jesús, más locos que yo. Nuestro héroe era Charles Finney, un revivalist y leíamos y queríamos… vamos a hacer avivamiento en todas partes porque sabemos mejor que los demás, porque tenemos 16 años. Pero había un gozo, evangelizábamos como locos. Hablábamos a cualquier humano, animal, objeto, le hablábamos de Jesús. Así era, ¿te acuerdas?
Un día, yo recuerdo, había una nevada hermosa, fresca, y decidimos ir a nuestra escuela secundaria y poner mensajes en la nieve. Y caminábamos y hacíamos la palabra en grande, gigantesco, Arrepiéntete, Sálvate, Jesús vive, y grande y después el próximo día… me sentí como Gedeón, el próximo día qué hizo, quién quemó el ídolo. Todo el mundo mirando por las ventanas y era grande. Se ve. Loco para Cristo.
Recuerda de dónde has caído. Recuerda esa locura de ser un nuevo creyente. El amor alocado para él. Visita lugares, piensa en eso, escucha la música de antes. Hay que pensar en eso. Arrepiéntete y haz las primeras obras.
Para arrepentirse esto sí es un regalo de Dios, arrepentirse no es malo, es bueno. Es un regalo que Dios nos da que significa, no importa qué ha pasado o lo malo, o cómo yo he metido la pata, siempre puedo arrepentirme y cambiar otra vez. Gracias a Dios por las segundas oportunidades que nos da.
Arrepentirse es algo lindo, hermoso, cambiar y comenzar de nuevo con Cristo. Arrepiéntete y haz las primeras obras. Ahora mi plan entonces, en la primera nevada ir a la escuela de mi hija, que está en segundo grado y… tal vez no esto, ¿entonces qué? Si no voy a repetir exactamente qué hizo, yo recomiendo que pases tiempo con nuevos creyentes ahora. Yo lo hago como medicina para mi alma. Me encanta estar con nuevos creyentes nivel 1, nivel 2, en discipulado. Me encanta estar con personas saliendo de las adicciones, la persona homeless que hacemos estudios bíblicos con ellos, porque buscan de Dios con gratitud. Un nuevo creyente es agradecido porque sabe que ha sido perdonado mucho. No importa qué, todos hemos sido perdonados mucho, pero olvidamos cuánto Dios nos ha perdonado. Olvidamos de la gracia.
Piense en los nuevos creyentes en la Biblia, el demoníaco gadareno ¿te acuerdas de él? Tenía una legión de demonios. Jesús echó fuera a los demonios y después él estaba vestido y bien. Y después Jesús se iba y el hombre como un niño le ruega, ‘no, yo quiero meterme en la barca contigo, Jesús.’ Jesús dice, ‘No, tu tienes que volver a la casa para predicar.’ Dice, ‘No, no quiero, no me gusta, no me caen bien, yo quiero estar contigo. Yo te amo a ti.’ Piensa en la mujer pecaminosa que era famosa por su vida mala en la calle, pero Jesús la perdonó, le echó fuera 7 demonios. Llegó a ser María Magdalena.
Piense en alguien como ella que escuchó que Jesús estaba en la casa de un fariseo, ¿te acuerdas del momento? Y a ella no le molestaba entrar en la casa del fariseo, buscar a Jesús ahí en el comedor, echarse a los pies y besar sus pies, llorando tanto que hizo toda la cosa fea y decidió ¿cómo voy a secar mis lágrimas? Voy a usar mis cabellos, agradecida porque el que ha sido perdonado mucho ama mucho.
Alabad a Jehová porque su misericordia son nuevas cada mañana. Dale gracias al Señor porque su misericordia es buena. Yo te animo como una práctica, y dice, volver a tus primeras prácticas, no tratamos de sentir algo, tratamos de hacer algo diferente y los sentimientos siguen. So, la práctica de darle gracias al Señor.
Yo te animo apartar media hora para dar gracias a Dios por todo, por el árbol, por el aire, por el oxigeno, por la persona a tu lado, por tu familia, por tu jefe, porque por lo menos tienes trabajo, por todo lo que Dios te ha dado, por Jesús, por la Biblia, por tu iglesia, por tus hermanos, gracias Señor. Gracias.
