SERMONES

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La integridad, presentación del cristiano

26 de abril 2010 - Por Fanny Rodríguez

Felipe buscó a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas. ¡De Nazaret! replicó Natanael. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? Ven a ver, le contestó Felipe. Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, comentó: Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad. ¿De dónde me conoces? le preguntó Natanael. Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto. Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! declaró Natanael. ¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? ¡Vas a ver aun cosas más grandes que éstas! Y añadió: Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre. Juan 1:45-51

Te pasó alguna vez que tu mami preparó un pastel lo sacó del horno y lo colocó en la mesa mientras se enfriaba para después repartirlo. Entonces tú o alguno de tus hermanos le metió el dedo para probarlo. Cuando ella vio el pastel preguntó: “¿Quien metió el dedo en el pastel?” y el o ella dijo yo no fui, sin saber que tenía la boca untada de chocolate. Bueno todos se rieron. Pero esto es lo que hacemos en nuestro caminar con el Señor, le fallamos y después ignoramos lo que pasó.

Desafortunadamente la sociedad posmoderna niega la importancia de principios y valores. Hoy el carácter de una persona no es importante para ocupar una posición de liderazgo; lo importante son las credenciales que lo han preparado para desempeñar ese cargo. Sin embargo la Biblia nos insta a cultivar el carácter de Jesús:”hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.”
En el pasaje de Juan, hay un diálogo entre Felipe, Natanael y el Señor. Cuando Natanael se acercó al Señor, dijo: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.” La integridad debe ser la cualidad que resalta en nuestras vidas. Este es un testimonio que impacta la sociedad donde la mediocridad, el engaño, la mentira, el disimulo son imperantes. Cuidemos la imagen de Jesús que estamos llevando a nuestros trabajos, y hogares. Que dirá de mí el Señor cuando me acerque.

Oración:
Padre celestial hoy queremos reconocer que por nuestras fuerza no podremos llegar a la estatura de Cristo, pero te pedimos que el Espíritu Santo nos redarguya y exhorte y fortalezca para vivir vidas dignas de ser llamados hijos de Dios. En el nombre de Jesús amén.

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No rechaces el don de Dios

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Segunda de Timoteo capítulo 1. Ya el Señor nos habló de este versículo en el tiempo profético que tuvimos aquí. Y yo siento que todo lo que hemos escuchado en términos de palabra profética está completamente en unión a la Palabra que Dios me ha dado para que comparta. Ahí en Segunda de Timoteo Capítulo 1 versículos 6 y 7. Versículos famosos, conocidos.

‘Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder, de amor y de dominio propio’. En realidad quisiera tener más tiempo de lo que tengo para desarrollar el pensamiento central que Dios ha puesto en mi corazón. De hecho que cuando estuve ahora en Puerto Rico predicando en una conferencia en el pueblo de Arecibo usé este mismo versículo en otro contexto para tratar con lo que Dios me dio para esa Congregación, el viernes en la noche.

Esta mañana, y desde que vine de Puerto Rico he estado pensando en el tema inclusive de la palabra profética y del mover del Espíritu Santo y por qué a veces se hace tan difícil para las Congregaciones y los individuos entrar en el mover del Espíritu Santo. Y una de las razones muchas veces es porque los dones vienen a veces empacados en unas envolturas muy poco atractivas. Muchas veces vemos el mover de la iglesia de Cristo en el mundo y vemos cuan contaminada está la energía de Dios cuando encarna en hombres e instituciones humanas. Desde el momento que el Espíritu Santo sale del mundo perfecto de la eternidad y entra en el tiempo en el espacio tiene que estar en contacto con la carne y las imperfecciones de los seres humanos.

Eso lo vimos en el ministerio de la Encarnación en que toda la totalidad de la deidad de Dios tiene que meterse dentro de un cuerpo humano que está sujeto a tentaciones y que probablemente tuvo todos los procesos que cualquier ser humano manifestó. Lo vemos aquí en esta Biblia, que es la Palabra de Dios, también. Es un texto que contiene todo tipo de complicaciones y expresiones históricas, pero nosotros creemos que ahí está la perfecta revelación de la voluntad de Dios. Vemos que los héroes de la Biblia que vemos en las páginas de la Biblia estaban llenos de imperfecciones. Yo me temo que si tuviéramos oportunidad de tomarnos un capuchino con Elías saldríamos un poco desilusionados.

Si nos mostraran un video de Jesús caminando por las calles de Jerusalén nos sentiríamos decepcionados y quizás diríamos “¡Guau! ¿Eso es todo?”. El profeta Isaías dice que el Mesías sería sin atractivo para que lo deseáramos. Es decir no iba a ser atractivo sino humilde, sencillo. Por esa razón de que la eterna revelación de Dios, el poder de Dios a veces se manifiesta en formas bien poco atractivas. Muchas veces nos sentimos impulsados a rechazar las cosas que vienen de Dios.

Yo he tenido que aprender que si voy a aprovechar el poder de Dios en mi vida tengo que ser bien humilde y aprender a coger las cosas que a veces vienen en paquetes muy poco atractivos. Eso me recuerda una de las Palabras del Apóstol Pablo y voy decirles por qué este versículo que relación tiene. Por ejemplo en Segunda de Corintios capítulo 4 versículo 7 el Apóstol Pablo dice: “Pero tenemos este tesoro”. Digan todos “tesoro”. “En vasos -¿de qué?- de barro”. Es como si cogiéramos un diamante de 3 mil quilates y lo pusiéramos en un engaste de aluminio. ‘Tenemos este tesoro en vasos de barro’. Miren el contraste entre tesoro y vasos de barro. Uno no pone un tesoro en vasos de barro.

La idea es poner un tesoro en un envase que esté a la altura del tesoro. Y el Apóstol Pablo está hablando aquí del Evangelio, la revelación máxima de Dios a la humanidad. Dios la ha puesto en ‘vasos de barro’. Ese es el contexto de este versículo en el capítulo 4. Y ¿para qué? Dice “para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”. Cuando uno mira todos los escándalos y todos los fallos de la iglesia de Jesucristo, todas las atrocidades que se han cometido a través de la historia, la imperfección de la iglesia universal de Jesús y de la iglesia en estos mismos tiempos, uno se pregunta ¿Cómo se le habrá ocurrido a Dios meter el sublime Evangelio, la tarea de evangelizar al mundo en gente como usted y como yo? ¿En instituciones tan imperfectas como es la Iglesia?

Si usted tiene su mirada puesta en los hombres, en las instituciones y eso es lo que le va a convencer a usted buscar de Dios, olvídese que esto está destinado al fracaso. Si usted sólo va a recibir una palabra profética que venga de una persona, de un cuerpo perfecto, de una personalidad perfecta emitida en una forma perfecta olvídese de la profecía y no busque que Dios le hable a través de la Palabra. Muchas veces la Palabra de Dios viene en vasos de barro, en formas imperfectas, en formas en que no las esperamos. Y uno tiene que estar dispuesto a pagar el precio, ser humilde, ser complejo y entender que hay una interacción entre la humanidad del hombre y la deidad de Dios y que Dios ha querido que así sea siempre en todo lo que nos da a nosotros.

Ninguno de los dones que la Biblia dice que Dios le ha dado a su iglesia, yo los he visto expresándose en formas perfectas. Siempre los he visto en formas que a veces, yo me he sentido tentado a rechazarlos y decir ‘Si eso es lo que es ese don, no me interesa’. Pero yo he descubierto que cuando recibo lo que Dios me da y recibo esa adivinanza, cuando recibo esa cosa rara que yo me siento en carne tentado a rechazar y trato de buscar y preguntar ¿qué es lo que Dios tiene para mi allí?’ y discernir el contenido divino en ese paquete raro, hay bendición. Siempre hay bendición para mi vida, en alguna manera que yo no puedo explicar. Cuando yo pongo en entredicho mi mente, cuando la sujeto a la verdad mayor de Dios, siempre esa humillación de mi intelecto genera bendición de parte de Dios.

Por eso es que Cristo dijo “a menos que no seamos como niños no podemos entrar en el Reino de los Cielos”. Muchas veces nuestro intelecto y nuestros valores estéticos de cómo se tienen que hacer las cosas nos hacen tropezar y nos impiden entrar en contacto con la energía misteriosa de Dios. Muchas veces las bendiciones más grandes que yo recibido en mi vida han venido de gente que yo no invitaría a comer a mi casa. Gente con mal olor en la boca, mal vestidos, te escupen cuando te dan la profecía, gente a veces que no son los más desarrollados espiritualmente, tienen defectos obvios de carácter. ¿Cuántas veces la gente que más me ha bendecido a mí en esta misma iglesia son personas que yo he tenido que pelear con ellos por otras razones aparte? Siempre están peleando conmigo y yo con ellos. Pero no se preocupe que ese no es usted. En el segundo servicio. Es cierto.

Pero, ¿de dónde me sale todo esto? Y estoy compartiendo con ustedes. ¿De dónde viene? Es que alguien me dio para que mirar un video de un predicador que tiene cierta popularidad. Un predicador carismático, ultra pentecostal, y la persona que me lo dio siente que eso que este hombre ejemplifica no es de Dios. Y quizás usted espera que a la luz de los que yo estoy diciendo, yo le diga que ‘No, yo sentí que este hombre verdaderamente tiene un ministerio bíblico’. Pero fue todo lo contrario, yo estoy de acuerdo que esa persona no hizo resonancia en mi espíritu. Su forma de ministrar no resonaba con mi espíritu, yo no siento que eso es lo que Dios quiere para la manifestación de los dones.

Un misticismo falso, emocionalismo, falta de fundamento Bíblico, expresiones de falta del carácter del siervo de Dios. Por lo menos por lo que yo puedo juzgar así a groso modo y simplemente ásperamente. Inclusive vi cosas peligrosas para la salud de la iglesia. Hay toda una rama del Pentecostalismo que va en crecimiento hoy en día que como que es simplemente como que ‘metete a experimentar, emborráchate y metete la droga del Espíritu y olvídate de la Palabra y de la doctrina y de la teología y simplemente goza del mover del Espíritu’. Historias de ángeles gorditos que se te aparecen y te dan mensajes. Cosas raras.

Cosas, que verdaderamente, es como que yo creo que es peligroso porque tú te emborrachaste y experimentaste algo y ya eso valida que es Dios, verdaderamente. Pero precisamente cuando yo veo esas cosas entro en lucha. Porque yo no digo ‘Señor yo no quiero rechazar algo simplemente porque no es lo que yo creo que debe ser la forma en que Tú te manifiestas’. Y eso me hace preguntar “Bueno, ¿por qué Dios ha hecho tan difícil la cosa? ¿Por qué no manifiesta sus dones en una forma perfecta? que uno pueda decir definitivamente eso es y no hay duda de eso. ¿Por qué tenemos que estar siempre ejerciendo juicio y juzgando a la luz de la Palabra y preguntándonos será esto del Señor o no? ¿Por qué simplemente Dios no manifiesta las cosas puras perfectas y ‘ya resolvemos el problema’?

Y sin embargo vemos en la Biblia que así es. Porque si usted lee Primera de Corintios capítulo 14 el Apóstol Pablo está bregando allí con falsas manifestaciones aún en medio de la Congregación cuando el espíritu se manifiesta. De hecho Primera de Corintios 14 se escribe para corregir algunos de los excesos que se estaban dando en medio de esa Congregación Pentecostal. Y el Apóstol Pablo escribió para corregir y para establecer un orden bíblico, coherente con los principios de la Palabra de dios. Y por eso en el capítulo 14 verso 27 él dice “Hágase todo para edificación”. Muchas veces yo me pregunto cuando veo tantas manifestaciones y tantas cosas en un servicio o en algunos ministerios dicho”Bueno, que edificación hay; ¿qué queda?; ¿Cómo está la gente siendo fortalecida, avanzada, transformada en sus vidas” ¿qué de valor queda después que el polvo se ha aquietado y todo ya está normal?

¿Dónde está el sedimento permanente del ministerio? En el versículo 27 dice: ‘Si habla alguna lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno”. En el versículo 27 dice: “Si habla alguno lengua extraña sea esto por dos o lo más tres y por turno y uno interprete”. En el versículo 29 dice “Asimismo los profetas hablen dos o tres y los demás juzguen. Esto de juzgar quiere decir, como dice ahí en la traducción en inglés, midan cuidadosamente lo que esa persona ha dicho. La idea es no hacer tan indiscriminadamente todo lo que ustedes oigan simplemente porque parezca atractivo o interesante o impresionante. El diablo hace milagros. El diablo habla en lenguas. El diablo sana, claro sana para enfermarte más, porque no sabe hacer.

No podemos, simplemente llevarnos por las manifestaciones. Pero por otra parte, porque porque algo sea feo, imperfecto o poco atractivo, porque no sea lo que tú esperas o porque no esté dentro de las definiciones que tú quieres que sea, eso no quiere decir que no sea de Dios. Es más yo creo que por eso mucha gente como muchas veces los dones de Dios se manifiestan a través de formas poco atractivas y de gente común y corriente con sus imperfecciones, rechazan y no entran en la vida del Espíritu porque no se conforma a lo que ellos esperan que sea grandioso y perfecto. Tiene que haber un balance, en otras palabras. Porque sea feo, no quiere decir que no es de Dios y porque sea bonito, no quiere decir que sea de Dios.

Porque el profeta mida 6 pies con 8 y tenga ojos azules no quiere decir que sea de Dios. O porque mida 4’3 y esté arrugado no quiere decir que no sea de Dios. Dios usa lo que quiere, cuando quiere, como quiere y nosotros tenemos que discernir las cosas en el Espíritu. Hay una parte que Dios quiere que nosotros hagamos y cuando nosotros entramos en cualquier encuentro con la manifestación de los dones tenemos que pedirle al Señor que nos dé esa capacidad para juzgar, no conforme a los ojos y la carne, sino conforme a la palabra y el Espíritu.

Pero ciertamente, el énfasis de este sermón es esto: ‘No rechaces el don de Dios porque se manifieste en formas poco atractivas’. Ese es el énfasis que yo quiero dejar en este día. Lo otro es muy cierto y por eso lo señalo. Pero mi parte es, no rechacemos el don de Dios porque venga en un atuendo, una vestidura humilde, sencilla e imperfecta. ¿Qué conexión tiene esto con lo que le dice Pablo a Timoteo? Porque Pablo le dice “Timoteo aviva el fuego del don de Dios que está en ti”. En otras palabras, había una parte activa que Timoteo tenía que jugar para que el don de Dios se manifestara en su vida. Dios no lo hacía todo, simplemente por él.

Así como hay una parte que nosotros tenemos que juzgar para que los dones se manifiesten en nuestros medios, en nuestras vidas. A veces Dios quiere que seamos alertas y estemos juzgando mientras interactuamos con el don que estemos vigilando y viviendo con el don de Dios. Y es una parte que a nosotros nos toca. A veces cuando tú te sientas menos disponible y menos dispuesto a manifestar el don de Dios, quizás ese es el momento en que por fe, tú vas a tener que entrar en orar por alguien o dar una palabra profética o comenzar a suscitar el mover de Dios en algún ambiente en que tú te encuentres.

A veces en un momento en que todo parece tranquilo en el servicio y no hay nada que promete como que Dios se va a mover, tú por fe comienzas a hacer tu parte, ya sea el Pastor o quien sea y tú comienzas a procesar la energía de Dios y eso hace entonces que el Espíritu comience a manifestarse y a moverse. Es como este tiempo que tuvimos aquí, donde el Señor se manifestó tan lindamente, es un proceso. Eso va poco a poco y como que hay un momento en que alguien hace algo y uno ve algo o siente algo y entonces uno toma por fe que eso es Dios y todo comienza de ahí. De ahí otro hace otra cosa, entonces uno declara algo y entonces Dios comienza a moverse y uno entra a moverse en el poder de Dios.

El mover de Dios es como una locomotora y hay que romper la inercia de esa masa grande que hay que comenzar a mover. Mientras más se mueve, más impulso gana hasta que ya es una máquina que es irresistible, se mueve hacia adelante. Y ¿saben lo que pasa? Muchas veces lo que impide que mucha gente en el mover del Espíritu Santo en sus vidas es que no entienden que a ellos les toca una parte bien importante. Y también que el don de Dios, sobre todo al comienzo, se va a manifestar en formas muy a veces, pequeñas, humildes y sencillas y lo que tienen que hacer es insistir y persistir ejercitando el don por fe hasta que ese don comience a cobrar calor y se manifieste entonces en todo su poder y en toda su perfección.

Muchas veces, hay gente que está buscando ‘Señor, bautízame con tu Espíritu, lléname con tu Espíritu’ y Dios está allá arriba diciendo: Pero si yo ya te lo entregué hace tiempo, muchacho. Simplemente úsalo y muévete en él. ‘Señor yo quiero el don de lenguas’. Abre tu boca y habla. Hay veces que la gente cree que para hablar en lenguas tienen que venir dos angelitos y comenzarles a mover la lengua a uno. Piensa que tiene que entrar en un estado místico y caer al suelo suavemente y elegantemente y entonces comenzar a hablar.

Si tú tienes un don, si tú conoces un idioma, tú simplemente abres tu boca y hablas. Yo no tengo que sentirme emocional ni romántico para hablar en francés. Y así mismo pasa con el don. Yo creo que todo creyente puede hablar en lenguas. Toda persona bautizada en el Espíritu Santo, pero a veces se rehúsan a abrir la boca y dar esa palabra rara y tonta que le va a salir la primera vez cuando hablen en lenguas. Y por eso, no es que Dios no quiera, es que nosotros decimos ‘No, hombre, yo esperaba algo mucho más hermoso que esto. Yo esperaba una voz de trueno que saliera de mi boca’. Y lo que salen son dos o tres palabritas humildes o quizás un ruido raro. Pero Dios dice ‘atrévete y cuando tú hayas procesado eso yo te voy a dar más’.

Y cuando entonces tú en tu tiempo de oración, cuando nadie te está escuchando tú abres tu boca y hablas al Señor, tú ejercitas tu don. En tiempos de alabanza cuando tú sientes que el Señor está moviendo tu espíritu, tú abres tu boca y comienzas a verbalizar lo que Dios pone en tu espíritu. Así es que tú vas ejerciendo el don y se va soltando tu lengua y tú entras en la plena manifestación de la lengua que Dios te ha dado. Pero mucha gente quiere como que desde que abre la boca la primera vez, comenzar a hablar un idioma total y perfectamente; con toda la sintaxis y toda la gramática y todas las elocuciones de un idioma. ¿Cómo aprendió usted a hablar un idioma que usted no conocía? ¿Cómo empezó a hablar su propio idioma? ¿Usted comenzó hablando oraciones perfectas? No.

Pasa con el don de profecía. Viene una persona que tú sabes medio neurótica y con dificultades en su matrimonio y te da una palabra del Señor y tú dices ‘No, ¿Cómo puede esa persona hablar la profecía de Dios si yo conozco quien es y lo imperfecta que es? Si tú rechazas esa palabra, y cuidado que quizás estás contristando al Espíritu Santo. Por eso Dios dice ‘Mi tesoro está en vasijas de barro. Para que nadie se gloríe’. Si Dios estuviera buscando a alguien perfecto en la Tierra para darle su Palabra, nadie calificaría. Yo creo que precisamente lo glorioso está cuando nosotros aprendemos a recibir y respetar lo que Dios da. Y decir: ‘Padre aunque yo no entiendo la vasija pero lo que estoy escuchando hace sentido a la luz de la Palabra y de mi vida. Así que yo lo recibo y lo demás yo te lo dejo a Ti.’.

Eso puede pasar por ejemplo con el don de sanidad. Dios te dice: ‘Mira –y tú sientes en tu espíritu- yo he puesto en ti un don de orar por los enfermos para que sanen’. Y quizás la primera vez que tú oras por una persona con resfriado coge pulmonía y se muere. Y piensas que ya no vas a más. O quizás una persona tiene ese mismo resfriado y está estornudando y le están cayendo lágrimas por los ojos y tú oras por ellos y simplemente dejan de estornudar pero todavía tienen lágrimas en los ojos. Es una sanidad parcial. Y tú dices ‘¡Ah, no! Si hubiera sido Dios esa persona hubiera quedado sanada inmediatamente, rotunda y perfectamente. Así que no puede ser de Dios’.

Pero yo he descubierto que muchas veces la sanidad es de Dios, por misterios que solamente Dios conoce, a veces son parciales y solamente con el uso del tiempo como un médico usando su don se van haciendo más y más sólidas, más y más perfectas, más y más obvias. A veces oramos por una persona y creemos que inmediatamente que oramos por esa persona, tiene que quedar sanada. Pero yo he visto muchas veces que la sanidad es de Dios, que somos medios imperfectos, pueden ser graduales –poco a poco- y mientras persistimos orando por esa persona y esa persona ora también, peleando por su propia sanidad, Dios puede traer esa sanidad a largo plazo.

Yo creo que por eso hay tanta genta allá afuera y aún evangélicos que como ven que las manifestaciones de los dones de Dios son tan imperfectas y que requieren esfuerzo, proceso, tiempo y que son manifestadas a través de la imperfección por eso las rechazan y se mantienen afuera del mover de Dios. Yo conozco Pastores y Congregaciones que quieren ver el mover del espíritu en su vida congregacional. Pero como el mover de Dios cuando encarna en vidas humanas es tan imperfecto y ellos no quieren bregar con el desorden y la imperfección. Ellos se quedan simplemente como gente sedienta pero que no se tiran a las aguas. Y siempre están celebrando la teoría y la teología del mover del Espíritu pero necesitan entrar en la práctica. Pero como digo toda práctica es problemática y difícil muchas veces.

Déjenme preguntarle algo: Si usted estuviera en un desierto muriéndose de sed su boca está seca completamente y sus labios están cuarteados por la sed tan grande que tiene. Usted sabe que le quedan unas pocas horas de vida si usted no bebe agua. Y de momento usted se encuentra una cantimplora, una vasija con agua. Pero hay un problema, hay unas tres moscas encima del agua allí. ¿Qué usted va a hacer? ¿Usted va a decir ‘¡Ah! Esa agua tan desagradable, esas moscas? Yo voy a esperar a encontrar agua que tenga una nevera, bien tapada con un plástico y bien pura para beber. ¿Usted seguiría de paso y dejaría esa agua ahí sin tomársela? Mire yo creo que usted se traga el vaso con el agua y todo lo que usted pueda. Las moscas también se las come. Una mosca no le habría sabido tan bien en su vida como esa mosca.

Y así somos nosotros. Nosotros somos sedientos, tenemos sed, tenemos necesidad del Espíritu. Y porque el Espíritu tenga sus imperfecciones no vamos a dejar de buscarlo y de procesarlo y de trabajar con él. Porque esa es la realidad del Espíritu, eso es lo que yo he visto en 25 años de práctica Pastoral y lo que todos hemos visto a través de los siglos. Siempre hay imperfección mezclada con la manifestación del don de Dios. No podemos dejar, hermanos, que el miedo de errar el blanco y de meternos en algo que no sea de Dios nos impida entrar y comenzar a movernos en el camino al cual Dios nos llama. No podemos dejar que porque la manifestación del don no sea perfecta la rechacemos y digamos ‘no la quiero porque no es lo que yo esperaba’. No dejes que el temor y la complejidad te impida entrar en interacción con el don de Dios.

¿Ve usted por qué este versículo? Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía. Aunque tú no tengas todas las respuestas y todo esté explicado y justificado no esperes para meterte en el agua de Dios. Aunque la manifestación de los dones que tú veas no sea perfecta y completamente como tú la piensas que debe ser, no la rechaces, entra y mientras entres pregunta. Será de Dios, pero interacciona. Deja que te lleve, cuando no encuentres algo más pues te apegas, pero usa lo poco que puedes sacar de la experiencia. Yo quisiera tener más tiempo para explicar todo esto. Se que nos hemos excedido pero de nuevo los dones cuestas. Queremos a veces la bendición de Dios pero no queremos pagar el precio.

Dios nos ha dicho muchas veces que los servicios iban a comenzar a las nueve, un servicio iba a meterse en el otro y yo no se, pero muchas veces hay que… Esa es una de las razones por las cuales muchas iglesias no entran en la manifestación del poder de Dios. Le dicen a Dios: ‘Queremos que te manifiestes pero que ser entre las 9 y las 11. Ya a las 11 y uno ya nosotros nos vamos para la casa’. Y ‘Pastor queremos que usted profetice pero tiene que ser en 15 minutos porque luego de 15 minutos tengo que almorzar. Tengo una cita allá en el restaurant’. Yo creo que eso es todo, yo no creo que hemos desperdiciado el tiempo.

Pero, miren, una cosa aquí. Ya con esto ya termino. Yo estaba pensando en Naamán. Después cuando usted pueda lea la historia que se encuentra en Segundo de Reyes Capítulo 5. Naaman tiene una lepra que se lo está llevando quien lo trajo. [Risas] Y le dicen que hay un profeta en Israel que puede sanarle su lepra. Y Naamán que es un general segundo del Rey prácticamente él tiene todo un escenario de cómo se van a dar las cosas cuando él llegue a Israel. Él está esperando que cuando él llegue allí el profeta lo va a estar esperando con toda una comitiva del Rey detrás de él.

Va a haber gente con trompetas y armas esperando para darle la gran bienvenida al general sirio. Y el profeta vestido en sus ropas sacerdotales, fluyentes, le va a decir ‘¡Oh gran Naamán! Bienvenido, Dios está esperándote para sanarte’. Y el profeta con una gran liturgia y muchas cosas bombáticas le va a imponer las manos y aceite va a fluir de sus dedos y Naamán quedará sanado inmediatamente. Pero cuando llega allí ni siquiera el profeta se aparece. Y la casa del profeta es una casita toda destartalada por allí por una calle que ni nombre tiene si quiera. Lo recibe el sirviente del profeta y le dice ‘Naamán dice el profeta que vayas al río Jordán y te zambullas 7 veces y que ya con eso vas a quedar sano’.

Dice aquí que: “Cuando Naamán oyó esto se fue molesto y respingando y quejándose por todas partes” porque no era lo que él esperaba de ese momento. Dice el 5:11 “y Naamán se fue enojado diciendo ‘He aquí yo decía para mi, saldrá él luego y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios y alzará su mano y tocará el lugar y sanará la lepra’. Y para colmo de las cosas el río al cual él manda a Naamán que se zambulla es un río que está sucio y es un río pequeñito y hay mejores ríos allá en su país. Naamán pregunta a Abana y Farfán el río de Damasco ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿Si me lavare en ellos no seré también limpio? Y se fue para su casa. Pero ¿qué quería Dios hacer? Dios no solamente quería sanar a Naamán.

Porque muchas veces lo que nosotros queremos es que Dios nos de lo que yo quiero y que no trabaje en mi carácter, en mi mente, en las cosas que yo asumo. En mis premisas intelectuales y académicas. Queremos simplemente que Dios me de la cosa rápida y lo demás es asunto de Él. Yo lo que quiero es lo que necesito en este momento. Y yo veo muchas veces que en esa lucha que nosotros tenemos con la forma en que los dones se manifiestan, lo difícil que es discernir la intención y la presencia de Dios hay un proceso de crecimiento espiritual y personal que Dios quiere que atravesemos por eso para llegar a conocerlo mejor.

Muchas veces aprendemos fe, humildad, paciencia, tolerancia, mirarnos a nosotros mismos, creer por fe y no por vista. Muchas otras cosas que Dios quiere que aprendamos y por eso envía su tesoro en una vasija de barro. Gracias a Dios que había ahí un hombrecito que seguramente ni sabía leer ni escribir que era sirviente de Naamán y le dijo ‘Pero padre si él te hubiera pedido una cosa grande y difícil lo hubieras hecho. Te está pidiendo algo sencillo. Hazlo y prueba’. Sí porque Dios usa, cosas pequeñitas, personas humildes. No fue un ángel que le habló a Naamán. No fue un profesor universitario, fue un sirviente que le dijo ‘¿ Por qué no haces?’ y tenía una lógica perfecta en la situación.

Gracias a Dios que Naamán se humilló y se tiró en ese río sucio sin haber hablado directamente con el profeta. A pesar de que tuvo que quitar un poquito de cosas sucias en el río y buscar un lugarcito ahí que pareciera más o menos limpio, mirando por todas partes –‘espero que YouTube no me agarre aquí en esto y que me tomen una foto y que mi esposa allá me vea’. Él dice la Palabra que “descendió” y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, tenemos que descender de nuestras expectativas, nuestro intelecto, nuestras dudas razonables, nuestros temores comprensibles. Dice que “se zambulló siete veces”.

Mira zambúllete en las aguas del Espíritu 7 veces hasta que se te llene el espíritu. Si a la primera vez no te funciona, zambúllete otra vez, si a la segunda no te funciona hay una tercera vez, si a la tercera no te funciona una cuarta vez, fue a la séptima vez que se hizo el milagro. Todos llevamos años metiéndonos en el Espíritu, tratando y esforzándonos y todavía no es perfecto pero seguimos buscando la manifestación perfecta del don de Dios en nuestras vidas. Dice que lo hizo conforme a la palabra del Varón de Dios. Ese hombre que no lo recibió que le dio una receta imperfecta, pero dice que su carne se volvió como la carne de un niño y quedó limpio. Ni el jabón Ivory hace un trabajo tan limpio como el que hizo ese río sucio del Jordán.

Hermanos, no dejemos que la imperfección de la manifestación del don nos impida entrar en las aguas y comenzar el proceso de sanidad y de crecimiento en nuestras vidas. No te estoy diciendo que dejes de juzgar y de comparar con la palabra. No te estoy diciendo que aceptes todo lo que venga y simplemente… No te estoy diciendo que porque sea raro y salvaje sea de Dios. Lo que estoy diciendo es que así mismo porque sea un poquito imperfecto y raro no lo rechaces. Entra y deja que el Señor te dirija y comienza. Hazte como un niño, sencillo, ejercita el don. No dejes que el temor o la complejidad te mantenga fuera del Señor. Comienza con lo que tienes a la mano. Si Dios te dio una palabrita de lenguas usa esa palabrita y después vendrá más. Si Dios te dio un solo pensamiento, un fragmento de pensamiento profético obedece y dale gracias por ese pedacito y Dios te dará más la próxima vez. Si Dios te sanó el dolor de cabeza parcialmente y tuviste que tomar Efedrina también, pues, dale gracias a Dios por la parte que te sanó y la próxima sigue orando. Quizás la segunda se sane solamente con oración.

Dile al Señor ‘perfecciona mi unción, Padre. Yo voy a seguir ejerciendo el don, ejercitándolo hasta que se haga perfecto. Hasta que yo vea la manifestación plena de tu don’. Usa el don con humildad y recibe el don con humildad. Gloria a Dios. Amén, amén. Vamos a ponernos de pie y darle gracias al Señor. Espero que no haya arruinado tu cita de almuerzo esta mañana. Pero yo creo que la palabra de Dios es más alimenticia que cualquier comida. No rechaces el don. Si quieres un título para este sermón es ese: ‘No rechaces el don’. Ejercítalo, no dejes que el espíritu de cobardía te impida entrar en el uso del don. Aleluya. Gracias Señor. Te adoramos. Recibimos tu palabra, Padre todo lo que Tú has dado en esta mañana te damos gracias. Te bendecimos y adoramos. Perdona nuestro orgullo y perdona a veces las exigencias que te ponemos, Señor.

Ayúdanos a ser humildes como niños. Recibir lo que Tú nos das y usar el don que Tú has provisto humildemente, ejercitarlo hasta que se vaya manifestando con más poder. ¡Oh, te adoramos! Gracias por tus dones Señor. Perdónanos por no ser vasijas más adecuadas. Nosotros declaramos que tus dones sí son perfectos y nos humillamos ante el misterio que Tú has escogido. Que Tú has escogido vasijas imperfectas pero para que te demos a Ti la Gloria y la Honra, Señor. Señor, queremos ser una Iglesia que use tus dones y se mueva en tus dones. Enséñanos como usar los dones. Te adoramos y te bendecimos, Señor. Aleluya. Dale gracias al Señor. Ponte a trabajar el don, ponte a procesar el don, vive en el don. No rechaces el don. Aviva el fuego del don que está el don que está en ti y di conmigo ¡Yo lo tengo! Lo voy a ejercitar, lo voy a avivar hasta que se manifieste perfectamente en mi vida.

Aleluya. Dale un gran aplauso al Señor. Gracias Dios. Aleluya, aleluya.

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Un llamado a agarrar la mente del espíritu

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El Dr Riad es de Egipto, es médico en Cape Cod y es un hombre que apasionadamente ama las cosas del Señor y un hombre balanceado y ungido de Dios, siempre buscando más del espíritu en su vida. Él no ha permitido que su intelecto le robe las bendiciones del espíritu. Y su familia es una familia maravillosa que nosotros nos alegramos tanto de contarlos como amigos y de ser compañeros en las luchas y en las batallas de bajar la unción de Dios o manifestar, poner en manifestación la unción de Dios aquí en Nueva Inglaterra. Gozamos de tenerlos a ellos en esta tarde aquí en nuestra congregación para que oremos juntos.

El Dr Riad ha sido instrumento para invitar al pastor Emille Samuel que es un pastor también de Egipto, actualmente reside en Canadá y lleva muchos años allá moviéndose entre diferentes grupos étnicos y es un hombre que Dios usa mucho en el don profético específicamente. Es un profeta de Dios, genuino profeta de Dios. Hemos teneido oportunidad de participar con él, de escuchar la palabra de Dios a través de su vida, es un hombre de mucha experiencia en el camino del Señor. Ha ministrado en muchos diferentes países. El Señor le dijo a una edad muy joven cuando estaba en Egipto, apenas conociendo al Señor que Dios lo iba a llevar a Asia a ministrarle a los chinos y a los asiáticos. Y él se preguntó, bueno, cómo será eso posible? Cuándo en la vida, yo aquí en una aldea de Egipto voy a yo a ministrarle al Señor, a los chinos allá en Asia? Bueno el Señor lo ha llevado no solamente a diferentes países de Asia sino a muchos otros países del mundo también ministrando su palabra. Y es un hombre que ama a Dios en una manera muy poderosa.

Y cuando Mandu me dijo que él iba a estar aquí, ya nosotros lo conocíamos a él personalmente, al pastor Emille, yo dije, bueno, que buena oportunidad, hemos estado hablando todas estas semanas y meses acerca del mover del espíritu y de cultivar una mentalidad sobrenatural y de levantar una iglesia que se mueva en los dones cómodamente, y de aprender a procesar la energía del espíritu y crecer. Y conociendo yo al Dr Mandu Riad y sabiendo su balance en las cosas de Dios y su recomendación acerca del pastor Emille, decidimos invitarlo a él para que venga hoy y ministre según el Señor le dirija.

Cuántos están dispuestos a recibir del Señor lo que el Señor quiera? Yo creo que vamos a poner una silla. Le puedes ayudar, él prefiere mejor mantenerse aquí en la parte de abajo así que simplemente ábrase al Señor ahora mismo. Esta mañana yo prediqué acerca de que nosotros tenemos que estar abiertos al Señor según el Señor se manifieste. No podemos pedirle precondición al Señor. Cuando nos acercamos al Señor tenemos que acercarnos con humildad, con total humildad dejando que él hable en la manera que él quiera.

Otra cosa, cuando el Señor se manifiesta él no quiere espectadores, usted… diga, yo no vengo a ver un show, diga eso conmigo. Yo no vengo a ver un show. Yo quiero que usted participe en esto, en su espíritu y que usted esté orando, no esté curioseando, hay una diferencia entre curiosear y ver lo que Dios quiere hacer y participar. Yo quiero que seamos participantes, no espectadores. Ok? Porque esto no es show, es el mover de Dios que queremos. Amén. Así que si usted participa no será frío en su manera de ver las cosas, ni tampoco sea crítico sino juzgue en el espíritu las cosas de Dios. Ok? Pero esto es una manera de nosotros aprender y crecer más en las cosas del Señor y atizar el fuego y entrar más en la expresión del espíritu. Así que dejemos que Dios nos dirija.

Denle un aplauso de bienvenida al pastor Emille. Yo voy a estar traduciendo de hecho para él.

Están contentos, animados, en la presencia de Dios? Estás anticipando la nube de gloria de Dios? Que sea manifestada esta mañana. Dale alabanza al Señor.

Esta mañana el Espíritu Santo anima a mi espíritu humano a compartir un mensaje específico titulado ‘Un llamado a agarrar la mente del espíritu’. Hermanos y hermanas, la Biblia nos enseña que la mente del espíritu es transcendente y nadie puede abarcar la mente del espíritu a menos que él sepa cómo ser muy sensitivo, muy sensible al espíritu. Y hay grados de sensibilidad espiritual y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo la gloria de la iglesia primitiva apostólica de los primeros tiempos y la manera en que esos gigantes espirituales a través de esa sensibilidad de la cual estamos hablando del espíritu podían conquistar el mundo entero. Y yo creo que el Espíritu Santo está restaurando de nuevo aquellos que están obsesionados por el trabajo, la obra del Espíritu Santo, los que tienen pasión y obsesión por el Espíritu Santo.

Si buscamos en Romanos, capítulo 8 allí el Apóstol Pablo menciona. Romanos 8 comenzando en el versículo 26: “… de la misma manera el espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, de manera que cuando las cosas están mixtas y mezcladas y confusas y es difícil saber cuáles son las directrices específicas que vienen de parte de Dios, cuando se nos hace difícil determinar esto y yo conozco a muchos de los hijos de Dios que se encuentran en una encrucijada, en un momento de decisión sea en su trabajo o en sus relaciones humanas, en el ministerio y no pueden percibir exactamente qué es lo que está diciéndoles el Espíritu Santo acerca de esas decisiones y situaciones. ¿Saben qué? es porque no conocemos los caminos, las maneras, las formas en que el Espíritu Santo opera y se manifiesta.

Está más allá de nuestra compresión muchas veces y requiere primeramente que entreguemos, pongamos a los pies del Señor nuestra propia sabiduría, poner a un lado nuestros propios pensamientos, nuestra sofisticación y entonces cuando hacemos esto el Espíritu Santo comienza a expresar una luz, a dar luz y uno comienza a reconocer el misterio de su manifestación, su expresión, dirección. Dale alabanza al Señor.

El Espíritu Santo conoce nuestras debilidades que nosotros queremos trabajar a través de nuestra propia mente, queremos trabajar nuestras mentes, hemos buscado, nos hemos esforzado en encontrar una respuesta a nuestros problemas. Dice el Apóstol Pablo porque no sabemos cómo orar, cómo hemos de orar como debiéramos. Qué quiere decir esto, que no sabemos cómo orar en la forma en que debemos hacerlo? De acuerdo con la mente natural, a través del intelecto natural humano nos encontramos perdidos, muchas veces cuando tratamos humanamente no llegamos, tratamos de administrar las cosas, tratamos de hacer algo, tomar alguna iniciativa pero lo hacemos a través de nuestras percepciones personales. Y después de un tiempo descubrimos que hemos fracasado, somos un fracaso. Hemos tratado muy sofisticadamente de arreglar las cosas, de hacer nuestros propios esquemas a fin… hemos tratado de hacerlo a través del proceso natural, humano.

Aún hay ocasiones en que no sabemos ni siquiera acerca de qué orar, qué pedir según debiéramos. Pero dice la palabra que el Espíritu Santo intercede y lo que hace que nos sostiene nuestra parte humana, nos sostiene ayudándonos para nosotros corregirnos primeramente a nosotros mismos y separarnos de nuestro intelecto humano, natural. Es difícil uno negar sus propios pensamientos, apartarse, pero yo quiero decirles a ustedes que solamente a través de la intercesión del Espíritu Santo puedes poner tu a un lado tus pensamientos superficiales y llanos, solamente a través del Espíritu Santo apartarte de esa sofisticación llana y superficial.

Y al tu permitirle libertad al Espíritu Santo para que ore a través de ti entonces el Espíritu Santo podrá intervenir y tomarte y llevarte por la dirección correcta para que puedas orar acorde a la dirección del espíritu. Pero dígame cómo puedo yo hacer esto? Quizás es algo inescrutable, inexplorable, cómo puedo yo saber la voluntad de Dios? Cómo orar en la dirección correcta conforme a la voluntad de Dios?

De acuerdo a Primera de Corintios, capítulo 14 dice la palabra, “si yo hablo en lenguas oro en el espíritu, dice cuando oramos en lenguas, oramos en el espíritu y cuando oro en el espíritu yo edifico mi espíritu humano, lo fortalezco cuando oro en lenguas en el espíritu, mi espíritu humano se fortalece. Y en esta manera el Espíritu Santo entonces el espíritu me revelará de esa forma su trabajo, su palabra. Quizás usted me puede preguntar esto es algo difícil para la mente descifrarlo porque si yo hablo en lenguas estoy hablando un lenguaje desconocido para mí personalmente pero cómo puedo yo saber la voluntad de Dios entonces. Lo que pasa es cuando tu espíritu humano es fortalecido y edificado, es levantado, construido, fortalecido entonces el Espíritu Santo va a comenzar a dirigir tu espíritu humano en una manera maravilloso, asombrosa, cuando se une con el espíritu humano el Espíritu Santo. Es algo sobrenatural y sobrepasa las fronteras meramente humanas.

Y cuando tu eres entonces llevado a una especie como de trance, de estado misterioso verás una visión, vas a agarrar algo, se te va a pegar algo totalmente diferente a lo que tu mente natural es capaz de percibir normalmente. Y entonces dice, el espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos demasiado profundos para ser expresados en palabra, gemidos indecibles. En otra traducción es con gemidos inexpresables, indecibles, con suspiros. Cuando tu le estás dando al espíritu entonces generosamente, libremente, ese derecho total de interceder a favor de ti, cuando le das esa libertad plena al espíritu para hablar tu vida y a través de ti y orar por ti, ese tipo de gemidos entonces, ese tipo de suspiros del espíritu entonces el Espíritu Santo interpretará lo que tu necesitas, estás diciendo, y entonces lo traducirá a palabras y expresiones que convencerán a tu espíritu personal humano. Y cada vez que yo hablo en lenguas extensivamente, me tomo tiempo para hacerlo, por una hora…

De paso, cuando yo primeramente fui bautizado con el Espíritu Santo yo hablé en lenguas por 3 horas.

Y es por eso que Dios me dio ese don profético en una manera muy rápida, me dotó con un don profético instantáneamente. Mi trasfondo es muy conservador, yo vengo de un trasfondo religioso muy ortodoxo, muy conservador, la iglesia ortodoxa, lo que el Espíritu Santo hizo es una revolución en mi vida. Cuántos de ustedes quieren que el Espíritu Santo revolucione su vida, a cuántos les gustaría que el Señor haga una revolución en su vida?

Y el que busca, explora el corazón de los hombres sabe lo que está en la mente del espíritu. Así que no se preocupe, el que conoce e investiga profundamente las profundidades de los seres humanos tiene su espíritu y tiene la capacidad de su espíritu para interceder sostenidamente, también para fortalecer y sostenerte a ti para que llegues a ser lo suficientemente maduro para poder percibir y recibir, aprehender la mente del espíritu.

Debido al hecho de que el espíritu intercede a favor de los santos no de una manera al azar e indisciplinada, no en una forma confusa pero dice según, de acuerdo con el espíritu de Dios. Hermanos y hermanas, no estamos detrás de un mero emocionalismo, no estamos simplemente buscando manifestaciones baratas, estamos detrás de, buscando la voluntad de Dios, la voluntad de Dios.

Denle alabanza al Señor. Si vamos al libro de los Hechos, capítulo 16 allí podremos ver una frase, una expresión, esas vasijas de Dios a través del poder del Espíritu Santo se puede percibir la voluntad definitiva, clara, específica de Dios. Capítulo 16 del libro de los Hechos vemos allí al Apóstol Pablo camino a Asia y dice fueron a través de la región de Frigia, Asia, habiéndole prohibido el Espíritu Santo hablar la palabra a esa región de Asia porque no era la voluntad de Dios que ellos fueran específicamente a Asia en ese tiempo, no era lo que Dios quería para ellos en ese momento. Y se les prohibió en ese momento al Apóstol Pablo y sus compañeros que fueran a esa región de Asia.

Por qué el Espíritu Santo me prohíbe predicar la palabra de Dios a cualquier nacionalidad? Por qué? ha tenido usted una experiencia parecida alguna vez? Que uno tiene el entusiasmo y el celo y el deseo de llevar a cabo algún tipo de ministerio específico, algo que tu sientes que Dios quiere que hagas y te prohibió llevarlo a cabo. Pongan atención, no solamente se trata de barreras o impedimentos de cualquier tipo. Fue específicamente el Espíritu Santo interviniendo que les prohibió que fueran a Asia en esa ocasión. Por qué? porque el Espíritu Santo tenía una voluntad específica y un pueblo específico al cual él quería que ellos fueran en ese momento cairos, ese momento específico que él tenía destinado para ellos.

Pero cómo recibieron ellos ese impedimento del espíritu, esa prohibición del espíritu, cómo supieron o experimentaron? Yo les digo, dice que cuando llegaron entonces a Misia, cuando llegaron a ese punto, quisieron predicar allí pero el Espíritu Santo tampoco en esa segunda ocasión les permitió predicar en ese lugar. Me parece a mí que los Apóstoles no tenían experiencia en ese tipo de prohibiciones del espíritu, no sabían como interpretar eso. Así que trataron entonces como de probar otra vez, bueno, si nos impidió aquí vamos a otro lugar, y a ver si funciona allí, ir en algún lugar allí en Asia donde ellos sentían que tenían que predicar pero el Espíritu Santo no les permitió que fueran a ese lugar una segunda vez.

El Espíritu Santo te protege, te cuida porque si tu haces algo que no está de acuerdo con la voluntad específica de Dios y según el momento y el tiempo de Dios vas a perderte, vas a perder el derrotero. Y es por eso que muchas veces muchos ministros sinceros, bien intencionados, confrontan fracasos en sus ministerios porque no son muy sensibles al Espíritu Santo son orgullosos. Cuantos de ustedes están dispuestos a ser obedientes aún si se le cerraran las puertas? Si tu tratas con tus propias innovaciones y tus propias iniciativas de abrir la puerta. La puerta se te cierra, entiende que esa puerta se te cierra porque no es la voluntad de Dios para tu vida en ese momento específico y tienes que esperar un tiempo o seguir de paso, seguir de largo o esperar hasta que el momento de Dios llegue a tu vida y entonces el Señor abrirá las puertas en una manera amplia.

Esto ya profetizando. Quizás. Pero ¿saben qué? el Señor recompensó la obediencia de los Apóstoles y el Señor entonces hizo algo que estaba mucho más allá de sus expectativas. Qué pasó? Dice que pasaron entonces a Troas después de pasar Misia se le apareció una visión a Pablo de noche. Un varón macedonio se le puso de pie frente a él rogándole y diciéndole pasa a Macedonia y ayúdanos a través de esta visión. Entonces vemos que en el tiempo de Dios, el tiempo preciso de Dios una vez que habían sido probados para ver si obedecían incondicionalmente como una recompensa de su obediencia de momento vino la revelación de Dios y vieron esa visión de ese varón en Macedonia diciendo, vengan, pasen y entonces fueron completamente convencidos que el Señor tenía un llamado específico para ellos, que Dios verdaderamente les había llamado a Macedonia. Amén.

Entonces vemos que en el curso de tu obediencia, en el proceso de obedecer a Dios aún cuando las cosas no estén lo suficientemente clara para ti siempre y cuando tu obedeces ese estímulo del espíritu, esa dirección del espíritu específica, el Señor entonces te bendecirá con una revelación clara, una visión clara de qué debes hacer, dónde ir. Dale alabanza.

Ahora, para la iglesia congregación León de Judá están ustedes dispuestos a levantar el estandarte de su madurez? Amén. Están dispuestos de pedirle a Dios esa sensibilidad al Espíritu Santo, ser sensitivos a su mover, discernir, el discernimiento sobre el Espíritu Santo? Ustedes están dirigiendo, simplemente por el hecho de ser una iglesia en este estado, ser una iglesia cristiana ya están siendo líderes. Yo me deleité mucho escuchando de ustedes profetizando y yo oro al Señor que ustedes lleguen a ser una iglesia profética. Diga amén. Gloria a Dios.

Así que no se dejen guiar ni dirijan ustedes saliendo de su propio entendimiento, no se apoyen en su propio entendimiento, no dirijan basados en su propia sabiduría personal, pidan la crucifixión de Dios, que Dios crucifique sus pensamientos naturales, su mente meramente humana natural, para que el Señor revele su camino. Amén.

No estoy exhortando a la generación joven, a los jóvenes, la generación joven, no se conformen a este mundo, este siglo, porque van a ser engañados. Pregúntele al Señor primero, pídanle que les revele a ustedes tanto el llamado que él tenga para sus vidas, el llamado que te tenga como su destino también, su destino personal. No se inclinen, no se reposen ni apoyen sobre las enseñanzas o intuiciones de los hombres. Yo creo que el Señor va a revolucionar tu entendimiento.

No corrompan su vida espiritual con opciones, decisiones males, mal hechas. Busquen primero al Señor. Busquen al Señor. Esperen hasta que él revele su voluntad. Amén.

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Una noche más con las ranas

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Hubo una meditación que yo hice esta mañana, hay veces que yo siempre les digo que hay a veces, estoy haciendo una confesión yo aquí, a veces yo saco mi tiempo por la mañana y me busco un librito de meditaciones diarias que yo tengo que se llama, El aposento alto, y esta mañana yo me crucé con una meditación que me llamó la atención el titular de esa reflexión y la quería compartir con ustedes. La meditación de ese día se llamaba “Una noche más con las ranas”, así mismo, “Una noche más con las ranas”.

Vayan conmigo al libro de Éxodo, capítulo 8. Yo creo que algunas personas me miran como que, hmmm…. A dónde va esto? Voy a ir a “Una noche más con las ranas”. Esto yo creo que fue una predicación que yo también escuché hace mucho tiempo de Dante Gebel, yo no sé cuántos de ustedes conocen a Dante Gebel, pero Dante Gebel predicó de esto uuuuf, hace mucho que yo escuché eso. Pero esta mañana me crucé con esa meditación que es del día de hoy y no sé cuando yo leí el texto, hubo varias cosas en este texto que me hincaron así, no que hincaron perdón, que resaltaron, no sé las voy a compartir con nosotros hoy.

Dice en el verso 1, “Entonces Jehová dijo a Moisés, ‘entra a la presencia de faraón y dile, Jehová ha dicho así, deja ir a mi pueblo para que me sirva y si no lo quieres dejar ir he aquí que yo castigaré con ranas todos tus territorios y el río criará ranas las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cama donde duermes, y sobre tu cama y en las casas de tus siervos en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas….”

Qué es una artesa? Yo me quedé medio perdido. Eso es como una olla, ¿verdad? Ok, como una olla. Ok.

Verso 4, “… y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus siervos’, y Jehová dijo a Moisés, ‘di a Aarón, extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto’. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto y subieron las ranas que cubrieron la tierra de Egipto, mucho énfasis en la tierra de Egipto, y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto…”

O sea, que clase de mentes son estos hechiceros del faraón? En vez de haber hecho lo contrario, de sacar las ranas, trajeron más ranas. O sea, eso me…. Voy ya mismo a eso.

“….Entonces, verso 8, faraón llamó a Moisés y Aarón y les dijo, ‘orad a Jehová para que quite todas estas ranas de mí y de mi pueblo y deje ir yo a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová’. Y dijo Moisés a faraón, aquí es donde está la clave, ‘Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti y por tus siervos y por tu pueblo para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río?’ Y dijo faraón….”

Vamos a decirlo a coro, y dijo faraón, a quién se le ocurre decir mañana? Yo le hubiese dicho, mira ahora mismo, que se vayan ahora. Por qué tu vas a querer quedarte con las ranas toda una noche y que mañana por la mañana se vayan las ranas. En qué cabeza cabe? Pero miren esto, por favor no me hagan reír que me quiero concentrar. Miren esto, esa frase es bien interesante. Las ranas, yo creo, que nosotros podemos identificar las ranas como cualquier cosa que nos estanca a nosotros. Una rana es una cosa fea aunque hay niños que cogen las ranas, que les dan besos a las ranas y yo no sé si usted ha visto fotos así. Pero una rana es algo feo, algo asco, o sea, a menos que sea un coquí puertorriqueño, está bien, eso es otra cosa. El coquí es más pasable. Pero una rana es una rana, pegajosa. Tu te imaginas que tu amanezcan un día y que tu tengas como cinco ranas metidas en tu cama? Que vas a abrir la nevera y de repente sale una rana. Que vayas al baño y de repente te salga una rana del toilet o algo así. Te imaginas una cosa igual? Eso es un asco. Eso es un asco. Mira a Gloria, Gloria se queda como que Pastor Omar, que tu estás hablando? Eso es un asco.

Por qué mañana? Oye, Lucy ven acá, termina tu la predicación. Mira eso, es interesante. Se acostumbraron a tener las ranas por una noche. Ah, yo puedo lidiar con las ranas por una noche. Eso no es nada. Yo las piso, las aplasto. Pero miren eso, mis hermanos, esas cosas feas que no gustan, que apestan, que dan asco, muchas veces son cosas que están en nosotros. Y usted lo puede definir de cualquier forma. Hay veces que son rasgos de carácter que apestan, rasgos de carácter que afean a uno, que son como que …. Por qué tengo que seguir lidiando con esto?

Las personas que sufren de algún tipo de adicción también, eso es otra forma, que esas ranas se pueden manifestar. Personas que pelean con adicción al cigarrillo, o a estar bebiendo, o a estar de fiesta en fiesta, de bar en bar y you name it, exacto, dicen sí, yo voy a dejar de beber mañana. Yo voy a dejar de fumar mañana. Ah, yo no vuelvo a ir a la fiesta mañana. Eeeh, no, no vuelvo a mirar a una mujer con lujuria, sí, mañana. Claro. Tantas cosas, tantas cosas. No vuelvo a decir una mala palabra empezando mañana. No vuelve a salir una mala palabra de mi boca. Las dietas empiezan no tan solamente el primer día del año como una nueva resolución, sino que también empiezan mañana.

Mañana salgo a hacer ejercicios. Y mañana llovió y no sale a hacer ejercicios. Mira, voy a ser responsable, llamando a la gente, tu sabes cuándo? Mañana. Ah, voy a empezar a orar. Mañana. Aunque el orar no es una rana. No, no, no, orar no es una rana. La rana es no orar. Ayunar también, el no ayunar puede ser otra rana. Qué más, qué más podemos identificar como una rana? Ah, voy a pagar todas mis deudas, mañana. Mañana, empiezo a ahorrar dinero, mañana. Me voy a buscar un analista financiero que me ayude a pagar mis deudas. Cuándo? Mañana. Ah, voy a dar el diezmo mañana. Voy a llamar a mi abuela que hace tiempo está llamándome y yo no le contesto la llamada. Cuándo? Mañana. Ven la idea? Ven la idea?

Qué es lo que dice este refrán bien conocido: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Déjenme seguir leyendo el texto porque queda algo bien interesante. O sea, la meditación de hoy lo dejaba ahí en el verso 10 pero yo seguí leyendo y descubrí algo bien interesante. Dice:

“… y él dijo, tomorrow, y Moisés respondió, ‘se hará conforme a tu palabra para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. Y las ranas irán se irán de ti, de tus casas, de tus siervos, y de tu pueblo y solamente quedarán en el río’. Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del faraón y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas, Dios mira ve si puedes por favor saca estas ranas de aquí, e hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés. Miren esto, … y murieron las ranas en las casas de los cortijos y de los campos y las juntaron en montones y, mira esto, y apestaba la tierra.”

Oiga, yo no sé, pero esa frase me cogió. Sabe por qué me agarró esa frase, porque muchas veces cuando empezamos a lidiar con esas ranas y empezamos a buscar la forma de matarlas, eso puede ser un proceso que apeste mucho y muchas veces cuando empezamos a sentir ese mal olor como que nos intimidamos y nos echamos a un lado y lo dejamos ahí. ¿Verdad? Hay veces que esa es la tendencia, que cuando hay algo que apesta si es un olor que le da nauseas a alguien, qué es lo que va a decir? Brega tu con eso, yo no puedo. O ve y límpialo tu. Porque hay veces que ni lo limpiamos y lo dejamos ahí tirado, que el sol lo consuma solo, el sol y el aire y la lluvia y el sereno y cosas así que lo consuma solo. Pero mientras tanto la peste sigue ahí.

Y yo creo, mis hermanos, que en este proceso de deshacernos de las ranas hay que ser un proceso bien intencional. Yo creo que hay que orarle a Dios para que le de a uno un estómago fuerte para poder soportar esos malos olores.

Sabe cómo se pueden manifestar esos malos olores muchas veces en la vida? Estaban hablando ahorita de la dieta y del ejercicio. Saben cómo se puede empezar a manifestar ese mal olor? Cuando usted empieza ha hacer ejercicios después de años que tal vez no hacía, qué es lo que primero con lo cual usted va a tener que lidiar? Los dolores. El cansancio, el cuerpo que está tieso y la primera semana se quita y no vuelve a hacer ejercicios. Le apestó tanto la cosa que ahí lo dejó.

Lo mismo pasa con la dieta. Se empieza a sentir flaquito, así chiquitito, chiquitito, y ensaladita con tomatitos y huevito y una pechuguita de pollo bien chiquitita, bien flaquita, y de repente me ve a mí al laso suyo que me empiezo a comer una pizza bien grasosa y es como que esa pizza de Omar se ve como Gloria ahora mismo y me quiere sacar la pizza. Entonces la pizza mía se va a convertir en esa peste que los va a distraer de lo que verdaderamente usted tiene que hacer.

Cuando empezar a lidiar con esas ranas que están bien engranadas en uno, que causan tanto asco pero cuando uno empieza a matar esas ranas, que uno se empieza a encontrar verdaderamente con esos aspectos de carácter que están bien centrados en uno, que uno dice, como que guau, esto está peor de lo que yo pensaba. Yo pensaba que esto era algo así bien superficial, pero esto va más profundo. No, pero oigo todavía. Hasta que haya vida en la batería seguiré hablando. Mañana cambiaré la batería del micrófono. Gracias por el esfuerzo. Ahora empieza a apestar este micrófono.

Pero miren esto, mis hermanos, porque yo creo que intencionalmente Dios quiere que tratemos con esas ranas que están en nuestra vida y van a haber momentos donde esas ranas van a empezar a apestar. Cuando Dios empiece a darnos la fuerza y la autoridad para saber cómo destruirlas y eliminarlas de nuestras vidas muchas veces vamos a tener que lidiar con situaciones que va a causar dolor, que va a causar asco, que va a causar incomodidad, que es como que yo no quiero lidiar con eso ahora. Yo estaba muy cómodo como estaba antes.

Ese fue el problema de faraón, cuando dijo eso de mañana, eso significa como que mira, no, ahora no, hay muchas cosas, tal vez era la hora de tomarse un te y prefirió tomarse un te en la compañía de una rana que tomarse un te con su mesa totalmente limpia. Y yo creo, mis hermanos, que muchas veces ese mañana se sigue convirtiendo en el otro mañana, y pasado, y pasado, y pasado y nosotros seguimos como que lingering around, cómo se dice eso en español? Lingering, como que dándole vueltas al asunto y se queda ahí, se queda ahí, y no lidiamos verdaderamente con lo que hay que lidiar. Se requiere valor, mis hermanos, se requiere como que un espíritu verdaderamente comprometido para echar esas cosas a un lado que dejen de apestar, que dejen de molestar y que dejen de incomodar, para verdaderamente entonces uno abrirse a lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.

Obviamente en esta historia las ranas eran una plaga, de las muchas otras que Dios envió, sabes por qué? por la terquedad de faraón y hay veces que nuestras ranas se convierten en muchas otras plagas porque somos tercos en no querernos abrir al trato de Dios en medio de nuestras vidas. Y estamos peleando y luchando con lo mismo, lo mismo, la misma vaina para aquí, para allá, de un lado para el otro y estamos ahí, ahí, y ahí.

Hay veces que uno mismo sin querer queriendo uno permite y atrae esas plagas a la vida de uno. Pero la intencionalidad de Dios es una totalmente distinta. La intencionalidad de Dios en toda esta historia es poder traer libertad a un pueblo, poder libertar a un pueblo de su esclavitud, poder libertar a un pueblo de su situación de opresión en la cual se encontraba. Y acaso eso no es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas? de traer libertad a nuestros corazones, de podernos sentir que estamos llevando una vida totalmente abundante de acuerdo a las cosas que él quiere para nosotros. Pero entonces nos encontramos en esta encrucijada que empezamos como que a juzgar, ok, o me quedo con esta rana o me quedo con esto que Dios tiene para mí.

Yo no sé si me están siguiendo, mis hermanos, pero esto es algo que es bien profundo. Yo no estoy diciendo que este sea el caso suyo, pero tal vez usted conoce a gente que están bien acostumbrados a vivir con sus ranas y apesta, apesta. Y yo creo que nosotros tenemos que tanto a nivel personal como que nivel de nuestro servicio y nuestro ministerio con otros, tenemos que estar bien pendientes a esas áreas donde puedan haber ranas escondidas por ahí y no esperar a mañana para lidiar con ellas sino que hoy, en el momento, empezar ya desde hoy y empezar a decir, mira, Señor, saca estas cosas, vamos a matar estas cosas, aunque apeste por un tiempo pero el mero hecho de que las vamos a sacar y las vamos a quemar o las vamos a enterrar o lo que sea, pero después que se vaya ese olor, lo que va a quedar es los olores de Dios por así decirlo, la gloria de Dios, lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas.

Pero esto no nos viene fácil o natural a nosotros. Esto no lo podemos hacer por nuestra propia fuerza, no lo podemos hacer por nuestro propio valor o esmero. Esto requiere una intervención de Dios. Obviamente aquí en esta historia Moisés tuvo que interceder para que fuera Dios el que sacara toda esa plaga de esa región. Y ahora mismo Jesús intercede por nosotros para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas y que esas imperfecciones que están en nosotros nos podamos deshacer de ellas con el poder de Dios, la ayuda de otros hermanos y hermanas que puedan orar por nosotros, que nos puedan aconsejar, que puedan darnos la mano, que me puedan ayudar a cargar esa bolsa de ranas y sacarlas de mi vida por completo.

Dios obra en todas esas formas, mis hermanos, pero aquí la clave de este chiste de mañana, tiene que ver con ese aspecto de la terquedad que muchas veces nos ciega a nosotros, terquedad, torpeza, ignorancia pero en este caso se ve la terquedad de un rey, de un faraón que tal vez él pensó que él podía lidiar con eso por su propia cuenta, pero al fin y al cabo se dio cuenta de que no. Y mire, yo no sé cómo usted define terquedad, pero la terquedad nos puede apartar a nosotros de lo que Dios verdaderamente quiere hacer en medio de nuestras vidas. Y hay veces que lo hace en formas sutiles y escondidas, que muchas veces nos acostumbramos tanto a esas cosas más sin embargo son cosas que están impidiendo que el fluir de Dios pueda verdaderamente correr en nosotros y a través de nosotros para bendecir a otros también.

Así que, miren, yo les dije que en diez minutos yo iba a terminar, cumplí mi parte. Pero yo quiero tomar un momento para orar por esto. Digo, no estoy diciendo que usted se confiese si tiene ranas o no en su vida, no es eso. Pero yo quiero que oremos, mis hermanos, porque tal vez la rana más grande con la cual nosotros lidiamos es la terquedad. Que bárbaro, estoy diciéndoles tercos, Señor, perdóname. Pero entienden por dónde voy?

Hay veces que la rana más grande con la cual lidiamos es nuestra propia necedad. Gracias. Que hay veces que nos cegamos con las cosas que parecen bien comunes a nuestras vidas, más sin embargo son esas mismas cosas las que a veces nos limitan, nos detienen, nos roban de lo que Dios quiere hacer en nosotros.

Es decir, que yo le animo a que en esta noche nosotros podamos orar y podamos orar con esto en mente. Sea lo que sea que haya en mí, primero que nada que Dios me de el discernimiento para poderlo identificar y una vez que lo identifique que Dios me de entonces el valor para saber cómo enfrentarlo y deshacerme de eso, aunque sea un proceso que coja tiempo, aunque el mal olor perdure, pero que nos de como quien dice la fuerza interior que necesitamos para sea que tenga que limpiar con cloro, y tirar free breeze en el aire, para despejar los malos olores, pero que Dios nos de la firmeza y la consistencia de que no tengan que esperar hasta mañana para hacer algo sino que yo empiece hoy y que mañana continúe y pasado y continúe y así, así por el estilo.

Eso es lo que Dios quiere hacer en medio de nuestras vidas. Una vez que nosotros lo logremos hacer en nuestras vidas, nosotros nos convertimos entonces en testimonios vivos para otras personas a nuestro alrededor, otras personas que tal vez están lidiando con otras ranas y quien sabe si más ranas de las que usted tenía y que entonces Dios nos pueda usar a nosotros como ese Moisés de ponernos en el medio, de interceder para que Dios quite las ranas de esa otra persona. O que ayude a esa otra persona a deshacerse de sus ranas también.

Así que mis hermanos, yo les invito, yo no intencionaba así traer un mensaje demasiado extenso, pero entendieron la idea ¿verdad? No es mañana, es hoy. Es ahora. Es en este mismo segundo. Sea lo que sea, mis hermanos, usted póngalo nombre y apellido a sea cual sea esa ranita que esté por ahí molestando, aunque sea un canto tan lindo como el coquí, pero sigue siendo una ranita.

En el nombre de Jesús, Señor nos acercamos a ti. Padre hay veces que esas ranas están tan y tan escondidas en nosotros que hay veces que no nos damos cuenta de ellas, más sin embargo están por ahí escondidas. Hay veces que esas ranas están cantando y bien fuertes, y nosotros sabemos que están ahí pero no nos atrevemos ni tan siquiera ni agarrarlas para echarlas fuera y es por eso que necesitamos una intervención de parte tuya, Señor.

Padre, yo te pido que a cada uno de mis hermanos y hermanas que están aquí hoy y aún aquellos que nos están escuchando por el Internet, Señor, que tu nos des a cada uno de nosotros el poder, la gracia, la firmeza para saber cómo lidiar con esas áreas tan feas en medio de nuestra vida, Señor, y podernos deshacer de cada uno de ellas, Señor, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con malos olores, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar con situaciones conflictivas, aunque en el proceso nos tengamos que enfrentar tal vez con lidiar con un sentido de vergüenza o de culpabilidad, Señor, pero que todo eso funcione para nosotros llegar al cumplimiento de tu propósito en medio de nuestras vidas.

Tu palabra dice que todas cosas obran para bien en las vidas de aquellos que te aman, Señor, en las vidas de aquellos que están buscando que tus propósitos se cumplan en medio de nosotros. Así que, Señor, yo te ruego ahora mismo aquí en compañía de cada uno de mis hermanos y hermanas que tu nos des esa sabiduría y ese discernimiento para saber cómo lidiar con esas imperfecciones en nosotros, Señor.

Padre, yo la verdad es que tal vez yo no sé el propósito completo con el cual estoy comunicando este mensaje pero yo sé que hay algo en esto, Señor, y tu conoces cada uno de las personas que están aquí escuchando y recibiendo esta palabra ahora mismo. Así que yo solamente te suplico que tu palabra cumpla el propósito con el cual está siendo enviado ahora mismo, Señor. Si tal vez ese asunto de las ranas no se identifican con ellos, pero la idea del posponer las coas para mañana sí, Señor, cosas que tal ve tu estás buscando que nosotros nos decidamos ya, hoy, en una forma crasa, Señor, y no seguir posponiendo las cosas para mañana, o pasado o pasado, Señor, sino que hoy estás buscando que tomemos una decisión firme por ti, Señor. Mira, aún por eso, Padre, yo te ruego, Señor Jesús que tu nos ayudes a discernir tu voz, que tu nos ayudes a discernir tu voz, Señor, para saber cómo responder al trato tuyo en medio de nuestras vidas.

Y ¿saben qué? se me ocurre algo ahora, esto fue algo con lo cual estaba leyendo esta mañana y es el mero hecho de tal vez personas que tienen que reconciliarse con Dios directamente, personas que necesitan reconciliar sus vidas con Dios en una forma bien directa, bien intencional, personas que tal vez siguen diciendo, mira, ¿saben qué? Mañana yo voy a seguir haciendo lo mío, y lo seguimos posponiendo, esa restauración de una relación con Dios. Yo no sé si este es el caso suyo en esta noche, o tal vez alguna persona que me esté viendo por el Internet, que tal vez usted necesita reconciliar su vida con el Señor pero hay una rana ahí que usted sigue diciendo mañana, mañana, mañana, mañana. Mire, hoy, como dice la palabra, hoy es el día de salvación, hoy es el día donde podemos reconciliarnos con el Señor, donde podemos empezar de nuevo. Hoy es el momento donde las misericordias de Dios se hacen nuevas y podemos comenzar una vez más, una vida de relación estrecha con Dios. Así que si eso es algo que llega a su corazón dondequiera que usted se encuentre yo solamente pido ahora mismo que esta palabra llegue y cumpla el propósito.

Señor, si hoy ahora mismo tu estás tocando una vida que necesita reconciliarse contigo, Señor, o una vida que necesita aceptarte a ti por primera vez y entregarse a ti por completo por primera vez, Señor, yo te pido que esta palabra llegue ahora mismo a cada uno de sus corazones y que tu traigas con tu Espíritu Santo la convicción de tu presencia en medio de esa vida ahora mismo Señor, que ese hombre, que esa mujer, que ese joven, que ese anciano que está recibiendo esta palabra ahora mismo, Señor, pueda tomar la decisión de reconciliarse contigo, de restaurar su comunicación contigo, de restaurar su amor contigo, de pedirte perdón por sus faltas, Señor, y de buscar la forma de comenzar de nuevo bajo tu gracia y bajo tu misericordia, Señor. Yo bendigo a esa persona, Señor, dondequiera que se encuentre, sea aquí en este salón o sea a través del Internet, si me está viendo ahora, y yo lo creo así, ahora mismo que hay una persona que se está reconciliando contigo, Señor, a esa persona la bendecimos y declaramos la cobertura de tu Espíritu Santo sobre él, Señor Jesús, ahora mismo.

Gracias te damos por este tiempo, Señor. Gracias porque tu palabra nunca viene vacías, Señor, sino que cumple el propósito con el cual tu la envías. Gracias te damos, Señor, en el nombre de Jesús. Amén y amén. Gracias Señor. Gracias.

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El dinero

19 de abril del 2010 - Por Betsy Behan

"El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad" Eclesiastés 5:10

Todos sabemos que el dinero es necesario, sin el no podríamos subsistir ya que con el compramos los alimentos, pagamos por un techo, estudios, etc. El dinero es una bendición que si no sabemos administrar, fácilmente se puede convertir en todo lo contrario, y el querer tener, y tener puede llegar a ser el mal de nuestras vidas "Porque la raíz de TODOS los MALES es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores" (1 Timoteo 6:10). Quizás te preguntes: ¿Dios no quiere que tengamos dinero? No, pero prueba nuestros corazones, la muestra está con Abraham, hombre sencillo al cual Dios le dio riquezas.

El amor al dinero, y todo lo que él representa no respeta principios, moral, relaciones, familias, y ha sido motivo de dolor, muerte, la cual viene desde los primeros tiempos. Uno de esos hechos fue el de Judas de entregar a Jesús por unas monedas. Hoy día el amor al dinero, y el querer tener se ha expandido como una epidemia.

También está la herencia, la cual he bautizado como la esposa del dinero. Ésta en lugar de bendecir en muchos casos, trae con ella división, rencor y al igual que su esposo el dinero no respeta principios de ninguna clase. "…los llamados reciban la promesa de la herencia eterna" (Hebreos 9:15c).

Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones (Proverbios 17:1).
El dinero es necesario, igualmente el tener, pero La Palabra dice: el amor al dinero es la raíz de todos los males, y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. El recibir una herencia es una bendición, pero el que traiga con ella división, y rencor es perdición. Superémonos sin olvidarnos que aquí estamos de pasada, y vivamos "Sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3:24). Nuestro Padre Celestial nos da el mejor regalo, el cual no se compra con dinero "La Salvación", y la mejor herencia "Vida Eterna".

"Cápsula de Inspiración"
El dinero puede comprar una cama pero no el sueño. Libros pero no la mente; una casa pero no un hogar. Medicina pero no salud; lujos pero no felicidad. Imagen pero no carácter; religión pero no la salvación.

“Cápsula bíblica"
Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú sustentas mi suerte
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado
Salmo 16:5-6

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Una iglesia sin murallas

TRANSCRIPT

Hay algo que el Señor ha puesto en mi corazón que quiero compartir con ustedes y es algo que está bien reciente en mi corazón, es algo que he sido inspirado –como quien dice, este fin de semana- para compartir esta palabra. Y créanme que no es un mensaje que no sea espiritual, yo creo que es súper espiritual este mensaje, pero quizás no voy a escuchar muchos “amén” o muchos “aleluya” pero sí yo espero que cada una de sus mentes, sus corazones y sus espíritus salgan de aquí con una convicción diferente.

Es mi deseo que usted pueda salir hoy con un sentido de estar más abierto a lo que Dios está haciendo en medio. Como nosotros hemos escuchado mucho en los últimos meses, se está hablando de esta Palabra profética de que Dios quiere hacer algo en medio nuestro, que Dios va a traer un mover nuevo aquí al área de Nueva Inglaterra. Y siempre que escuchamos esa palabra decimos “Amén”, ¿verdad? ¿Podemos decir amén a eso? ¿Qué queremos ver un mover de Dios en medio nuestro? Un mover que cubra niños, que cubra jóvenes, que cubra adultos; pero también un mover que sin duda alguna va a cubrir a toda la iglesia con “I” mayúscula por así decirlo. El cuerpo de Cristo donde quiera que se reúna sobre la faz de la Tierra.

Este fin de semana aquí en la ciudad de Boston se estuvo llevando a cabo una conferencia que se llama “Ethnical American Summit” que se estaba dando un capítulo aquí en Boston. Y esta conferencia es una conferencia donde distintos ministerios multiculturales de toda la nación se dieron cita aquí en Boston. Habían distintas personas que estaban hablando, que estaban compartiendo sus experiencias, sus perspectivas en lo que significa tener un ministerio multicultural en sus lugares de ministerio.

Y yo participé el viernes de esta conferencia. Yo se que había distintas personas de aquí de la Iglesia que también estuvieron por ahí. Yo se que mi hermana Patricia, mi hermana Damaris estuvieron bien involucradas en la combinación de este evento. Yo se que nuestro hermano Eldie Villafañe también estuvo ahí. Pero hubo algo que yo saqué de esa conferencia que yo siento una responsabilidad delante de Dios de poderla compartir con ustedes como mi Iglesia también.

Yo creo que es una revelación tangible de lo que Dios está haciendo en medio de nosotros. Hay veces que nosotros hablamos de revelación de que ha estado durmiendo y tuvo un sueño y vio esta visión así. Pero lo que yo voy a compartir con ustedes fue una visión literalmente tangible, en vivo y a todo color. Algo que se pudo tocar, algo que se pudo experimentar. Y esta conferencia estuvo basada en el texto que se encuentra en Zacarías Capítulo 2. ¿Capítulo Dios dije? [Risas] Bueno, ese capítulo es nuevo. Bueno todos los capítulos tienen a Dios ahí en el corazón. Zacarías Capítulo 2, perdón. Yo no se si ustedes han conocido a Zacarías piedras del río pero ese no es el Zacarías que estoy hablando aquí ahora.

Okay. No cogieron el chiste, ¿verdad? “Sacarías piedras del río” ¡Ah! ¡Ahora! [Risas] Libro de Zacarías en el Antiguo Testamento en el Capítulo 2. Voy a comenzar a leer en el verso 1, voy a leer los primeros 5 versos nada más. Dice: “Alcé pues mis ojos y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije ‘¿A dónde vas?’ y él me respondió ‘Voy a medir a Jerusalén para ver cuanta es su anchura y cuanta es su longitud. Y he aquí salía aquel ángel que hablaba conmigo y otro ángel le salió al encuentro y ese otro ángel le dijo “Corre, habla a este joven y dile que Jerusalén va a ser habitada sin muros o sin muros será habitada Jerusalén a causa de la multitud de hombres y de ganado en medio de ella”.

“Yo seré para ella –dice Jehová- muro de fuego en derredor y para gloria estaré en medio de ella”. Si yo fuera a parafrasear este verso lo que este verso está diciendo es que Jerusalén va a ser una ciudad sin paredes, sin murallas. Que Dios va a estar protegiendo esta ciudad como si fuera un muro de fuego alrededor de ella y que la Gloria de Dios estaría viviendo justamente en medio de esa ciudad. Tres puntos bien importantes aquí en este pasaje. Ahora déjenme ponerles en contexto del por qué quiero compartir esto hoy con ustedes.

El viernes yo tuve la oportunidad de compartir un taller en esta conferencia de Ministerios multiétnicos donde me pidieron que yo pudiese hablar de mi perspectiva pastoral y de nuestra experiencia como Congregación León de Judá en lo que han sido nuestros retos en poder tratar de levantar un Ministerio multicultural y como desde una perspectiva pastoral nosotros hemos logrado lidiar con esos retos en alguna forma u otra. Para mi eso fue un reto. Yo me dije “¡Guau! Yo creo que eso el Pastor Greg lo puede hablar mejor que yo o tal vez el Pastor Roberto Miranda”. Pero obviamente el Pastor Miranda está en Puerto Rico y el Pastor Greg tenía una conferencia ese mismo día también. Así que yo me dije “Bueno, pues me va a tocar a mí el vellón. Así que vamos a prepararnos para eso”.

El asunto es que cuando yo llego a mi salón y me dijeron que tal vez iba a tener un grupo como de 15 personas. Pues yo me preparo para un grupo de 15 personas y cuando veo que se empieza a llenar el salón y termino con 35 personas en mi salón. Y yo empiezo a notar la gente que yo tengo en el salón. Tengo un Pastor anglicano que viene de Castleberry, ¿es que se llama esa ciudad allá en Ámsterdam si no me equivoco? Viene de allá él pero que está localizado acá en Nueva Inglaterra. Tenía otro Pastor que llegó de la India también para estar en esa conferencia, tenía una pareja joven –tal vez ellos se encontraban en sus mid-twenties- que llegó de Hawaii. Tenía como nuestro querido Pastor Greg, tenía dos gringos confundidos allí también. Bueno, dos gringos y dos gringas confundidos que estaban allí que entendían muy bien el español y lo hablaban muy bien.

Uno de ellos era de San Francisco, California; otro venía de Arizona y también había un Pastor original de Méjico que está ministrando en Texas ahora. So, tenía, claro está había como unas cuatro personas afro-americanas en el salón. So, miren la amalgama de personas que yo tenía en medio de este salón. Y claro está yo un Puertorriqueño en medio de todos ellos. Cuando yo me encuentro de frente a todas estas personas, yo me dije “Señor ayúdame”. Porque yo se que el tema que me toca hablar es bien difícil y yo estoy de frente a personas que tienen experiencias y perspectivas totalmente distintas a las que yo traigo a la mesa. Así que solo te pido que me pongas en gracia para poder comunicar lo que tengo que hablar.

Miren mis hermanos, cuando yo empecé a hablar… a mi siempre me gusta la interacción y gracias a Dios, desde el principio la gente empezó a interactuar. Pero hubo un momento que yo sabía que había un comentario que yo iba a decir que en algún momento u otro iba a abrir una caja de Pandora y así mismo sucedió. Porque yo estaba hablando en un momento acerca de que muchas veces las relaciones que se dan entre hispanos y afro-americanos que en algunos momentos creemos que tenemos muchas cosas en común y sí las tenemos. Pero son cosas en común que se experimentan con historias totalmente distintas.

Por ejemplo, el comentario que yo estaba hablando tenía que ver con el tiempo de la esclavitud. Y cuando yo saqué este comentario las personas afro-americanas que estaban allí, yo se que toqué un nervio en ellos. Y aunque estas personas reaccionaron y como que levantaron la mano e hicieron un comentario y yo como que “¡Guau! Déjame ver como arreglo esto ahora”. Pero al final estas personas se me acercaron y comenzamos a profundizar un poco más el comentario que yo había hecho. Ellos entendieron que yo no lo hice con ninguna intención de ofender pero si lo que sucedió fue algo que yo entiendo que fue milagroso. Porque en esa conversación se llevó a cabo un entendimiento que si yo no hubiese dicho ese comentario, jamás nos hubiésemos podido entender.

Y tal vez usted se está diciendo, ‘Pero Pastor Omar, ¿qué fue lo que usted dijo?’ Obviamente no voy a entrar en detalles pero in a nutshell lo que yo dije fue: “Que hay veces que yo –porque yo estaba hablando de mi- puedo percibir que cuando tratamos de hacer esfuerzos de ministerio combinado con estos dos grupos particulares hay veces que nuestras historias se interponen al nosotros poder ejercer un ministerio efectivo y productivo. Porque siempre estamos con ese prejuicio: ‘Okay, si yo me envuelvo contigo, what am I going to get out of it?’ ‘¿Qué voy a sacar de esto yo?’

Y es como que viene de un prejuicio ya de los tipos de historia que nosotros tenemos. Pero no fue hasta que yo hablé con estas personas que entonces me comenzaron a decir: “Mira tú tienes que entender que que esto es una historia que está bien cercana a nuestro corazón, que está bien cercana a nuestra experiencia”. Yo lo entendí así también. Pero a la misma vez me dieron el permiso de yo poder decir que si nosotros queremos alcanzar un tipo de ministerio que sea productivo, fructífero y de acuerdo a lo que Dios quiere y lo que Dios intenciona tenemos que aprender a mirar por encima de esas historias por más dolorosas que estas puedan ser. Para verdaderamente lograr hacer conexiones entre nuestros grupos, para nosotros verdaderamente poder definir que nuestra etnicidad está medida por los valores del Reino de Dios y no tan solamente por los grupos culturales de donde nosotros venimos.

Para nosotros poder reconocer reconocer que nuestra nacionalidad está en el Cielo y no tan solamente aquí en la Tierra aunque es una nacionalidad bien real. Pero si nosotros pertenecemos al Reino de Dios y queremos ver el Reino de Dios establecido aquí en la Tierra tenemos que pensar entonces con esa mentalidad. Porque si yo sigo juzgando las cosas con lo que tengo de frente a mi los alcances que yo pueda hacer van a ser bien limitados. Porque siempre va a haber un prejuicio a través del cual yo voy a estar mirando ese tipo de experiencias. Y eso no es lo que Dios intenciona y yo he salido de esta conferencia bien convencido de eso. Estaba convencido antes pero ahora aún más.

Miren unos puntos que quiero compartir con ustedes. Cuando yo leo ese texto que dice “Jerusalén va a ser una ciudad sin muralla, que Dios va a estar en derredor de ella como un muro de fuego y que su propia gloria va a estar viviendo en medio de nosotros…” miren alguno de los puntos que yo logré sacar de toda esta conferencia y de leer o interpretar este texto. Este texto, créanme este fin de semana ha sido evaluado en muchas formas, teólogos han hablado de este texto, pastores han hablado de este texto, lideres laicos han hablado de este texto; así que yo solamente quiero compartir con ustedes hoy la porción que me tocó a mi: uno de sus pastores compartiendo esto con ustedes.

Pero el primer punto yo lo tomé del Doctor Al Padilla cuando en su presentación el viernes por la mañana él estaba diciendo que ser parte de una ciudad sin murallas- y para esto consta, vamos a hacer un cambio aquí- ser parte de una iglesia sin murallas. Lo voy a decir así. Ser parte de una iglesia sin murallas significa o implica un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que enfrentar. Un nuevo aprendizaje al cual todos nosotros nos tenemos que someter de alguna forma u otra. ¿Por qué un nuevo aprendizaje? Imagínense ustedes que si ustedes viven en una ciudad fortificada que tiene murallas a su alrededor y dentro de esas murallas hay un sistema de gobierno. Un sistema social a través del cual todo el mundo se rige y cada cual está acostumbrado a vivir de esa forma, esas murallas proveen un sentido de protección, proveen un sentido de seguridad. Todo el mundo está bien cómodo con su propia esquinita y todo el mundo vive de esa forma.