Si tu tomas aún 5 minutos para hacer esto va a comenzar a fluir el aceite y la llama del amor por Cristo va a volver a ti. Hacer las primeras cosas. Los nuevos creyentes tienen hambre para estar en la presencia de Dios y escuchar la palabra, como María que sentaba a los pies de Jesús. Sabemos qué pasó, su hermana Marta se enoja, ‘Jesús, dile que me ayude con la comida.’ ‘Marta, Marta – porque ella le está regañando a Jesús – por qué estás afanada y preocupada por tantas cosas, pocas cosas son necesarias. María ha escogido lo mejor.’
Tenemos que tener ese hambre para estar en la presencia de Dios otra vez. Hace dos años atrás yo prediqué de Salmo 1, bienaventurado el hombre que no se sienta en sillas de escarnecedores ni en camino de perversidad ha andado, etc… Si no en la ley de Jehová estás su delicia y en su ley medita de día y de noche.
Y yo me puse a pensar de verdad tengo delicia en la palabra de Dios, como una comida rica. Y yo pensé, bueno, me gusta la Biblia, yo amo la Biblia, estudio la Biblia, predico la Biblia, fui al seminario, todo eso, pero eso no es delicia, y yo decidí, mira, sabes lo que voy a hacer? Voy a buscar reactivar el gusto. Tu coges el gusto por una comida comiéndola. Y yo decidí sacar mi teléfono mágico y uno puede tener un app que se llama el Bible app. ¿Has escuchado de eso? búscate alguien, un joven, un niño de 6 años y te lo pone en tu teléfono en 5 segundos.
Y después tu puedes escuchar cualquier versión de la Biblia escrito en mil años, está ahí, en cualquier idioma, inglés, español, swahili, francés, alemán, lo que quieras. Y si tu quieres lo puedes escuchar. Y yo decidí, yo mato tanto tiempo en el carro por qué no escuchar la palabra siempre y escuchar, escuchar, escuchar y comenzó a crecer en mí otra vez el gusto que si yo no lo tenía era como hambre, yo necesito, casi como una droga buena, necesito mi dosis de la palabra porque era como miel para el alma.
Hay que hacer la práctica para reactivar el gusto. Haz las primeras obras y así renovamos el amor que tenemos y evangelizar. También y ahí eso es muy importante nuevos creyentes tienen tristeza por su pecado. Yo, nuevo cristiano, 16 años decidí escribir todos mis pecados en hojas, me costó mucho. Solamente había vivido 16 años pero llené muchas hojas y después de escribir todo, me metí en el baño y las quemé. Y otra vez, ¿qué estás haciendo ahí? Hay humo, ¿qué estás haciendo? Pobre familia, pobres papás, confesando mi pecado.
Hay que aborrecer lo que Dios aborrece. No podemos minimizar el pecado y a la misma vez amar a Jesús porque esto es amar lo que él odia. Hay que odiar lo que Dios odia. Mira lo que dice, ‘pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.’ Nicolaítas, una secta que existía en esa época. Hay muchas opiniones diferentes, no está completamente seguro de lo que eran y qué creían, pero parece que ellos mezclaban cristianismo con prácticas inmorales, o sea, inmoralidad sexual, idolatría, diciendo que tu puedes tener tus ídolos y también adorar a Cristo, tu puedes practicar la inmoralidad sexual y todavía amar a Cristo. Y la Biblia dice que hay que aborrecer ciertas obras si queremos amar a Cristo, hay que rechazar ciertas cosas.
No es odiar a personas, gracias a Dios porque habrá algún pecador aquí en esta iglesia, ¿tenemos algunos? Uno o dos. Gracias a Dios, somos un lugar que Jesús dijo, no son los sanos que necesitan el médico, sino los enfermos. No he venido para llamar a los justos sino yo llamo a pecadores al arrepentimiento. Él llama a personas pecadoras, gracias a Dios. Califico. Yo le doy gracias a Dios que nuestra iglesia es un lugar donde tu puedes llegar tal como estás. En la mañana tu vas a ver mucha gente, y ahora en la tarde también, personas que vienen de la calle, que tu ves viviendo en la esquina, que son homeless, que todavía tienen sus adicciones, que todavía están dormitando en el culto, pero están en la casa de Dios buscando la vida de Cristo. Que siempre seamos una iglesia para pecadores.