Ahora si quitamos esas murallas, ya la cosa es totalmente distinta. Porque lo que se entiende que es el sentido de protección, lo que era seguro ya no es más y tenemos que empezar a lidiar entonces con que somos una comunidad totalmente abierta, que cualquier persona puede llegar a donde nosotros estamos. Si yo les doy un ejemplo bíblico el profeta Isaías habló de esto en un momento. Isaías en el capítulo 54 los versos del 14 en adelante. Miren algunas palabras que él dice inspirado de parte de Dios. Él dice “Con justicia –hablando de Jerusalén- serás adornada y estarás lejos de opresión porque no temerás y lejos de temor porque no se acercarán a ti.

Si alguno conspirare en contra tuya lo hará sin mí. Y el que contra ti conspire delante de ti caerá. Ninguna arma forjada en contra tuya prosperará y condenarás toda lengua que se levante en contra de ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de mi vendrá”, dijo Jehová. Aquí Dios está hablando de esa dinámica de Él ser ese muro de fuego que protege a la ciudad. Qué Él es el que protege de cualquier influencia que trate de venir de afuera para destruir lo que está ocurriendo adentro. Ahora si yo leo más adelante en el capítulo 60 el verso1. Miren esto que interesante.

Dice: “Levántate y resplandece porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti porque he aquí que tinieblas cubrirán la Tierra y oscuridad las naciones más sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria”. El verso 3, aquí está la clave. “Y andarán las naciones a Tu luz y los reyes al resplandor de Tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira. Todos estos se han juntado y vinieron a ti. Tus hijos vendrán de lejos y tus hijas serán llevadas en brazos”. Obviamente Isaías está hablando de un tiempo de exilio donde está diciendo que todo el pueblo de Jerusalén va a ser reunido una vez más pero a la misma vez cuando él habla de que naciones y reyes vendrán a esta nueva luz que ha amanecido sobre Israel, está hablando precisamente de ese plan nuevo que Dios está estableciendo con esta nación.

Que va a ser una nación donde otras naciones van a llegar a ella para explorar, para disfrutar, para aprender de lo que está sucediendo en medio de esa nación. Ahora, cuando nosotros vemos esto a la luz de la Iglesia, cuando nosotros vemos esto a la luz de lo que Dios está queriendo hacer aquí en medio de Nueva Inglaterra, esto tiene muchas implicaciones mis hermanos. Porque eso significa que cuando nosotros oramos y pedimos que Dios traiga avivamiento aquí en este lugar, que Dios traiga avivamiento en esta reunión o en esta región y nosotros decimos “Amén” a eso, ¿verdad? Siempre que oímos esa palabra es como que “¡Sí, amén! ¡Que venga avivamiento!” y todo se va en fiesta cuando decimos eso. Pero es bien importante entender, mis hermanos, que el avivamiento de Dios no viene a una iglesia local tan solamente. Lo que Dios quiere hacer no es tan solamente con una iglesia local. Lo que Dios quiere hacer es con un cuerpo mayor. Lo que Dios tiene intencionado abarca a mucho más de lo que es León de Judá.

León de Judá es tan solamente una milésima parte de lo que Dios quiere hacer en una región aún mucho mayor. Y eso tiene grandes implicaciones para nosotros como iglesia. Porque eso implica que para nosotros poder ser parte de ese plan mayor tenemos que entender primero como se aplica esa idea de ser una iglesia sin murallas. De ser una iglesia cuyo sistema está abierto a una total revolución y renovación de parte de Dios para nosotros aprender lo que significa vivir dentro de ese sistema. Y esto es algo bien difícil porque a ninguno de nosotros nos viene natural el ajustarnos a esos cambios. A ninguno de nosotros se nos sale natural exponernos a personas que no conocemos. Personas de distinto color de piel, personas con un acento distinto en su voz, personas con olores a gardenia y personas con olores a basura.

Se nos hace bien difícil ajustarnos a todas esas dinámicas. Más sin embargo si somos una iglesia sin murallas vamos a ser expuestos a eso. De alguna forma u otra van a llegar personas aquí a este lugar que Dios las va a traer, mis hermanos, yo lo tengo que decir así, Dios las va a traer. En alguna forma u otra esas personas van a empezar a llegar aquí y nosotros como iglesia tenemos que estar listos y preparados para saber como lidiar con esas nuevas multitudes que llegarán aquí.

Miren, yo les doy un ejemplo. Esto es acabadito de sacado del horno. ¿Cómo quieren el pan? ¿Lo quieren francés, lo quieren italiano? ¿De qué sabor lo quieren? Miren esto. Yo se los tiro y ustedes le ponen la mantequilla o la jalea como ustedes quieran. Miren esto, yo comparto esto, mis hermanos no porque es que me las quiero echar pero comparto esto porque yo creo que fue una respuesta de Dios inmediata a lo que yo prediqué esta mañana. Cuando yo me bajo del altar voy arriba me empiezo a comer mi guineo o mi banana, como mejor ustedes entiendan. Voy allí y de repente llega esta hermana, corriendo a mi oficina: “Pastor tenemos un muchacho allí abajo que necesita ayuda, que necesita coger un taxi y no tiene dinero. A ver si usted puede bajar y ayudarlo”. Y yo “¡Guau! Okay” y cuando voy así bajando con ella, ella me dice: “Parece que el muchacho le dieron, alguien lo golpeó, el muchacho no se ve muy bien”. Y yo me imaginé tal vez tenía un tajito o algo, el muchacho.

Entonces cuando llego aquí a la escalera me encuentro con un muchacho que tenía el ojo totalmente apagado, un tajo aquí en la frente, sangre por la nariz, sangre en la oreja y solamente tenía una camisita de hospital azul de plástico. Y él estaba ahí sentado. Cuando yo me le acerco y lo toco el muchacho estaba frisado porque estaba loco allá afuera tratando de conseguir una guagua y la guagua no lo dejaba entrar. Estaba tratando de conseguir un taxi pero nadie lo ayudaba a conseguir un taxi. Y esta muchacha de la iglesia lo vio allá afuera medio desorientado y que fue lo que hizo: “Déjame traerlo a la iglesia para ver si alguien lo puede ayudar”. Y ¿quién es el primero que la muchacha encontró? El Pastor Omar.

Aquí entonces, mira a mi me estuvo bien curioso esto, la muchacha me dice “Pastor lo dejo ahí entonces para que practique lo que predicó hoy”. [Risas y aplausos]. ¿Verdad que sí Fabio? Mira que interesante esto, mis hermanos, yo creo que Dios tienen un sentido de humor y la gente también. Yo amo a mi gente, definitivamente. [Risas]. El asunto es que yo estaba hablando con Bruce entonces y yo “Bruce, ¿tienes el dinero para ayudar a este muchacho? A ver si hacemos un serrucho entre tú y yo”. Yo tenía como ocho dólares y Bruce me dio uno de 20 y yo le di los 8 y yo cogí el de 20 y voy para allá abajo a hablar con el muchacho [Risas].

Cuando estamos ahí que yo me acerco, yo no se, hubo algo que me compungió mi corazón. Yo empiezo a hablar con este muchacho, le pregunto su nombre se llama César, así que oren por César. Estoy ahí hablando con él y le empiezo a preguntar “César, ¿qué pasó contigo?” Y él me explicó que anoche después que salió del trabajo salió con unos amigos a darse un par de cervezas y cuando salió una ganga le cayó encima y le agolpearon y le dejaron tirado en la calle y después de eso él no se recordó que más pasó. So, él estaba aquí tratando de coger un taxi porque él estaba bien cansado, bien adolorido y quería llegar a su casa. Yo le dije “Bien, pues vamos a ver, ¿Cómo consigo un taxi?”. Busco un número y empiezo a hablar y de repente me puso con Fabio y le digo “Fabio, ayúdame a ver si podemos conseguir a alguien que viva en East Boston que lo pueda llevar allá”.

So en el ínterin de tiempo, yo cojo al muchacho y lo traigo aquí a la antesala y sigo hablando con él, sigo hablando con él y yo me doy cuenta que el muchacho estaba como que temblando de frío. Obviamente, imagínense una camisita de hospital, así de plástico finita. Y yo de repente me digo “¡Guau! Señor, ¿Qué yo puedo hacer con este muchacho ahora?” Y yo tenía, los que se recuerdan esta mañana, yo tenía un sweater verde por encima de esta camisa, y es uno de mis sweaters más favoritos. Era, era uno de mis sweaters favoritos. Tengo que recalcar eso. Era. [Risas]. Alguien lo está disfrutando ahora. Pero, mis hermanos, fue eso de verdad. Yo honestamente, yo voy a hacer esta confesión. Desde la primera vez que yo vi al muchacho me pasó esto por la cabeza “Pásale tu sweater” y yo “No”. ¿Saben por qué yo dije que no? Porque eso ya me había pasado aquí en esta iglesia anteriormente cuando yo empecé.

En mi primer año aquí en la iglesia yo recuerdo que mi esposa me había regalado un jacket de lluvia bastante chévere. Deportivo como a mi me gusta. Y yo recuerdo que hubo un día que se acabó el segundo servicio y llegó una persona una persona de afuera de la calle y yo se que estaba borracho y como que se empezó a poner medio violento. Y el tipo se me acercó y miró mi jacket y me dijo “Oye, me gusta ese jacket”. Y yo “¡Ah! ¿Te gusta? Toma”. Me lo quité y se lo di y después me arrepentí. [Risas]. Como tres días después veo al muchacho por ahí por la calle caminando con mi jacket cubriéndose. Y yo “Señor, fíjate, Señor, que lo disfrute”.

Pero la cosa fue que cuando me encontré con César aquí también me pasó lo mismo, mis hermanos. Y yo quiero que entiendan lo que estoy diciendo porque yo me sentí incómodo. Hubo una parte mía que se sintió incómoda. Yo sabía que era Dios el que me estaba inquietando a yo poder hacer eso con una persona que lo necesitaba. Y estaba diciendo “O le doy el sweater o le doy la chaqueta, ¿cuál de los dos le va a funcionar más?” Miren, pregúntenle a Fabio. Fabio estaba conmigo. “Mira, toma el jacket”. Se lo pusimos, lo ayudamos porque él casi ni podía mover las manos, los vestimos, le traemos un cubo. En lo que entonces llegaba mi hermano Salomón, mira como funciona el cuerpo de Cristo, que él se ofreció para llevarlo allá. Lo llevó hasta allá, hasta East Boston. [Aplausos]. Pero miren como funciona. Miren como funciona este mensaje que yo estoy comunicando ahora mismo con cada uno de nosotros mis hermanos.

Que las cosas que Dios quiere hacer, no necesariamente es un avivamiento espiritual de “¡Ah! ¡Qué rico se siente! Y los pelos se esmorusan y uno habla lenguas por allá, y el otro profetiza por allá, y uno es sanado por aquí y de repente se oye de un milagro por allá. Amén. Gloria a Dios por eso que suceda”. Pero las cosas sobre naturales que Dios también quiere hacer es precisamente eso que pasó esta mañana. Que llegue gente adolorida, que llegue gente dañada por la sociedad. Gente que ha sufrido injusticias de la sociedad y que lleguen aquí y que puedan encontrar un tipo de refugio y que se encuentren con un hombre o con una mujer que está dispuesto a quitarse su camisa y dársela o que está dispuesto a faltar a parte del servicio por llevar al muchacho allá a East Boston y volver otra vez. De eso es lo que se trata lo que Dios quiere hacer en medio de nosotros. Ahora estoy hablando del contexto hispano nada más. Pero lo que Dios quiere hacer trasciende culturas. Trasciende grupos étnicos.

Y aquí es donde yo también entiendo que muchas veces se pone difícil para nosotros. Cuando hablamos de avivamiento, Dios quiere avivar a su iglesia. Dios quiere avivar a hispanos, Dios quiere avivar a afroamericanos, Dios quiere avivar a asiáticos, a brasileños, a españoles. Dios quiere avivar a todas las naciones y culturas representadas alrededor del mundo entero. Y para eso nosotros como iglesia tenemos que estar preparados. Porque eso no nos va a venir, así, demasiado fácil. ¿Saben qué? Esas injusticias es uno de los prejuicios que nosotros también tenemos que sobrepasar. Porque muchas veces aunque estamos hablando de grupos minoritarios, nosotros mismos hemos tenido tertulias o percances con esos mismos grupos hispanos. Particularmente en la comunidad más joven. Hay veces, jóvenes hispanos que están en peleas con jóvenes afroamericanos o jóvenes asiáticos que también están en peleas con jóvenes afroamericanos.

Y muchas veces para poder tratar de edificar esos puentes hay que sanar las heridas que las injusticias han causado a lo largo de esos y cada uno de esos grupos. Y eso no es nada fácil, mis hermanos. Cuando hablamos de un nuevo aprendizaje, significa precisamente eso. Como me pasó en ese taller el viernes. Que podamos tener conversaciones difíciles con aquellos que tal vez nos han herido o tal vez nosotros hemos herido y poder tratar de aclarar esos malos entendidos para entonces podernos identificar como una etnia, con un mismo sentido, con un mismo valor que es el valor del Reino de Dios.

Es posible llegar ahí pero va a requerir sacrificio de ambas partes o de todas las partes. Porque si esto no es algo que está en la visión comunal de nosotros como cuerpo, de nosotros como iglesia, entonces no vamos a poder llegar muy lejos. Miren esto. Este es otro punto que les quiero decir. Parte de vivir como una iglesia que no tiene murallas y la gloria de Dios viviendo en medio de ella, tenemos entonces que depender aún más que nunca de esa nutrición, de esa alimentación que recibimos del poder de Dios. Si esa gloria de Dios está viviendo en nosotros, esa misma gloria de Dios es la que nos enseña a saber como vivir los unos con los otros dentro de estas cuatro paredes. Y miren que eso hace falta también.

Porque si queremos buscar unidad con otros grupos étnicos y culturales tenemos que aprender lo que es la unidad dentro de nosotros mismos como iglesia. Y eso es algo que es bien intencionado mis hermanos. De nada vale que nosotros gastemos esfuerzos y energía en buscar la unidad con otros grupos, con otras iglesias si nosotros aquí como iglesia no aprendemos lo que significa vivir en unidad. Y tal vez usted dice “Pero Pastor eso se da aquí en la iglesia. Mire”. Sí se da en la iglesia, sí se da en la iglesia. Pero si son un ministerio peleando con otro ¿a quién le dan más atención que quien? O que si llega una persona nueva y uno entonces empieza a defender su territorio cuando verdaderamente no es su territorio. Pero es como si “¡Guau! Cuidado, espérate, esta persona me va a quitar el puesto ahora. Cuidado ahora, entonces” Y uno empieza como que a actuar así como que defensivamente.

O si aquel que no me saludó y se cree que es una iglesia de mucho amor y de mucha paz y… ¡Eh! Ni Walter Mercado hace eso. Pero miren mis hermanos, es bien importante que nosotros podamos entender que ese espíritu de unidad tienen que estar bien activo y bien genuino en nosotros primero que nada para entonces nosotros poder nutrir ese mismo mover con otros grupos a nuestro alrededor. Déjenme seguir poniendo otra cosa aquí en contexto. Otra de las personas que hablaron este viernes fue el Pastor Bishop William Thompson que es el Pastor principal de la iglesia Jubile. ¿Cuántos de ustedes conocen la iglesia de Jubile aquí? ¿La conocen verdad? Una iglesia predominantemente de afroamericanos pero es una iglesia multicultural también.

El asunto es que mientras él estaba hablando precisamente acerca de este pasaje de Zacarías una de las cosas que él sacó de ahí es que para nosotros lograr ser una ciudad sin murallas, gobernada y protegida por el Señor y donde la gloria del Señor se manifieste en medio de ella nosotros tenemos que aprender a como compartir necesidades comunes que tengamos un grupo con el otro. Me explico y lo voy a hacer bíblicamente. ¿Se recuerdan? Ya que hemos estado predicando del Libro de los Hechos. En el Libro de los Hechos, capítulo 2. Una de las cosas que se menciona en el verso 44 dice: “Y todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas”. Eso es clave: ‘tenían en común todas las cosas’.

“Vendían sus propiedades y sus bienes y los repartían a todos según la necesidad que tenía cada uno”. Un poquito más adelante. Capítulo 4, verso 32. Dice: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y de un alma. Y ninguno decía suyo nada de lo que poseía sino que tenían todas las cosas en común”. Una vez más, está enfatizando el hecho de que todos tenían todas las cosas en común. Cuando yo estoy escuchando al Pastor Thompson hablar y él dice que nosotros como iglesias tenemos que aprender a como suplir nuestras necesidades. Esas necesidades que están en común unos con los otros. Él mencionó algunas. Y la primera que él mencionó es como nosotros como iglesia podemos ayudar a reducir lo que es la violencia de jóvenes en nuestras calles. Las calles de nuestros vecindarios.

Que muchas veces nos limitamos a orar y orar y orar aquí dentro de la iglesia pero es bien poco lo que hacemos cuando nos vamos allí afuera y tratamos de involucrarnos más con la comunidad para buscar la forma de reducir esos casos de violencia que se da entre nuestra juventud y nuestra juventud hispana con la juventud de otros grupos culturales, también. Otro punto que él mencionaba también es como juntos podemos trabajar en el mero hecho de poder impactar los sistemas políticos de esta nación para que puedan haber leyes que sean mucho más justas, que puedan alcanzar a una población inmigrante que sigue creciendo, creciendo y creciendo en medio de esta nación.

Inmigrantes minoritarios que se dividen en distintos grupos culturales. Ahora eso no implica que al nosotros envolvernos con otras iglesias, con otros grupos y ministerios, eso no implica o significa que nosotros dejemos de ser el tipo de iglesia que somos. Que nosotros, entonces, descuidemos el grupo hispano solamente por atender a otros grupos. ¡No, no, no! Yo entiendo que el propósito de Dios es que nosotros seamos una iglesia hispana y que podamos atender a las necesidades de nuestra comunidad hispana. Pero también yo entiendo que Dios nos está moviendo a hacer un poco más allá de eso y nosotros poder reconocer que somos parte de un grupo mayor que está ahí afuera. Y no es cualquier grupo. Estamos hablando que es la iglesia. Y Dios quiere que nosotros trabajemos con esas otras partes del cuerpo de Cristo, también.

Que podrán ser de un color distinto, que podrán tener un tono de voz distinto al suyo, que tal vez uno es más alto, otro es más bajito. Pero ¿Saben qué? Eso lo tenemos aquí ahora mismo así que hemos tenido una buena práctica para podernos conectar con esos otros grupos. Yo entiendo, mis hermanos, y estoy totalmente convencido de esto: que hoy más que nunca Dios está llamando a la iglesia. A que nosotros podamos aprender a estrechar nuestros lazos aún más. Yo decía esta mañana, compartía con el grupo esta mañana, donde yo vivo en Randolph en mi calle. Es bien interesante porque al frente mío yo tengo un policía de la ciudad de Hamilton que es anglo, totalmente blanco él. Le gusta ir de cacería, obviamente es policía. A cada rato me dice “me voy a ir allá a mi cabaña en Maine y me voy a trepar en un árbol a esperar que pase un venado por ahí”.

Él me dice que pasa horas trepado en ese árbol esperando que pase un venado y hay veces que no pasa ninguno. Ese es mi vecino que tengo justamente al frente. Un poquito más adelante tengo una familia de afroamericanos también que los tengo ahí, al lado mío tengo una familia colombiana que hemos establecido muy buenos lazos con ellos. Los amamos mucho. Ahí va para los colombianos. Entonces detrás de mi tengo una familia puertorriqueña. Allá de Mallagüé, de los jibaros de Mallagüé y en el verano la verdad que es interesante porque prenden el radio, acogen de él con salsa y yo tengo salsa ahí de gratis. Y hay veces que yo me digo, que no es que no me guste la salsa pero tú sabes “escucha tu música allá y yo escucho la mía acá, bajito, acá… cada cual” pero esos son mis vecinos en la parte de atrás.

Al otro lado, tengo una familia asiática que creo que son coreanos y yo no se pero cuando Estados Unidos estaba celebrando el 4 de Julio el Día de la Independencia, tres semanas después a ellos les dio por celebrar la independencia de Corea. Y de repente a las 9 de la noche yo oigo fuegos artificiales ahí que salen y yo “Rayos, se acabó el mundo. Llegó Cristo y yo me quedé”. Y cuando yo salgo y me asomo a la parte de atrás tenía esta familia de asiáticos que literalmente había como 100 personas en ese patio allá detrás. Y estaban tirando fuegos artificiales y había un dragoncito por ahí corriendo, y tantas cosas. Y yo lo único que podía decir era “Señor que no se levante Lucas, por favor”.

Y un poco más abajo también, tengo una familia de jamaiquinos que cuando a ellos les da con hacer fiestas, ellos se tiran la fiesta con todos los pavos. Hasta alquilan un Moon Walking y lo ponen allí y eso música con altoparlantes, no es un radio, es música con alto parlantes. Así que eso es una descripción de mi vecindario. ¿Saben lo que a mí una vez me cruzó por la mente? Qué interesante sería pedirle a la ciudad de Randolph un permiso para cerrar la calle y hacer un barbacue entre todas esas personas. [Aplausos] Suena bien romántico, yo se que eso suena bien romántico pero ¿saben qué difícil sería poder hacer eso? Sería algo bello y hermoso, pero ¿saben lo que es que cada cual contribuya algo al plato, al barbacue? Que los jamaiquinos traigan algo, que los afroamericanos traigan algo, los puertorriqueños traigan algo, los colombianos, el americano que traiga un canto de venado y lo ponga en el barbacue.

Sería algo bien interesante, mis hermanos. Pero miren, todo esto lo estoy diciendo porque de nuevo, mis hermanos, yo veo cada vez más y más que si nosotros queremos recibir ese mover de Dios en medio de esta región. Si nosotros queremos verdaderamente ver la mano de Dios obrando nosotros tenemos que aprender no tan solamente a como vivir nosotros como iglesia local sino aprender nosotros a vivir como iglesia local en relación con otras iglesias. Martin Luther King creo que fue el que dijo –no voy a decir ‘I have a dream’ ahora, no voy a decir eso- pero quien sabe yo también tengo un sueño. Pero Martin Luther King en uno de sus discursos, él dijo una vez que el domingo a las 11 de la mañana es el momento cuando el cuerpo de Cristo está más segregado. Miren eso. Eso duele, mis hermanos, eso duele. Yo oigo una frase como esa y me pincha el corazón por así decirlo.

Porque el cuerpo de Cristo si verdaderamente quiere estar unificado pues tiene que hacer precisamente eso. La palabra segregación no puede caber en el vocabulario del cuerpo de Cristo. Y de nuevo yo vuelvo y digo: aunque cada grupo cultural tiene el llamado de ministrar a su grupo en particular, yo creo que Dios llama a eso a cada grupo cultural aquí en medio de esta nación porque funciona como un refugio también para nosotros, también que estamos aquí. Nuestras experiencias compartidas, podemos ser ministrados dentro de este cuerpo. Pero a la misma vez la visión y el plan que Dios tiene sobrepasan a todas esas cosas. Para nosotros poder aprender a trabajar con otras partes del cuerpo. Lo hemos predicado aquí, Primera de Corintios 12, cuando estamos hablando de que ninguna parte del cuerpo le puede decir a la otra “no te necesito” o “tú no eres parte del cuerpo”. ¡No! Todos somos parte del cuerpo. Por más grande o más pequeña que sea.

Por más importante o insignificante que sea su función es todo parte del cuerpo y nos necesitamos los unos a los otros. En la misma forma ocurre con la iglesia, el cuerpo de Cristo aquí en la región de Massachusetts, de Nueva Inglaterra y también alrededor de toda la nación y aún alrededor de todo el mundo. Y esas otras partes del cuerpo de Cristo, mis hermanos, tienen colores y olores y sabores que tal vez a nosotros no nos van a gustar. Pero yo se que Dios nos llama a poder a trabajar, interactuar con esos colores, con esos sabores y con esos olores.

Si queremos verdaderamente ver el mover de Dios en medio de nosotros tenemos que abrir nuestros horizontes a esas dimensiones también. Al yo poder reconocer los dones que Dios tiene en Jubile y que nosotros no somos más que ellos, al yo poder reconocer los dones que están en el Boston Evangelical Chínese, Boston Chínese Evangelical Church, que yo pueda ver los dones y los talentos que Dios ha puesto en ellos y como esos dones y esos talentos se complementan los unos a los otros para traer ese mover de Dios en medio nuestro y que entonces juntos nos podamos mover en lo que sea que Dios quiere hacer en medio de esta región. Yo no se ustedes pero yo a eso le digo un “Amén” bien grande.

Déjenme cerrar con esto, mis hermanos, voy a cerrar con esto: yo creo que la parte más bella y más hermosa de todo esto, aunque hay una parte que es bien difícil, claro está, el mero hecho de tener que lidiar con esa incomodidad del momento, del proceso; pero esa incomodidad trae esperanza y la esperanza nunca avergüenza, como dice la palabra de Dios. Y esta esperanza lo que me da a entender a mi es que al nosotros aprender a hacer eso, el nosotros aprender aprender a vivir con otros grupos culturales, con otras iglesias, el nosotros aprender a rozarnos los hombros con ellos, el nosotros aprender a adorar con ellos. Yo no estoy diciendo adorar como ellos, estoy diciendo aprender a adorar con ellos. Porque no significa que ahora mis hermanos hispanos empiecen a actuar como los afroamericanos o que los afroamericanos empiecen a actuar como los coreanos.

Yo no estoy diciendo eso. Yo lo que estoy diciendo es que aprendamos a reconocer quienes somos pero a la misma vez ver que lo que Dios quiere para nosotros sobrepasa cada una de esas cosas. Y el nosotros aprender a vivir eso, ¿saben qué? Nos da un vislumbre de lo que nosotros vamos a experimentar en el Cielo. ¿Se recuerdan de la Palabra de Apocalipsis libro 7 verso 9? Voy cerrar aquí. Dice: “Después de esto miré y he aquí una gran multitud la cual nadie podía contar de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas que estaban delante del Trono y en la presencia del cordero vestido de ropas blancas y con palmas en las manos clamaban a gran voz diciendo: ‘la salvación pertenece a nuestro Dios que está sentando en el Trono y al cordero’.

¡Que bello y precioso va a ser ese momento en el Cielo cuando todos nosotros nos encontremos junto a esa multitud aclamando, bendiciendo y adorando a ese Rey de reyes y Señor de Señores! ¡Qué lindo será, ¿verdad?! Pero por qué esperar al Cielo cuando lo podemos hacer aquí. ¿Por qué mejor no traemos un cantito de Cielo y lo hacemos presente aquí con nosotros? Voy a cerrar con esto: I have a dream, por así decirlo. I still have. Pero hace unos meses atrás nosotros los Pastores aquí fuimos a participar en un Pastors Prayer Summit, una convocatoria de oración que sucede todos los años de distintos pastores de aquí del área de la región. Pastores anglosajones, afroamericanos, hispanos, asiáticos, jóvenes y viejos. Habían allí, no se, como tal unas 80 casi 100 personas que llegaron allí más o menos.

Estaba ese grupo y el asunto es que yo estoy allí sentado y yo empiezo a prestarle atención a las oraciones que están diciendo. Y empiezan a orar bien intenso diciendo “Señor trae avivamiento a la región de Nueva Inglaterra, trae avivamiento a nuestras iglesias, trae avivamiento a nuestros jóvenes, a nuestros ancianos. ¡Oh! Que nuestros ancianos tengan sueños y nuestros jóvenes visiones”. Pero el asunto es que en medio de todas estas oraciones yo estoy así sentado en la parte de atrás y yo recibo esta impresión, esta palabra que me dice “Mira lo que mi Padre está pidiendo yo lo quiero dar, pero no están listos para recibirlo. Porque no están unidos”. Una vez al año sacan tiempo para venir reunirse y orar pero después de esto cada cual por su lado otra vez.

¿Cómo yo puedo traer lo que yo quiero hacer verdaderamente si todavía no está esa cohesión, esa fusión de todas esas energías en una forma bien genuina y constante que se pueda mantener? Que no sea algo por un mero evento de un día nada más y después el resto del año cada cual por sus esquinas. Y mientras yo estaba como que reflexionando en esa palabra, de repente vino otra cosa así a mi mente que me dijo: Imagínate un día –y yo comparto esto con usted- Imagínense un día donde todos los templos estén vacios pero la iglesia esté llena. ¿Entendieron? Un día donde todos los templos, edificios, estén vacios pero que la iglesia esté llena, reunida, unánime en un mismo lugar. Óigame, yo no se usted, pero eso es como revivir ese momento cuando Martin Luther King logró reunir a todas esas personas de todos esos lugares con ese mismo discurso diciendo “Yo tengo un sueño”.

Donde todos los hombres y mujeres, no importando el color de su piel o su trasfondo cultural puedan ser considerados como uno solo. Yo me puse a pensar Señor el Kiddy Garden no me puede aguantar, no puede aguantar esa iglesia. El Gillette Stadium ¿Qué capacidad tiene? 60 y pico de mil personas, no puede retener a esa iglesia. El Boston Common, maybe. Pero van a tener que cerrar un par de calles para poder aguantar a la Iglesia. Yo no se ustedes mis hermanos, pero y deseo y anhelo ver ese día cuando Dios verdaderamente derrame todo su poder porque su iglesia está verdaderamente unidad, preparada para recibir lo que Él tiene.

Ese momento se acerca. Yo estoy seguro que ese momento está más cerca ahora que nunca. Pero nosotros tenemos que concientizarnos en una forma mucho más intencional y mucho más profunda de verdaderamente poder ver a través de esos paradigmas de vida que muchas veces nos han separado el uno del otro por demasiado tiempo. Y pedirle a Dios que nos de la gracia para saber como sanar las heridas de las injusticias que se han causado a lo largo de todos estos grupos y poder ministrar con la paz que solamente Dios da. Que no nos miremos los unos a otros de acuerdo a las historias de vida que nosotros hemos tenido sino que nos veamos cada uno de nosotros a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.

Esa historia tiene mucho más peso que cualquier otra. Y consta que no le estoy quitando valor a las historias individuales de cada cual pero la historia de Dios se da por encima de cada una de ellas. Yo les animo, yo les exhorto a que cuando usted salga de aquí, tal vez usted no sale hoy con su pelo emborrizado o no sale brincando en una patita pero yo quiero que usted salga de aquí con un sentido de convicción. Que cuando usted salga de aquí salga orando pidiendo al Señor: “Señor enséñanos a como ser ese tipo de iglesia que Tú quieres que seamos. Enséñame a como yo poder intencionalmente conectar mejor con mi prójimo como Tú pides. No importando su color de piel, o la música que oye o la comida que come. Pero que yo pueda buscar la forma de conectar con ellos en una forma más intencional y directa.

Ayúdame Señor a que cuando se me aparece alguien así al frente que está necesitado, que esta dolido, que esta sangrando literalmente, ayúdame a no echar mi mano para atrás. Sino a poder dar y contribuir a esa necesidad. Ayúdanos a ser ese tipo de iglesia que cuando Tú nos muevas a hacer esfuerzos en conjunto con otras iglesias con otros grupos, mira que no nos quedemos atrás como que ‘¡Ah! Pero eso es mucha cosa. No, hay mucho tráfico, no va a haber parking’. Mire por encima de esas cosas y vea las posibilidades de lo que Dios puede hacer. Yo lo creo mis hermanos, que Dios está al borde de hacer algo grande pero nosotros nos tenemos que poner las pilas. No tan solamente ponernos las pilas a nivel personal, de como nosotros podamos responder al llamado de Dios en nuestras vidas, que como que nos tenemos que ajustar. Tiene que haber un aprendizaje a nivel interno de como los valores y los principios de Dios se cimentan en nosotros.

Pero también tiene que haber una transferencia de cada una de esas cosas a nuestro exterior y como Dios nos llama a conectar con esas otras personas que tenemos a nuestro alrededor. Que Dios nos ilumine, mis hermanos, a saber como tener conversaciones difíciles con otros. Aun con la misma comunidad homosexual, porque esto está en el meollo. Que hay veces que los tratamos como que ¡Ah para afuera con esa gente! Pero mire que Dios nos ayude a nosotros a tener la gracia y la sabiduría de sabernos sentar en una mesa y no necesariamente back down de nuestros principios pero sino saber como hizo Jesús que se sentó con un saqueo, que dejó que una prostituta le lavara sus pies con lágrimas y los secara con sus cabellos y él seguía siendo Jesús.

Que Él nos enseñe a nosotros a como hacer eso. Que nos podamos sentar con otros que son diferentes, que piensan diferente a nosotros. No bajándonos de los principios y los valores que dominan en nosotros. Esos valores del Reino del Dios pero si aprendiendo a compartir una comida con ellos. Aprendiendo a como tener una conversación, aprendiendo a que lo mas seguro es que tiene que haber un momento donde yo tenga que callar para poder escuchar la historia del otro, la perspectiva del otro y también pidiéndole a Dios la gracia donde ese otro lado va a tener que callar y poder escuchar mi perspectiva y mi historia. Para que al fin de todas las cosas, mis hermanos, podamos vivir a la luz de la historia que Dios está haciendo con cada uno de nosotros.

Vamos a ponernos de pie y vamos a orar. ¡Oh, Señor Jesús te damos la gloria y la honra solamente a ti Padre! Yo te doy las gracias por Tu palabra, yo te doy las gracias por lo que Tú estás haciendo en medio de esta región, Señor. Yo te doy las gracias por esta iglesia, Congregación León de Judá, por las cosas tan bellas y tan hermosas. Lo que Tú has hecho, lo que Tú estas haciendo y lo que Tú vas a seguir haciendo en medio de nosotros. Pero a la misma vez, Señor, yo ahora en conjunto con cada uno de mis hermanos y hermanas te rogamos Jesús que Tú nos enseñes a ser esa iglesia sin murallas. Enséñanos a ser esa iglesia donde Tú eres quien nos protege como un muro de fuego alrededor de nosotros.

Ayúdanos a ser esa iglesia donde Tu gloria está tan activa y tangible en medio de nosotros que podamos entonces conectar con esas otras personas a nuestro alrededor que llegarán a esta luz. Que llegarán a experimentar esta gloria Jesús. No es una gloria que Tú tienes limitada para nosotros nada más, sino que es una gloria que Tú quieres invertir sobre Tu iglesia, Tu cuerpo, Señor. Sobre esta ciudad, sobre este estado, sobre esta región, sobre esta nación y aún alrededor del mundo entero donde se reúna ese mismo cuerpo, Señor.

Padre me llena de sumo gozo el poder saber que a la misma vez que nosotros estamos esta oración hay otras personas, hay otras iglesias en otras partes del mundo que están orando por lo mismo, Señor. Precisamente en este mismo momento, Señor. Que están orando por nosotros en Australia, que están orando por nosotros en Italia, que están orando por nosotros en Sudáfrica o en India, o en Corea y así mismo nosotros estamos orando por cada uno esas partes del cuerpo allá en esos otros lugares. Pare enséñanos, abre nuestros ojos, ayúdanos a concientizarnos a como es que Tú quieres que podamos vivir. Que si podamos fomentar la unidad entre nosotros mismos aun más y que Tú abras nuestros ojos para poder ver los momentos que estamos siendo injustos los unos con los otros.

Podernos perdonar, mi Dios y podernos abrazar para poder seguir trabajando juntos en el llamado que tú tienes para nosotros como iglesia. Como iglesia local y a la misma vez, ayúdanos, Señor, danos el discernimiento para saber también como sanar esas injusticias que se han dado con otros grupos culturales, con otros grupos minoritarios para saber entonces como vernos a la luz de los valores de tu Reino, Señor. Que podamos medir nuestra historia con la historia que Tú estás haciendo en medio nuestro, Señor. ¡Oh Padre! Queremos ver tu gloria manifestarse aquí en esta regió, Señor. Que tu gloria se manifiesta en todos los ámbitos, Señor, de nuestras vidas, de nuestras familias, de nosotros como iglesia. Enséñanos Jesús a responder a tu llamado. De ser una ciudad, de ser una nación, de ser un cuerpo sin murallas cubierto, protegido y ungido por Ti, Señor.

Bendecimos a nuestras iglesias hermanas aquí en esta comunidad, aquí en esta ciudad, Señor. Sean del color que sean, sean del trasfondo que sean y pedimos que tu gracia y poder se manifieste en cada uno de ellos también. Enséñanos a vivir juntos en armonía como Tú intencionas para este tiempo, Señor. En tu nombre Jesús oramos y te bendecimos y te damos toda la gloria y toda la honra solo a ti, Señor. Amén y amén.

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Se busca un intercesor

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Vamos a la Palabra de Dios, vamos a Ezequiel Capítulo 22 versículos 30 y 31. Me gusta decir, me encanta recalcar y casi siempre yo puedo –raras son las veces que no sigo a la intervención del Pastor Omar que no tengo que hacer esta aclaración. Mis hermanos nosotros no nos combinamos, no tenemos el tiempo para combinarnos y aún si nos combináramos dañaríamos la sopa. No nos combinamos. Pues, cuando el Pastor Omar hizo esas entrevistas ahorita, preguntándonos ‘¿Por cuál tierra está usted intercediendo?’ Y ‘¿Cuál es su gigante?’ Yo pensé en esta Palabra que el Señor me dio para compartirles a ustedes en esta noche.

Y mis hermanos, mientras estamos buscando esta escritura, Ezequiel Capítulo 22 versículo 30, recuerden esto: Nunca subestime el alcance de su oración intercesora. En particular por cosas grandes, por cosas inalcanzables se supone y por más grande que sea el tema. Muchos de ustedes –una hermana mientras el Pastor Omar estaba entrevistando los hermanos, una hermana ni siquiera esperó que el Pastor la entrevistara y dijo: “La tierra por la cual estoy intercediendo es por la República Dominicana. Estoy aquí, estoy aquí para interceder por ese pueblo”.

Imagínese la hermana María intercediendo por todo el pueblo de la República Dominicana, toditos. ¿Se imaginan? ¿Cuántos dominicanos hay aquí? Y eso es una fracción. ¡Por toda esta gente y más! Y otros “Estoy orando por Boston”. Imagínense que gigantesco todo el nudo que es el gobierno, la infraestructura, el sistema escolar, el sistema de salud, la diversidad de familias… todo el registro de pecados que es la ciudad de Boston. Y usted se atreve a interceder por ¡Boston! My Godness! ¡Dios mío, que atrevido este pueblo! Qué atrevido, orando por esos temas gigantescos. Por la injusticia en el sistema escolar.

Algo que la gente todavía está estudiando. Una administración tras otra y nadie lo puede arreglar. Por más de 50 años. Nunca subestimen el alcance, mis hermanos, de sus oraciones. ¿Sabes por qué? Grandes cosas acontecen cuando el pueblo de Dios ora e intercede. Y a la vez suceden graves consecuencias cuando dejamos de interceder. Grandes cosas acontecen cuando intercedemos y cuando dejamos de interceder eso también invita a consecuencias. Intercedamos. La Palabra del Señor declara así:

El Señor hablándole a Ezequiel le dice: ‘Y busqué entre ellos, hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mi a favor de la tierra para que yo no la destruyese y no lo hallé. Por tanto derramé sobre ellos mi ira y con el ardor de mi ira lo consumí. Hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza’, dice Jehová el Señor. Horrible. El veredicto de un juez. Uno siente el martillo del juez dando sobre su escritorio y el Señor de ahí va desatar juicio no sobre cualquier pueblo sino sobre su pueblo amado. Dios no tiene alzación de persona y eso me da paz. Eso también te da paz, ¿sabes por qué?

Hermanos, ustedes que estaban aquí orando por injusticias que han sufrido, sepan algo: El Señor no tiene “nene lindo”. El Señor es un Dios de justicia. Su palabra es justicia y se cumplirá. Pero antes de esto hay un proceso. Antes de que el Señor visite este pueblo con juicio o cualquier pueblo con juicio hay un proceso intercesor. Y en esta noche, francamente, estamos reclutando intercesores. Y ahora le voy a dejar la definición de trabajo de un intercesor de este tamaño.

¿Qué es lo que está buscando el Señor? Se busca un intercesor. Y este proceso antes de que el Señor haga su veredicto, Él primero busca intercesores. La semana pasada, 8 días atrás, este lugar, este mismo lugar estaba primeramente lleno de la presencia del Señor así como esta noche. Yo siento la misma unción en este lugar que sentí 8 días atrás cuando había de 600 a 700 intercesores en este lugar. Imagínense un domingo de Resurrección y repita ese domingo de Resurrección cuatro días corridos. Y ya está usted comenzando a ver y llénalo de locos por el Señor. Pero gente que adoran al Señor al rojo vivo.

Y algunos adorando al Señor aquí en el Santuario, otros intercediendo por otros en las esquinas, otros caminando el pasillo y orando a la vez en lenguas. Imagínense ese ambiente y no solamente durante los servicios. Hubo intercesión aquí de 24 horas. Esos jóvenes -300 jóvenes- vinieron de Kansas City y otros 100 de aquí de Boston. 400 jóvenes intercediendo por la región. Llegaron en buses con un propósito y un propósito nada más. Ellos llegaron con el propósito de interceder por Boston. Ellos perdieron sueño a propósito por Boston. Por nosotros. Por todo lo que nosotros presentamos delante del Señor.

Ellos y también usando un buen dicho Pentecostal “se pararon en la brecha”. ¿Qué queremos decir con eso? El “pararse en la brecha”. Hay un patrón bíblico, mis hermanos, en toda la Biblia se encuentra este drama. Es un drama que se repite una y otra vez. Primeramente, Dios está por visitar un pueblo. En este caso su pueblo amado con juicio. Antes de eso busca intercesores. Es un patrón. En Génesis, por ejemplo, tenemos este drama misterioso: está Abraham en su casa, tranquilo, con Sarah. Todavía el Señor no le había dado ni siquiera a Isaac y llegan estos tres personajes, seres queridos, seres divinos y ellos hablando entre ellos, estos ángeles ellos mismos se preguntan ¿Haremos esto sin compartirlo con nuestro amigo Abraham?

Y le compartieron a Abraham: ‘Mira, Dios está por guindar a Sodoma y a Gomorra. ¿Qué piensas tú de esto?’ Y entran en un diálogo para que Dios primeramente, ¿para qué Dios le tenga que descubrir sus planes a un hombre, a un ser humano? La intimidad de su corazón. Si el Dios –El Shalai- el Dios altísimo hizo una decisión entonces hizo una decisión. Mi hermano, hizo una decisión, ¿tú no crees? Quien se va a poner a porfiar con Dios. Al menos que sea un intercesor. Hay cierta gente que el Señor dota con la capacidad de sí ser parte de un milagro, ser copartícipe con decisiones divinas. Y esto sí suena loco.

Aún luchar con Dios, semejante a como Jacob luchó con el ángel para que cierta decisión… francamente para que ciertas decisiones y ciertas cosas que el Señor tiene en mente quisiera hacer, se hagan a través de esta persona. Esta persona es ya una parte esencial de una decisión divina. ¿Saben lo que me dice eso? Cuando Dios dice ‘Yo busqué alguien que se parara en la brecha. Yo vi este pueblo “podrido” en pecado. No hubo un pecado más’. Lean el Capítulo 22. ‘No hay un pecado más que ellos pudieran inventar pero primero busqué a alguien que se parara en la brecha y no lo hallé y tengo que destruir este pueblo’.

¿Saben lo que me dice esto? Esto se oye escandaloso. La conclusión tiene que ser esta: hay cosas que Dios quisiera hacer y no lo hace por falta de alguien que se pare en la brecha. Hay cosas que el corazón de Dios prefiere no hacer pero su juicio lo requiere y lo hace por falta de alguien que se pare en la brecha. ¿Qué crees de eso? Y yo pensé: “¿Señor por qué tú permites esta influencia? Hermanos, un día de estos ya no entiende usted que gobernarás con Él. El Señor nos está preparando para un gobierno divino.

Hermanos, yo creo que allí a donde la hermana de misa, la intercesión no ha parado. Si hay un intercesor tremendo en el Cielo es el Señor Jesús sentado a la diestra del Padre intercediendo incesantemente por nosotros. Y tú sabes lo que es que lleguemos nosotros ahora con todas nuestras porquerías resueltas, en traje de Gloria delante de la presencia del Señor y que el Señor te pregunte ‘¿Omar, qué tú crees, que debería yo hacer con mi gloria ahora aquí por Júpiter? ¿Qué tú crees a donde debería yo enviar mi gloria? Aquí con estos rebeldes, con estos demonios ¿Qué debajo del infierno deberían ellos encender? ¿Nivel 7, nivel 8? ¿Qué tú opinas Omar? Does that blow your mind?

Pero eso es ¡intercesión! Un día de estos gobernaremos con Él. ¿Y qué es la intercesión si no es eso? Hay una fórmula aquí, primeramente el Señor busca intercesores. Eso no nos debe sorprender. Hermanos, no dice la palabra que el ojo de Dios –Segunda de Crónicas- contempla toda la tierra para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él. Luego el Señor le dice a la mujer samaritana en Juan capítulo 4 ‘qué todavía el Padre busca adoradores’. Él busca adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad. Ahora usted dirá ¿Cómo es que el Señor busca intercesores? Un anuncio en el periódico, un anuncio en el boletín. Hermana Carolina el Señor está buscando intercesores, por favor hablen con el Pastor Omar.

¿Cómo es que se hace? ¿A usted le ha pasado esto? Usted está viendo televisión o está oyendo un anuncio en la radio y de momento algo te choca y se queda en tu mente y tú como que no puedes borrar eso. No nada que ver con usted, usted nunca ha ido a Polonia y de momento te encuentras llorando por ese pueblo. Usted nunca ha ido a Haití pero de momento estás perdiendo sueño. Usted ve un juicio en la televisión, en el noticiero, un par de jóvenes haciendo alguna delincuencia y tú estás en ese momento orando y ni siquiera te das cuenta: “Señor, ¿dónde están los padres de esos muchachos? ¿Cómo permites esto?” Hermanos, eso no es un sencillo sentimiento. Yo diría que en algunos casos ese es el mismo soplo del Espíritu Santo. El Señor llamándote, el Señor buscando “Okay, sentiste así. Good. Habla ahora, solo pido que ores. Comienza a orar y yo te dirijo desde allí”.

“Comienza a orar si algo… el mismo espíritu que te despierta, despierta ese deseo en ti. Te dirige”. Y cuidado porque algunas veces va mucho más allá. David Welcomeson, el Pastor de Times Square Church y el protagonista de la Cruz y el Puñal. ¿Ustedes han oído su historia? El Fundando de Team Challenge. ¿Como comenzó esto? Un sentir así: Cuidado de ignorar esos soplos del Espíritu Santo. Él estaba viendo televisión un día. Él vio un juicio que se estaba llevando a cabo en Nueva York entre un par de ganguistas. Él tenía su iglesita tranquila en Pennsylvania, la iglesia que pastoreó su papá y su abuelo. Y su destino era pastorear esta iglesita pero eso no lo dejó en paz: “Pero Padre, ¿por qué? ¿Cómo esto sucede?” ‘David ora’. Comenzó a interceder y el Señor no lo dejó quieto con ese Nehemías.

¿Ves el patrón? No lo dejó quieto. Se montó en su coche, sin conocer a nadie, fue a Nueva York durmiendo en Brooklyn en su coche. Cuarenta años después es uno de los ministerios más poderosos y una de las iglesias más poderosas que ha visto Nueva York. Pero comienza con ese soplo del Espíritu. Those intuitions. Ese sentir como que vagos. La única manera que el Señor tiene de comunicarse contigo es a través de tu corazón y tu mente. Y te está tocando tu corazón y tu mente como si fuera un arpa. Ahora ¿Cómo contestas? El Señor busca. ‘Busqué entre ellos a alguien que se interponga’ A ALGUIEN. A un hombre entre ellos. Leí de la nueva versión internacional.

No cualquiera, no cualquiera. Estamos hablando de un Moisés. Moisés está por destruir este pueblo ya me tiene hasta los ojos y yo voy a enviar un ángel para que haga lo que yo le prometí pero si yo voy con ellos, voy a acabar con ellos. Pues hasta aquí quedamos. Y dice la Palabra en Éxodo Capítulo 33 –es uno de mis capítulos favoritos de toda la Biblia- Moisés entró a ese tabernáculo a solas con el Señor, habló con Jehová cara a cara ¿Cómo es? Como uno habla con un amigo. Amigo. Este es el punto. Un buen intercesor primeramente conoce sus derechos como un hijo de Dios, conoce esta palabra, conoce las promesas. Algo te hinca porque el Señor te está dando un latido de su corazón y usted está sintiendo la injusticia. Usted está sintiendo que hay algo que está mal, primeramente.

Luego, aparte de eso, no es meramente conocer la palabra o conocer sus promesas, es conocer el corazón de Dios, conocerlo a Él. Estar acostumbrado a estar a solas con Él. Dice “Estaba buscando a alguien que hiciera vallado, una cerca, levantara un muro entre mi y este pueblo. Como David hizo –otro intercesor. Viendo el ángel de la muerte, levantó, sacrificio en su presencia para detener la plaga’. Alguien que hiciera eso. No cualquiera, pero alguien que tiene intimidad conmigo y se siente cómodo en mi presencia. Que me puede hablar tú a tú y ahí que levante vallado. Mis hermanos, hoy leímos este versículo: “Pídeme y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra”. Pero la primera palabra es “Pídeme. Pídeme”.

Mi hermano, no hay gigante que sobreviva la unción del Espíritu Santo cuando el Señor te usa a ti como canal. Esta gente, estos jóvenes –pongámonos de pie un momento- de allá Ihope dijeron una y otra vez, y los líderes dijeron una y otra vez “León de Judá, ustedes que buscan el gozo de Dios por noche, now invite Bruno or whoever to come close. Ellos dijeron una y otra vez “¿Saben por qué estamos aquí? ¿Saben quienes llenaron todos esos buses? ¿Saben que hacemos aquí? Ustedes nos trajeron aquí. Sus oraciones, ustedes han estado delante del trono de Dios pidiendo por Nueva Inglaterra y el Señor nos llamó desde allá para venir aquí como relevo y orar por ustedes. Interceder con ustedes”.

Yo lo se porque yo he estado en Kansas City. Yo he oído a esa gente orar por Nueva Inglaterra como si vivieran allí. Hay gente allá- y esto es lo bello del pueblo de Dios- hay gente en China –y ellos tienen sus problemas- orando por ti. Intercediendo por ti, intercediendo por tus problemas. Intercediendo por un rostro que nunca han visto, unos hijos que nunca conocerán, una iglesia que nunca visitarán. Ni siquiera saben que existe. Están ellos, hay santos parados en la brecha en China. Esta mañana –porque es mañana allá- por ustedes. Y nosotros, hermanos, no te atrevas a creer que el Espíritu de Dios no puede arropar el mundo a través de sus oraciones. Hay poder. This is a power-house. Hay poder en la oración de sus santos.

El Señor te dice en esta noche, no es que está orando demasiado de sencillo y pequeño. Tal vez hasta oramos demasiado de grande. El Señor te dice “Pídeme”. Cierren sus ojos un momento. Eres un intercesor because we need you. Viene avivamiento. I’m telling you. Te digo en serio, en serio, en serio. En serio te digo hay dones que el Señor tiene que desatar para que el avivamiento que el Señor quiere derramar sobre Nueva Inglaterra sea derramado. Dones proféticos, dones de sanidad, dones de evangelismo. Yo diría hermanos, antes de todo eso, we need some intercessors. ¡Necesitamos intercesores!

¿Dónde está usted? Si ese es usted, por favor párese en la brecha por esta región y no dejes que el ejército de Satanás te calle, te canse, te desanime, te baje los brazos o te diga que el Señor no te oye. Usted trajo un ejercito de jóvenes a este lugar a través de sus oraciones y antes de ellos un ejercito de ángeles trajo usted y eso sí no se ha ido de aquí. El Señor, mira, esto parece lo ridículo pero a la vez lo grande. Usted es un intercesor, eres un socio con el Dios Altísimo –El Shadai- you’ re His partner. Tú eres un socio, un co-creador con Él y a través de la oración Él te dice: “Mi amigo ¿qué haremos? ¿Dónde vamos? ¿Dónde enviamos gracia? ¿Dónde enviamos poder? ¿Dónde enviamos…? ¿Dónde enviamos la intervención de los carros de fuego? Dime. Pídeme y te daré las naciones. Pídeme

Intercesores párense, es más, intercesores vengan, párense en la brecha. Si usted es un intercesor, come on down, párese en la brecha. Intercesores, vengan, llegó tu hora. El avivamiento es visible, se ve una mano, una nube con una mano pequeña y viene lluvia. El Señor trae su justicia, el Señor trae su poder, el Señor trae redención, el Señor trae sanidad, el Señor trae la respuesta a años de sueños. Intercesor, párate en la brecha. Toma un momento. No son tus palabras, es ese corazón que el Señor ama y respeta. Levanta, las palabras que tú inventes, pero ora por tu pueblo, ora por tu pueblo, ora por lo grande. Ora, levanta. Levanta, levanta, levante intercesión. Párate en la brecha. Párate en la brecha, el Señor te escucha.

Como nunca antes, como nunca antes en la historia de la iglesia el Señor te está escuchando. Sépalo, sépalo, sépalo hay poder en la oración de sus Santos. Sépalo. Dios te está oyendo, sépalo. Tu oración no es en vano, el Señor lo recoge en vasos de oro y es derramado delante de sus pies. Ese es el incienso que se derrama delante de Él. It’s important. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Padre, Lord, that verse was declare here and I declare it again in the hearing of your people. Father we have heard of your fame. Lord and we’ve seen your mighty deeds now renew them again in these days. And Lord remember mercy and in your raffs remember mercy, renew your deeds. Renew your deeds, renew your deeds. Hazlas de nuevo, tus obras de poder. Hemos oído de tu gran nombre y de tu fama Maestro. Hemos oído de tus obras, Señor y tu pueblo no se ha cansado de esperar en Ti Tu pueblo no se ha cansado de esperar que también nuestros verán lo que nuestros padres vieron, que también nuestros ojos verán lo que tus santos vieron. Qué también seremos testigos de la gran obra de Dios.

Tú mano no se ha cortado, tú oído no se ha detenido, tú unción Señor sigue corriendo. He aquí un pueblo fresco, he aquí un pueblo renovado. He aquí almas que te aman, he aquí una generación Señor, escogida por ti. En la brecha, en la brecha, en la brecha, Señor. Renew your deeds Lord Jesus. Renueva tus obras, sana los enfermos, Señor. Padre, trae revelación a los gobiernos y tráelos a tus pies, Señor. Trae a tus pies toda obra que se opone a tu gloria. Hazlo Señor en nuestros días, renew your deeds. Si nos atrevemos a creer que tu Palabra se anunciará en las escuelas públicas. Nos atrevemos a declararlo, nos atrevemos a declararlo. Sí nos atrevemos a creer que surgirá de entre nuestros medios jóvenes apasionados, adorándote locamente, adorándote con abandono, adorándote como el único Dios verdadero. Perdiendo sueño delante de tu presencia. Nuestros jóvenes, serán esos jóvenes, nuestros niños, mi Dios.

Father that includes our kids, Lord Jesus. Esa promesa, esa promesa no se cumplirá sin nuestros niños, Señor. Esa promesa no se cumplirá sin nuestros hijos. Acuérdate de ellos, cuando soples sobre esta tierra con tu avivamiento. Comienza con esa generación de Samuel, levántala, levántala en nuestros medios, maestro. Señor, que no habrá una aldea en un rincón de una esquina de Latinoamérica que no sentirá la unción que será derramada sobre este lugar en nuestros días. Gente que nunca nos conocerá, Señor, vendrán a tus pies, vendrán a tus pies. Por las oraciones que se están levantando hoy. Preparando en la brecha, Lord Jesus. Padre hay unción en estos hombres que aquí reciben el alma a las cinco de la mañana. Padre, echamos leña Señor en ese horno, echamos leña en ese horno, Señor. Padre que oraciones se oigan en este lugar a la vuelta del reloj, Maestro.

Para la gloria de tu nombre, escucha la oración de tu pueblo. Escucha la oración de tu pueblo. Nos paramos en la brecha. Nos atrevemos a creer que Tú eres el mismo Dios ayer, hoy y por todos los siglos, Señor. Nos atrevemos a creerlo. We believe this Jesus.

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Contemos nuestras bendiciones

12 de abril del 2010 - Por Gloria Marroquín

Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
1 Samuel 17:37

Nos dice el relato que todos tenían desanimo, Saúl y sus soldados tenían temor y huían de aquel filisteo llamado Goliat, el cual, revestido de una impresionante armadura, les amenazaba infundiéndoles miedo con sus palabras y su presencia, mientras desafiaba a todo el ejército de Israel.

Ante esta visión el temor invadió sus corazones, mientras decían miren como sale y nos provoca, pero cuando David lo escuchó dijo: que harán al hombre que le venciere y quitara la afrenta de Israel, porque quien es éste hombre para que provoque a Dios y David se ofreció para pelear, pero Saúl quiso desanimarlo, diciéndole “No podrás ir contra él, no tienes experiencia, y él en cambio tiene más habilidades de guerra que tú”, pero David en lugar de meditar en el desanimo y el fracaso, hizo un recuento de las obras de Dios en su vida.

Ni leones ni osos me arrebataron mis corderos cuando yo era pastor, yo salía y los hería, los libraba de su boca y si me atacaban los mataba. Y así hare con este filisteo, porque si en el pasado Jehová me ha librado de leones y osos, también ahora me librará. Luego intentó usar la armadura que Saúl le dio, pero David no la usó. En cambio con cinco piedras y su honda venció al filisteo haciendo caso omiso de su burla y prepotencia.
Así como ese filisteo, así vienen a nuestra vida, amenazas, crisis y ataques pueden no llamarse Goliat, pero en cambio puede ser una enfermedad, un problema en el trabajo, en el hogar, con el esposo, con un hijo, un accidente, problemas con amigo, una traición cualquier otra cosa. Y tal vez encontremos Saules que nos dirán: no eres capaz, no podrás, no tiene caso entrar en esta batalla, y nos dirán que estamos perdidos.

Cuando viene un gigante a tratar de amenazarnos y a robarnos la paz, nos preguntaremos como puedo responder elegiremos hacerlo, será nuestra opción como hizo el ejército de Israel, viendo la apariencia y temiendo las palabras, las amenazas, viendo nuestra pequeñez y lo inmenso del problema, dejando entrar el temor en nuestras vidas. O podemos responder como David, él hizo un recuento de las obras que Dios había hecho en su vida en el pasado, su Padre Celestial lo había cuidado, lo había respaldado, le había dado fuerzas, lo había guardado, le había provisto lo necesario para vencer y por último selló sus recuerdo con una confesión positiva, dijo él no me dejara solo él estará conmigo hasta el final y desde antes de empezar la batalla, David, habló victoria, confesó ganancia, triunfó y de antemano dio la honra y honor, a quien le daría un futuro de gloria “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, … y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.” “Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla…” Y así fue.

Amado Dios; te damos las gracias porque vemos el pasado y podemos contar las innumerables bendiciones que hemos recibido, cuántas veces hemos sentido temor e incertidumbre y hemos llegado a puerto seguro por pura misericordia, has suplido nuestras necesidades con abundancia, hemos visto milagros en nuestras vidas y en nuestra familia, gracias Señor por la convicción de tu victoria en cada circunstancia de nuestra vida en el nombre de Jesús. Amén.

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El Dios intencional

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Basado en el libro de los Hechos porque de nuevo, alguien me puede decir por qué yo he escogido estudiar el libro de los Hechos en estos próximos meses? Qué es lo que me ha movido a hacerlo? Yo lo he compartido con ustedes. Alguien que no estuviera durmiendo a las 9 de la mañana cuando yo compartí eso, alguien que sea atrevido y me pueda decir por qué estoy yo sacando tiempo para estudiar el libro de los Hechos. No levanten la mano todos a la misma vez porque me van a confundir. Ah, por acá, Víctor. Ponte de pie y con voz de trueno como tu hijo, uno de los que estaba aquí, que estaba dando el drama. Dime.

Yo recuerdo que usted dijo que….. ok. Una de las razones que mi deseo como pastor de ustedes es que nuestra iglesia regrese a las raíces, a los orígenes de la fe cristiana según lo ejemplifica el libro de los Hechos, la vida de los primeros cristianos. Alguien más que me diga un poquito más, complete eso que Víctor muy bien dijo. Arriba, ok, que bien hermana. Póngase de pie, por favor.

Queremos exponer nuestra congregación al mover sobrenatural del Espíritu Santo, definitivamente, al meditar en este libro que ejemplifica eso, estamos manteniendo nuestra mente activa alrededor de ese hecho.

Alguien más? Otra persona más, vamos a ver. Rápido, si usted sabe que tiene algo que decir, no me deje agonizando aquí, levante su mano. Vamos a ver, otra persona. Están dormidos? Sino los voy a poner a correr ahí mismo, los voy a parar y que corran en su lugar donde están. Alguien más? Quiero otra persona más, yo sé que hay otro. Miriam, por allá atrás. Guau, puedo ver hacia atrás, mis ojos están mejorando, que bueno! Reconocí a Miriam ahí atrás. Sí, Miriam.

Tenemos que tener el mismo denuedo, el mismo ánimo, el mismo compromiso, el mismo impulso que inspiró e impulsó a estos creyentes del primer siglo, y queremos ser inspirados al estudiar su ejemplo y lo que Dios hizo en la vida de ellos.

Saben que voy a ser insistente. Alguien más? Otra persona más. Esta gente era la primera iglesia, era la primera comunidad cristiana, estuvieron cerca de Cristo, ejemplificaban esos valores que con los siglos se van perdiendo poco a poco y se va perdiendo el ánimo, la fe, la inspiración, el carácter radical de los primeros cristianos y caemos en el peligro de caer en la rutina, de olvidarnos de esa primera pasión que llevó a esta gente inclusive a dar sus vidas por el Evangelio y a morir martirizados y ser perseguidos.

Así que ahí tienen ustedes algunas ideas y muchas más, yo podría añadir a eso, así resumiendo, que nosotros queremos cultivar esa mentalidad sobrenatural de los primeros creyentes. Digan conmigo, mentalidad sobrenatural. Queremos ser una iglesia, hermanos, que se mueva en lo sobrenatural. Mi deseo como pastor es que en nuestra iglesia no haya esas áreas de frío y de calor que a veces hay en la iglesia, donde hay un grupo de hermanos que están apasionados por Dios, radicalmente comprometidos con el Reino de Dios, cuando vienen a los servicios están apasionados, participan en la adoración, son movidos por las oraciones, están en contacto con el pastor cuando está predicando, les gusta el mover del espíritu y hay otros que están allí pasivos, sentados, mirando como espectadores, aburridos y mirando el reloj deseando que pronto termine el servicio para irse a su casa a ver el juego de fútbol o lo que sea.

Queremos una iglesia pareja, donde todo el mundo pueda entrar en ese tipo de adoración que nosotros teníamos hace un ratito aquí, donde dejamos que el espíritu brotara y se manifestara. Y que nadie se sienta… que no haya diferencia, mi deseo es que todos estemos con esa mentalidad sobrenatural, ese compromiso radical con Jesucristo, ese acceso a las herramientas, a los instrumentos, a los recursos que provee la palabra de Dios. Mi deseo es que desde el más jovencito en el Evangelio, la persona que se convirtió el domingo pasado, y la persona que lleva 20 años en el Evangelio, que haya la misma pasión, el mismo gozo en el Señor, el mismo disfrutar de la alabanza, la misma necesidad de venir a la casa del Señor, el mismo conocer la palabra, saber dónde buscar en la palabra para recibir consejo, consuelo, ánimo, sanidad, liberación, respuesta a una necesidad.

Eso es lo que queremos, crear una iglesia pareja. Y hermanos, yo no sé dónde encuentras en esa escala de crecimiento, dónde tu estás en ese proceso. Yo te animo en el nombre del Señor, busca cada vez más y más ese fuego del espíritu. Amén, busca más y más esa pasión del Señor. Si tu no te sientes movido por lo que se da aquí, pídele al Señor que ponga fuego en tu corazón y que te de ese gozo, ese disfrute de las cosas de Dios. No te quedes en la orilla, busca más y más del Señor y entra más y más hondo en las cosas de Dios. Y por eso estamos discutiendo estas cosas, por eso yo creo que este año, por lo que yo veo, al paso que vamos, y no es porque estamos desperdiciando el tiempo, vamos a estar todo el año, vamos a declarar el año del libro de los Hechos, el año del Espíritu Santo, como ustedes quieran, pero vamos a meditar en esto y vamos a llenarnos de esa pasión.

Entonces, hemos visto que en los últimos domingos nos detuvimos en el capítulo 1, en realidad, y vimos allí cómo el Señor se dirigió a sus discípulos, les dijo, no se vayan de Jerusalén, esperen a recibir el poder del Espíritu Santo antes de que comiencen a predicar el Evangelio y a evangelizar. Esperen, porque la promesa que el Padre dio va a venir y ustedes van a ser investidos con poder de lo alto para ser testigos efectivos que puedan verdaderamente hacer la obra a la cual yo les he encomendado. Les dijo, no salgan todavía, esperen un momentito, no se disparen porque viene la gasolina que ustedes necesitan.

Entonces, vimos también acerca de la ascensión de Jesús, cómo después que él estuvo entre ellos por un tiempo, los llevó a un lugar aparte y allí fue levantado y llevado a la presencia del Padre. Vimos allí cómo ese subir de Cristo, ese ascender es una forma también, él entró al lugar santísimo, ahora ya el Cristo resucitado, reasumió su gloria que había dejado atrás cuando encarnó en Jesús, y está sentado a la diestra del Padre, pero vimos que nosotros también estamos sentados ¿verdad? Al lado de Jesús y que ese Cristo ser levantado, también nos pone a nosotros en una situación de poder.

Digan amén, aunque sea para confundirme un poquito. Nos pone a nosotros también en una posición de poder, de autoridad, de señorear con Cristo Jesús. Vimos también que después que el Señor asciende y sube y se sienta en el trono, los discípulos tienen que regresar a la cotidianeidad, la vida diaria, tienen que volver, ahí están los demás discípulos que no vieron a Jesús subir, y se encuentran con una necesidad administrativa.

Quiénes recuerdan cuál era esa necesidad que tenían que resolver ellos? Había un problema, una cosita que tenían que arreglar, una cuestión administrativa. Qué fue? Sí, … eso es, alguien dijo tesorero, por aquí. Es cierto, sí, dudan, no el tesorero corrupto, no queremos ese tipo de tesorero, ¿verdad? Pero ciertamente Judas era tesorero y era Apóstol , era el Apóstol número 12 que el Señor lo escogió no porque no supiera quién era, pero porque era necesario que estuviera allí. Siempre se necesita un poquito de manzana podrida. Tiene que haber una manzana podrida en el cesto aunque sea para mantener las cosas interesantes.

El caso fue que cuando Judas muere, se suicida, de hecho, entonces surge la necesidad que un discípulo número 12, un Apóstol número 12 lo sustituya y entonces tienen que hacer una decisión y hacen una decisión con lo mejor que tienen, y hablamos acerca de la importancia de decidir. Hay que hacer decisiones en la vida, encomendarse al Señor, buscar sabiduría de Dios y creer en la gracia de Dios, si tenemos un problema familiar, matrimonial, financiero, de trabajo, Dios siempre tiene una solución, hay que buscar una respuesta, hay que buscar una respuesta a la necesidad.

Y hablamos acerca de eso y también después de eso, la otra parte en el…. Hasta ahí llegamos. Eso fue. Yo hablé de una radiografía de una decisión. Entonces vemos ahora en el capítulo 2, donde quiero entrar brevemente en esta mañana es el comienzo del libro de los Hechos pero es también como la culminación, en un sentido, no hay un momento más alto en todo el libro de los Hechos, y yo diría en toda la historia de la iglesia más alto y más poderoso que ese momento que describe el capítulo 2 donde el Espíritu Santo desciende sobre esos 120 primeros cristianos que estaban orando, ayunando y esperando la visitación que el Señor dijo que había de venir sobre ellos.

Aquí lo que tenemos es la inauguración, el comienzo mismo, el comienzo formal, yo diría, de la iglesia de Jesucristo en la tierra. Porque cuando el Señor estaba con ellos era una cosa, pero ahora es como, esto es como el sello, es como la inauguración, es como cortar la cinta y decir, ok, ahora sí comienza la cosa, ahora sí comienza la vida y el mover de la iglesia de Jesucristo, ya no con el Maestro en carne propia instruyendo y enseñanado y haciendo milagros por ellos y preparándolos. No, ahora ya los niños han pasado a ser adultos y ahora tienen que administrar ellos la casa.

Pero ¿saben qué? que bueno que cuando el Señor se fue no nos dejó solos, como dijo él, sino qué hizo? Mandó al consolador, gloria a Dios. Mandó al paracletos, mandó al Maestro por excelencia que el Señor dijo, él os guiará hacia toda verdad, él hablará acerca de mí. Y la palabra misma consolador, esa palabra paracletos, quiere decir el animador. A mí me gusta más la palabra animador. Es el que nos estimula, es el que nos lleva adelante, es el que nos fortalece, el que nos empuja, el que nos entrena, el que nos dirige, el que nos fortalece, el que nos da poder, el que derrama y comparte sus dones con nosotros, el que nos da sabiduría para poder entender las verdades y los misterios del Evangelio.

El Señor dijo, yo lo voy a enviar y cuando ustedes emprendan su vida ahora como adultos y en esta nueva economía de la fe que se llama, la era de la iglesia, ustedes no van a estar solos, yo les voy a mandar una ayuda. Yo les voy a mandar alguien que les va a fortalecer, va a caminar con ustedes, va a estar allí invisible pero muy realmente dentro de ustedes y con ustedes tanto al nivel individual, en su vida personal de siervos y de gente común y corriente que vive la vida y que tiene que resolver problemas, pero también como iglesia colectivamente yo les voy a enviar un recurso, un poder que no ha estado antes en esa manera con el pueblo de Dios. Espérenlo, esa es la promesa que el Padre tiene para ustedes y ustedes la van a recibir, esperen, esperen.

Saben que la palabra esperar es una palabra muy, muy poderosa en este contexto del Espíritu Santo. Esperar era que algo que tenían que hacer esta gente, pero tenían que esperar no como se sienta uno en una banca con el brazo alrededor de la otra silla y esperando pasiva, lánguidamente. No, era esperando en expectativa, esperando qué va a pasar, cuándo va a venir. Señor, envíalo. Estamos deseosos, anhelosos. Era una espera anhelosa, una espera dinámica, una espera activa, era una espera que estaba clamándole al Señor para que el Señor enviara lo que él dijo que había de enviar.

Cómo encuentra el Espíritu Santo a esta gente? Miren lo que dice, “… cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos….”

Eran de un solo espíritu, unánime. Quiere decir de una sola alma, un ánima, de un ánima, de un alma. Estaban juntos, estaban unánimes. Yo me imagino que estaban en expectativa, cuándo será que el Señor lo va a enviar? Y déjenme decirle algo, si usted quiere recibir la visitación del Espíritu Santo en su vida, si usted tiene hambre de que Dios… si usted todavía no ha recibido un toque personal del Espíritu Santo, si usted todavía no puede decir con seguridad de que usted ha sido bautizada o bautizado con el Espíritu Santo, si cuando yo le preguntara a usted, tu has recibido el bautismo del Espíritu Santo? Usted me dice a mí, bueno, no estoy segura o no, no lo he recibido, entonces lo primero que usted tiene que hacer es esperar, pero no esperar simplemente a que, bueno, si Dios quiere, cuando él quiera pues yo estoy abierto. No, tu tienes que meterte a buscar y esperar que si Cristo dijo que lo ibas a recibir, lo vas a recibir. Si Cristo dijo que si lo pides te lo va a dar y entonces comienza a estar inquieto, comienza a orar al Señor.

Cuando haya oportunidades para orar por la unción del Espíritu Santo en la iglesia, pasa adelante, recibe esa imposición de manos o esa intercesión en tu casa, pídele al Señor que te visite, antes de acostarte, Señor, que esta noche sea la noche que tu me des una visitación especial. Visita lugares donde se mueve el poder del Espíritu Santo.

Yo acabo de llegar esta madrugada desde Oklahoma, Tulsa, Oklahoma y estuve allí y le digo, como 3 ó 4 veces casi cancelo el viaje porque el tiempo no me sobra, en este tiempo sobre todo. Había una conferencia sobre el Espíritu Santo, una conferencia de proporciones mundiales. Vino gente de todas partes del mundo y era una conferencia que incluía teólogos y practicantes del ministerio, parte era para como consagrarle al Señor la unión de las generaciones, las generaciones antiguas, esos pioneros del…. Porque ya estamos ahora en el siglo, estamos celebrando el centésimo aniversario del movimiento pentecostal que comenzó en Azuza en California en el año 1906 y que después se confirmó que para el 2010 uno de los Apóstoles grandes del ministerio profetizó que para el 2010 iba a haber una visitación especial del Señor.

Y entonces esta conferencia era para celebrar eso y para meditar y hablar acerca de esa visitación que se necesita en el siglo XXI del Espíritu Santo. Y el hecho de que la iglesia de Cristo necesita buscar esa visitación fresca. Cuáles son los retos? Cuál es el lugar del Espíritu Santo y del movimiento pentecostal en el siglo XXI? Y cómo podemos nosotros preparar esa nueva generación de jóvenes para que tomen el batón, tomen la espada de la generación que ya está pasando y que ellos ahora asuman el llamado ministerial a conquistar este mundo para Cristo, pero en la unción del Espíritu Santo. Y entonces fue una conferencia intergeneracional, donde los jóvenes jugaron un papel muy grande. Y cuando yo leía acerca de la conferencia yo dije, ah, ya no tengo tiempo, ya yo he estado en tantas de esas conferencias y lo que voy a hacer mejor compro los cassettes cuando salgan. Pero no, era como que Dios me decía, no, ustedes están buscando el Espíritu Santo, están buscando más unción en su vida, como congregación, tu lo estás buscando en tu ministerio, tu sabes que es el tiempo de una visitación del Espíritu Santo y que lo que se va a hacer en el siglo XXI tiene que hacerse bajo la unción del Espíritu Santo.

Yo sentí en mi corazón, mira, aunque sea simplemente ir allí y honrar al Espíritu Santo con el esfuerzo, dije, Señor, aunque sea simplemente invirtiendo tiempo y ofrecerte este holocausto de ir allí aunque no puedo y quizás ni debo y no quería estar tanto tiempo fuera de la iglesia y otros compromisos que tengo, y otras cosas. Pero sentí de Dios que tenía que esforzarme y como hacer una inversión profética y decirle al Espíritu Santo, yo tengo la suficiente hambre de ti y te asigno la suficiente importancia como para hacer algo incómodo, algo fuera de lo común e ir allí y estar presente en esa conferencia.

Y Dios me bendijo, fui con el hermano Miguel Preciado estuvo allá también. Fue una gran bendición y Dios bendijo ese tiempo. Pero lo que les quiero decir, hermanos, es simplemente el punto mío es este, que tenemos que esforzarnos. Si verdaderamente nosotros queremos una visitación, si tu quieres recibir una mayor unción del Espíritu Santo en tu vida, tu tienes que esperar, pero esperar activamente, esperar apasionadamente, buscar, tocar, pedir, estar incómodo hasta que tu recibas lo que Dios quiere. El don de Dios es algo muy bello, muy poderoso y Dios no lo da a una persona simplemente que está allí, bueno, si me lo da bien, y si no está bien, no hay otra cosa que yo puedo hacer. No. Hay que desearlo, hay que buscarlo.

Esta gente estaba esperando. Entonces es muy importante en todo momento que nosotros estemos anhelosos, esperando esa visitación porque eso fue lo que el Señor les dijo, esperen hasta que reciban ese poder de lo alto. Entonces ellos entraron en un tiempo de oración. No sabemos exactamente donde ellos estaban cuando se dio esa visitación. Algunos piensan que era, de hecho, románticamente la iglesia en el aposento alto, porque es allí donde van los Apóstoles en el capítulo anterior y encuentran a los que estaban allí reunidos y allí celebran la elección del sucesor de Judas. Y asumimos como que eso pasó casi inmediatamente después de eso. Como está en el próximo capítulo pensamos, bueno, una cosa sucedió inmediatamente después de la otra. No estamos seguros. Pudo haber pasado varios días.

Yo creo que pasaron varios días. Algunos comentaristas de la Biblia creen que ellos estaban en otro lugar o inclusive creen que posiblemente estaban en el templo porque era la hora de la oración, era la hora tercera cuando iban los judíos al templo a orar, porque cuando creen que están ellos borrachos, la gente, Pedro les dice su sermón, hermanos, esta gente no está borracha porque es apenas, es temprano todavía, es la hora tercera del día. Algunos piensas que ellos estaban quizás en el patio del templo y que estaban allí juntos orando y esperando y que allí fue. Por qué? porque fíjese que cuando pasa esto hay una cantidad de gente alrededor, hay gente de todas las naciones, de todos los países que están allí visitando a Jerusalén en este tiempo que vienen de sus propias naciones a Jerusalén y están allí cuando se da esa visitación. Oyen este ruido y ven a esta gente hablando en otras lenguas y están allí para presenciar esto, y enseguida son conmovidos y comienzan a hacer especulaciones, qué es lo que está pasando? Están borrachos. Qué es esto? Oyen inclusive el estruendo. Algunos piensan que ellos estaban en un lugar donde había mucha gente alrededor de ellos y me parece que esa es posiblemente, para mí, una buena explicación.

Porque si el Señor…, vamos a ver, que el Señor tenía un propósito en todos los elementos que componen esa visitación. Había una importancia en cada uno de ellos. Y yo creo que el Señor, inclusive, el sitio también hubiera sido muy significativo. Y yo creo que el Señor quería que fuera un sitio público y un sitio donde hubiera mucha gente alrededor que pudiera escuchar y presenciar lo que estaba pasando para que se diera ese momento en que Pedro entonces predica su primer gran sermón.

Pero lo importante es eso, que no se pierda eso. Si tu quieres una visitación del Espíritu Santo y tu la necesitas, yo la necesito, tu tienes que estar ansioso. Hermanos, yo les suplico en el nombre de Jesús no dejen de anhelar más. Y aún si ya tu has sido visitado por el bautismo del Espíritu Santo no digas, ok, ya lo tengo todo, ya me gradué, ya tengo el diploma. No, busca más. Y todos los días pídele al Señor una fresca visitación, una llenura nueva, fresca del Espíritu Santo. No te conformes con el pan de hace una semana, porque el pan se pone duro. Cuántos saben eso? Que bueno es un pancito sacado del horno, eh?

Y así es también, nosotros tenemos que buscar la unción fresca, tenemos que buscar mucha llenura del Espíritu Santo, tenemos que estar ardiendo y deseando y a los que desean, a esos es que Dios visita y bendice. Los que tienen hambre, sed, los que quieren una vida vital, los que no se conforman simplemente con ir a la iglesia, ponerse la mantilla, persignarse, irse a la casa como que ya hicieron todo lo que tenían que hacer. Pero no, quieren algo, quieren que Dios los toque, quieren sentir una presencia de Dios, quieren que el Señor se manifieste en su vida, quieren vivir una vida al fuego vivo, quieren estar vitales continuamente en su vida.

Entonces, dice aquí, cuando llegó el día de Pentecostés… hay tanto aquí que yo creo que no vamos a poder. Esto es interminable. “… cuando llegó el día de Pentecostés…” Fíjese la gente pensaría que el día de Pentecostés, ese nombre se lo pusieron por lo que pasó ese día. Qué quiere decir Pentecostés? Pente es del griego que quiere decir 5, Pentateuco, los primeros 5 libros del Antiguo Testamento. Es una palabra que define a 5, 50 en este caso. Pentecostés era un día de fiesta judío, un día religioso, uno de los días importantes en el calendario litúrgico judío. La visitación del Espíritu Santo se dio ese día. Por qué? porque Dios tenía una razón para ese día. Cuando Dios hace algo siempre tiene una razón.

Dios es estratégico, por eso a veces, hermanos, yo lucho, de nuevo es lo que les digo, que uno comienza y no termina en estas cosas. Yo a veces lucho porque por una parte yo estoy deseos, estoy anhelando una visitación del Espíritu Santo en Nueva Inglaterra. Yo sé que eso va a venir, yo sé que viene una lluvia como ninguna otra en toda la historia de la humanidad y va a arropar a Estados Unidos y yo quiero que Dios tome control de Europa, de Australia, de Canadá, todos estos países sobre todos los más duros, los más difíciles, eso son los que yo quiero que Dios tome, porque ya en Asia y en África y Latinoamérica, eso es como tumbar un mango bajito. Ya eso está ahí, es fácil. Pero esos países duros es lo que yo quiero que Dios les de un buen batazo en la cabeza. Lo que pasa es que por una parte oramos y anhelamos y ayunamos, dice, Señor, envía tu espíritu, envía tu espíritu, queremos ya hoy que eso suceda, y sabemos que hay un papel que nosotros tenemos que jugar en que Dios envíe su espíritu. La iglesia tiene que interceder, tiene que clamar, tiene que pedirle a Dios, has algo, Señor, si no lo haces nos vamos a morir. Necesitamos tu visitación.

Pero ¿saben qué? hay otra parte también del asunto, y es que Dios tiene sus tiempos y a Dios usted no lo puede acelerar. Dios nunca llegar tarde ni nunca llega demasiado temprano. Él llega en el momento en que él tiene que llegar.

Entonces por una parte, yo sé que tenemos que clamar y pedir y rogar, y pedir una visitación, pero por otra parte también como que tenemos que aprender a esperar el tiempo de Dios. Porque Dios sabe exactamente cuando llega su visitación. Yo creo que hay un día en el reloj, en el calendario de Dios que él sabe que ese día va a caer el Espíritu Santo y va a haber una visitación como la que estamos deseando y esperando. Y la aguja de los segundos está dando y en la de los minutos también está acercándose.

Yo sé que en la mente de Dios él sabe exactamente por qué es ese día y no ningún otros. Porque ese día tiene una razón en el corazón y en la mente de Dios. Hay propósito, hay significado, hay intencionalidad en ese día. Yo quisiera meterme allá adentro para ver el reloj ese y saber cuál es el día. Pero él sabe el día.

Dios escogió el día de Pentecostés para derramar su espíritu. No fue una coincidencia. Por qué el día de Pentecostés? Y aquí ya perdí el sermón, yo creo que me voy a quedar solamente en eso. No se preocupen, un par de minutos más. Por qué el día de Pentecostés? Porque, mire, en el calendario ritual, en el calendario litúrgico judío, cuando venía la Pascua, que ya se celebró hace poco, ¿verdad? Los judíos celebraron la pascua, la liberación cuando salieron de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, el cordero pascual, la sangre en los dinteles, el cruce del Mar Rojo, todas estas cosas, la liberación de Egipto.

Entonces ese sábado después de la pascua comenzaba una época, un festival, un tiempo sagrado del calendario judío que era 50 días, 7 semanas y un día. Ahora, cuál fue ese sábado? En este tiempo, cuál fue? En ese fin de semana fue cuando Cristo fue resucitado, cuando Cristo fue crucificado y resucitado. El día de la resurrección de Jesús era el día que comenzaba en el calendario esos 50 días. Era siempre el día después del día sábado del tiempo de pascua. Ese primer, cuando terminaba ese sábado, al otro día comenzaban los 50 días y terminaba finalmente en el día 50 que era domingo, si usted cuenta, no se pierdan mucho en los cálculos, eran 50 días y terminaba en un día domingo para nosotros, después del último sábado, 7 sábados más un día.

Entonces, interesantemente el día de Pentecostés es el día, ese día 50, que comenzó esa semana de la pascua, que comenzó con el día de resurrección, los 50 días que conducen al día de Pentecostés, ya comenzaron a contarse el domingo de resurrección, la semana pasada, ¿verdad? El domingo pasado.