Pero no hacemos nada bien, si cambiamos la definición de pecado y decimos que está bien, que el pecado no es pecado. Hay que odiar lo que Dios odia. Cada generación va a tener su lucha y si queremos ser una iglesia prendida con la llama del fuego, hay que ser firmes en lo que la Biblia llama pecado. Amamos al pecador.
No son los nicolaítas que odiamos, son las obras de los nicolaítas quienes son, las obras, no las personas. Muchas iglesias en sus celos por la justicia odian personas, ellos hablan como si persona y pecado están aquí abajo, debemos venir con amor, con gracias, tolerar la persona pero nunca tolerar prácticas que no son de la palabra. La iglesia está para sanar no para que las personas sigamos en nuestro pecado. Si toleramos el mal sofocamos la llama del fuego de amor de un Dios santo. Por el lamento de la maldad se enfría el amor de la mayoría. No queremos amor frío.
Ahora todo esto termina, hermanos, con una invitación. Primero una advertencia y después una invitación. La advertencia: el que tiene oído que oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. Hermanos, es posible oír sin escuchar. No sé si esto funciona en español. El niño escucha las palabras pero te está escuchando el significado. Si nosotros queremos ser una iglesia vencedora que siempre tengamos oídos para oír la voz del buen pastor que nos está hablando y corazones tiernos. Tierra fértil para la palabra de Dios entrar.
Y termina con una invitación, el amar a Jesús es comer del árbol de vida en el paraíso de Dios. Al que venciere le daré el derecho de comer de ese árbol. ¿Qué es comer del árbol de la vida? Es gustar intimidad con Cristo, eso es como comida para tu espíritu y para tu alma. Nosotros si dejamos de amarlo estamos dando hambre al corazón.
La palabra dice, gustad y ved que es bueno Jehová. Hermanos, yo quiero y yo oro que siempre seamos una iglesia que come bien de Dios. Jesús dijo, yo soy el pan de vida, el que viene a mí nunca tendrá hambre, el que en mí cree no tendrá sed jamás. Que seamos una iglesia llena de la comida, de la intimidad con nuestro Cristo. Adereza mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores, unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebozando. Este aceite está rebozando del candelero de León de Judá.
Pero ¿sabes qué? Yo predico esto no porque nosotros hemos dejado nuestro primer amor, yo no creo que este es el caso, pero siempre hay que avivarlo. Se habló antes, creo que Sara mencionó, la parábola o el evento cuando Jesús cambió el agua en vino. Después de la fiesta de las bodas el jefe de la boda, probando el vino rico dice, mira, pero tu has guardado el mejor vino para último. León de Judá, el mejor vino está por venir si nosotros lo queremos. La mejor comida.
Yo quiero que estemos más enamorados de Cristo ahora que hace 15 años atrás, y que en 5 años estemos aún más enamorados de él, que seamos como jóvenes enamorados de nuestro salvador, la novia de crsito, lo mejor está por venir.
Señor, danos ese aceite para llenar nuestro candelero. Pongámonos de pie y Padre, en el en el nombre de Jesús confesamos que muchas veces, Señor, hemos dejado enfriar el amor por ti, Señor. Yo te pido en el en el nombre de Jesús que nunca se apague la llama del fuego del amor por ti, que seamos fieles, Señor, pero nunca como el hijo bueno de la parábola, Señor. Antes de ser tu siervo, Señor, somos tu hijo, somos tu novia, Señor, queremos ser una iglesia que toca tu corazón, Padre, una iglesia adoradora, una iglesia enamorada de Jesús, una iglesia prendida con el fuego del amor por ti, Señor. Oh, Jesús, que volvamos a hacer las primeras obras.
Padre, te pido que seamos más locos, aunque más maduros en cierto sentido pero más locos que nunca por ti, Señor. Oh, Jesús que seamos una iglesia vencedora.