Estamos ahora en los 50 días, moviéndonos en los 50 días que culminan el día de Pentecostés. Yo hice el cálculo, 23 de mayo, si usted es curioso póngalo en su calendario, porque ese es el domingo de Pentecostés, 23 de mayo. 50 días desde Easter Sunday, domingo de resurrección hasta el día de Pentecostés.

Entonces, es interesante, ahora, qué era ese día, ese festival de qué era? Que interesante. En esto solamente tenemos una gran lección acerca de el Dios que siempre hace las cosas con intencionalidad, es más, yo podría este sermón: el Dios intencional. Porque fíjese, ese festival religioso judío era el siguiente: ese domingo, ese primer domingo que comenzaba este festival era el festival, se llamaba el festival de las primicias, los primeros frutos. También era conocido como el festival de la cosecha. Y ese domingo el sacerdote principal iba al campo y cortaba las primeras gavillas, las primeras espigas del fruto de la tierra. Después de semanas y semanas de plantar había diferentes cereales que ellos cultivaban, diferentes plantas, y ese era el primer día en que formalmente, ceremonialmente, se cortaba los primeros frutos y el sacerdote ceremonialmente cogía un manojo de esas primeras gavillas, de esas primeras espigas, podría ser cebada, creo que era cebada, porque era lo primero que brotaba. Saben, hay diferentes plantas que brotan en diferente tiempo. Era lo primero de toda la cosecha que se iba a estar cosechando durante los próximos 50 días.

Y entonces el sacerdote tomaba esa primera cosecha y la mecía, la levantaba y la mecía delante de Dios. Se la presentaba al Padre. Por eso se llamaba, el festival de las primicias o de los primeros frutos. Entonces, desde ese día, domingo de resurrección, cuando Cristo resucitó para ser redundante, pero era importante eso, ese primer día en que se tomaban los primeros frutos, las primicias, se mecían delante del Padre, se daba gracias por la cosecha, por la primicia, comenzaba a tocar el reloj 50 días hasta el día en que terminaba la cosecha y se daba gracias a Dios y entonces era una gratitud a Dios por la cosecha. Y entonces claro, comenzar a disfrutar entonces plena y formalmente de la comida y de todos los frutos que Dios había dado a su pueblo.

Ven ustedes una aplicación a esto que está sucediendo aquí? Sino, déjenme ayudarle porque hay mucha intencionalidad aquí en esto, inclusive, otra cosa también, para los hebreos en la historia de la teología hebrea, no cristiana, el día de Pentecostés independiente de lo que pasa aquí en el libro de los Hechos, ellos consideraban ese día el día en que Moisés históricamente recibió la ley en el monte de Sinaí y por lo tanto ellos consideraban ese día el inicio de la religión hebrea, del judaísmo, el día de Pentecostés judío. Ellos consideraban ese día su día de iniciación de su religión, de su fe, el día en que recibieron la palabra, recibieron los principios que habían de gobernar, los mandamientos que habían de gobernar su vida. Entonces ellos consideraban ese fue el día, es el día que ellos reservaban para celebrar el inicio de su fe.

Ahora, mire todo esto, tomémoslo. Ese día de resurrección, cuando Cristo sale de la tumba, qué dice Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15 acerca de Jesús? Dice que él es la primicia de los que resucitaron. Él es el primer fruto, Cristo es el primero que resucita, el primer hombre, recuerden que él era hombre y Dios a la misma vez. Cristo era el representante de esa humanidad redimida, en la nueva economía de la fe cristiana.

Dios lo levantó de los muertos. Y él fue el primero que resucitó para nunca más morir porque Lázaro resucitó, el hijo de la viuda de Naín resucitó, pero cuántos saben que murieron alguna vez en algún momento. Fue un milagro provisional, una resurrección, Cristo resucitó para siempre.

Y por eso él es el primero, él es el prototipo, él es el que inicia el que inicia esta nueva cosa de gente que resucita para no morir. Usted sabe que usted no va a morir, le van a apagar la luz por un segundito pero en el momento que le apaguen la luz se va a prender otra luz a la eternidad. Los cristianos no morimos, pasamos de una vida imperfecta a una vida perfecta. Amén.

Usted no muere ya, usted es un ser eterno. Entienda eso. En el momento que usted de su último aliento ahí están dos angelitos listos para llevárselo y decirle, ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Gloria al nombre del Señor.

Si usted le tiene miedo a la muerte, póngase a leer su Biblia porque no hay que temerle a la muerte. Dónde está oh muerte tu aguijón, dónde oh sepulcro tu victoria, dice el Apóstol Pablo en Primera Corintios, sorbida es la muerte en victoria. Porque ya Cristo lo hizo, ya Cristo resucitó. Él fue el primero, él fue el primer fruto de esa nueva época que él mismo abrió a través de su cruz.

Cuando el Señor se levanta de la tumba él es esa primera gavilla, ese primer fruto que es levantado y que es ofrecido como el primer fruto de la cosecha, esa cosecha que todavía está en pie, cosechando almas para la salvación. Y vendrá un día la última cosecha y entonces vendrá el fin.

Pero el Señor fue ese primer fruto, esa primera gavilla que fue ofrecida al Padre como fruto de lo que él mismo había hecho en la cruz. Entonces, por eso el día de resurrección. Y si usted ve como todos los festivales del Antiguo Testamento hablan acerca de Jesús. Por qué cree usted que Jesús dijo Moisés habló de mí, los profetas hablaron de mí. Yo vine a cumplir y a realizar todo lo que estaba escrito en la Ley porque todo lo que está en el Antiguo Testamento apunta hacia Jesús. Todos los festivales, tanto de los tipos, los símbolos, las cosas y cuántas cosas que nosotros ni siquiera nos imaginamos están encerradas en clave en el Antiguo Testamento apuntando hacia Jesús.

Entonces, cuando el Señor resucita el día de resurrección comienza el reloj hacia los 50 días. Los discípulos no entendían esto, no sabían. Y el Señor les dijo simplemente esperen y oren y esperen a la visitación del Espíritu Santo. Ahora, al día 50 que es el día…. Es decir, cuando llegó el día de Pentecostés es como dijera, cuando llegó el día de Washington, cuando llegó Labor Day, el día del trabajo, estaban ellos unánimes juntos orando y cayó el Espíritu Santo.

Quién sabe qué día de fiesta el Señor va escoger para enviar su última visitación. Quién sabe qué día que nosotros ni sabemos su significado, pero él lo sabe en la eternidad. Entonces, el día de Pentecostés que era el día que culminaba ese tiempo de darle gracias a Dios por la cosecha, ese día que los judíos consideraban el día del inicio de su fe, ese día Dios inaugura la fe cristiana con la venida del Espíritu Santo.

Como Moisés, mire, porque si usted mira el Monte de Sinaí fue una especie de Pentecostés. Dice que había fuego, había truenos, estaban tan aterrorizados esos judíos en el desierto que le dijeron a Moisés, mira, vete tu, déjanos aquí porque no queremos morir. Era tan terrible la presencia de Dios. Y Moisés se acercó a la misma presencia del Padre y recibió esa revelación y aquí tenemos, en el día de Pentecostés, fuego, viento recio, temblor, una visitación poderosa de Dios, lenguas repartidas, movimientos sobrenaturales que es como abrir la puerta, es como el inicio, es la inauguración, es el toque de la trompeta, es cortar la cinta, es decir hoy en este momento comienza la época de mi iglesia y yo lo voy a inaugurar con trompetas, con bombas, con platillos, con todo lo que sea para decir, hoy comienza la nueva época de mi iglesia. Hoy comienza la fe cristiana formalmente. Eso fue, Dios escogió ese día en particular que se inició con la resurrección de Jesucristo para decir, ok, hoy mi iglesia comienza a moverse en el poder de la resurrección, en el poder del Espíritu Santo y ahora comienzan esos frutos de esa cosecha a entrar a mi pueblo.

Entonces, note eso, lo dejamos aquí porque luego vamos a tener tiempo. Dios inicia este nueva era de su plan salvífico con este evento que abre, inaugura la nueva época. Si los músicos por favor pueden pasar por acá se los voy a agradecer.

Esta nueva época comienza ahora con el bautismo del Espíritu Santo. Y por eso, hermanos, es que yo pienso, Dios hizo esto de esa forma porque él quería decir, mira si tu quieres iniciar tu vida como cristiano, si tu quieres iniciar tu propia época personal tu necesitas iniciarla como la iniciaron mis discípulos buscando la unción, buscando la llenura del Espíritu Santo, buscando la iniciación del espíritu porque así fue que yo inicié mi iglesia.

Y yo siempre tengo un propósito, una razón, cuando yo llego, yo sé por qué yo llego. No te desanimes, no te desalientes, sigue esperando, sigue buscando, sigue clamando a mí porque yo tengo el día preciso que te voy a dar lo que tengo para ti, pero tienes que buscarlo y tienes que esperarlo y tienes que pedirlo, pero no salgas de Jerusalén, no te adelantes a vivir la vida cristiana plenamente sin primero buscar esa unción, esa visitación del Espíritu Santo.

Y vamos a hablar mucho acerca de cómo se recibe el Espíritu Santo y vamos a tener tiempos de buscar esa unción en nuestras vidas y vamos a estar, no solamente, hablando de teorías sino también de práctica, pero yo quiero en esta mañana implantar en ti una convicción acerca de la importancia de tu tener esa experiencia, esa visitación. Porque eso fue lo que pasó aquí en Pentecostés, el Señor inició la vida de su iglesia con un ventarrón, con una infusión del espíritu.

Vamos a pedirle ahora mismo al Señor, póngase de pie un momento, vamos a pedirle al Señor que haga eso y si tu quieres pasar aquí al frente para que oremos por ti en esta mañana, para que tu recibas una fresca unción, sobretodo me gustaría gente que no ha recibido todavía ese bautismo del Espíritu Santo, prefiere gente que no lo ha recibido, escúchenme, que pase por aquí para que oremos por ti en esta mañana y entonces yo te animo a creer que algo ha sucedido dentro de ti, si lo recibes ahora mismo yo creo que, mira, todo está en que simplemente lo creas. Es como cuando yo le digo a la gente, recibe a Cristo como Señor y salvador, y qué tu haces? Tu recibes a Cristo como Señor y salvador, tu abres tu corazón y tu crees que él entra.

Yo creo que si oramos por ti tu vas a recibir y entonces yo te animo inclusive ahí mismo si tu quieres a glorificar al Señor, dale gracias por fe y entonces comienza a buscar esa manifestación pentecostal, esa manifestación porque fíjate cómo se manifestó en este caso con viento, con lenguas de fuego repartidas, con expresiones proféticas, con milagros. Yo creo que tenemos que buscar esa dimensión también. Yo creo que cuando oramos las personas, eso puede darse en este mismo momento si la persona cree, puede abrir su boca, hablar en otras lenguas inclusive. A veces no lo hacemos porque más bien estamos nosotros aguantándolo pero otra cosa que tu puedes hacer es también comenzar y cuando tu estés en la congregación suelta tu lengua, levanta tus manos, vive una vida pentecostal, confiesa milagros en tu vida, cree que tu tienes la unción de Dios y comienza a adoptar una mente pentecostal, una mente de unción, a vivir una vida sobrenatural.

Confiesa, yo tengo la llenura, yo tengo el bautismo del Espíritu Santo. No dudes, no andes por allí de iglesia en iglesia buscando esto, buscando lo otro, simplemente créelo, reclámalo, confiésalo, adora al Señor con libertad. Cuando tu estés adorando al Señor abre tu boca y habla en otra lengua, tu vas a tener eso, lo vas a recibir en esta mañana. Ora por los enfermos, reprende al enemigo, ora por la liberación de las personas. Vive una vida llena del espíritu, lee tu palabra, ayuna, y di lo tengo, yo soy, yo estoy ungida, estoy ungido, tengo el Espíritu Santo, tengo la llenura del Espíritu Santo y muévete en esa vida apasionada, esa vida dinámica, esa vida que provee espacio para la manifestación del poder de Dios en tu vida.

Así que yo quiero orar por ti y te animo al orar por ti que tu confieses con tu boca, Señor, gracias porque yo lo tengo, gracias porque lo he recibido. Gracias porque tu me lo das. Gracias porque me estoy moviendo en eso. Gracias porque tu prometiste que tu se lo darías a todos los que lo pidieran, gracias porque tu estás conmigo y tengo la unción, la promesa del Padre en mi vida.

Y quiero invitar a toda otra persona también que quiera una visitación fresca, que pase por aquí un momento, mientras los demás continúan orando y clamando al Señor. Y si usted tiene que irse le despido en el nombre de Jesús, váyase quietamente, calladamente, los demás seguimos aquí intercediendo y orando.

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español christian De Santiago español christian De Santiago

Siete acciones de una mujer sabia

Transcripción

¿Sabe usted, qué usted tiene la habilidad de ser una mujer sabia, sabe? Amén. ¿Recuerdan que la canción “Todo lo que necesito”? A veces no confiamos en nosotras mismas lo suficiente. Pero en esta mañana yo quiero que usted salga, no simplemente, escuchando pero creyendo que usted es una mujer sabia. No es que va a ser, sino que ya es una mujer sabia. ¿Por qué? Porque Dios vive en ti y cuando Él está en nosotros andamos con Él y tenemos comunicación con Él y cuando le pedimos las cosas a Él y cuando vamos a Él; cuando tenemos decisiones o cosas importantes que hacer Él nos da la sabiduría para actuar.

Yo quiero compartir siete acciones de una mujer sabia. Quiero que usted diga conmigo, ponga su mano sobre su mente, su frente –aquí, diga: Yo tengo la sabiduría de Dios. Tengo la sabiduría de Dios para ser una buena esposa, tengo la sabiduría para criar a mis hijos en este camino, tengo la sabiduría y la habilidad para tener un matrimonio feliz y saludable, tengo la sabiduría para tener a mis padres saludables. A veces hay que hablarnos a nosotras mismas. You have to talk to yourselves every now and then. Aunque nadie te escuche pero a veces repitiendo las cosas como que “the more you share, más te llegan al corazón de uno”. I’m very Spanglish, so me perdonan.

Primero les hago el capítulo 25 y vamos a leer mientras estamos compartiendo esta palabra. Vamos a leer de una mujer llamada Abigaíl. Cuando empezamos a leer el capítulo nos damos cuenta que ya Samuel había muerto. David se va al desierto. Le dicen a los hombres que hay un hombre Nabal que tiene “has a lot of possessions”. Entonces él tiene hambre. ¿Cuántos saben de un hombre con hambre? Difícil es. Mami me decía “Sole, cuando le vayas a dar a tu esposo, asegúrate que él ha comido bien para que ustedes se puedan sentar y entonces platicar. No hables antes de que él coma”. ¿Por qué? Porque después que el hombre come, come que puede digestir mejor, tener mejor presión.

Este hombre naval tenía como esposa a Abigail y David la describe a ella como una mujer ‘de buen entendimiento y de hermosa apariencia’. Que Samuel había muerto, David está todavía está siendo perseguido por Saúl. David está en un momento muy difícil en su vida, perdió un hombre que era “like a mentor to him”. Perdió un hombre que él amaba. Murió Samuel. Entonces hay otro hombre el cual él amaba y respetaba mucho pero este “man” lo perseguía para matarlo.

Él estaba en una situación difícil y ¿Cuántas de nosotras nos encontramos en esos momentos difíciles? ¿Verdad qué llegan esos momentos difíciles donde uno dice ‘no se para donde ir’, no se que paso tomar’? Aquí estaba David en este momento donde decía “Murió Samuel pero Saúl me persigue pero me persigue para matar”. Aconteció que David escuchó que Nabal estaba cerca y le dice a diestros jóvenes, yo les digo cuando vamos a leer, ‘Subid a Carmel e ir a Nabal y saludadle en mi nombre. Decidle así: ‘Alabanza a ti y paz a tu familia y paz a todo cuanto tienes’.

Ahora vamos a decir los 7 y 8 de primera de Samuel. ¿Okay? ‘He sabido que tienes esquiladores. Ahora tus pastores han estado con nosotros, no les tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que se han estado en Carmel. Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Halla por tanto en estos jóvenes gracia a tus ojos porque hemos venido de buen día. Te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos y a tu hijo David’. ¿Qué es eso? Los jóvenes van donde Nabal y le van a dar el mensaje. Nabal responde en el versículo 10.

‘Pero, ¿quién es David? Y ¿Quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomarte en mi pan en mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores y darla a hombres que no se de donde son?’ Los jóvenes regresan a David con esta información. Estas no son noticias muy buenas, ¿no? Van donde David con está información y me imagino la tristeza y no tanto la tristeza, el enojo que le llevó a David. ¿Okay? Estas noticias molestaron a David.

¿Cómo es que este hombre no puede darle un poquito de comida? Cuando estábamos con él lo protegíamos. We protected him over there and now this is how he wants to pay me? David les dice: “Ciña cada hombre su espada” y David va con 400 hombres. Deja 200 atrás pero va con 400 hombres y van con un propósito. El propósito no era hablar con Nabal, el propósito era acabar con él y con toda su familia. David, tenía propósito, David estaba pero bien molesto. No iba a negociar. No iba a ver si Nabal cambiaba ni de opinión, él quería terminar esta generación completa. Pero ¿qué pasa? Que uno de los criados escuchó cuando los jóvenes llegaron a él, a Nabal, entonces Nabal le dice a Abigail.

He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo y él los ha rechazado. Vamos al versículo 15. El criado le dice a Abigail: ‘Ellos han sido muy buenos con nosotros y nunca nos trataron mal. No nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos. Cuando estábamos en el campo, muro fueron para nosotros de día y de noche. Todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas’. Le dice el criado. ‘Ahora pues, reflexiona y ve lo que has de hacer porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su raza. Él es un hombre tan perverso que no hay quien pueda hablarle’.

La primera acción de una mujer sabía, ¿saben cual es? Reflexionar. Hay que reflexionar porque a veces somos “we are too impulsive”, muy impulsivas que escuchamos y queremos reaccionar, pero rápidamente. Pero cuando llegue la información, cuando lleguen los ataques de la vida, cuando lleguen las situaciones sean enfermedad, sea lo que sea. Reflexione. No actúe rápidamente. Reflexione para ver que es lo que Dios está tratando de decir a través de esto. Porque inmediatamente culpamos al diablo. ‘Es el diablo, es el diablo’ y usted no puede creer que ¿a lo mejor es Dios tratando con usted?

¿Amén? A veces puede ser el mismo Dios que quiere su atención. Ha tratado de diferentes maneras pero usted no para lo que hace porque está en su carrera o como madre o arreglando su casa. Y Dios dice “Dame 5 minutos quiero hablar contigo. Pero tú dices ‘Señor, ya está ya hablamos’”. Hay que reflexionar como mujeres, especialmente como mujeres cristianas porque cuando estamos muy ligeros dañamos las cosas. ¿Amén? Entonces la primera acción que Abigail hace, ella hace es ella reflexiona. Ella se pone a procesar la información. ¿Amén? Ella se pone a procesar la información. Hay que procesar la información.

Leímos en la palabra que Abigaíl era una mujer de buen entendimiento y ¿qué hace? Ella reflexiona y se da cuenta que tiene que reaccionar. No reacciono primero, sino que cuando reflexionó entonces entendió que ella tuvo que reaccionar. ¿Por qué? Porque el mal, la muerte estaba a la vuelta de la esquina. Y quiero decirte mujer que el enemigo está a la vuelta de la esquina tratando de matar y robar lo que Dios a ti te ha dado y tenemos que reflexionar. Tenemos que mirar como está nuestra relación con Dios para que el mal no llegue a nuestras casas. Okay.

Llegó un momento en la vida de la reina Esther que tuvo que reflexionar. Su tío le dice: “Mira, Esther, la cosa está brava. Llama han mandado el decreto y los judíos todos vamos a morir. Y no te creas que simplemente porque estás ahí vas a vivir”. Esther tuvo que reflexionar, ¿qué voy a hacer? Yo me la imagino decir “Señor ¿por qué Tú me enviaste aquí? ¿Por cual razón?”. Y la razón por la cual para mi Esther por la cual Esther llegó al reinado, a estar como el rey era porque este momento venía para el pueblo de Israel y se necesitaba una mujer sabia que reflexionara y supiera actuar cuando era tiempo necesario. Y ella con sabiduría envió al pueblo ¿qué? A orar, to fast, ¿para qué? Para que Dios le diera gracia y vemos que Dios le dio la gracia a Esther.

Ella reflexionó. Esther reflexionó, reaccionó y mandó a los judíos que se hallaban en Suza a ¿qué? A ayunar por ella. Pero ella no simplemente envió la palabra que ayunaran, ella también ayunó. Ella también buscó a Dios. ¡Porque qué fácil es mandar a otra persona a orar y ayunar y hacer de todo! Pero que difícil es levantarse de madrugada a hablar con el Señor. Es tiempo de reflexionar mujeres de Dios. Es tiempo de reaccionar porque nosotras estamos aquí por un tiempo como este. ¿Amén? ¿Están siguiendo ya?

Vamos a leer el versículo 8. Después que reflexionó ella reconoció que tuvo que actuar. Ahora que reflexionar y actuar son dos cosas diferentes. Yo les he dicho anteriormente. Yo me miro al espejo y veo mi reflexión y digo ‘Tengo que ir al gimnasio o comer mejor’ pero de nada vale que yo reflexione y no actúe. Y a veces ahí nos quedamos. Reflexionamos y como sabemos lo que tenemos que hacer, pero el actuar nos va a costar. It means a sacrifice in that act. Entonces: ‘¡Ah! Mañana, mañana, mañana.’

La segunda acción sabia que Abigail hizo fue que ella ofrendó. El ofrendar es muy importante. Amén. El versículo 18. “Abigail tomó luego 200 panes, 2 cueros de vinos, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y 200 panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos”. La ofrenda de Abigail no vino en finanzas, la ofrenda de Abigail vino en una comida. ¿Por qué que tenía David? Hambre. Él no necesitaba dinero, él lo que necesitaba era comida. Y a veces nosotras queremos compartir el Evangelio de Dios pero hay gente que usualmente necesita un pan, leche y una docena de huevos.

¿Me están entendiendo? A veces lo hacemos tan espiritual pero si podemos hacer una necesidad física entonces vamos a poder saciar la necesidad espiritual. Abigail entendía lo que ella tenía que hacer porque ella reflexionó y empezó a actuar con una ofrenda. Nabal tiene riquezas materiales. Nabal era un hombre muy rico pero la palabra dice que él era un hombre ¿qué? Muy ciego. Le faltaba a él sabiduría. Abigail no solo dio porque ella era una mujer bendecida sino porque necesitaba una cosecha buena. ¿Amén?

El dar para nosotros es muy importante. Me recuerdo cuando yo pude ir a una convención de Jimmy Jacques y estaba Juan Irapaino y ya yo sentía que había algo que yo tenía que sembrar. Antes que pidiera una ofrenda, antes de que predicara ya yo tenía ese ardor como que yo tenía que soltar algo. Y empieza la ministración y empieza la predica y yo sabía que tenía que dar algo pero no sabía la cantidad. Y yo esperando y esperando para ver ‘Señor ¿qué es lo que tengo que dar?’ Y cuando tiran del altar una ofrenda de mil dólares yo dije ‘¡Ea! ¡Mil dólares!’ Pero yo sabía que era que tenía que hacer.

Era un momento que Dios estaba tramando conmigo. Mi esposo rezaba pero yo me creía Dios en ese momento porque yo sabía que Dios me estaba hablando a mí de una manera específica. Y mi esposo es un sembrador. Y yo sabía que cuando yo le dijera él me daría el Okay porque él siembra. Sabemos la bendición en el sembrar. Bueno, yo di la ofrenda. Llegamos a casa. Yo le dije la historia y me dijo “Okay, honey. Vamos a creerle a Dios”. Un mes después mi esposo pierde un trabajo y por seis meses no encuentra trabajo. Esa semilla, esa ofrenda nos llevó por seis meses.

¿Por qué? Porque le creí a Dios. Porque cuando uno da creyéndole a Dios, Dios siempre te respalda y Dios siempre provee. Pero a veces nosotros escuchamos esa palabra de dar una ofrenda pero nuestros diezmos no son fieles, con nuestras ofrendas tampoco. Pero damos al Señor una ofrenda o una promesa y queremos que Dios haga. Tenemos que tener todas nuestras cuentas al día. El dar el diezmo no es cuando nos da la gana. El dar el diezmo es dar cuando nosotros recibimos. Darle a Dios porque a Él le pertenece. Y cuando entendemos la importancia del ofrendar, de darle a Dios, Él siempre va a proveer. ¿Amén? Praise the Lord.

Todo esto lo hizo y no le dijo nada a su esposo. Hay momento que tenemos que callar. Pero que difícil es. It’s so hard to speak wise. ¿Por qué? Porque creemos que estamos bien siempre. Aunque usted crea que está bien espere, espere porque en el momento correcto Dios le va a dar la palabra, el tono de voz y la sabiduría para actuar. Sea con su esposo o una relación de amistad. ¿Amén? Hay cosas, mujer de Dios que tú no se la tienes que decir a nadie. Espera, espera. Hay personas que se llaman “matan sueños” o “matadores de sueños”. They don’t want to see you happy; they don’t want to see you prosper. ‘Oh! And that’s going to give you wealth?’ Porque como no quieren no entienden que el sueño fue para ella, el sueño fue para usted. Entonces es que ¿ella va a entender lo que Dios está diciéndote a ti si Dios te está hablando a ti?

Recibe el sueño, créalo, camine en él y cuando venga la manifestación del sueño ellos van a entender. ¿Amén? Si Abigail le dice a Nabal lo que ella tenía en mente para hacer, esta historia no estaría como está en la Biblia porque Nabal hubiera sido ‘You are not going anywhere. You do because I say and because I say you are not going anywhere’. Pero ella reflexionó. Ella supo actuar y supo dar su ofrenda. Nuestras ofrendas producen algo. A veces en ciertas ocasiones cuando pongo una ofrenda en un sobre le pongo nombre porque estoy esperando una cosecha de esa ofrenda, estoy esperando una semilla de esa ofrenda. Siempre háblele a Dios con propósito, escríbalo, pero no simplemente escríbalo, créalo y aunque se vea opuesto usted crea que esa semilla va a dar fruto. ¿Amén?

Esta ofrenda que Abigail preparó fue una ofrenda grande ¿por qué? Porque ella necesitaba misericordia y la necesitaba grande. Ahora, no es que compramos a Dios. No, nunca, jamás podemos comprar a Dios. Entiéndalo bien. Mi ofrenda no compra a Dios, mi ofrenda me bendice. ¿Amén? Su ofrenda te va a bendecir. Y oramos a Dios con nuestras ofrendas. Abigail no se quedó en su casa para ver si las ofrendas que le envió a David es suficiente para él y su familia. Ella no envió su ofrenda. Hay madres que envían sus hijos a la iglesia, que envían a la esposa y se quedan. ¡No! Ven, ven a la casa de Dios.

No digas que tú no tienes nada, no diga que usted tiene nada porque todo lo que usted necesita ¿Dónde está? Está en usted, ya Dios se lo dio. De sus ofrendas al Señor porque eres una mujer bendecida. Cuando damos porque somos bendecidas, Dios nos bendice. La tercera acción es el actuar y ella pudo actuar. Ella reflexionó, actuó y dio su ofrenda. El versículo 20 nos dice: “Y montándose en un asno descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella y ella les salió al encuentro”. ¿Qué sucede cuando nosotras entramos en nuestro cuarto secreto? Nos encontramos con Dios y Abigail tuvo tener la versión mía. Ella supo pasar por ese camino secreto y al final del camino se encontró con David. Se encontró con la persona que ella necesitaba encontrarse.

Y cuando nosotros tenemos el lugar secreto, nuestro cuarto secreto nos encontramos con Dios. ¿Tiene usted su lugar secreto? ¿Tienes un tiempo a solas con Dios? Yo se cuando la Pastora me dice ‘I love being in my car, play other music and praising loud. It’s one of a wonderful time of the day’. Uno puede cantar y puede cantar lo más duro que uno quiera y alaba al Señor. Aleluya. ¿Cómo queremos que el Señor cuide de nosotros si no pasamos por el tiempo, el momento, el lugar secreto con Él? Abigail supo llegar. El enemigo está para serlo. David en este caso viene siendo el enemigo que ¿quería qué? Acabar con la familia de Nabal. Pero el enemigo, el diablo está tratando de devorar y romper, matar nuestras familias.

Es tiempo de coger esta relación con Dios en serio. Vale la pena vivir esto, pero vivirla bien. No vivirla simplemente aquí pero allá afuera donde la gente tiene que ver. Mujeres sabias, este es el momento en que sin dudas necesita de mujeres sabias. Mujeres con buen entendimiento, mujeres saben reflexionar, mujeres que saben expresarse. The world needs us. El mundo nos necesita. Pero ¿qué? Decimos que no podemos. Saque esa palabra de su vocabulario. Empiece a creer que yo puede. Usted vive donde usted vive porque Dios tiene un propósito con usted. Usted trabaja donde trabaja porque hay personas que necesitan escuchar la palabra de Dios. Tiene los hijos que tiene porque Dios te los ha dado con un propósito, porque usted con ello. Usted no diga que “usted no puede con ella”. Usted puede con ello. Dios te lo dio. Él confió en ti lo suficiente para darte los hijos que tienes. So we give up? I’m tired, Lord. When? Y empezamos a preguntar al Señor, ¿pero cuando?

Tú sabes que yo oro, que mucho yo lloro, Señor y mis hijos se ponen peor. But it can’t be for nothing. Son tuyos por una razón. You had them because you have offrended them. Nadie lo va a amar como usted lo va a amar. Nobody is going to have the patience as you have the patience for them. Y ahí va a ver usted, que sus hijos necesitan escuchar. ¿Amén? Praise the Lord. I feel the presence of the Lord this morning and I hope it won’t take too long. Vamos a regresar a David. ¿Cómo está este pobre David con hambre? Está molesto con la respuesta de Nabal y parece que más caminaba más molesto se ponía. “¡Ay pero si lo veo! ¡Ay pero si [sonidos]!”

¿Se ven? ¿Se ven ustedes en David? Can you see yourselves there? [Risas] David tampoco estaba actuando bien. David se dejó por sus emociones, se apoderaron de él y tenemos que tener cuidado porque mujeres, el deseo también es emocional. Pero habla de las cosas simples de la vida. A veces nuestros matrimonios se rompen por cosas tontas. A veces rompemos relaciones con familiares, con hermanos, con tíos, con madres por cosas… calm. Porque dejamos que el diablo se meta y no actuamos como mujeres sabias sino actuamos como mujeres necias y pasan años a veces y nosotros el orgullo no nos permite pedir perdón. No nos permite mirarnos. Y es que es la cuarta acción. La cuarta acción es “se postró, se humilló”. Supo pedir perdón. ¿A cuántas de nosotras nos cuesta pedir perdón?

Hay mujeres enfermas porque no saben pedir perdón porque viven con esa amargura. Porque quieren que la persona que lo hirió sufra. [Risas] Verse 21. Versículo 21: “Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien”. Versículo 23: “Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra”. Vamos a aprender a postrarnos, vamos a aprender a humillarnos cuando sea necesario, vamos a aprender a pedir perdón. Aunque usted diga que ‘it’s not your fault’ la palabra nos dice que ‘it doesn’t matter whose fault it is’. Vaya y pida perdón y usted va a sentir como una carga que se le va, una libertad.

¿Y qué pasa cuando podemos perdonar? Somos libres y ¿qué? Libramos a la otra persona. Allá ella, allá él con Dios pero nosotras vamos, como mujeres sabias, a pedir perdón porque esa es una acción sabia. El pedir perdón. La Biblia nos dice que se bajó prontamente de su asno y se postró sobre su rostro delante de David. Este no era el momento de tratar de persuadir a David. A veces decimos ‘I got this’. Voy a usar todo lo que se de mujer para arreglar este asunto. Pero no es momento de persuadir a David.

La vida de Abigail está en peligro simplemente porque era esposas de Nabal. Hay momento cuando nuestras palabras no van a hacer la diferencia en la situación en la cual estamos. Right? Simplemente tenemos que ir de rodillas delante de ¿quién? Delante de Dios y postrarnos en su presencia y reconocer Señor que sea Tu voluntad. Qué sea Tu voluntad, Señor. No la mía, pero que sea Tu voluntad. ¿Amén? La cuarta acción es postrarnos, el humillarnos, el perdón es importante para una mujer sabia.

La quinta acción sabia que hace Abigail es que ella habló con sabiduría. ¿Amén? Habló con sabiduría. Porque a veces hablamos y al terminar nada sabio salió, pero ¡que mucho hablamos! Versículos 24 y 25: “y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sobre mi sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva”. Después que se aseguró que tenía la atención de David, Okay, this is important. El tono de voz que usamos. A veces mi esposo me dice: ¿por qué lo tienes que decir de la manera que tú lo dices? Has your husband told you that? Why you have to say it like that? What he tells me? El tono de voz.

A veces queremos actuar pero hablamos con ese “accussing tone of voice”. Venimos a donde el esposo o quien sea, con esa actitud y ¿qué hace la persona? O what do they say? “What’s your problem?” Porque de la manera que vamos they did come by. Pero cuando aprendemos a hablar y a adecuar el tono de voz, pida lo que quiera del esposo y ¡se lo va a dar! ¡Aleluya! Esta es la palabra de hoy. Versículo 25: “ No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”. Habló con sabiduría y no le dijo ‘What’s your problem, man? She didn’t go with that attitude. She was like ‘ I wasn’t there’. ‘No estuve ahí. Pero ahora estoy. Permíteme hablar contigo’.

Y el tono de voz es importante para una mujer sabia. I catch myself with my children all the time. Le puedo hablar bien a todo el mundo y a veces cuando les hablo a mis hijos ‘¡Ahh!’ and I stop again and I have not to go to any authority. But if I would just recognize I wouldn’t have to say I’m sorry. Pero como son nuestros hijos, a veces creemos que les podemos hablar así estrujado. ¡No! Ellos necesitan ser tratados con sabiduría, con amor y con ternura, con respeto. ¿Para qué? Para que ellos en el tiempo de Dios hablen con sabiduría y con respeto a otros. ¿Amén? Pídanle perdón a sus hijos porque a veces yo se que somos muy ligeras y herimos a nuestros hijos. Hay dolor en el corazón de ellos porque ‘mami tiene tiempo para escuchar a todo el mundo y hablar con todo el mundo pero yo quiero cinco minutos con mami y mami no me los da’.

Yo tengo tres hijos, tengo uno 15, uno de 12 y uno de 7. Y el de 12 años me dice unas historias que cogen ¡Ay! Una eternidad. He stays there forever! Él es medio vaguito a veces and I go Aha!Aha! y como que se goes, he comes back. What’s the point? All he wants to do is tell me the story. Pero yo no quiero sacar cinco minutos para escuchar la historia de él. Pero para él es algo que quiere compartir conmigo. Y hay que tener tiempo para nuestros hijos porque si no le damos el oído otra persona se lo dará. ¿Y como podemos aconsejar, amar con sabiduría a nuestros hijos si no tomamos el tiempo para escuchar?

¡No es fácil! Yo lo se y todavía estoy aprendiendo. Porque hay veces que mi esposo me hace [señas físicas] ¿Por qué? Porque hago mucho de esto [señas físicas] y tengo que callar y empezar de nuevo. ¿Amén? But I have to be woman and after all I’m talking to a child. Si yo quiero ser efectiva y salvar mi matrimonio tengo que aprender como y cuando decir las cosas. ¿Amén? Tenemos que pedirle a Dios para que nosotras aprendamos a expresarnos correctamente. Necesitamos la sabiduría de Dios para poder hablarles y que nuestras palabras puedan ser oídas y que produzcan ¿qué? Good fruits.

La sexta acción sabia que hace Abigail: que ella toma un momento para profetizar. Verse 26: “Ahora pues señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor”. Ella habla, ella profetiza, ella con sus palabras cambia las cosas. ¿Me están entendiendo? Is this making any sense? Or Shall I just read this chapter completely different? David no había cambiado su mente de perdonar a Nabal. Sin embargo Abigail le dice a David que Jehová le impidió venir a derramar sangre. Nosotras podemos profetizar. Hablar las cosas que no son como si fuesen. ¿Amén? Porque el poder está en nuestra boca. El poder de la vida, el poder de la muerte.

Y a veces hablamos más muerte que vida. Decimos ‘mi hijo nunca cambia’, estas hablando muerte. ‘¿Mi esposo? ¡Ah!’ Estás hablando muerte. Cambia tu lenguaje. Cambia. Una mujer sabia aprende el lenguaje que tiene que hablar y empieza a hablar cosas, empieza a profetizar las cosas, empieza a creer a Dios. Empieza a decir “Espérate, Dios me dio este hijo, esta hija con un propósito. El diablo tú eres mentiroso. Ella ya tiene propósito, ella va a ser lo que Dios ha mandado que ella sea”. Profetice, hable. Usted no tiene que ser profeta para profetizar. ¡Usted créale a Dios! Y usted va a ver como Dios va a hablar.

Versículo 27: “Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa”. ¿Qué hizo Abigail? Está pidiendo perdón por lo que no hizo pero está pidiendo perdón por su familia, por su generación. Porque mujer de nosotros depende a veces. Si respetamos, si sabemos el lugar que tiene nuestro esposo, el sacerdote, el hombre de la casa. Pero ¿cuál es su responsabilidad en su hogar? Abigail dice: “perdona a esta sierva, esta ofensa”. “Pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová y el mal no se ha hallado en ti en tus días”. Abigail sabía quien era David, ella conocía de este hombre. Abigail usó su entendimiento, su sabiduría para el bien y le recordó a David las promesas que David aún tenía.

A veces nos olvidamos y necesitamos… we need to be reminded of the process that comes to us. ¿Amén? Y le recordó a David lo que Dios tenía para él y no lo podía gozar si sus manos se llenaban con sangre derramada sin causa o por haberse vengado. David estaba actuando para vengarse y era incorrecto. Este es el mismo David que tuvo la oportunidad de matar a Saúl pero reconocía que no se puede tocar el envío de Dios y pudo perdonar y pudo salir. Pero aquí “este no nos va a dar algo de comer, este muere”. Let’s be careful. Vamos a tener cuidado. Abigail continua diciendo, creo que es el 28: “ Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda”. Y termina diciendo: “ Guárdese pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva”. No es fácil. Sembró una semilla. When the Lord gives something in your life, remember me.

La séptima y última acción que yo pude entender en este capítulo es que ella estaba dispuesta a pagar el precio. Are you? Está usted dispuesta a pagar el precio? El precio para cada una de nosotras va a ser diferente pero lo que tenemos en común es que todas vamos a pagar un precio. Para algunas va a ser un poco más alto a lo mejor para otras…Hay familias que prosperan en todo y hay familias que uno dice como que ¡guau! Pero tenemos que estar dispuestas a pagar el precio. La vida de Abigail y la de la familia estaba en las manos de David. Aquí podían terminar las generaciones porque David no venía sólo en busca de Nabal pero de todo varón en la casa de Nabal.

¿Cómo David responde a estas siete acciones? David después de escucharla dice: “ Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. Él pudo recapacitar, él pudo entender que estaba actuando en una manera de venganza y que si actuara de esa manera, la mano de Dios iba a caer sobre él. Versículo 34 David dice: “Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón”. And what’s that he has just reflected? She had to act. No nos podemos quedar en la decisión nada más, tenemos que actuar. Tenemos que ofrendar, tenemos que postrarnos, humillarnos, pedir perdón al Señor.

Tenemos que hablar con sabiduría. Tenemos que usar el tono correcto. Hay momentos que todo tiene que ser firme pero hay momentos que tienen que ser dulce. Vamos a aprender cual es el tono que tenemos que hablar en los momentos específicos. David recibió la ofrenda y le dice: “Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz y te he tenido respeto”. Una mujer sabia se sabe hacer respetar. ¿Amén? Versículo 37: “ Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió a su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. Y diez días después, Jehová hirió a Nabal y murió”. Estoy segura que Abigail no lloraba “Señor, llévatelo, mátalo, Señor”. Pero Dios hizo lo que tenía que hacer ¿por qué? Porque ella fue una mujer sabia. Ella supo lo que tenía que hacer ¿para qué? Para que la paz reinara en su casa.

¿Qué es lo que usted tiene que hacer para que la paz de Dios reine en su hogar? Porque la paz de Dios tiene que reinar en su casa, en su hogar. Su casa es su santuario debe ser un lugar de paz, donde sus hijos vean llegar y sentirse bien. Porque creamos ese ambiente de paz, de armonía. ¿Qué hace Dios con una mujer sabia? Es respetada, prometida, ella produce, recibe misericordia pero la hace una reina. No la deja en el anonimato ni en el olvido. Él se acuerda de todas las cosas que hacemos y Él siempre, Él es un buen galardonador. He knows how to pay, He knows how to reward. Mujer de Dios eres madre, logra que el mundo te diga algo diferente. Eres llamada, eres escogida, eres bendecida, eres hermosa por dentro y por fuera.

Eres una mujer sabia. El versículo 39 dice: “ Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”. Versículo 44: “Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó su asno y siguió a los mensajeros de David y fue su mujer”.

Hay recompensas, hay bendiciones cuando somos mujeres sabias. Pero cuando somos mujeres insensatas y necias hay consecuencias. ¿Usted quiere vivir con las consecuencias o quiere vivir con las bendiciones? Estemos de pie. En estos momentos empiece a reflexionar en su vida. ¿Dónde le falló a Dios? ¿Dónde le falló a su esposo? ¿Cómo le falló a sus hijos? Aún a la iglesia, ¿cómo ha fallado? Reflexione y Señor traiga a la memoria. Allow just Him to bring those pieces to your mind. Many of the things that you have hidden so so deep, that you don’t need the mind to bring them up, but that’s the moment that God wants to deal with you individually. Este es un momento cuando Dios quiere actuar con usted individualmente.

Hay cosas en su corazón que no la permiten ser libre. Reflexione cuales son esas cosas. ¿Dónde es que usted vino a vivir la vida amargada en su corazón? Su corazón está lleno de amargura, de tristeza, de enojos, de contiendas. Si así está su corazón, reflexione porque este es el momento que Dios quiere cambiar ese corazón amargado y poner dulzura, poner paz en su corazón. Reflexione en esta mañana. Yo se que Dios ha puesto cosas en su corazón, en su mente. Y no es suficiente que usted reflexione, hay personas en las cuales usted va a tener que llamar. Hay personas en las cuales usted va a tener que tocar a la puerta y actuar como una mujer sabia.

Humíllese, que el amor de Dios va delante de usted y esa persona puede ser libre y puede ser salva porque somos sabias. Hay que actuar. ¿Cuáles son las áreas en donde usted tiene que actuar? Llegó el momento de ofrendar. ¿Ha ofrendado su vida? ¿Ha dado por completo su vida? O simplemente ¿quieres los beneficios de Dios pero no quieres sacrificar tu cuerpo, tu vida, tu espíritu? Llega el momento de ofrendar y la ofrenda se hace más, no simplemente en las finanzas. El tiempo. ¿Le ofrendamos a Dios el tiempo suficiente o le robamos el tiempo? Aprenda a ofrendar. Tenemos que aprender a ofrendar. Sele fiel a Dios en todo. Aleluya.

Hay que actuar. Le voy a pedir que nos postremos delante de la presencia del Señor. ¿Alguna de las presentes quiere pasar al altar? Vamos a postrarnos, vamos a reflexionar las cosas que tenemos que arreglar. Ahora háblelas con Dios, hable esas cosas con Dios. No permita que usted salga con la culpabilidad. Dios no es un Dios que te culpa. Dios es un Dios que perdona. El enemigo es quien te culpa. El enemigo es quien te pone ahí débil y te dice “Tú no puedes”. Pero Dios perdona. Póstrese delante de la presencia de Dios, hable. Abra su boca en estos momentos. No salga como llegó. Esa es la palabra de Dios para cada una de nosotras. Este es el momento de postrarnos, de humillarnos: “Señor perdónanos porque te hemos fallado, perdónanos, Señor”.

“Perdona mi manera de ser. Que yo pueda pensar antes de actuar ¡Oh, Dios! Enséñame a hablar con mis hijos. ¡Que mucho daño yo como madre le hecho a mis hijos porque no hablo con sabiduría, perdóname, Señor! Perdónanos, Señor. Perdónanos, Señor. Aleluya. Aleluya. Jesus. Ríndase pero ríndase completamente a Él. Vale la pena rendirse por completo. Just surrender, surrender. Admit who you are. Surrender before the Lord. You are going to surprise the Lord. Vas a sorprender a Dios, surrender, surrender before the Lord. Hable con sabiduría. Declare las promesas de Dios para ti y para tu familia. Aleluya.

Tome un momento para profetizar sobre su vida. Profetice en estos momentos sobre su esposo, profetice sobre sus hijos. Declare, declare, declare las promesas de Dios que son para ti y para tu familia. Declare, profetice, profetice. Créale a Dios que las cosas cambian, créale a Dios que las cosas cambian. Créale, créale, créale a Dios. Créale a Dios en este momento, créale a Dios. No vea las cosas con sus ojos físicos, no mire la situación. Deja las cosas al Señor. Permíteme ver con tus ojos, permíteme ver con tus ojos. Aleluya. Declare, declare las cosas sobre su vida. Hay momentos de dar pero hay momentos también de profetizar, de hablar, de declarar la palabra de Dios que es vida. Es viva y eficaz.

¿Está dispuesta a pagar el precio? Este dispuesta a pagar el precio aunque le cueste la muerte pero en Dios va a ser vida. Gracias, Señor.

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español christian De Santiago español christian De Santiago

Siete acciones de una mujer sabia

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¿Sabe usted, qué usted tiene la habilidad de ser una mujer sabia, sabe? Amén. ¿Recuerdan que la canción “Todo lo que necesito”? A veces no confiamos en nosotras mismas lo suficiente. Pero en esta mañana yo quiero que usted salga, no simplemente, escuchando pero creyendo que usted es una mujer sabia. No es que va a ser, sino que ya es una mujer sabia. ¿Por qué? Porque Dios vive en ti y cuando Él está en nosotros andamos con Él y tenemos comunicación con Él y cuando le pedimos las cosas a Él y cuando vamos a Él; cuando tenemos decisiones o cosas importantes que hacer Él nos da la sabiduría para actuar.

Yo quiero compartir siete acciones de una mujer sabia. Quiero que usted diga conmigo, ponga su mano sobre su mente, su frente –aquí, diga: Yo tengo la sabiduría de Dios. Tengo la sabiduría de Dios para ser una buena esposa, tengo la sabiduría para criar a mis hijos en este camino, tengo la sabiduría y la habilidad para tener un matrimonio feliz y saludable, tengo la sabiduría para tener a mis padres saludables. A veces hay que hablarnos a nosotras mismas. You have to talk to yourselves every now and then. Aunque nadie te escuche pero a veces repitiendo las cosas como que “the more you share, más te llegan al corazón de uno”. I’m very Spanglish, so me perdonan.

Primero les hago el capítulo 25 y vamos a leer mientras estamos compartiendo esta palabra. Vamos a leer de una mujer llamada Abigaíl. Cuando empezamos a leer el capítulo nos damos cuenta que ya Samuel había muerto. David se va al desierto. Le dicen a los hombres que hay un hombre Nabal que tiene “has a lot of possessions”. Entonces él tiene hambre. ¿Cuántos saben de un hombre con hambre? Difícil es. Mami me decía “Sole, cuando le vayas a dar a tu esposo, asegúrate que él ha comido bien para que ustedes se puedan sentar y entonces platicar. No hables antes de que él coma”. ¿Por qué? Porque después que el hombre come, come que puede digestir mejor, tener mejor presión.

Este hombre naval tenía como esposa a Abigail y David la describe a ella como una mujer ‘de buen entendimiento y de hermosa apariencia’. Que Samuel había muerto, David está todavía está siendo perseguido por Saúl. David está en un momento muy difícil en su vida, perdió un hombre que era “like a mentor to him”. Perdió un hombre que él amaba. Murió Samuel. Entonces hay otro hombre el cual él amaba y respetaba mucho pero este “man” lo perseguía para matarlo.

Él estaba en una situación difícil y ¿Cuántas de nosotras nos encontramos en esos momentos difíciles? ¿Verdad qué llegan esos momentos difíciles donde uno dice ‘no se para donde ir’, no se que paso tomar’? Aquí estaba David en este momento donde decía “Murió Samuel pero Saúl me persigue pero me persigue para matar”. Aconteció que David escuchó que Nabal estaba cerca y le dice a diestros jóvenes, yo les digo cuando vamos a leer, ‘Subid a Carmel e ir a Nabal y saludadle en mi nombre. Decidle así: ‘Alabanza a ti y paz a tu familia y paz a todo cuanto tienes’.

Ahora vamos a decir los 7 y 8 de primera de Samuel. ¿Okay? ‘He sabido que tienes esquiladores. Ahora tus pastores han estado con nosotros, no les tratamos mal ni les faltó nada en todo el tiempo que se han estado en Carmel. Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Halla por tanto en estos jóvenes gracia a tus ojos porque hemos venido de buen día. Te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos y a tu hijo David’. ¿Qué es eso? Los jóvenes van donde Nabal y le van a dar el mensaje. Nabal responde en el versículo 10.

‘Pero, ¿quién es David? Y ¿Quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores. ¿He de tomarte en mi pan en mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores y darla a hombres que no se de donde son?’ Los jóvenes regresan a David con esta información. Estas no son noticias muy buenas, ¿no? Van donde David con está información y me imagino la tristeza y no tanto la tristeza, el enojo que le llevó a David. ¿Okay? Estas noticias molestaron a David.

¿Cómo es que este hombre no puede darle un poquito de comida? Cuando estábamos con él lo protegíamos. We protected him over there and now this is how he wants to pay me? David les dice: “Ciña cada hombre su espada” y David va con 400 hombres. Deja 200 atrás pero va con 400 hombres y van con un propósito. El propósito no era hablar con Nabal, el propósito era acabar con él y con toda su familia. David, tenía propósito, David estaba pero bien molesto. No iba a negociar. No iba a ver si Nabal cambiaba ni de opinión, él quería terminar esta generación completa. Pero ¿qué pasa? Que uno de los criados escuchó cuando los jóvenes llegaron a él, a Nabal, entonces Nabal le dice a Abigail.

He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo y él los ha rechazado. Vamos al versículo 15. El criado le dice a Abigail: ‘Ellos han sido muy buenos con nosotros y nunca nos trataron mal. No nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos. Cuando estábamos en el campo, muro fueron para nosotros de día y de noche. Todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas’. Le dice el criado. ‘Ahora pues, reflexiona y ve lo que has de hacer porque el mal está ya resuelto contra nuestro amo y contra toda su raza. Él es un hombre tan perverso que no hay quien pueda hablarle’.

La primera acción de una mujer sabía, ¿saben cual es? Reflexionar. Hay que reflexionar porque a veces somos “we are too impulsive”, muy impulsivas que escuchamos y queremos reaccionar, pero rápidamente. Pero cuando llegue la información, cuando lleguen los ataques de la vida, cuando lleguen las situaciones sean enfermedad, sea lo que sea. Reflexione. No actúe rápidamente. Reflexione para ver que es lo que Dios está tratando de decir a través de esto. Porque inmediatamente culpamos al diablo. ‘Es el diablo, es el diablo’ y usted no puede creer que ¿a lo mejor es Dios tratando con usted?

¿Amén? A veces puede ser el mismo Dios que quiere su atención. Ha tratado de diferentes maneras pero usted no para lo que hace porque está en su carrera o como madre o arreglando su casa. Y Dios dice “Dame 5 minutos quiero hablar contigo. Pero tú dices ‘Señor, ya está ya hablamos’”. Hay que reflexionar como mujeres, especialmente como mujeres cristianas porque cuando estamos muy ligeros dañamos las cosas. ¿Amén? Entonces la primera acción que Abigail hace, ella hace es ella reflexiona. Ella se pone a procesar la información. ¿Amén? Ella se pone a procesar la información. Hay que procesar la información.

Leímos en la palabra que Abigaíl era una mujer de buen entendimiento y ¿qué hace? Ella reflexiona y se da cuenta que tiene que reaccionar. No reacciono primero, sino que cuando reflexionó entonces entendió que ella tuvo que reaccionar. ¿Por qué? Porque el mal, la muerte estaba a la vuelta de la esquina. Y quiero decirte mujer que el enemigo está a la vuelta de la esquina tratando de matar y robar lo que Dios a ti te ha dado y tenemos que reflexionar. Tenemos que mirar como está nuestra relación con Dios para que el mal no llegue a nuestras casas. Okay.

Llegó un momento en la vida de la reina Esther que tuvo que reflexionar. Su tío le dice: “Mira, Esther, la cosa está brava. Llama han mandado el decreto y los judíos todos vamos a morir. Y no te creas que simplemente porque estás ahí vas a vivir”. Esther tuvo que reflexionar, ¿qué voy a hacer? Yo me la imagino decir “Señor ¿por qué Tú me enviaste aquí? ¿Por cual razón?”. Y la razón por la cual para mi Esther por la cual Esther llegó al reinado, a estar como el rey era porque este momento venía para el pueblo de Israel y se necesitaba una mujer sabia que reflexionara y supiera actuar cuando era tiempo necesario. Y ella con sabiduría envió al pueblo ¿qué? A orar, to fast, ¿para qué? Para que Dios le diera gracia y vemos que Dios le dio la gracia a Esther.

Ella reflexionó. Esther reflexionó, reaccionó y mandó a los judíos que se hallaban en Suza a ¿qué? A ayunar por ella. Pero ella no simplemente envió la palabra que ayunaran, ella también ayunó. Ella también buscó a Dios. ¡Porque qué fácil es mandar a otra persona a orar y ayunar y hacer de todo! Pero que difícil es levantarse de madrugada a hablar con el Señor. Es tiempo de reflexionar mujeres de Dios. Es tiempo de reaccionar porque nosotras estamos aquí por un tiempo como este. ¿Amén? ¿Están siguiendo ya?

Vamos a leer el versículo 8. Después que reflexionó ella reconoció que tuvo que actuar. Ahora que reflexionar y actuar son dos cosas diferentes. Yo les he dicho anteriormente. Yo me miro al espejo y veo mi reflexión y digo ‘Tengo que ir al gimnasio o comer mejor’ pero de nada vale que yo reflexione y no actúe. Y a veces ahí nos quedamos. Reflexionamos y como sabemos lo que tenemos que hacer, pero el actuar nos va a costar. It means a sacrifice in that act. Entonces: ‘¡Ah! Mañana, mañana, mañana.’

La segunda acción sabia que Abigail hizo fue que ella ofrendó. El ofrendar es muy importante. Amén. El versículo 18. “Abigail tomó luego 200 panes, 2 cueros de vinos, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas y 200 panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos”. La ofrenda de Abigail no vino en finanzas, la ofrenda de Abigail vino en una comida. ¿Por qué que tenía David? Hambre. Él no necesitaba dinero, él lo que necesitaba era comida. Y a veces nosotras queremos compartir el Evangelio de Dios pero hay gente que usualmente necesita un pan, leche y una docena de huevos.

¿Me están entendiendo? A veces lo hacemos tan espiritual pero si podemos hacer una necesidad física entonces vamos a poder saciar la necesidad espiritual. Abigail entendía lo que ella tenía que hacer porque ella reflexionó y empezó a actuar con una ofrenda. Nabal tiene riquezas materiales. Nabal era un hombre muy rico pero la palabra dice que él era un hombre ¿qué? Muy ciego. Le faltaba a él sabiduría. Abigail no solo dio porque ella era una mujer bendecida sino porque necesitaba una cosecha buena. ¿Amén?

El dar para nosotros es muy importante. Me recuerdo cuando yo pude ir a una convención de Jimmy Jacques y estaba Juan Irapaino y ya yo sentía que había algo que yo tenía que sembrar. Antes que pidiera una ofrenda, antes de que predicara ya yo tenía ese ardor como que yo tenía que soltar algo. Y empieza la ministración y empieza la predica y yo sabía que tenía que dar algo pero no sabía la cantidad. Y yo esperando y esperando para ver ‘Señor ¿qué es lo que tengo que dar?’ Y cuando tiran del altar una ofrenda de mil dólares yo dije ‘¡Ea! ¡Mil dólares!’ Pero yo sabía que era que tenía que hacer.

Era un momento que Dios estaba tramando conmigo. Mi esposo rezaba pero yo me creía Dios en ese momento porque yo sabía que Dios me estaba hablando a mí de una manera específica. Y mi esposo es un sembrador. Y yo sabía que cuando yo le dijera él me daría el Okay porque él siembra. Sabemos la bendición en el sembrar. Bueno, yo di la ofrenda. Llegamos a casa. Yo le dije la historia y me dijo “Okay, honey. Vamos a creerle a Dios”. Un mes después mi esposo pierde un trabajo y por seis meses no encuentra trabajo. Esa semilla, esa ofrenda nos llevó por seis meses.

¿Por qué? Porque le creí a Dios. Porque cuando uno da creyéndole a Dios, Dios siempre te respalda y Dios siempre provee. Pero a veces nosotros escuchamos esa palabra de dar una ofrenda pero nuestros diezmos no son fieles, con nuestras ofrendas tampoco. Pero damos al Señor una ofrenda o una promesa y queremos que Dios haga. Tenemos que tener todas nuestras cuentas al día. El dar el diezmo no es cuando nos da la gana. El dar el diezmo es dar cuando nosotros recibimos. Darle a Dios porque a Él le pertenece. Y cuando entendemos la importancia del ofrendar, de darle a Dios, Él siempre va a proveer. ¿Amén? Praise the Lord.

Todo esto lo hizo y no le dijo nada a su esposo. Hay momento que tenemos que callar. Pero que difícil es. It’s so hard to speak wise. ¿Por qué? Porque creemos que estamos bien siempre. Aunque usted crea que está bien espere, espere porque en el momento correcto Dios le va a dar la palabra, el tono de voz y la sabiduría para actuar. Sea con su esposo o una relación de amistad. ¿Amén? Hay cosas, mujer de Dios que tú no se la tienes que decir a nadie. Espera, espera. Hay personas que se llaman “matan sueños” o “matadores de sueños”. They don’t want to see you happy; they don’t want to see you prosper. ‘Oh! And that’s going to give you wealth?’ Porque como no quieren no entienden que el sueño fue para ella, el sueño fue para usted. Entonces es que ¿ella va a entender lo que Dios está diciéndote a ti si Dios te está hablando a ti?

Recibe el sueño, créalo, camine en él y cuando venga la manifestación del sueño ellos van a entender. ¿Amén? Si Abigail le dice a Nabal lo que ella tenía en mente para hacer, esta historia no estaría como está en la Biblia porque Nabal hubiera sido ‘You are not going anywhere. You do because I say and because I say you are not going anywhere’. Pero ella reflexionó. Ella supo actuar y supo dar su ofrenda. Nuestras ofrendas producen algo. A veces en ciertas ocasiones cuando pongo una ofrenda en un sobre le pongo nombre porque estoy esperando una cosecha de esa ofrenda, estoy esperando una semilla de esa ofrenda. Siempre háblele a Dios con propósito, escríbalo, pero no simplemente escríbalo, créalo y aunque se vea opuesto usted crea que esa semilla va a dar fruto. ¿Amén?

Esta ofrenda que Abigail preparó fue una ofrenda grande ¿por qué? Porque ella necesitaba misericordia y la necesitaba grande. Ahora, no es que compramos a Dios. No, nunca, jamás podemos comprar a Dios. Entiéndalo bien. Mi ofrenda no compra a Dios, mi ofrenda me bendice. ¿Amén? Su ofrenda te va a bendecir. Y oramos a Dios con nuestras ofrendas. Abigail no se quedó en su casa para ver si las ofrendas que le envió a David es suficiente para él y su familia. Ella no envió su ofrenda. Hay madres que envían sus hijos a la iglesia, que envían a la esposa y se quedan. ¡No! Ven, ven a la casa de Dios.

No digas que tú no tienes nada, no diga que usted tiene nada porque todo lo que usted necesita ¿Dónde está? Está en usted, ya Dios se lo dio. De sus ofrendas al Señor porque eres una mujer bendecida. Cuando damos porque somos bendecidas, Dios nos bendice. La tercera acción es el actuar y ella pudo actuar. Ella reflexionó, actuó y dio su ofrenda. El versículo 20 nos dice: “Y montándose en un asno descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella y ella les salió al encuentro”. ¿Qué sucede cuando nosotras entramos en nuestro cuarto secreto? Nos encontramos con Dios y Abigail tuvo tener la versión mía. Ella supo pasar por ese camino secreto y al final del camino se encontró con David. Se encontró con la persona que ella necesitaba encontrarse.

Y cuando nosotros tenemos el lugar secreto, nuestro cuarto secreto nos encontramos con Dios. ¿Tiene usted su lugar secreto? ¿Tienes un tiempo a solas con Dios? Yo se cuando la Pastora me dice ‘I love being in my car, play other music and praising loud. It’s one of a wonderful time of the day’. Uno puede cantar y puede cantar lo más duro que uno quiera y alaba al Señor. Aleluya. ¿Cómo queremos que el Señor cuide de nosotros si no pasamos por el tiempo, el momento, el lugar secreto con Él? Abigail supo llegar. El enemigo está para serlo. David en este caso viene siendo el enemigo que ¿quería qué? Acabar con la familia de Nabal. Pero el enemigo, el diablo está tratando de devorar y romper, matar nuestras familias.

Es tiempo de coger esta relación con Dios en serio. Vale la pena vivir esto, pero vivirla bien. No vivirla simplemente aquí pero allá afuera donde la gente tiene que ver. Mujeres sabias, este es el momento en que sin dudas necesita de mujeres sabias. Mujeres con buen entendimiento, mujeres saben reflexionar, mujeres que saben expresarse. The world needs us. El mundo nos necesita. Pero ¿qué? Decimos que no podemos. Saque esa palabra de su vocabulario. Empiece a creer que yo puede. Usted vive donde usted vive porque Dios tiene un propósito con usted. Usted trabaja donde trabaja porque hay personas que necesitan escuchar la palabra de Dios. Tiene los hijos que tiene porque Dios te los ha dado con un propósito, porque usted con ello. Usted no diga que “usted no puede con ella”. Usted puede con ello. Dios te lo dio. Él confió en ti lo suficiente para darte los hijos que tienes. So we give up? I’m tired, Lord. When? Y empezamos a preguntar al Señor, ¿pero cuando?

Tú sabes que yo oro, que mucho yo lloro, Señor y mis hijos se ponen peor. But it can’t be for nothing. Son tuyos por una razón. You had them because you have offrended them. Nadie lo va a amar como usted lo va a amar. Nobody is going to have the patience as you have the patience for them. Y ahí va a ver usted, que sus hijos necesitan escuchar. ¿Amén? Praise the Lord. I feel the presence of the Lord this morning and I hope it won’t take too long. Vamos a regresar a David. ¿Cómo está este pobre David con hambre? Está molesto con la respuesta de Nabal y parece que más caminaba más molesto se ponía. “¡Ay pero si lo veo! ¡Ay pero si [sonidos]!”

¿Se ven? ¿Se ven ustedes en David? Can you see yourselves there? [Risas] David tampoco estaba actuando bien. David se dejó por sus emociones, se apoderaron de él y tenemos que tener cuidado porque mujeres, el deseo también es emocional. Pero habla de las cosas simples de la vida. A veces nuestros matrimonios se rompen por cosas tontas. A veces rompemos relaciones con familiares, con hermanos, con tíos, con madres por cosas… calm. Porque dejamos que el diablo se meta y no actuamos como mujeres sabias sino actuamos como mujeres necias y pasan años a veces y nosotros el orgullo no nos permite pedir perdón. No nos permite mirarnos. Y es que es la cuarta acción. La cuarta acción es “se postró, se humilló”. Supo pedir perdón. ¿A cuántas de nosotras nos cuesta pedir perdón?

Hay mujeres enfermas porque no saben pedir perdón porque viven con esa amargura. Porque quieren que la persona que lo hirió sufra. [Risas] Verse 21. Versículo 21: “Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien”. Versículo 23: “Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra”. Vamos a aprender a postrarnos, vamos a aprender a humillarnos cuando sea necesario, vamos a aprender a pedir perdón. Aunque usted diga que ‘it’s not your fault’ la palabra nos dice que ‘it doesn’t matter whose fault it is’. Vaya y pida perdón y usted va a sentir como una carga que se le va, una libertad.

¿Y qué pasa cuando podemos perdonar? Somos libres y ¿qué? Libramos a la otra persona. Allá ella, allá él con Dios pero nosotras vamos, como mujeres sabias, a pedir perdón porque esa es una acción sabia. El pedir perdón. La Biblia nos dice que se bajó prontamente de su asno y se postró sobre su rostro delante de David. Este no era el momento de tratar de persuadir a David. A veces decimos ‘I got this’. Voy a usar todo lo que se de mujer para arreglar este asunto. Pero no es momento de persuadir a David.

La vida de Abigail está en peligro simplemente porque era esposas de Nabal. Hay momento cuando nuestras palabras no van a hacer la diferencia en la situación en la cual estamos. Right? Simplemente tenemos que ir de rodillas delante de ¿quién? Delante de Dios y postrarnos en su presencia y reconocer Señor que sea Tu voluntad. Qué sea Tu voluntad, Señor. No la mía, pero que sea Tu voluntad. ¿Amén? La cuarta acción es postrarnos, el humillarnos, el perdón es importante para una mujer sabia.

La quinta acción sabia que hace Abigail es que ella habló con sabiduría. ¿Amén? Habló con sabiduría. Porque a veces hablamos y al terminar nada sabio salió, pero ¡que mucho hablamos! Versículos 24 y 25: “y se echó a sus pies y dijo: Señor mío, sobre mi sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva”. Después que se aseguró que tenía la atención de David, Okay, this is important. El tono de voz que usamos. A veces mi esposo me dice: ¿por qué lo tienes que decir de la manera que tú lo dices? Has your husband told you that? Why you have to say it like that? What he tells me? El tono de voz.

A veces queremos actuar pero hablamos con ese “accussing tone of voice”. Venimos a donde el esposo o quien sea, con esa actitud y ¿qué hace la persona? O what do they say? “What’s your problem?” Porque de la manera que vamos they did come by. Pero cuando aprendemos a hablar y a adecuar el tono de voz, pida lo que quiera del esposo y ¡se lo va a dar! ¡Aleluya! Esta es la palabra de hoy. Versículo 25: “ No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal, porque conforme a su nombre así es. El se llama Nabal, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”. Habló con sabiduría y no le dijo ‘What’s your problem, man? She didn’t go with that attitude. She was like ‘ I wasn’t there’. ‘No estuve ahí. Pero ahora estoy. Permíteme hablar contigo’.

Y el tono de voz es importante para una mujer sabia. I catch myself with my children all the time. Le puedo hablar bien a todo el mundo y a veces cuando les hablo a mis hijos ‘¡Ahh!’ and I stop again and I have not to go to any authority. But if I would just recognize I wouldn’t have to say I’m sorry. Pero como son nuestros hijos, a veces creemos que les podemos hablar así estrujado. ¡No! Ellos necesitan ser tratados con sabiduría, con amor y con ternura, con respeto. ¿Para qué? Para que ellos en el tiempo de Dios hablen con sabiduría y con respeto a otros. ¿Amén? Pídanle perdón a sus hijos porque a veces yo se que somos muy ligeras y herimos a nuestros hijos. Hay dolor en el corazón de ellos porque ‘mami tiene tiempo para escuchar a todo el mundo y hablar con todo el mundo pero yo quiero cinco minutos con mami y mami no me los da’.

Yo tengo tres hijos, tengo uno 15, uno de 12 y uno de 7. Y el de 12 años me dice unas historias que cogen ¡Ay! Una eternidad. He stays there forever! Él es medio vaguito a veces and I go Aha!Aha! y como que se goes, he comes back. What’s the point? All he wants to do is tell me the story. Pero yo no quiero sacar cinco minutos para escuchar la historia de él. Pero para él es algo que quiere compartir conmigo. Y hay que tener tiempo para nuestros hijos porque si no le damos el oído otra persona se lo dará. ¿Y como podemos aconsejar, amar con sabiduría a nuestros hijos si no tomamos el tiempo para escuchar?

¡No es fácil! Yo lo se y todavía estoy aprendiendo. Porque hay veces que mi esposo me hace [señas físicas] ¿Por qué? Porque hago mucho de esto [señas físicas] y tengo que callar y empezar de nuevo. ¿Amén? But I have to be woman and after all I’m talking to a child. Si yo quiero ser efectiva y salvar mi matrimonio tengo que aprender como y cuando decir las cosas. ¿Amén? Tenemos que pedirle a Dios para que nosotras aprendamos a expresarnos correctamente. Necesitamos la sabiduría de Dios para poder hablarles y que nuestras palabras puedan ser oídas y que produzcan ¿qué? Good fruits.

La sexta acción sabia que hace Abigail: que ella toma un momento para profetizar. Verse 26: “Ahora pues señor mío, vive Jehová y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean pues como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor”. Ella habla, ella profetiza, ella con sus palabras cambia las cosas. ¿Me están entendiendo? Is this making any sense? Or Shall I just read this chapter completely different? David no había cambiado su mente de perdonar a Nabal. Sin embargo Abigail le dice a David que Jehová le impidió venir a derramar sangre. Nosotras podemos profetizar. Hablar las cosas que no son como si fuesen. ¿Amén? Porque el poder está en nuestra boca. El poder de la vida, el poder de la muerte.

Y a veces hablamos más muerte que vida. Decimos ‘mi hijo nunca cambia’, estas hablando muerte. ‘¿Mi esposo? ¡Ah!’ Estás hablando muerte. Cambia tu lenguaje. Cambia. Una mujer sabia aprende el lenguaje que tiene que hablar y empieza a hablar cosas, empieza a profetizar las cosas, empieza a creer a Dios. Empieza a decir “Espérate, Dios me dio este hijo, esta hija con un propósito. El diablo tú eres mentiroso. Ella ya tiene propósito, ella va a ser lo que Dios ha mandado que ella sea”. Profetice, hable. Usted no tiene que ser profeta para profetizar. ¡Usted créale a Dios! Y usted va a ver como Dios va a hablar.

Versículo 27: “Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor. Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa”. ¿Qué hizo Abigail? Está pidiendo perdón por lo que no hizo pero está pidiendo perdón por su familia, por su generación. Porque mujer de nosotros depende a veces. Si respetamos, si sabemos el lugar que tiene nuestro esposo, el sacerdote, el hombre de la casa. Pero ¿cuál es su responsabilidad en su hogar? Abigail dice: “perdona a esta sierva, esta ofensa”. “Pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová y el mal no se ha hallado en ti en tus días”. Abigail sabía quien era David, ella conocía de este hombre. Abigail usó su entendimiento, su sabiduría para el bien y le recordó a David las promesas que David aún tenía.

A veces nos olvidamos y necesitamos… we need to be reminded of the process that comes to us. ¿Amén? Y le recordó a David lo que Dios tenía para él y no lo podía gozar si sus manos se llenaban con sangre derramada sin causa o por haberse vengado. David estaba actuando para vengarse y era incorrecto. Este es el mismo David que tuvo la oportunidad de matar a Saúl pero reconocía que no se puede tocar el envío de Dios y pudo perdonar y pudo salir. Pero aquí “este no nos va a dar algo de comer, este muere”. Let’s be careful. Vamos a tener cuidado. Abigail continua diciendo, creo que es el 28: “ Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda”. Y termina diciendo: “ Guárdese pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva”. No es fácil. Sembró una semilla. When the Lord gives something in your life, remember me.

La séptima y última acción que yo pude entender en este capítulo es que ella estaba dispuesta a pagar el precio. Are you? Está usted dispuesta a pagar el precio? El precio para cada una de nosotras va a ser diferente pero lo que tenemos en común es que todas vamos a pagar un precio. Para algunas va a ser un poco más alto a lo mejor para otras…Hay familias que prosperan en todo y hay familias que uno dice como que ¡guau! Pero tenemos que estar dispuestas a pagar el precio. La vida de Abigail y la de la familia estaba en las manos de David. Aquí podían terminar las generaciones porque David no venía sólo en busca de Nabal pero de todo varón en la casa de Nabal.

¿Cómo David responde a estas siete acciones? David después de escucharla dice: “ Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano”. Él pudo recapacitar, él pudo entender que estaba actuando en una manera de venganza y que si actuara de esa manera, la mano de Dios iba a caer sobre él. Versículo 34 David dice: “Porque vive Jehová Dios de Israel que me ha defendido de hacerte mal, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, de aquí a mañana no le hubiera quedado con vida a Nabal ni un varón”. And what’s that he has just reflected? She had to act. No nos podemos quedar en la decisión nada más, tenemos que actuar. Tenemos que ofrendar, tenemos que postrarnos, humillarnos, pedir perdón al Señor.

Tenemos que hablar con sabiduría. Tenemos que usar el tono correcto. Hay momentos que todo tiene que ser firme pero hay momentos que tienen que ser dulce. Vamos a aprender cual es el tono que tenemos que hablar en los momentos específicos. David recibió la ofrenda y le dice: “Sube en paz a tu casa, y mira que he oído tu voz y te he tenido respeto”. Una mujer sabia se sabe hacer respetar. ¿Amén? Versículo 37: “ Pero por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le refirió a su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una piedra. Y diez días después, Jehová hirió a Nabal y murió”. Estoy segura que Abigail no lloraba “Señor, llévatelo, mátalo, Señor”. Pero Dios hizo lo que tenía que hacer ¿por qué? Porque ella fue una mujer sabia. Ella supo lo que tenía que hacer ¿para qué? Para que la paz reinara en su casa.

¿Qué es lo que usted tiene que hacer para que la paz de Dios reine en su hogar? Porque la paz de Dios tiene que reinar en su casa, en su hogar. Su casa es su santuario debe ser un lugar de paz, donde sus hijos vean llegar y sentirse bien. Porque creamos ese ambiente de paz, de armonía. ¿Qué hace Dios con una mujer sabia? Es respetada, prometida, ella produce, recibe misericordia pero la hace una reina. No la deja en el anonimato ni en el olvido. Él se acuerda de todas las cosas que hacemos y Él siempre, Él es un buen galardonador. He knows how to pay, He knows how to reward. Mujer de Dios eres madre, logra que el mundo te diga algo diferente. Eres llamada, eres escogida, eres bendecida, eres hermosa por dentro y por fuera.

Eres una mujer sabia. El versículo 39 dice: “ Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”. Versículo 44: “Y ella se levantó e inclinó su rostro a tierra, diciendo: He aquí tu sierva, que será una sierva para lavar los pies de los siervos de mi señor. Y levantándose luego Abigail con cinco doncellas que le servían, montó su asno y siguió a los mensajeros de David y fue su mujer”.

Hay recompensas, hay bendiciones cuando somos mujeres sabias. Pero cuando somos mujeres insensatas y necias hay consecuencias. ¿Usted quiere vivir con las consecuencias o quiere vivir con las bendiciones? Estemos de pie. En estos momentos empiece a reflexionar en su vida. ¿Dónde le falló a Dios? ¿Dónde le falló a su esposo? ¿Cómo le falló a sus hijos? Aún a la iglesia, ¿cómo ha fallado? Reflexione y Señor traiga a la memoria. Allow just Him to bring those pieces to your mind. Many of the things that you have hidden so so deep, that you don’t need the mind to bring them up, but that’s the moment that God wants to deal with you individually. Este es un momento cuando Dios quiere actuar con usted individualmente.

Hay cosas en su corazón que no la permiten ser libre. Reflexione cuales son esas cosas. ¿Dónde es que usted vino a vivir la vida amargada en su corazón? Su corazón está lleno de amargura, de tristeza, de enojos, de contiendas. Si así está su corazón, reflexione porque este es el momento que Dios quiere cambiar ese corazón amargado y poner dulzura, poner paz en su corazón. Reflexione en esta mañana. Yo se que Dios ha puesto cosas en su corazón, en su mente. Y no es suficiente que usted reflexione, hay personas en las cuales usted va a tener que llamar. Hay personas en las cuales usted va a tener que tocar a la puerta y actuar como una mujer sabia.

Humíllese, que el amor de Dios va delante de usted y esa persona puede ser libre y puede ser salva porque somos sabias. Hay que actuar. ¿Cuáles son las áreas en donde usted tiene que actuar? Llegó el momento de ofrendar. ¿Ha ofrendado su vida? ¿Ha dado por completo su vida? O simplemente ¿quieres los beneficios de Dios pero no quieres sacrificar tu cuerpo, tu vida, tu espíritu? Llega el momento de ofrendar y la ofrenda se hace más, no simplemente en las finanzas. El tiempo. ¿Le ofrendamos a Dios el tiempo suficiente o le robamos el tiempo? Aprenda a ofrendar. Tenemos que aprender a ofrendar. Sele fiel a Dios en todo. Aleluya.

Hay que actuar. Le voy a pedir que nos postremos delante de la presencia del Señor. ¿Alguna de las presentes quiere pasar al altar? Vamos a postrarnos, vamos a reflexionar las cosas que tenemos que arreglar. Ahora háblelas con Dios, hable esas cosas con Dios. No permita que usted salga con la culpabilidad. Dios no es un Dios que te culpa. Dios es un Dios que perdona. El enemigo es quien te culpa. El enemigo es quien te pone ahí débil y te dice “Tú no puedes”. Pero Dios perdona. Póstrese delante de la presencia de Dios, hable. Abra su boca en estos momentos. No salga como llegó. Esa es la palabra de Dios para cada una de nosotras. Este es el momento de postrarnos, de humillarnos: “Señor perdónanos porque te hemos fallado, perdónanos, Señor”.

“Perdona mi manera de ser. Que yo pueda pensar antes de actuar ¡Oh, Dios! Enséñame a hablar con mis hijos. ¡Que mucho daño yo como madre le hecho a mis hijos porque no hablo con sabiduría, perdóname, Señor! Perdónanos, Señor. Perdónanos, Señor. Aleluya. Aleluya. Jesus. Ríndase pero ríndase completamente a Él. Vale la pena rendirse por completo. Just surrender, surrender. Admit who you are. Surrender before the Lord. You are going to surprise the Lord. Vas a sorprender a Dios, surrender, surrender before the Lord. Hable con sabiduría. Declare las promesas de Dios para ti y para tu familia. Aleluya.

Tome un momento para profetizar sobre su vida. Profetice en estos momentos sobre su esposo, profetice sobre sus hijos. Declare, declare, declare las promesas de Dios que son para ti y para tu familia. Declare, profetice, profetice. Créale a Dios que las cosas cambian, créale a Dios que las cosas cambian. Créale, créale, créale a Dios. Créale a Dios en este momento, créale a Dios. No vea las cosas con sus ojos físicos, no mire la situación. Deja las cosas al Señor. Permíteme ver con tus ojos, permíteme ver con tus ojos. Aleluya. Declare, declare las cosas sobre su vida. Hay momentos de dar pero hay momentos también de profetizar, de hablar, de declarar la palabra de Dios que es vida. Es viva y eficaz.

¿Está dispuesta a pagar el precio? Este dispuesta a pagar el precio aunque le cueste la muerte pero en Dios va a ser vida. Gracias, Señor.

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¡Levántate!

5 de abril del 2010 - Por Nancy Meléndez-Girón

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz… Isaías 60:1

Inesperadamente el día miércoles 10 de junio del 2008 recibimos la noticia de que mi suegro había pasado a la presencia del Señor. Ese mismo día a las 9 de la noche salimos de Boston rumbo a New York. El viaje se extendió debido a las escalas y esperas que tuvimos que hacer hasta llegar a nuestro destino el día viernes 12 de junio a las 2 de la madrugada. El Señor me dio la palabra “levántate” mientras estaba en Boston haciendo las gestiones y preparativos para el viaje.

Fue durante el viaje de San Pedro Sula a Tegucigalpa que tuve tiempo para reflexionar en la palabra “levántate”. Un viaje que se supone durara 3 horas y media, duró ¡7 horas! de 7 de la noche a las 2 de la madrugada. Las luces del carro en que viajábamos no funcionaron y tuvimos que depender de las luces de otros carros para ver la carretera en que estábamos viajando.

Durante esas horas largas de viaje en la oscuridad de la noche, ante el eminente peligro de ser asaltados, atacados, de tomar el camino equivocado por la falta de luz, de la posibilidad de chocar con otro carro porque el nuestro no tenía las luces apropiadas, de irnos a un abismo por no poder ver las señales de la carretera, de pensar que íbamos a hacer si el carro fallaba, fue que Dios empezó a susurrarme: levántate por encima del miedo, que sientes y confía en mi cuidado por ti, levántate por encima de las circunstancias adversas que te rodean y confía en que yo tengo el control de tus circunstancias, levántate por encima de la oscuridad que te rodea y confía en que yo soy tu luz que te ilumina en la oscuridad, levántate por encima de la soledad en la carretera y confía en que yo soy tu compañía, levántate por encima del sentido de muerte que puedas sentir porque yo te protejo, levántate por encima de la duda si podrás llegar a tu destino final porque yo soy tu seguridad.

“Levántate” tú también te dice el Señor, por encima de lo que sea que te esté sucediendo en este momento de tu vida porque Él te da la fuerza para hacerlo. En un acto de tu voluntad decide creerle a Él por encima de todo sentimiento/emoción contraria a Sus promesas que son eternas.

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Despójate y vas a recibir

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En el capítulo 2 de Filipenses en el versículo 3 comienza lo que algunos consideran el primer himno o uno de los primeros himnos de la iglesia. Ahí en el versículo 5 se cree que este es un himno que se cantaba en las reuniones de los primeros cristianos. Porque para los primeros cristianos la Resurrección de Jesús era esencial, era la exaltación de Jesús, su condición exaltada, su levantamiento de la tumba. Establecimiento como el Señor de señores, el Rey de reyes. El hecho de que Dios lo levantó de su condición de humillación cuando Él se despojó de su Gloria y asumió la forma de un mero hombre –que no era mero hombre pero tenía la apariencia de un hombre aunque era humano- pero era mucho más que simplemente humano.

Y entonces como Dios lo levantó de entre los muertos y lo puso en un lugar es sobretodo otro lugar. Y parece que en su exaltación del Cristo Resucitado, el Señorío de Cristo, su carácter Mesiánico este es uno de los primeros signos. Habla acerca de ese proceso que Cristo vivió. Pero antes de entrar el Apóstol Pablo en el Himno que es en el versículo 5 él comienza con unas palabras de práctica, de aplicación y las explicaciones de la vida para la conducta cristiana. En realidad esto es lo importante. Fíjese, ese maravilloso himno, esa maravillosa exaltación teológica, porque ese texto que comienza con el versículo 5 es uno de los textos claves acerca de la deidad de Jesucristo y su superioridad sobre toda otra figura que podríamos mencionar en la economía de la fe.

Pero lo que motiva al Apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo a exaltar y señalar ese carácter mesiánico, superior de Cristo es los dos versículos anteriores, donde él está llamando a sus lectores y nosotros somos parte de esa generación y de esa iglesia al cual el Espíritu Santo dirige este pasaje. Los está llamando a un estilo de vida, a un comportamiento, a una forma de relacionarse unos con los otros. Y eso es en realidad lo que está en la mente del Apóstol Pablo, el comportamiento. Al Apóstol no le interesaba solamente hacer una exposición teológica –aunque eso siempre es importante- doctrinal. Al Apóstol Pablo lo que le interesaba era qué implicaciones tiene la Resurrección para la vida cristiana.

Y ¿cómo tenemos nosotros que vivir nuestra vida? ¿Qué tipo de conducta? ¿Qué tipo de ética debemos nosotros vivir como miembros de la familia de la fe cristiana? Entonces él comienza en el versículo 3 con una exhortación a cada uno de nosotros. Escuche esa exhortación porque eso es para ti y para mí. Dice aquí: “Nada hagáis por contienda o por vana gloria”. ¿Qué es lo que tantos problemas causa a veces en la vida cristiana y en las congregaciones? Precisamente dos cosas: el orgullo y el conflicto. Y a veces el orgullo lleva al conflicto.

Y el Apóstol Pablo muchas veces a través de sus escritos llama a los cristianos porque ¿sabe qué? El conflicto y el orgullo no son enfermedades del Siglo XXI ni de la Congregación León de Judá. Eso es algo que viene desde la humanidad misma pero ciertamente la iglesia primitiva tenía sus propios problemas y dificultades, sus conflictos. El Apóstol Pablo en Primera de Corintios en el capítulo 2 habla precisamente acerca de –y en el capítulo 3 también- los conflictos entre los cristianos y de que se están metiendo demandas legales unos a otros y de que hay luchas y todo este tipo de cosas.

En la Epístola al Apóstol Santiago habla también acerca de las cosas que rugen dentro de nosotros, los conflictos interiores que llevan a las guerras a las divisiones y a las peleas en el pueblo de Dios y en el mundo en general. Y en otras cartas también el Apóstol Pablo siempre llamaba a las comunidades a las cuales él les escribía a que pusieran a un lado las peleas y la búsqueda de gloria personal. Pienso por ejemplo en Romanos, creo que es en el Capítulo 12 si no me equivoco, donde Pablo habla precisamente acerca de preferirnos unos a otros. De no pensar más de nosotros mismos de lo que tenemos que pensar.

Sino que pensemos en nosotros mismos con cordura, con una mente sobria. Que no estemos exaltándonos más a nosotros mismos de la cuenta sino que nos prefiramos unos a otros, que pongamos a los demás antes que nosotros. Porque el conflicto siempre ha estado en las iglesias y el conflicto siempre ha estado en la humanidad. Entonces el Apóstol Pablo dice “nada hagan por contienda o por vanagloria”. ¿Cuántos de nosotros hemos hecho cosas simplemente para mostrarle a alguien que nosotros podemos o que no se pueden salir con la suya? O que tenemos algo, ¿no? Porque tenemos algo que probar. Contienda, vanagloria.

Dice “antes bien -¿con qué?- con humildad. Estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”. En otras palabras no mirando nuestra propia gloria, nuestra propia preferencia, sino siendo humildes. Es más llegando al punto de ver lo bueno que hay en los demás y de apreciar mucho las virtudes que hay en las demás personas. Yo creo que si nosotros pasáramos más tiempo mirando las cosas buenas que tienen las personas en vez de las malas yo creo que resolveríamos por lo menos el cincuenta por ciento de los problemas de la raza humana.

Si nosotros lográramos enfocarnos en el don de Dios en una persona que a veces nos cae mal o una persona que está siempre metiendo las patas en algo en la iglesia o algo así y miráramos su buena intención, su buen deseo, su amor a Dios. Mire, yo creo que la mitad de las molestias que experimentamos se esfumarían enseguida. Entonces, está esta idea de estimar a los demás. Claro, eso no quiere decir, que nos miremos a nosotros como la cosa más baja de la Tierra. Hay una cosa que también podemos tener una baja autoestima y echarnos tierra en la cabeza y pensar “yo no valgo nada”, “yo no soy nadie” y “todo el mundo es mejor que yo”. Esa no es la idea.

La idea es ‘Mira, mira las virtudes que hay en los demás. Enfatiza la bendición que son los demás’. No mirando cada uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de los otros. Siempre pensando en el bien de las demás personas. Siempre atendiendo y asegurándonos de que la gente alrededor de nosotros esté bendecida. Si hay alguna necesidad, si hay algún déficit en su vida, si yo puedo ser en alguna manera un agente de la bendición de Dios. Un agente de gracia, una antena por la cual baje la gracia y la bendición de Dios y la generosidad de Dios; en cualquier contexto sea en mi trabajo, mi casa, la iglesia, la calle, en el autobús, en el tren, donde sea siempre que yo esté velando por el bienestar de las demás personas.

No pensando en mi propio bien sino en el bien de las demás personas. De paso, déjenme decirles, hay ilustraciones de eso. En un día como hoy donde hay tanta gente en la iglesia y el primer servicio estuvo tremendamente apretado, óiganme, ¡que importante es que en ocasiones así los cristianos tengamos eso en mente! ¡Qué fácil se nos olvida el cristianismo cuando nos aprietan los cayos un poquito! o cuando alguien coge nuestro espacio favorito o alguien está sentado donde nosotros nos sentamos regularmente.

O nos piden que abandonemos un asiento para que una persona o una familia pueda estar más cómoda. ¡Qué lindo es cuando uno como Pastor puede pedirle a los hermanos: “Hermanos, ¿podrían acomodarse un poco?”! Y los hermanos con ese buen rostro dicen: ‘Claro que sí, Pastor’. Vi dos o tres muestras de eso durante el Servicio y que gozo nos da eso, ¿no? Porque estamos experimentando, estamos llevando a cabo esto que dice la Palabra del Señor.

Pero miren, ese llamado práctico del Apóstol Pablo lo que lo lleva a dar una ilustración de eso. Es interesante que una de las declaraciones más exaltadas de la deidad de Cristo y de su señorío y de su exaltación vino como resultado de una humilde meditación sobre el comportamiento cristiano, sobre la ética cristiana; sobre como deben ser las relaciones entre los hijos de Dios y también hacia el resto de la humanidad. Y vino porque el Apóstol Pablo quería dar un ejemplo de esa actitud. Él está diciendo ‘Hermanos compórtense de esta manera, relaciónense de esta manera’.

‘Esta es la actitud en cada uno de ustedes, esta es la forma en que deben ustedes relacionarse’. Y les voy a dar un ejemplo de esto, les voy a ilustrar esa actitud. Sientan esto que yo les voy a describir. Entonces dice: “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Es decir, hermanos, que habite en cada uno de nosotros esa actitud que hubo en Cristo Jesús. Mire, ¿sabe? La palabra que se traduce en español ‘sentir’ en realidad en el griego original es más bien ‘mente’. ‘Haya en ustedes la misma mente que hubo en Jesucristo’. La misma mentalidad podríamos decir, la misma actitud, la misma convicción, la misma manera de pensar que hubo en Cristo Jesús.

En otras palabras para Cristo lo que Él hizo de despojarse de su gloria y obedecer al Padre e incomodarse por nosotros fue producto de una actitud esencial que había en Él. Un principio gobernante de su persona. Y yo creo que es importante insistir en eso porque a veces decir “haya en ustedes el mismo sentir” uno piensa en una emoción, ¿no? Y a veces las emociones pueden ser algo pasajero. Un día puedo sentirme como que quiero ser generoso y otro día estoy de mal humor y ‘mira, que se lo lleve quien lo trajo. Yo voy a hacer lo que tengo que hacer’ y no nos preocupamos por las otras personas, ¿no?

Pero lo que dice aquí es que tiene que haber en nosotros una mentalidad, una ética, una forma de pensar, un sistema que gobierne nuestra vida, queramos o no. Nos sintamos que queremos hacerlo o no, nos guste a la persona o no nos guste, nos caiga bien o no nos caiga bien. Es un concepto porque eso fue lo que Cristo hizo. Cristo no pensó en si Él quería despojarse de su gloria y venir a la Tierra y hacerse hombre y soltar sus beneficios y sus privilegios de Dios. Él lo hizo porque el Padre –por así decirlo, esta es la complejidad de la Trinidad, ¿no?- lo hizo porque quería resolver el dilema de esta raza humana y su propio dilema de la Justicia y la Misericordia y el Pecado de la Humanidad, todo esto.

Y el Señor Jesús, como dijimos el viernes pasado, en nuestra meditación, Cristo era la respuesta y Él simplemente en obediencia se humilló a si mismo, puso a un lado los privilegios. No pensó en lo que Él quería hacer, pensó en la necesidad de una humanidad que estaba perdida en el pecado, condenada a la muerte, abandonada. Porque había una separación entre Dios y esa humanidad pecaminosa. Y la humanidad estaba completamente desprovista de esperanza, a la merced del enemigo.

[Ujieres, hay una hermana allí que –atiéndanla por favor-] A la merced del enemigo. Y dice en uno de los pasajes, creo que es en Efesios ‘Pero Dios, cuando estamos sumidos en pecados, Cristo murió por nosotros’. Fíjese, no era como que nosotros merecíamos. Nosotros no merecíamos ser salvos. No fue como que Dios dijo ‘Esta pobre humanidad que está tan deseosa de reconciliarse conmigo y que necesita que yo les envíe un Salvador’. No era como que la humanidad estaba clamando a Dios por un Salvador. No era como que la humanidad había evolucionado hasta un punto que Dios dijo ‘¿Saben qué? Ahora merecen una obra especial’. No.

En el momento más inmerecedor de la historia de la humanidad, en ese momento Cristo murió por nosotros. Cristo se despojó de su gloria. Es decir que lo que Dios hizo fue puramente por su amor objetivo, no fue porque lo mereciéramos. Dios decidió hacerlo y Cristo decidió obedecer al Padre. Yo pienso en eso, hay en nosotros esa mentalidad, esa actitud, ese principio gobernante de la vida cristiana que llevó a Cristo a despojarse de su gloria. Cuando yo veo a Jesús en el jardín de Getsemaní orándole al Padre y le dice “Señor, si Tú quieres, si es posible pasa de mi esta copa”.

¿Ustedes recuerdan ese pasaje? Es un pasaje que muchas veces se predica los viernes Santo, sudaba gotas de sangre de tan terrible que era la tensión que Él sentía porque Él sabía lo que le esperaba en esa cruz. Él sabía el vía Crucis, el sufrimiento que estaba delante de Él. Y Él dijo: “Señor, si es posible líbrame de esto. Yo no quiero eso. Me aterroriza -en su humanidad decía el Señor- la idea de subirme a esa cruz”. Pero que dijo: “Pero hágase Tu voluntad y no la mía”. En otras palabras Él puso a un lado sus preferencias, Él puso a un lado su terror, puso a un lado sus sentimientos y simplemente se abandonó a un principio.

El principio de obedecer al Padre, humillarse y ser un siervo y hacer lo que el Señor quería que Él hiciera, el Padre quería que Él hiciera, ¿no? Entonces, por eso dice “Haya en ustedes este mismo sentir”, esta misma mentalidad que hubo en Cristo Jesús. El cual siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa ‘a que aferrarse’. ¿Sabe usted que Jesucristo es Dios mismo? Esa es una de las grandes verdades de la fe cristiana. Jesucristo es Dios mismo. En el misterio de la Trinidad y de la Encarnación, la Biblia dice una y otra vez que Jesucristo es Dios. Él no fue creado. El Hijo de ese misterio que llamamos la Trinidad no fue creado, Él no tiene ni principio ni fin, Él es la esencia misma, está hecho de la esencia misma que el Padre.

Él es Dios mismo. No deje que nadie le meta gato por liebre. No deje que nadie jamás arroje duda acerca de que Jesucristo es Dios mismo. De que no podamos comprender, ni explicar eso en términos racionales yo entiendo muy bien, pero no todas las cosas de Dios se sujetan a la razón necesariamente. Por fe nosotros creemos lo que dice la Biblia. Pero Jesucristo era Dios, es Dios y cuando Él vino al mundo algo mágico –no se como decirlo- sucedió y fue que Él se despojó de su gloria. No se despojó de su deidad porque el siguió siendo Dios en hombre pero se despojó de todos los privilegios y la gloria y la refulgencia de ser Dios no estaba…

En su deidad pura Él no estaba sujeto al tiempo, al espacio, nada. Es decir, Él era Dios mismo con todos los privilegios y todos los poderes de la deidad del “cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”. La palabra aferrarse es un palabra que quiere decir ‘como algo que codiciaba’, algo que robar, algo que arrebatar, algo que era tan valioso que uno como que quiere pegarse a ello y nadie me lo va a quitar porque eso es mío. Y dice ‘a pesar de que Él era igual a Dios, Él no se apegó a esa gloria ilimitada, a esa comodidad absoluta, total’.

¿Cuántos de nosotros nos aferramos a las cosas, eh? Y ahí vienen los problemas, ¿no? Nos aferramos a nuestros derechos, nos aferramos a nuestras prerrogativas, nos aferramos a lo que hemos estudiado, nos aferramos a esa persona que tanto amamos, nos aferramos a una profesión, a una casa, a un carro. En la iglesia nos aferramos a nuestra posición de líderes, nos aferramos al trato que se supone que se nos de por todo lo que nosotros hacemos por la iglesia o nos aferramos a lo que creemos que Dios tiene que hacer por nosotros, porque nosotros servimos y damos, etc.

Nosotros nos aferramos a muchas cosas. Nos apegamos a cosas que no son valiosas y yo creo que parte del crecimiento cristiano, la madurez comienza cuando nosotros comenzamos a despegarnos de cosas que nosotros amamos. ¿Usted entiende? Cuando usted cree que a usted se le debe dar cierto trato y a veces no lo recibe, usted dice ‘¿Sabes qué? Amén. Más se perdió en el diluvio’. Y uno no se apega a eso, no se siente ofendido. Cuando no te dan ese regalito de Navidad que tú sabías que tenían que darte y dices ‘Amén. No importa yo voy a dar aunque no me den’. Si no te celebran el cumpleaños, tú no te ofendes y te sientes como que no te aman y pones mala cara por el próximo año con la gente alrededor de ti.

Sino que tú no te apegas a esas cosas, no te aferras. Si estuviste enferma y el Pastor no te llamó, no le pones mala cara el próximo domingo cuando lo veas. ¿Amén? ¿Cuántos de nosotros confiesan nos aferramos, nos apegamos a las cosas que hacemos? ‘Eso me lo deben, eso me lo tienen que dar’. Hay tantas maneras. En la familia, en el hogar, en las relaciones entre esposo y esposa, en el trabajo. ¿Cuántas veces el problema y el conflicto viene de que secretamente nos estamos aferrando a algo? Decimos ‘No, esto es mío, yo lo tengo por derecho y si no me lo dan va a haber un problema’. Entonces de alguna manera reaccionamos.

La Biblia dice ‘No te apegues a las cosas que tú crees que te deben. Despégate de ellas como Cristo se despegó de su gloria’. Dice “Por lo cual, siendo en forma igual a Dios, no se aferró a ninguna de estas cosas”; sino ¿qué hizo? Se despojó asimismo. Esa palabra “se despojó” quiere decir se vacío, se ahuecó. Es como coger una cuchara y coger una fruta y sacarle todas las semillas que tiene adentro. No sé, bueno un aguacate, yo puedo poner otro. ¿Todos saben lo que es una calabaza o una uyama? Los dominicanos tienen uyama los otros calabaza, ¿no? Esta semana, de hecho, me habían dicho que si usted coge una calabaza, hermanas, esto es una receta. No les voy a cobrar por esto. [Risas]. ¿Usted sabe que la calabaza se daña rápidamente? Pero tengo entendido que si uno le saca todas las semilla de adentro que se corrompe más fácilmente, la calabaza le va a durar mucho más tiempo. Así que hay un secreto allí para ustedes.

Yo tenía un lindo pedazo de uyama, de calabaza allá en mi casa y decidí hacer eso. Cogí una cuchara y la raspé por dentro toda. Le saqué todas las semillas y quedó la calabaza bien limpiecita. Yo diría que eso es algo como lo que Cristo hizo, ¿no? Él cogió, se vació, todo lo que tenía adentro, toda su deidad, toda su gloria o los privilegios. Él se vació, raspó todo eso y se quedó simplemente como un árbol podado y asumió forma humana. Esquilasen es la palabra. Es una palabra teológica muy poderosa. Él se despojó, se robó a si mismo, podríamos decir, en un sentido.

Él se quitó las cosas que Él podía tener y las entregó por amor al hombre, a la humanidad y por amor al Padre. Porque Él vivía bajo ese principio de servir, de dar a los demás. Pero miren, lo que está pasando aquí y la conexión que yo veo entre el día de Resurrección que es el que celebramos hoy y este proceso que yo estoy describiendo es que, hermanos, lo maravilloso es que el Apóstol Pablo describe todo este proceso de el Cristo que se despojó a si mismo, que se desvistió de su gloria, que se vació y se desvistió de todo lo que Él tenía que le daba su comodidad y su gloria, porque eso es lo que nosotros hablamos acerca de la encarnación.

Nosotros en estos días celebramos el viernes donde el Señor fue crucificado y ya antes de ser crucificado fue azotado, fue avergonzado, se quedó solo. Todos nos escandalizamos de Él, se fueron todos sus discípulos. Él estuvo solo para padecer, todo esto. Y antes de esto, estuvo treinta años más o menos en la Tierra viviendo como Clark Kent, simplemente nadie sabía, muy poca gente sabía que Él era Dios. Él caminaba por las calles y ‘¡Ah! Es el hijo, sí de María y José el carpintero. Yo lo conozco’. Era tan poco impresionante que la gente no podía creer que Él fuera quien Él era. Y cuando hizo milagros se sorprendieron. Sus propios hermanos no podían creer que Él…

María su madre, nunca entendió plenamente, parece, lo que Él era verdaderamente. Era un misterio. Él caminó esos años, simplemente, humilde, sencillo. Cuando entró a Jerusalén, no entró en un caballo de guerra inmenso. Entró en una asna, sencillo de corazón. Vivió toda su vida así. Dice la Biblia “Sin atractivo”, para que dijéramos ¡Guau! ¡Qué atractivo! Esas pinturas de Jesús como si fuera Clark Gable o un Robert Redford u otro de esos actores hermosos y muy atractivos… Yo no creo.

Cuando Él se despojó, se despojó. Él andaba por las calles. La gente lo que veía era un judío allí mediano, promedio. Eso era todo. Él pasó treinta y pico de años en esa existencia. Metido en la camisa de fuerza de su humanidad, pero dentro de Él palpitaba el poder de Dios, la vida de Dios. Era Dios también, era Dios pero metido –en alguna manera misteriosa- en base plenamente humano. Dios y la humanidad, allí adentro, en perfecta unidad. Y eso terminó en la Cruz. Y por eso es que el Apóstol Pablo dice “Se despojó a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en la condición de hombre –es decir, no fue suficiente simplemente que Él fuera hombre, sino que estando en esa condición- se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte”.

No cualquier muerte, sino muerte ¿de qué? Muerte de cruz. La peor muerte que una persona podía experimentar. Es decir, ¿qué estamos diciendo aquí? El despojamiento de Jesús, su descuido de si mismo fue absolutamente total. No podía haber una manera más grande de uno rebajarse que lo que Cristo hizo. Y recuerdo lo que decíamos antes, ¿qué dice el Apóstol Pablo? ‘Mire, haya en ustedes esa misma actitud. Esa misma mentalidad que llevó a Cristo a hacer todo esto’. Y por eso es que él dice ‘No puedo pensar, es como si él estuviese diciendo, en otro ejemplo excepto el de Cristo’.

Si ustedes quieren saber a qué yo me refiero, miren a Cristo y miren lo que Él pasó. Ahora hermanos, aquí está la cosa. Esto es lo importante, escuche esto. Lo que el Apóstol Pablo está describiendo aquí es para mí el principio central de la vida cristiana. Escuche esto, es lo que para mí hace distintivo el cristianismo por encima de cualquier otra religión. Y es la cosa más misteriosa y más contradictoria y aparentemente más paradójica que yo conozca en todos los principios filosóficos y teológicos de la humanidad. Y es este. El Apóstol Pablo dice: “Si ustedes hacen eso y si ustedes viven de esa manera y si ustedes dejan que su vida sea gobernada por ese principio de despojarse de lo que les pertenece y lo que ustedes tienen derecho a tener y lo que ustedes aman y lo que ustedes valoran y lo que la gente les debe a ustedes”.

“Si ustedes no están dispuestos a despojarse de eso, a despegarse de ello, a entregarlo por amor a los demás y por el bienestar de los demás lo mismo que le sucedió a Jesucristo les va a suceder a ustedes también”. El mismo resultado que Jesucristo recibió como consecuencia de su conducta y de su obediencia y de vivir conforme a ese principio, ustedes lo van a experimentar también en su propia vida”. Y ¿cuál fue el resultado que Jesucristo recibió? Mírenlo aquí. Después de describir el viernes, el proceso, el rebajamiento, el sufrimiento, dice; mire el versículo 9: “Por lo cual –digan conmigo por lo cual, en otras palabras: como consecuencia, como resultado de ese comportamiento, de esa acción, de esa conducta- Dios también –es decir, Dios hizo una cosa pero hizo la otra.

Dios lo humilló, lo rebajó, lo metió en una camisa de fuerza, permitió que fuera subido a la cruz, permitió que se metiera en las profundidades de la Tierra y experimentara la muerte y sintiera todo el pecado de la humanidad, se ensuciara con el pecado total de la humanidad a través de toda la historia. Hizo eso. Pero también hizo lo siguiente: lo exaltó hasta lo sumo. Lo exaltó hasta lo sumo. Lo levantó, lo glorificó en la manera más extremada que podemos considerar. Dios lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que “es sobre todo nombre”.

En el tiempo antiguo y siempre el nombre representaba la dignidad, representaba la autoridad, representaba el poder de una familia, de una persona. Todavía eso es así. Cuando usted firma ¿qué usted firma? Usted firma su nombre. El nombre encarna a la persona. Cuando usted pone su nombre en un cheque o en un contrato o en un documento legal, usted está diciendo ‘mi persona está metida allí. Mi vida está implicada en ese nombre que yo estoy poniendo en ese documento’. O sea que todo lo que usted es está allí metido. Entonces aquí lo que dice es eso: Dios le dio un nombre. En otras palabras, le dio una autoridad, le dio un poder, le dio una personalidad, le dio un carácter representativo que está por encima de toda otra representación.

En otras palabras, usted puede dar toda la realidad que existe potencialmente tiene un nombre. Puede ser una galaxia, puede ser una estrella o una súper estrella, puede ser un pez, puede ser un elefante, puede ser una enfermedad. Satanás tiene nombre, los principados y potestades del infierno tienen nombre, los ángeles tienen nombre, los átomos en el centro mismo de la materia tienen nombre. Las células del cuerpo tiene su nombre: células. Todo tiene un nombre y si no tiene nombre es porque no ha sido descubierto todavía. Pero todo en el universo tiene nombre.

Dice la palabra que a Cristo se le dio un nombre, que no importa lo que se mencione, que el nombre de Él es siempre más poderoso, más alto. Todas las enfermedades que nosotros conocemos tienen un nombre, por ejemplo. ¿Saben qué? El nombre de Cristo es más poderoso que cualquier enfermedad y por eso nosotros en el nombre de Jesús orar para sanidad. [Aplausos]. Satanás tiene un nombre, que el Señor lo reprenda. ¿Sabe qué? El nombre de Cristo es más poderoso que Satanás y por eso cuando tú usas el nombre de Jesús, tú estás pegándote al poder más grande que existe en el universo, más poderoso que diez mil o cien mil o billones de bombas atómicas o cualquier energía que el hombre pueda imaginarse.

Cuando tú estás enchufado al nombre de Jesús, tú eres infinitamente poderoso, potencialmente. Cuando tú vives tu vida en el nombre de Jesús no hay concepto, no hay problema, no hay dificultad, no hay reto, no hay tragedia que pueda estar por encima de ti porque tú tienes el nombre de Jesús a tu favor. Tú estás moviéndote en el poderoso nombre de Jesús. Dios le dio un nombre que es sobre todo nombre, todo concepto, todo principio, todo ser, toda fuerza, toda energía, toda situación. El nombre de Jesús.

Como consecuencia de su abatimiento, su humillación, su despojamiento, su vaciarse de si mismo el Señor le dijo: ‘¿Sabes qué? Como consecuencia de todo eso te voy a dar algo que está por encima de todo. Te voy a dar gloria, te voy a dar tu poder, te voy a devolver todo lo que tú perdiste’, supuestamente. ¿Saben qué? Inclusive déjenme decir esto, cuando Cristo subió tenía algo que no tenía cuando bajó. Uno puede pensar ¿cómo puede Dios tener más? Porque si es Dios no hay más que se le pueda añadir. Si yo fuera un filósofo yo diría: Dios es la suma total de todo y a Dios no se le puede añadir ni se le puede quitar. Eso diría un filósofo, ¿verdad?

Pero, ¿sabe qué? Cuando Dios bajó y se hizo hombre adquirió algo que no tenía: humanidad. ¿Si o no? Dios era Dios, es Dios. Pero cuando Cristo bajó asumió forma de hombre. Cuando subió Él no dejó su humanidad como un traje arrugado y ya no lo necesitaba. La piel de Cristo no se quedó allí abajo como si fuera ‘Men in black’ que se queda la piel allí. Su humanidad no se quedó abajo, su humanidad subió con Él. El que subió es Dios y es hombre, está sentado a la diestra de Dios Padre, tiene las marcas de su crucifixión que lo prueban. Cuando Él resucitó comió peces para decir ‘Yo soy un hombre, también’. [Aplausos].

Así que, yo creo que los privilegios… Dios le dio algo al Señor que ¡guau! No puedo ni siquiera pensar cuan grande fue. Cuando el Señor fue resucitado, Él había experimentado algo incomprensible. Dios le exaltó hasta lo sumo, le dio “un nombre que es sobre todo nombre” para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los Cielos y en la Tierra y debajo de la Tierra. Si Él hubiera podido decir algo más dentro de la Tierra, alrededor de la Tierra, más allá de la Tierra lo hubiera dicho.

Pero dijo ‘lo que está en los Cielos, en la Tierra, debajo de la Tierra’ sea el infierno, sea lo que sea ahí está comprendido. Un nombre. No hay ningún otro nombre mayor que el nombre de Jesús y que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre. ¿Saben qué? Todavía no toda lengua ha confesado, ni confiesa que Jesucristo es el Señor. Por aquí en el South End hay algunas personas que no creen que Jesucristo es el Señor y hay también en todo Boston y en Estados Unidos y en la historia de la humanidad hay naciones y hay personas que…

Pero ¿saben qué? Dice que ‘un día toda lengua confesará, toda rodilla se doblará y confesará que Jesucristo es el Señor’. [Aplausos]. Y qué bueno que los que estamos aquí hemos ido delante de eso, nosotros sabemos. Y cuando dice que Jesucristo es El Señor –Curios en el griego original, esa es la palabra que se traduce Señor- está tomando prestado del nombre que le daban los hebreos a Jehová. Los hebreos piensan que el nombre de Dios es tan sagrado que no lo pronuncian con su boca. Entonces lo que dicen es El Señor. Curios es la traducción del hebreo original para la palabra Señor. Los judíos hablan de El Señor.

Por ejemplo Isaías cuando vio la visión de Dios dijo ‘vi al Señor’. Entonces cuando dice aquí que ‘Jesucristo es el Señor’ está diciendo que es Dios en su forma de soberano, de gobernante de todo lo existente. Él domina todo, Él tiene poder sobre todo, Él gobierna lo visible, lo invisible, el microcosmos y el macro cosmos, todo está bajo el control, el Señorío de Jesucristo. Jesucristo es Dios. Él le ha entregado todo al hijo, dice. Y un día cuando el Hijo lo haya tomado todo y haya sometido toda autoridad, todo principado, toda nación bajo su dominio dice que lo tomará todo y se lo entregará al Padre para que todo sea uno en uno y ahí la historia se habrá consumado en su totalidad.

Pero Dios le dio ese derecho al Hijo. Pero miren, ya con esto les prometo que cierro la historia, y es que Dios dice “ Si tú te sometes a esa misma dinámica que Cristo se sometió, lo mismo que le pasó a Jesús –claro en forma menor como ser humano, en la dimensión humana, en la escala humana- te va a pasar a ti también”. Porque recuerde que así es que comenzó la meditación del Apóstol Pablo: “Haya en ustedes este mismo sentir que en Cristo Jesús. Ámense los unos a los otros, no piensen en ustedes mismos, no se aferren a las cosas, no estén demandando de la gente”. No estén pensando primero en su propia comodidad, en su propio provecho, piensen en los demás. No estén pensando de si mismo como que ‘yo soy la gran cosa’.

¡No! Piensen en lo que los demás tienen. Yo creo que si nosotros pensáramos en los demás y sus atributos habría menos gente segura de si misma en el mundo. Yo creo que mucha gente tiene la bendición de tener una seguridad que yo desgraciadamente no tengo porque uno que se conoce a si mismo lo sabe. ¡Hey! Yo no tengo derecho a tener tanta seguridad en mi mismo. Uno sabe lo que es y cuando uno mira alrededor uno ve tanta gente con más talento que uno.

Pero hay gente que son tan ignorantes que creen que son la cosa más grande del mundo. La última Coca-Cola en el desierto, y andan con una seguridad y una confianza y un llevarse el mundo por delante. Pero es porque son ignorantes no porque saben mucho, ¿saben? Porque yo creo que mientras uno más conoce, más inseguro se hace en cierto punto. Uno entiende menos que sabe y menos puede y más peligroso es el mundo y más tosco es uno y ¡cuantos errores podemos cometer en el mundo! Más frágil uno se siente.

Yo creo que la madurez de la fe cristiana es eso, que mientras uno más crece, más conoce, más fuerte se hace en el Señor. Como que uno más se disminuye, hermanos. Por eso Pablo dice “Me gloriaré más bien en mis debilidades” porque cuando soy débil entonces soy fuerte. El Señor le dijo “bástate mi gracia”, “mi poder se perfecciona -¿en qué?- en la debilidad”. Por eso hermanos les dije, escuchen, cuando dije hace un momentito: el principio clave de la vida cristiana, el principio número uno; yo diría el principio que corre desde Génesis hasta Apocalipsis, el principio que usted va a encontrar en todos los libros de la Biblia, en todos los personajes –yo creo- de la Biblia, en todos los grandes relatos de la Biblia es ese principio de que cuando nos hacemos pequeños, cuando nos despojamos de nuestros derechos, de nuestra gloria, cuando pensamos en los demás y no en nosotros mismos más se manifiesta el poder y la gracia de Dios en nuestras vidas. Mejor nos va.

Más éxito tenemos, más poder tenemos, más autoridad contra el demonio tenemos, más Dios nos cubre con su gracia, más misericordia hallamos cuando nos equivocamos. Más los dones del Espíritu Santo se manifiestan a través de nuestra vida, más gloria recibimos. Porque esa es la clave de todo. Cuando yo dije acerca de Cristo que se despojó por amor a los demás me vino a la mente inmediatamente… Mire un ejemplo, por ejemplo, sacado al azar casi. Antiguo Testamento, porque pensamos que estas cosas son del Nuevo Testamento, Dios ya estaba un poquito más maduro y por eso se inventó el Nuevo Testamento. No, yo creo que desde el principio mismo.

Mire por ejemplo la vida del Rey Salomón. Cuando Salomón entra al reinado y Dios se le aparece en un sueño y le dice “Hijo, pídeme lo que tú quieras. Yo te voy a conceder por amor a tu padre David lo que tú me pidas”. ¿Qué le pidió Salomón? Le dijo –sabiduría-: “Mira Señor yo soy un jovencito ignorante y tengo un pueblo difícil de gobernar, grande. Retos grandes de Estado que yo no tengo un doctorado en política o relaciones internacionales o economía. Me siento inadecuado para hacer este trabajo, quiero gobernarlo bien. Así que solamente te pido ‘dame sabiduría’”. Y ¿saben qué? Esa petición de Salomón agradó tanto a Dios, porque Dios vio el corazón de Salomón. Lastima que después cuando viejo se apartó de esa verdad.

Ahí está se fue detrás de las mujeres, se fue detrás del poder y la gloria y como perdió esa verdad, terminó un hombre destruido. Destruyó toda su reputación y toda su gloria que alcanzó como joven. Pero cuando se mantuvo en la dinámica esencial de Cristo, la dinámica esencial del corazón de Dios, cuando le pidió eso a Dios, Dios le dijo ‘¿Sabes qué, Salomón? Me agrada lo que me has pedido. Como no me pediste riquezas, no me pediste poder que es lo que normalmente me hubiera pedido un hombre, no me pediste las cabezas de tus enemigos que es lo que pediría un Rey que está comenzando. ¿Sabes qué, Salomón? Te voy a dar lo que me pediste. Te voy a dar sabiduría como no le he dado a ningún ser humano. Voy a darte conocimiento, te voy a dar entendimiento. Pero ¿sabes qué? No solamente eso, te voy a dar también dinero, te voy a dar gloria, te voy a dar poder, más que cualquier otro hombre”.

A través de la historia, proporcionalmente, Salomón fue el hombre más rico y más poderoso. Su reino alcanzó un nivel tan alto. Dios le dio, ¿por qué? Porque él no pensó en si mismo, pensó en su pueblo, pensó en agradar a Dios, pensó en hacer un buen trabajo. Estaba preocupándose por su nación. Y cuando Dios vio esa dinámica –porque eso es lo que mueve el corazón de Dios, eso es lo que arrebata a Dios- cuando un hombre, una mujer vive conforme a ese principio ‘No yo, sino Dios y los demás’. Cuando tú vives tu vida para agradar a Dios y como tú sabes que lo que más agrada a Dios es cuando nos preocupamos por sus criaturas. Cuando tú cuidas a alguien porque es un hijo de Dios, es una hija de Dios, eso es lo que le agrada a Dios.

Y ¿sabes qué? Cuando tú vives así, Dios está que no cabe dentro de si tratando de bendecirte. Él va a buscar mil maneras de bendecirte. Si nosotros entendiéramos eso y cada día viviéramos descendiendo para ascender, muriendo para vivir eternamente, despojándonos para recibir gloria. Haciéndonos pequeños para ser grandes, no pidiendo nada para tenerlo todo, despojándonos de nuestros derechos para tener la estima de la gente. Óigame si usted y yo que estoy predicando este sermón, a veces yo predico cosas que ni yo mismo me las creo, hermano, las predico porque se que es la Biblia. Yo digo a veces, yo estoy predicando algo muy exaltado. Yo digo ‘Señor ayúdame a vivirlo’.

Porque yo les aseguro que si nosotros entendiéramos eso, seríamos la gente más poderosa, más feliz y más exitosa del mundo. Hoy hermanos, yo deseo en el nombre del Señor que cada uno de nosotros, que nuestra iglesia, esta comunidad de fe y que el cristianismo en general entienda eso, básico. Si tu padre vive no para vivir a través de tus hijos vicariamente. ¿Cuántos padres quieren realizarse a través de sus hijos? Y usamos a los hijos como un instrumento para nuestros sueños y resolver nuestros problemas del pasado. Si tú vives para que tus hijos lleguen a ser lo que Dios quiere que sean y tú te das a ellos; esposo, tú eres la cabeza del hogar, tú eres el líder espiritual de tu familia. Pero si tú vives para que tu esposa llegue al máximo en Cristo Jesús, si tú la sirves a ella, si tú le sirves a ella, si tú la bendices, si tú la amas como Cristo amó a la iglesia.

Si tú te conviertes en un líder espiritual, en un mentor, un Jesús que sirva y lave los pies de su esposa ¡cuanta gloria tú vas a recibir! Hijo, si tú te sujetas a tu papá como Cristo se sujetó al Padre y tú veneras a tu padre o a tu madre y tú obedeces a tu padre y a tu madre porque son tu padre y tu madre, porque la Biblia dice “Honra a tu padre y a tu madre” y si tú los obedeces aunque no estés totalmente convencido de todo lo que ellos te están diciendo pero tú les das a ellos la preferencia y los cuidas y los tratas bien y los sirves a ellos, ¿sabes qué? Un día cuando tú seas padre tus hijos te van a bendecir a ti y te van a servir a ti. Y tú vas a saber lo que es la gloria verdadera.

Jefe de una oficina o manager de una fabrica o dueño de una compañía si tú sirves a tus empleados, en el sentido no de dejar que ellos hagan de ti lo que quieran no estoy hablando de eso, pero si tú entiendes que tú tienes un compromiso con ellos de cuidarlos, de tratarlos bien, de respetar la dignidad que hay en ellos, de ayudarlos inclusive a que se entrenen y crezcan y se desarrollen más profesionalmente, tú vas a tener gente leal y entregada a ti. A menos que no sean unos canallas y los hay ahí por de vez en cuando, pero Dios te va a defender de ellos porque tú estás haciendo las cosas conforme a lo que Dios dice.

Hermanos, si nosotros en la iglesia nos tratáramos con ese cuidado, esa atención, ese cariño, esa consideración los unos a los otros. Si tú no estuvieras pensando en como te están tratando, que te están dando, si simplemente tú das, tú eres un siervo o una sierva. Tú estás aquí para bendecir a tu comunidad, estás aquí para bendecir a tu iglesia, bendecir a tus Pastores, bendecir el reino de Dios, tú vives de esa manera. No te preocupas tanto por ti mismo, tus propios derechos, tu propia naturaleza que demanda consideración y tú vives simplemente como un niño inocente, deja que Dios se preocupe de ti. Preocúpate tú de los demás por amor a Dios y Dios siempre estará defendiéndote a ti. Tendrás estima de los demás.

¿Sabes por qué muchas veces tenemos tanta ansiedad e insomnio? Porque hay algo secreto dentro de nosotros que no hemos resuelto. Algo de lo cual no nos hemos despojado. Despójate de todo, entrégaselo todo a Dios. Vive para Dios, vive en Dios, vive para los demás y vas a tener salud mental y emocional. Y los psiquiatras se van a morir de hambre. Gloria a Dios por los psiquiatras. [Aplausos] Porque vas a tener paz en tu corazón. Nadie te puede quitar nada porque tú no tienes nada, todo es de Dios. Tú vas a tener estima, vas a tener respeto, vas a tener influencia.

La gente va a venir a ti porque el mundo está deseoso de encontrar maestros, mentores, modelos y te van a buscar. Van a querer que tú les enseñes, les aconsejes. Mira Dios te va a dar materialmente, no te va a faltar nada porque Dios se va a encargar de lo que tú das te sea regresado con creces. Vas a tener conocimiento de las cosas de la palabra y de los misterios del Evangelio. Porque los misterios del Evangelio dependen de ese principio principal: “Despójate y vas a recibir, muérete y vas a vivir, hazte débil y vas a ser poderoso, da y vas a recibir más y más cada día. Cree que no sabes nada y lo sabrás todo. Muévete en el poder de Dios y tendrás el poder del universo, no en tu propio poder”.

Es el principio principal. A través de toda la Escritura, es ese principio. No es con espadas, no es con ejércitos, es con el espíritu. No es con tu fuerza, no es con tu talento, no es con tu destreza, es en el poder de Dios. Y mientras tú más te vacías, más te despojas, más te ahuecas por dentro, más Dios puede poner su unción dentro de ti, su gloria dentro de ti, sus dones dentro de ti. Y tú va a experimentar la bendición. Esa es la clave, hermanos. Yo creo que muchos de los problemas del cristianismo es porque no hemos entendido esa verdad. Muchos de los sufrimientos. Y por eso es que nosotros vamos a tener que insistir una y otra y otra y otra vez en esta iglesia y todo el cristianismo.

Yo creo que esa verdad tenemos que estarla insistiendo, insistiendo, insistiendo. Porque yo les digo, yo creo que el problema de los cristianos a través de los siglos ha sido que los sacerdotes, los pastores hemos fallado en eso. Y ahora tenemos iglesias por donde quiera y tenemos una cultura evangélica o católica, semi-cristiana donde le enseñamos a la gente una cantidad de cosas pero no le estamos enseñando lo más importante de todo que es vivir la vida como Cristo la vivió. Sentir lo mismo que Cristo sintió, pensar como Cristo pensó, conjugar la vida y las relaciones humanas como Cristo las conjugó. En esa dinámica de “mientras yo más pequeño me hago, más grande soy. Mientras más doy más recibo, mientras más amo, más amado soy, mientras más me despojo, más tengo. Mientras más débil me hago, más fuerte soy, mientras más me preocupo por los demás, más Dios se preocupa por mi”.

Si aprendemos eso, hermanos, usted no tiene que venir a la iglesia. Quédese en su casa y va a ser un gigante espiritual. Estoy jugando por si acaso. Pero es la palabra esencial. La real, la resurrección depende de la crucifixión. Al poder del domingo de resurrección no se llega sino a través del viernes de crucifixión. No se llega sino a través de treinta años de anonimato y despojo y pobreza. Pero entonces vas a tener gloria, Dios te va a dar un nombre. ¿Tú quieres nombre? Mucha gente quiere nombre y se matan ellos tratando de conseguir el nombre. Deja que Dios te de el nombre. Si Dios te da el nombre, ese nombre va a ser excelso, va a ser hermoso, va a ser maravilloso. Quiera Dios que esta congregación, por lo menos, entre nosotros hoy nazca un deseo o se aumente de tener el mismo pensamiento que tuvo Cristo. La misma forma de proceder, el mismo principio gobernante de no pensar en mí sino pensar en los demás y pensar en Dios sobre todo.

A mi me gustaría estar a la altura de esa enseñanza y yo quiero que tú también te unas en ese deseo en esta tarde. Amén. Vamos a bajar nuestras cabezas un momento y vamos a pedirle al Señor que haga nacer o fortalecer ese principio en nuestros corazones, en nuestras mentes, en todo nuestro ser. Señor, yo quiero pensar como Cristo, yo quiero pensar como Cristo. Yo quiero tener la mente, la actitud de Cristo, yo quiero ser Cristo caminando sobre la Tierra. La gente verá simplemente un ser humano común y corriente pero Cristo estará caminando en mí con su poder, su autoridad, su discernimiento, su sabiduría y yo recibiré de Ti lo que yo anhelo y necesito.

Tú me lo darás. Yo quiero ser así, yo quiero ser como Cristo, yo quiero vivir la vida como Cristo. Quisiera preguntar si hay alguien en esta tarde que nos visita o que no ha dado un paso de fe todavía de entregar su vida al Señor Jesús. No quiero que nadie se vaya de aquí sin un deseo quizás de reconciliarse con el Señor o poner su vida en las manos de Jesús o invitar a ese Cristo a entrar a su corazón. Si tú no lo has hecho antes y quieres hacerlo ahora vamos a tomar un momento para invitarte a que consideres poner tu vida en las manos de Jesús e invitarlo a entrar a tu corazón y hacer del Señor tu vida para que Él te enseñe como vivir como Él vivió y tener el poder que Él tiene y tuvo.

Quiero preguntar si hay alguien aquí en esta tarde que quiera invitar a Cristo a su corazón, si no lo ha hecho antes. Quisiéramos orar por ti en esta tarde antes de que te vayas. ¿Habrá alguien que no lo haya hecho antes y que quiera dar su vida a Jesús en esta tarde? El Señor dice “El que viene a mi yo no le echo fuera”. [Pasa por aquí] Gloria a Dios. Quizás haya alguien más todavía que no haya entregado su vida al Señor y quiera hacerlo ahora. Se necesita valor en ser el primero ¿saben? ¿Habrá alguien, un hermano, una hermana, un joven, alguien más que quiera dar un paso de fe en esta tarde? Yo le invito a pasar por acá y comenzar a caminar en la manera en que Cristo caminó. Esto es una jornada de mucho tiempo. Si no lo ha hecho antes yo lo invito a pasar un momento por acá y en un día como hoy que es un día de Resurrección, usted quizás quiere dar ese paso.

Yo le invito a venir aquí. ¿Habrá alguien más que no haya dado ese paso y quiera hacerlo ahora? [Aplausos] Gloria a Dios. Amén. Gloria a Dios. Todavía habría tiempo si alguien quisiera hacerlo, si está inquieto allí o inquieta en tu asiento, quizás sea el Espíritu Santo que te está diciendo “Te vas a sentir incómodo pero es parte del proceso que está describiendo el Pastor Miranda en su sermón. Tienes que moverte no conforme a emociones sino conforme a principios espirituales”. ¿Habrá alguien más que no haya dado ese paso todavía y que quiera hacerlo ahora en esta tarde? Hacemos un llamado. ¿Habrá alguien más allá arriba o allá abajo? Esperamos si están en los balcones, si está en los últimos asientos del lugar. ¿Habrá alguien más? Vamos a orar por estos hermanos.

Vamos a darle gracias a Dios por ellos. Lord we thank you for these wonderful men who have given their lives to You. We bless this young woman. Señor te damos gracias por esta joven también, que tenemos aquí delante. Hay un par de hermanas que por favor vengan por favor conmigo también. Y damos gracias Señor, gracias por esta vida son preciosas delante de ti. Valen estrellas, valen galaxias, valen mundo Señor. Valen para ti infinitamente. Yo bendigo a cada uno de ellos en el nombre de Jesús. Y Señor Jesús te los ofrecemos como trofeos de tu Resurrección. Te los ofrecemos como trofeos de tu Crucifixión y de tu vida de padecimiento y sacrificio. Te pedimos que entres a sus corazones como promete tu palabra que Tú has de hacer, Señor. Entrar con ellos, sentarte con ellos y tener intimidad con ellos.

Los bendigo y declaro tu Señorío, tu sanidad, tu bendición, tu nombre sobre sus vidas y sobre esta iglesia, Señor, también establecemos los principios del Reino de Dios. Quiero que esta iglesia en tu nombre, Señor –lo digo así- quiero que esta iglesia ejemplifique ese principio central de la vida cristiana: amor, humildad, entrega a los demás, obediencia al Padre, sujeción mutua, misericordia, bondad, mansedumbre, perdón, gracia, paciencia, benignidad. Esos principios, Señor, los abrazamos como hombres y mujeres y Dios. No vamos a vivir para nosotros mismos, vamos a vivir para ti y para tus criaturas. Vamos a ser instrumentos de tu gracia. Queremos que esta iglesia, esta familia se caracterice por estos principios. Comienza conmigo y sigue a través de toda persona, Señor.

Y pedimos así que Tu iglesia en toda la Tierra conozca que sirvió a los demás aunque Él es Señor de señores y Rey de reyes. Establece Tu persona, Señor, en este lugar y en esta familia de fe. Hoy lo pedimos y nos comprometemos a vivir en esta manera para gloria de tu nombre. A ti la gloria, no a nosotros. Gracias, gracias. Sigue con esta familia de fe, Padre. Y gracias por todo lo que hemos experimentado en este día, Señor. Séllalo en nuestros corazones y nuestras vidas. Gracias Señor. Te amamos. En el nombre de Jesús. Amén y Amén.

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Sal del campamento y lleva el vituperio de Cristo

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Vamos a Hebreos capítulo 13, versículo 10, hermanos. Déjenme decirles el origen de este texto y por qué lo he escogido en esta noche. Estaba preguntándole al Señor esta mañana, un texto que pudiera usar como base para la meditación de esta noche que evidentemente es el tiempo de Viernes Santo donde recordamos la crucifixión de Jesús y su sacrificio en la cruz, su padecimiento y las implicaciones que esto tiene para nuestras vidas, y de nuevo, como pasa a veces , yo no sé si le pasa a otra persona que predica o que enseñan pero me vino a la mente inmediatamente un texto y cuando me sucede eso generalmente le pongo mucha atención. Y aunque nunca he predicado sobre ese concepto, lo único que me vino, fue la palabra de padecer fuera del campamento. Y entonces me puse a buscar ese texto porque en realidad conozco de él, lo he oído antes pero nunca he predicado sobre él, nunca me he detenido tanto sobre ese texto y entonces busqué una concordancia y encontré donde está ese texto. Y sentí del Señor predicar sobre eso, no tenía una idea clara de en qué dirección ir, pero según fui meditando en este pasaje fueron surgiendo otras cosas, otras conexiones y de eso quiero hablar en esta noche.

Y una de las palabras que viene a mi mente es eso de salir, salir. Cristo salió fuera del campamento, padeció fuera del campamento. En un sentido la Biblia nos habla también a nosotros de salir del campamento y vamos a ver qué es el campamento. Pero más que eso también, yo creo que el Señor quiere que meditemos un poco acerca de la conexión que hay entre la muerte de Jesús, su sacrificio en la cruz y también el simbolismo que hay en el Antiguo Testamento con la pascua, con el cordero pascual, con el derramamiento de sangre, con los sacrificios de sangre que demandaba el Antiguo Testamento como anticipo de lo que Cristo había de consumar completamente cuando él fuera levantado en la cruz y derramara de su propia sangre.

Y es una conexión que a veces la entendemos como subliminalmente pero no hemos, yo no recuerdo que como congregación, tomáramos tiempo para explorar más detenidamente esa conexión. Y yo sé que muchos de ustedes que son nuevos en el Evangelio quizás no entienden todo esto, de cuál era la conexión entre el derramamiento de sangre que Jesús efectuó en la cruz y los sacrificios del Antiguo Testamento. Todas estas cosas están mezcladas aquí.

Mire conmigo, de nuevo, Hebreos, capítulo 13 con el versículo 10, dice allí:

“….Tenemos un altar…., estamos hablando nosotros los creyentes, el escritor de Hebreos dice,… tenemos un altar del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo…”

Ahí comienza el escritor de Hebreos una comparación que él hace muchas veces a través del libro de los Hebreos porque es un libro escrito a los judíos cristianos específicamente, que conocen muy el Antiguo Testamento y el escritor de Hebreos, inspirado por el Espíritu Santo está usando el lenguaje simbólico, ritual, sacrificial, litúrgico del Antiguo Testamento y está mostrando cómo Cristo, Jesús lo realiza todo, lo completa todo, lo cumple todo. Y el propósito del escritor de Hebreos es mostrar cómo Cristo es la consumación de todo lo que en el Antiguo Testamento está simplemente como un símbolo.

En otras palabras, la tesis, por así decirlo, del escritor de Hebreos es que todo el Antiguo Testamento y sobre todo esos textos claves que tienen que ver con la adoración y el sacrificio y la purificación de los pecados, todo eso era simplemente como una flecha que apuntaba y que preparaba la sensibilidad de los hebreos y después de toda la humanidad para aquel que habría de consumar y realizar en su propia persona en verdad todo lo que antes era simplemente un simbolismo.

En otras palabras, era como si el escritor estaba diciendo, todo lo que pasó antes en el Antiguo Testamento era como un ensayo, era como un juego simbólico, pero Cristo lo realizó todo. Y aquello que era simplemente una sombra, una promesa, un apuntar hacia, ahora en Jesús se convierte en realidad.

Y nosotros que entramos en esa realidad que Cristo hace posible, tenemos un privilegio que nadie más ha tenido y que ciertamente el antiguo pacto, el antiguo sistema, el antiguo drama no hay comparación, dice el escritor de Hebreos y dice toda la palabra.

En otras palabras, ahora los que estamos en Cristo estamos viviendo la realidad, estamos viviendo lo que Dios desde siglos y siglos y miles de años antes había estado como ensayando. El Antiguo Testamento es como una sombra de lo por venir, así lo dice el escritor del Nuevo Testamento. Es simplemente un apunte. Y ahí es que uno ve cómo la Escritura es tan real, tan verdadera, escrita miles de años, los eventos de la pascua en el Antiguo Testamento cuando Moisés y los hebreos salen de Egipto, estamos hablando de hace 3 mil años y pico, mil y pico de años antes de que se diera el sacrificio de Jesús ya en el libro del Éxodo Dios estaba desarrollando este simbolismo. Lo cual nos convence de esto, la coherencia de la Escritura, cómo Jesús en su propia vida, en eventos de su vida que históricamente sabemos que son reales, incontrovertibles, porque muy poca gente en la historia, historiadores o eruditos sean cristianos o no, niegan que hubo un Jesús, que murió crucificado en una cruz, por lo menos eso. Aunque no crean que resucitó nada por el estilo, pero saben que hubo un personaje que se llamó Jesús y que llevó a cabo estas cosas que el Antiguo Testamento prefigura como un símbolo de lo que había de venir.

Entonces uno ve que desde Génesis prácticamente cuando Abraham, por ejemplo, está allí en su drama de matar a Isaac y está dispuesto ya a meterle el puñal a Isaac, está ensayando lo que Dios habría de hacer, de matar a su propio hijo, en ese sentido hablando, no dejar que él muriera, entregarlo para que muriera en la cruz.

Es decir, que la mente de Dios siempre ha estado pensando en torno a lo que habría de venir, ese sacrificio de Cristo en la cruz, era como la consumación de la humanidad, era el momento cúspide de todo el drama de la humanidad que comienza en Edén cuando el hombre peca, rompe la ley de Dios, quebranta la ley de Dios, el mundo entra en esta lucha y en este quebrantamiento que es el pecado y la muerte, y la mente de Dios está continuamente pensando en ese momento de redención, ese momento de crucifixión en que Cristo había de pagar el precio, había de pararse en medio de nosotros y la ira de Dios y recibir él el golpe del pecado en su propia persona y entonces instalar una nueva época en la historia.

Entonces, entiendan todo esto que está pasando. Eso es bien importante porque nos convence, a mí me convence por lo menos de que la Biblia no es simplemente una colección de libros locos ensamblados físicamente en un pergamino, es algo que tiene coherencia interna, su mensaje, los temas, los símbolos van apuntando hacia una cosa.

Entonces el escritor de Hebreos dice, comienza diciendo, “…. Tenemos un altar del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo…”

Aquí hay dos cosas, esto de comer y un altar, etc. me recuerda a mí la santa cena donde nosotros comemos del pan y del símbolo del vino que nos recuerda el cuerpo de Cristo quebrado en la cruz, magullado, crucificado y su sangre derramada para un propósito redentor y cuando nosotros participamos de la santa cena estamos recordando ese sacrificio de Cristo.

Y yo creo que el escritor de Hebreos está diciendo nosotros los creyentes, los que creemos en Jesús tenemos un altar, ese momento en que participamos simbólicamente de la sangre y el cuerpo de Jesús, que no es como el altar del tabernáculo, no es como el altar ni siquiera del templo, tan hermoso que es, donde entran los sacerdotes. Nosotros tenemos un altar que ni siquiera los sacerdotes tienen derecho de comer de él, porque no conocen a Jesús, si lo conocen pueden participar de ello, pero nosotros los cristianos podemos comer de algo mucho más poderoso, más significativo, más real. Estamos participando de lo verdadero hacia lo cual apuntaba el Antiguo Testamento con todos sus símbolos. Tenemos nuestra fe, lo que nosotros estamos disfrutando ahora en el cristianismo es algo muy superior y ese es el tema de todo el libro de Hebreos.

Dice, “… porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento…”

Él está aludiendo allí a algo que yo espero tener un momento para poder leer a qué se refiere eso. Está diciendo, nos está apuntando hacia Jesús, su sacrificio en la cruz y dice, miren, en el Antiguo Testamento se usaban animales, cuadrúpedos, ovejas, machos cabríos, diferentes tipos de animales cuya sangre era derramada, eran degollados, y su sangre era como la moneda que se usaba para pagar el pecado de Israel, de los israelitas. Cada años se hacía en las fiestas de la expiación un sacrificio de dos machos cabríos y un cordero y cada uno de esos tres animales tenía una función especial.

Entonces, dice, miren, en aquellos tiempos los cuerpos de aquellos animales eran introducidos por el santuario por el sumo sacerdote y eran quemados fuera del campamento. Eso es cierto. Lo dice Levítico, capítulo 16, “….por lo cual también Jesús, es decir, debido a ese simbolismo que esta establecido por el Padre antiguamente, por eso Jesús para santificar al pueblo mediante su propia sangre….”

Es decir, el Señor Jesús ahora se constituía él en ese cordero que antes le daba sanidad espiritual al pueblo de Israel y cada año había que repetir el mismo ritual, volver a pagar el precio. Era como algo continuo que había que pagar simbólicamente por los pecados del año del pueblo, y entonces el Señor se constituye él en ese sacrificio de sangre. Y entonces hace lo mismo que se hacía, hacen con él lo mismo que se hacía con los corderos del Antiguo Testamento y es que lo sacaban fuera de la ciudad. Es decir, lo exiliaban. No era digno que este ser, animal en el Antiguo Testamento, ahora humano, divino en el Nuevo Testamento, Cristo Jesús, con toda esa pecaminosidad no podía permanecer dentro del pueblo. Era exiliado como son exiliados gente en tiempos antiguos eran sacados, eran expulsados de la ciudadanía. El Señor experimentó lo mismo en su persona.

El que no merecía tal cosa asume el pecado nuestro sobre su cuerpo y entonces es echado fuera de la humanidad. Padece fuera del campamento. Es decir, el campamento es el lugar seguro donde está la familia, donde está la gente, donde está la ciudadanía. Ahora, él, como esos machos cabríos y ese cordero que estaban llenos de pecado, porque se le ponía, el sacerdote simbólicamente le imponía las manos y al imponer las manos le tiraba todo el pecado del pueblo a ese animal, entonces había que sacarlo porque estaba lleno de vergüenza y lleno de pecado. Y así dice que Cristo, mire cómo es la mente de Dios, al Señor lo crucificaron fueron de la ciudad, donde se crucificaba a la gente, fuera del muro de la ciudad, fue crucificado afuera.

Ya Dios tenía previsto todo esto y el Señor en su persona ejecutó eso de hacerse exiliado. El que era Hijo del hombre dice, mira, tu no mereces ni siquiera ser hombre, salte de entre nosotros. Usted entiende el sacrificio de Cristo fue tan grande. No solamente fue la cruz física, fue también la vergüenza, fue el ser expulsado, el ser echado fuera, el hacerse tan pecaminoso que no merecía estar entre los seres humanos.

“… por lo cual también Jesús para santificar al pueblo mediante su propia sangre padeció fuera de la puerta…”

Hay una consecuencia de eso que no sé si debo entrar en ello ahora mismo. Dice, “… salgamos pues a él fuera del campamento llevando su vituperio…”

Déjenme ver si yo me acuerdo, porque eso es importante. Esa es la conclusión de todo. Eso es lo que nos toca a nosotros hacer. Hay un salir que nosotros también tenemos que hacer, como consecuencia del salir de Jesús fuera del campamento. Hay algo que a nosotros nos toca hacer. Hay una implicación moral, ética, de comportamiento, de estilo de vida. Porque esto es la cosa, no? Fíjese, el Antiguo Testamento un símbolo. Cristo lo realiza en su persona y nosotros en nuestra vida también lo vivimos. Nosotros también tenemos que en un sentido ser crucificados. Nosotros en un sentido también tenemos que ser sepultados, como el bautismo en agua, entramos, salimos. Nosotros también tenemos que padecer fuera del campamento y nosotros también experimentamos resurrección como Cristo Jesús.

Ve usted? Son como tres piezas, símbolo, Antiguo Testamento, Jesús lo realiza en su persona y nosotros también lo vivimos en nuestra propia vida y en nuestra propia forma de vivir aquí en la tierra.

Pero me estoy adelantando. Y se me olvida, por favor, me lo recuerdan. Porque vamos atrás un momentito porque esto es casi como una lección más bien de Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, y conexiones y no quiero que esto se pierda para que entendamos bien todo esto que nosotros celebramos y todas las cosas que hacemos.

Mire aquí en, vamos a Levítico un momento, vamos a Levítico primeramente, Levítico capítulo 16. Mire a qué se está refiriendo el escritor de Hebreos, para que entendamos un poquito mejor esto, en el capítulo 16 habla del sumo sacerdote, lo que debe hacer, en el versículo 3 dice:

“… con esto entrará Aarón en el santuario, con un becerro…. Aarón es el primer sumo sacerdote del pueblo hebreo…. Con esto entrará Aarón en el santuario, con un becerro para expiación y un carnero para holocausto…”

Quién cree usted que es ese carnero, ese becerro en el Nuevo Testamento? Es Jesús. Entonces dice también en el versículo 5:

“… y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos…. Eran como tipo chivos más o menos así, aunque macho cabrío suena mejor,…. Para expiación y un carnero para holocausto….”

Entonces hay una serie de cosas que no voy a leer mucho aquí, pero la idea es que estos animales son todos para proveer por los pecados del pueblo de Israel y nosotros somos una extensión de ese pueblo. Entonces, dice aquí más adelante en el versículo 15, porque es largo el pasaje, el versículo 15 dice:

“… después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo y llevará la sangre detrás del velo… el velo del lugar santísimo, la llevará al lugar santísimo…. Y hará de la sangre con la sangre como hizo con la sangre del becerro y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio…”

Fíjese aquí, degollar, llevar al lugar santísimo, ante la misma presencia de Dios, según el simbolismo hebreo, y allí rociar sangre como símbolo de la expiación de los pecados del pueblo. Todo esto en el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo aclara que era todo preparación para lo que Cristo iba a realizar en su propia persona. Dice más adelante, vamos al versículo 20, dice:

“… cuando hubiere acabado de expiar el santuario, el tabernáculo de reunión y el altar hará traer el macho cabrío vivo….”

Mire aquí hay varios animales, pero no se detenga tanto en el macho cabrío o el cordero, lo que importa es que todos estos animales están jugando un papel expiatorio, un papel de redención, un papel de tomar ellos el pecado del pueblo, un papel de ellos pararse en simbolismo, en el lugar del pueblo y ser degollados o su sangre rociada, pero la idea es para que el pueblo no tenga él que pagar con su propia sangre, estos, Dios ha dicho, yo voy a aceptar la sangre de estos animales y la vida de estos animales como una expiación, como un pago simbólico del pecado de ustedes.

“…..Y entonces, cuando hubiera acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar hará traer el macho cabrío vivo….”, porque había dos, uno era sacrificado, matado, degollado y su sangre rociada, y había un segundo animal que dice, “… y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel….”

Qué dice el libro de Isaías? Dice, él llevó nuestras rebeliones y por nuestros pecados él fue azotado, fue sacrificado. Eso es el, el profeta Isaías, siglos antes de que Cristo, antes de que Jesús padeciera todo esto, está hablando de lo mismo. A través de la Biblia está esta idea de la sangre y de la vida del animal que Cristo va a realizar en su propia persona. Él es esa víctima, pero en este caso fíjese si antes los corderos y estos animales que eran sacrificados no tenían suficiente potencia, por así decirlo, para sanar los pecados del pueblo y de la humanidad, una vez por todas, había que… ese sacrificio había que hacerlo siempre una y otra, y otra vez, porque la potencia se acababa. Era solamente por un pueblo pequeño, pero cada año había que volver a pagar el precio.

Ahora qué pasa? Dios lo hizo muy económico al final, que cogió un cordero, Cristo, perfecto, Dios mismo, imagínese, qué víctima podía pagar? Qué víctima era lo suficientemente valiosa para pagar los pecados de toda la humanidad: Presente, pasada, futura de un solo tirón, una vez para siempre, que no hubiera que hacerlo continuamente? Tenía que ser infinitamente valioso, sí o no? Imagínense. Si un cordero y dos machos cabríos anualmente tenían que ser sacrificados para pagar el precio de un poquito de la humanidad, como era el pueblo judíos, cuánto más, qué podía ofrecerse para pagar de toda la humanidad una sola vez por todas, billones y billones y billones de seres humanos potencialmente. Porque en Cristo hay potencia para salvar a toda la humanidad si la humanidad quisiera, de cualquier época de la historia, tenía que ser algo muy poderoso y por eso yo creo, que tenía que ser perfecto y Dios hombre, porque solamente Dios tenía el valor suficiente.

Y por eso yo creo que el misterio de la redención y el misterio de la crucifixión Dios tenía que descender, Dios tenía que resolver el problema. Cómo me hago yo hombre? Cómo me hago yo mortal? Cómo me hago yo capaz de asumir sobre mí persona el precio de toda esta humanidad que yo debo destruir porque mi justicia demanda que yo la mate porque la paga del pecado es muerte? Y se le ocurrió una idea a Dios, por así decirlo, y la idea fue, yo voy a descender, yo asumiré forma de hombre y yo pagaré el precio de toda la humanidad. Yo voy a ser ese cordero, yo voy a ser ese animal que no tenga que estar uno continuamente sacrificando, sacrificando, sacrificando animales. No, no, una vez por todas y por eso él se constituye en el sacrificio por excelencia, el sacrificio total.

En el Antiguo Testamento aquí en Levítico lo que se está presentando es simplemente cómo pasan las cosas, porque usted ve? Eso es lo que pasa que la diferencia está que cuando estamos en Cristo, hermanos, todo es mucho más fácil. En el Antiguo Testamento había que, miren, derramar sangre, había que estos pobres hombres tenían que estar siempre matando sacrificios, degollando carne. Yo me imagino cómo habrá olido ese lugar del templo. A veces pensamos el templo, ooooh, la gran cosa, pero usted imaginan matando animales todos los días prácticamente y cada año y rociando sangre y estos hombres eran más bien como carniceros los sacerdotes, había que matar y entonces tenían que lavar las manos y sus trajes estaban llenos de sangre.

Óigame, qué difícil es la vida sin Cristo. Cuanto esfuerzo se toma, eh? Martín Lutero hace siglos atrás, no Martin Luter King, sino el otro Martín Lutero, el padre del protestantismo, se dio cuenta de eso, de lo difícil que era, un sacerdote católico, un monje trató de hacer todo lo que él podía, sacrificios, genuflexiones, azotes, ayunos, y todavía no sentía paz en su corazón, se sentía pecaminoso. Sabía que era un hombre pecador hasta que finalmente descubrió que la salvación es por gracia, que es un regalo de Dios, que no requiere tantos sacrificios, que el Señor ya pagó el precio y lo único que nosotros tenemos que hacer es entrar en lo que Dios hizo y firmar nosotros y decir, yo lo recibo, yo acepto que esto es para mí también. Y ya entonces usted puede tener paz con Dios porque ya Cristo hizo todo el sacrificio, él pagó el precio.

Sin embargo, mire aquí todo lo que le costaba a la gente en el Antiguo Testamento, todo este sacrificio, todo este esfuerzo, este continuo degollamiento de animales. Dios dijo, yo voy a resolver este problema de una vez por todas, descenderé yo, tomaré el pecado de todo el mundo y pagaré yo el precio para que ya…

Y yo veo eso continuamente, hermanos, en Cristo Jesús podemos encontrar descanso para nuestras almas. Dice el Señor Jesucristo, llevad mi yugo sobre vosotros porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Yo pienso en este hombre, el paralítico al lado del estanque de Betesta, gracias, tenemos aquí una erudita de la Biblia. Este paralítico está allí y dice la Biblia que cada cierto tiempo venía un ángel, no me explique cómo pasaba eso, y removía las aguas, un ángel invisible me imagino, pero cuando la gente veía que esas aguas comenzaban a moverse sabía, el ángel estaba moviéndolo, y el que más rápido se tiraba era sanado de su enfermedad. El más rápido, el más ágil, el más vivo, el más alerta, y ahí estaba este pobre paralítico, no tenía a nadie, aunque quisiera, aunque viera el agua él primero no se podía tirar porque no podía moverse, por eso era paralítico. Y para mí eso simboliza el Antiguo Testamento, esfuerzo, se necesita fuerza, se necesita vigor, se necesita ser uno el que inicia las cosas, el más rápido, el más fuerte, el que sabe más, como los fariseos y los saduceos, esos son los que tienen acceso a la presencia de Dios. Y ahí está este pobre hombre al lado ahí, caramba, si alguien viniera y me tirar allí cuando esa agua se moviera, que bueno sería. Y viene Jesús y se para y le dice, hey, te gustaría ser sano? Dice, Señor me encantaría pero cómo, si no tengo nadie que me tire al agua. Yo no puedo hacerlo porque soy paralítico. El Señor dice, no, hombre, es mucho más fácil que eso. Se sano simplemente y el hombre toma su lecho y se va caminando sanado, sin hacer nada.

Usted ve la diferencia? La diferencia era eso. Antes de que Cristo pase este hombre necesita fuerza, necesita él hacer las cosas. Cuando Cristo llega él lo hace por ese hombre y no importa que sea paralítico. Es más, mientras más impotente fuera, mejor todavía porque más se glorificaba el Señor en sanarlo y salvarlo, y mostrar su gracia. Que no era por obra, no era por rapidez, no era por fuerza, no era por agilidad, no era por estar alerta, era simplemente porque el Señor quería sanarlo y tenía el poder para hacerlo.

Y para mí eso siempre ha sido la diferencia. Ese evento ha sido como la diferencia entre lo que era el Antiguo Testamento antes que Cristo viniera y lo que es cuando Cristo llega: esfuerzo antes de Cristo, con Cristo, gracia y sanidad de él, no de nosotros. Y entonces eso es todo lo que dice el escritor es eso, mire, nosotros tenemos un pacto mucho mejor, nosotros tenemos algo que ni los sacerdotes hubieran dado cualquier cosa del Antiguo Testamento para poder estar donde nosotros estamos. Y por eso es que desprecia a Jesús, está despreciando la cosa más rica, más hermosa, más potente de toda la realidad humana. El Señor lo hace.

Por eso es, hermanos, que si tu estás atribulado, si tu te sientes cargado por tus pecados, si tu te sientes que no tienes paz, te la estás perdiendo, porque ya el Señor pagó el precio. Algo anda mal, tienes que sintonizarte con la estación de la gracia que es Cristo Jesús, tienes que aprender a descansar en el Señor. Si estás en lucha, si estás batallando con algo en tu vida, mira, yo sé todos pecamos, todos tenemos nuestras cargas, nuestras luchas, halla tu descanso en el… no estoy diciendo, sigue pecando, sigue haciendo lo que te de la gana, pero no te estés lacerando, no te estés condenando a ti mismo, no estés siempre deprimido o deprimida por lo que pasó antes, por lo que te hicieron, por lo que no alcanzaste, por el fracaso que tuviste, por esto o lo otro, descansa en Cristo. Él pagó el precio ya. Si tu vida es una vida de zozobra, de ansiedad, mira, pídele al Señor que te de descanso porque Cristo para eso murió.

El problema no es, oh, el Evangelio me habían dicho que se supone que tuviera descanso y no…. No, el problema está, busca en ti y encuentra el lugar seguro en Cristo Jesús. Porque el problema no es Cristo, ya él hizo lo que él tenía que hacer. En Cristo Jesús entramos en el descanso, en la gracia de Dios.

Y de nuevo, no estoy diciendo que juguemos con el pecado. No. Estoy diciendo que cuando tu estás haciendo todo lo que tu puedes y estás haciendo tu parte, y estás buscando la sanidad, la santidad, el agradar a Dios, mira, has lo que esté de tu parte y entonces descansa en aquel que pagó el precio ya. El Evangelio no es para estar sufriendo. El Evangelio no es para estar en zozobra. El Evangelio no es para estar viviendo para las obras y para asegurarnos de que hagamos lo bastante para que Dios nos ame y nos acepte. Ya él nos aceptó. Ahora, como él nos aceptó ahora tenemos que hacer todo lo posible por agradarlo, porque él ya hizo tanto por nosotros que como podemos nosotros despreciar tanto amor y tanta bondad y tanto sacrificio, si él ya pagó el precio.

Entonces, para mí, la santidad no es para que Dios me ame, para que Dios se agrade de mí. No, es porque ya Dios me ama, y porque ya se agrada de mí, porque ya él es el sacrificio, él es el cordero. Él pagó el precio, ahora él quiere que tu como consecuencia de todo lo que él hizo, de todo ese esfuerzo que tu entres ahora en el descanso que él hizo posible. Y por eso entonces, usted ve, todo esto está aquí. Dice, en el versículo 21, todavía estoy en Levítico 16:

“… y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones, todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto…”

Ve? Sáquenlo, sáquenlo de la ciudad. Sáquenlo de donde está la comodidad y el calor humano y tírenlo a errar por el desierto con todo ese pecado que tiene encima, ese animal inmundo ahora, infinitamente inmundo. Sáquenlo, como Cristo fue sacado y llevado afuera del campamento y dice:

“… y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada y dejará ir el macho cabrío por el desierto y entonces, en versículo 27 dice, y sacarán fuera del campamento….”

Dónde escuchamos la palabra campamento y fuera del campamento? Allá en Hebreos cuando comenzamos a leer.

“… y sacarán fuera del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado…”

Porque había dos animales más, uno se le imponía las manos simbólicamente y lo soltaban para que vagara por el desierto llevando el pecado del pueblo. Había dos que habían sido sacrificados, su sangre rociada sobre el altar, la vida, que estaba siendo pagada por los pecados del judaísmo y de todos los hebreos. Esos dos animales que habían sido inmolados como Cristo también fue inmolado.

“…. el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado cuya sangre fue llevada a santuario para hacer la expiación y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol, y en el versículo 30 dice, porque en este día se hará expiación por vosotros y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová….”

Usted ve cómo todo esto lo estaba Dios ensayando y realizando en el Antiguo Testamento para que Cristo lo hiciera realidad. Dice:

“…. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos santifican para la purificación de la carne, cuánto más la sangre de Cristo el cual mediante el espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo…”

Gloria al Señor. Hermanos, usted entiende, esto de limpiar vuestras conciencias, en otra parte el escritor dice que los sacrificios no podían limpiar a la gente su conciencia, que pudieran estar tranquilos delante de Dios. Era algo puramente simbólico, animal, material, físico, pero Cristo se supone que nos limpia adentro también.

Por eso si tu conciencia está atormentada por el pecado, si tu estás lleno de dudas, me amará Dios, no me amará? Me iré al infierno, no me iré? Mira, descansa porque ya el sacrificio de Cristo te limpia también y simplemente lo que tienes que hacer es entrar en lo que el sacrificio de Cristo hace posible. Dice el versículo 15:

“…. Así que por eso es mediador de un nuevo pacto para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto los llamados reciban la promesa de la herencia eterna….”

Eso en Hebreos, capítulo 9. Entonces, podríamos continuar pero lo voy a dejar allí. Podríamos continuar porque si usted va a Éxodo, capítulo 12, creo que es, usted va a encontrar allí la pascua. Usted sabe que estamos en el tiempo de la pascua para los judíos? La pascua creo que fue el martes de esta semana, pasaj, para los hebreos. Ellos todavía están celebrando la pascua del Antiguo Testamento. Y la pascua ustedes recordarán era para recordar aquel tiempo cuando Dios iba a matar a los primogénitos de los egipcios y les dijo, para que los hebreos, los primogénitos de los hebreos no sean matados, cojan un cordero y pongan sangre en los dinteles de la puerta, el marco de la puerta, rocíenlo con sangre para que cuando el ángel de la muerte, que va a estar matando a los primogénitos de los egipcios pase por una puerta y cuando vaya a entrar vea sangre pintada y pase por encima, pase por alto.

La palabra passover, en inglés, es pasar por alto, seguir de largo, eso pensaba pero no estaba seguro, seguir de largo. Por un momento me pareció como raro, seguir de largo, lo he dicho tantas veces pero como que … no quiero decir un disparate, seguir de largo. Pascua, en el hebreo original, pasaj, es lo que quiere decir eso, seguir de largo, pasar. El ángel al ver la sangre…

Y usted ve, mire, cree usted que Dios no podía hacer que ese ángel supiera, mira, estas son las direcciones, esta gente tu no le vas a matar los hijos. Dios puede hacer eso y mucho. No, él quería establecer un precedente. Ve? Porque la mente de Dios piensa así. óigame, cuantas cosas habrá en la Escritura que nosotros ni siquiera entendemos que Dios las puso allí para algo.

Por eso yo hablaba con alguien los otros días y le decía, mira, la Biblia es un libro multi, multi dimensional. Pueden pasar por aquí los músicos. La Biblia es un libro multi dimensional, tiene muchas dimensiones. Los hermanos ujieres, por favor, se preparan porque nosotros vamos a hacer nuestra propia ofrenda, el Señor hizo la suya, pero nosotros vamos a tener una ofrenda también.

Mire, la Biblia es un libro multi dimensional donde hay un texto que nosotros leemos y entendemos que es el texto más de arriba, pero por debajo Dios está hablando tantas cosas que nosotros ni siquiera entendemos. En el Antiguo Testamento Dios estaba estableciendo algo allí, esa sangre, él quería, él dijo, yo quiero que la humanidad sepa que yo he estado pensando en mi Hijo, el cordero. Este cordero, no solamente la sangre era usada para eso, sino también se comía porque Cristo también es carne y sangre que nosotros también podemos ingerir simbólicamente y da vida y da alimento y da sostenimiento.

Entonces, este cordero pascual también era símbolo de Jesús. Él es el cordero pascual y por eso en otro texto, que no tengo tiempo para exponer, en Lucas 22 ó 21, creo que es, el Señor en este tiempo como dos días antes de ser crucificado, 2 ó 3 días en el tiempo de la pascua, dijo, cuanto he deseado comer esta pascua con ustedes porque no la volveré a comer hasta que no sean consumadas todas las cosas, hasta que no regrese. Porque el Señor estaba comiendo la última pascua y él iba a ser la última pascua, él iba a ser el último cordero que iba en realidad a tener significado la pascua. Después de eso ya la pascua perdió significado, los judíos celebran la pascua pero ellos no entienden que ya su cordero ya fue sacrificado. Están todavía esperando su cordero, no saben que ya el cordero pasó hace tiempo.

Ahora, cuando Cristo venga otra vez a comer del pan y tomar del vino es para celebrar la cena del cordero y de la iglesia. Por eso él dice, ya yo no la volveré a comer hasta que no vuelva. Entonces, todas estas cosas, yo les animo, yo lo que quiero, hermanos, es que entendamos cuando nosotros celebramos esto del viernes santo, el sacrificio de Cristo en la cruz, hablamos de Cristo como el cordero, su sangre derramada, el nosotros comer del pan, el beber del vino, el echo de que decimos que él llevó nuestros pecados, que él fue sacrificado por nuestras rebeliones, que el pecado de nosotros le fue puesto a él, cuando vemos que él padeció fuera del muro, todas estas cosas ya Dios la había pintado en el Antiguo Testamento. Eso es para mí una de las cosas que prueba en una manera contundente que Jesús es quien él dice que él es, el Mesías, él cumplió todas estas cosas, todos estos símbolos. Ahora nosotros entramos en la realidad, entramos en la realidad de Cristo Jesús y yo sé que ustedes no me han recordado lo que yo les dije que me recordaran porque quiere que termine, pero lo voy a leer de todas maneras porque me prometí que lo iba a hacer, no quiero que perdamos también las implicaciones éticas, hermanos, comportamiento y nuestra vida, no puedo dejar de señalar esto. En el capítulo 13 de nuevo, de Hebreos dice en el versículo 13, dice;

“… Salgamos pues a él fuera del campamento… él está afuera del campamento, salgamos nosotros también fuera del campamento llevando su vituperio porque no tenemos aquí ciudad permanente sino que buscamos la por venir. Así que ofrezcamos siempre a Dios por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre…”

Qué está diciendo el escritor aquí? Hey, no se echen para atrás y simplemente digan, ay, que bueno fue Jesús, mira el pobrecito como padeció, como entregó su vida, como sufrió por nosotros. Dice, no, no es tan fácil así. Salgan ustedes también. Qué te dice eso a ti cristiano? Mira, un cristiano mundano es una contradicción, entiende? Un cristiano que vive en la comodidad del mundo dentro del campamento es una contradicción. Nuestro lugar está fuera del campamento.

Usted ha oído ese himno que dice, no puede el mundo ser mi hogar, no puede el mundo ser mi hogar. Lo hemos convertido en un himno para funerales para ¿saben qué? ese es un himno para hoy también y para ti y para mí. El mundo no puede ser tu hogar. El campamento no es tu lugar de habitación. Dice la palabra que nosotros somos extranjeros y peregrinos. Nosotros vivimos fuera de la ciudad, nosotros buscamos una ciudad no hecha de manos de hombres. Tu tienes que vivir como también un exiliado. Tu estás en el mundo pero no eres del mundo. No te puedes enamorar del mundo. Tu afecto no puede estar en el mundo porque como Cristo tu también tienes que padecer fuera del campamento.

Es lo que dice aquí, lleva el vituperio de Cristo, eso es en realidad, it’s the punch line. Todo lo demás ahí es que va. Que tu también tienes que en tu vida ejemplificar. Y hermanos, yo les digo, nosotros no sabemos, yo no sé lo que estoy diciendo en este momento porque si yo supiera yo creo que viviría de una manera diferente. Mira, tu y yo tenemos que entregarlo todo por Cristo Jesús.

Mira, si Dios te da dinero, si te da belleza, si te da prestigio, si te da una casa preciosa, si te da un carro del último modelo, disfrútalo pero muy livianamente, no te apegues a ellos, sabes? Porque nada de eso es tuyo verdaderamente, nada de eso te debe tocar por dentro, si lo vas a disfrutar, disfrútalo muy tentativamente y siempre mantenlo puesto al Señor, si te lo quiere quitar dáselo enseguida, sabe? Y no te enamores de nada y te sientes como que eres la gran cosa porque tienes esto, tienes lo otro, porque el mundo no es tu hogar, nada de este mundo te pertenece, tu lugar es estar fuera del campamento y llevar el vituperio de Jesucristo en tu corazón, en tu mente.

Lo que tu disfrutes en este mundo eso es tonterías, tu no te apegas a ello, no lo amas, no te sientes la gran cosa porque lo tienes, y no te deprime porque no lo tienes, porque todo eso es basura. Tu estás camino hacia la verdadera ciudad. Tu estás fuera del campamento. Nosotros tenemos que estar fuera del campamento mental, emocional, espiritualmente 24 horas al día porque eso fue lo que Cristo hizo en la cruz. Él padeció.

Yo creo que tu y yo necesitamos una lobotomía, una operación quirúrgica de corazón abierto ahora mismo porque cualquier cosa a la cual tu estás apegado, cualquier cosa que te da placer de este mundo y te hace sentir como que esto es mío, si no lo tengo me voy a morir, sácalo, eso es un cáncer, eso no es de Dios, esa no es tu identidad. Tu estás fuera del campamento, ese es tu estado continuo.

Y dice también que le des al Señor fruto de labio digno de tu llamamiento. En otras palabras, santidad, una vida que sea digna de la altura del llamado que nosotros tenemos. Pureza, limpieza, porque el llamado es tan alto y tenemos que ser diferentes al mundo. Se completa el círculo, los sacrificios como un símbolo, Cristo los realiza, nosotros lo continuamos, lo incorporamos a nuestra vida.

Estás tu dispuesto a padecer fuera del campamento? Estás tu dispuesto a salir de la comodidad de la aceptación del mundo y saber que si tu vives conforme al ejemplo de Cristo, el mundo va a querer que tu salgas del campamento y vas a tener que hacerlo. Si tu no has salido del campamento en tu mente en esta noche, sal del campamento como Cristo y lleva el vituperio de Cristo tu también en tu vida.

Bajemos nuestras cabezas. Bajemos nuestras cabezas y entendamos lo que el Señor realizó en esa cruz algo tan grande, algo tan precioso, algo significativo, mis hermanos, nunca podremos entender todo lo que estaba en la mente de Dios cuando él se inventó este drama de la cruz. Yo le doy gracias a Dios porque él no se contentó con dejarnos en la muerte de nuestro pecado, él hizo todo lo que había que hacer y hoy yo simplemente disfruto del sacrificio de Jesús.

Señor, queremos ser como Cristo. Yo quiero ser como Cristo. Yo quiero entregarte, yo quiero entregarte todo lo que yo amo, todo lo que yo adoro, todo lo que yo valoro, cualquier apetito Señor, lo entrego a ti, lo entregamos a ti en esta noche. Ayúdanos a vivir fuera del campamento. Ayúdanos a nosotros mismos realizar el simbolismo del Antiguo Testamento en nuestras vidas como Cristo lo realizó en su vida y vivir nosotros también la realidad que tu dibujaste miles de años atrás.

Permite que esta iglesia y este que predica y todos sus líderes y todo nuestro programa y todo lo que nosotros hacemos, Señor, y todo lo que se predica y se enseña en esta iglesia y se vive, refleje ese fruto digno de labios que confiesan en nombre de Jesús y que esta sea una iglesia que se caracterice por esa entrega de todo lo que la gente ama y adora a los pies de Jesús, una iglesia que está en el mundo pero que no es del mundo, una iglesia que vive cada día fuera del campamento. Ayúdanos a vivir fuera del campamento, ayúdanos a salir del campamento en nuestra mente, en nuestro espíritu, Señor, y pedimos un pueblo santo, un pueblo que viva con los ojos puestos en esa ciudad no hecha de manos de hombres, esa ciudad eterna donde tu nos esperas, Señor.

Y haznos efectivos para este mundo para que muchos puedan conocer a Cristo como Señor y salvador. Gracias Jesús por tu sacrificio en la cruz. Gracias por lo que tu cumpliste. Gracias por tu muerte. Gracias porque tu eres el cordero, tu eres el macho cabrío, tu eres ese animal que se hizo inmundo aunque era perfecto, no tenía defecto, era sin mancha y tu te constituiste en pecado por mí. Gracias Señor. Queremos ser imitadores de ti en esta noche y todos los días de nuestra vida. Te bendecimos. Gracias Señor. En tu nombre, amén y amén. Amén y amén.

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